Capitulo 1
Historia en conjunto con @dessert29
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Punto de vista de Judy Hopps
—No puedo creer que mi niña ya esté en la universidad— dijo mi madre con angustia, mientras me ayudaba a cargar mis maletas al auto. — parecía como si fuera ayer que jugabas a ser detective.
—Mamá regresaré en las vacaciones, no te preocupes por mí, tienes a mis hermanos y hermanas y a Papá. — sonreí.
—Aun no me convence el departamento que conseguiste. — dijo colocando la última maleta
Cerré el maletero y suspiré —Ya te dije que es lo único que encontré que ustedes pueden pagar y que está cerca de la universidad.
—Judy ¿Estás segura de esto?. Todavía puedes trabajar en la granja como tus hermanos. — Insistía mi madre.
—Madre, ya hice mi decisión— fui con ella y la abrace — Estudiaré criminología.
Mi madre dio un suspiro y resignada me dió una sonrisa — Te quiero Judy, por favor ten cuidado en la gran ciudad.
—Sí, madre.
Eran como las 4 a.m, todos aún dormían. El cielo estaba lleno de estrellas, cosa que extrañaré en la gran ciudad. Dí un largo suspiro y entré a la casa, desperté a mi padre y le di un fuerte abrazo.
—¿Ya te vas?— me pregunta semi dormido tallandose el ojo.
—Sí, prometo llamarte en cuanto llegué a la escuela.
—¿No llegarás a tu departamento antes?— pregunta destapándose, mostrando su pijama de a cuadros.
—No me da tiempo, mi primera clase en en unas horas — explique
—Por favor, ten cuidado, no te fíes de los depredadores — me advierte de una manera seria.
—Padre, ya hablamos de esto— dije dejando los ojos en blanco.
—Solo aléjate de los Lobos y de los Zorros.
Me quedé seria viendo su rostro de angustia— Como tu digas Papá. Solo lo haré para que estés tranquilo.
Me dió un fuerte abrazo y lentamente le correspondí —Te quiero, mi niña— dijo en una fina voz, acariciando mi pelo gris.
—Yo también te quiero Papá.
Me despedí de mis hermanos antes de que ellos se fueran a dormir. Ahora paso entre el pasillo observando las puertas abiertas donde ellos duermen, y me despedí de lejos.
Encendí el viejo Volkswagen polo que solía ser de mi hermano y arranqué hacia la ciudad. En el camino me sentía nerviosa, nuevos amigos, nueva casa y tal vez ¿nueva pareja? Me dió un escalofrío en tan solo pensar en eso. A mis 18 años entraba a primer semestre de universidad.
El camino dejaba atrás la bella naturaleza y cada vez salía más civilización. En cuestión de 2 horas de carretera por fin llegué a la escuela. Se trataba de un edificio de 4 pisos con grandes ventanales, desde el auto puedo ver los salones de clase. Fui al estacionamiento y empecé a parquear.
—Bueno, hoy empieza mi nueva vida — me dije sonriente.
Baje del auto y busque los libros de mis clases de hoy. Abrace los libros por mi pecho; como una especie de protección. Caminé hacia la entrada, una vez dentro vi anuncios de asesorías, talleres y una obra que darán en unos días. Contemplo las paredes con mirada especulativa y fruncí los labios aún nerviosa.
Camine por el pasillo, siendo invisible por aquellos que caminaban por mi alrededor. Tan rápido como pude encontré mi casillero, tan pronto lo abrí coloqué mis libros dentro y dejé conmigo mi libreta de derecho, la cual tenía mi horario dentro. Tan pronto cerré el casillero, brinque al ver un chico que estaba parado a lado de mi. Era de cabello negro con unos mechones blancos, un poco más alto que yo y de mi misma especie.
—Hola— me saludó con una sonrisa.
—Hola— respondí algo asustada por lo ocurrido.
—¿De primer semestre?— preguntó con amabilidad.
—Emm.. si.
—Jack— dijo estrechando su mano — Soy de tercero.
—Un gusto,Jack — sonreí tomando su mano —Soy Judy.
—En unas horas empiezan las clases, ¿Quieres que te ayude en algo?.
—uhh ¿el salón 206?.
—Derecho y luego giras a la izquierda, subes la escalera y en el segundo piso lo encontrarás — dijo para luego despedirse y perderse entre la multitud.
Me quedé algo confundida pero seguí las instrucciones tal y como me lo dijo — 204, 205 y.. aquí 206.
Abrí la puerta y el salón estaba medio vacío, me senté en una de las esquinas tomando la ventana, así tendría una bella vista del campus y un poco de luz solar.
La puerta hizo un rechinido alcé la vista mirando a un estudiante entrar, un zorro que caminaba con confianza y a paso lento. Llevaba puesta una camiseta negra con unos vaqueros rotos, su pelo rojo de punta y sus ojos verdes se dirigieron a los míos. Debo admitir que se ve bien.
Daba vueltas alrededor del salón buscando donde sentarse, algunas pelirrojas y campiñas zorras estaban el la puerta saludando pero él las ignoró. Paró de caminar y quedó enfrente de mí, con las manos en el bolsillo y con una mirada penetrante, sin expresión alguna. Baje la mierda ignorando su presencia.
—Estas en mi lugar, Coneja —dijo a lo que yo rápidamente lo volví a ver.
—¿Perdona?— pregunté aunque lo escuché a la perfección.
—¿Estás sorda? He dicho que estás en mi lugar, el lugar donde yo me voy a sentar. Y tu culo está en mi lugar ¿Ya entiendes?— dijo el pelirrojo y ahora yo estaba furiosa, tratando de saber que responderle a un depredador que está mucho más alto que yo.
—Hasta donde yo sé, tú no eres dueño de ninguno de estos estúpidos lugares y mucho menos veo tu nombre aquí. Entonces me quedaré aquí y tú buscarás otro lugar—dije escupiendo las palabras.
El Zorro solo dio una sonrisa burlona, mirándome de pies a cabeza— Wow, calmate un poco Dulzura. No me gustaría hacer enojar a una adorable conejita ¿o si?— se burló de nuevo — Te propongo algo, yo me siento ahí y tú te sientas sobre mis piernas ¿Mmm? ¿Qué te parece? Es un ganar ganar ¿No?.
—No.
—Zanahorias solo quítate— dijo ya desesperado.
—No me llames "Zanahorias" — dije furiosa
—Bueno, ¿Cuál es tu nombre? Quisiera saber para practicarlo mientras chupas mi..
—¡Agh! — grité asqueada interrumpiendo su oración. Tomé mis cosas y busqué un lugar nuevo
Miré a todos lados y los demás asientos ya estaban ocupados y el único disponible era frente al zorro quien sonreía cínicamente como diciéndome con la mirada «Voy a disfrutar molestarte, conejita« Resople y me senté.
En definitiva no fue el inicio de clases que me hubiera gustado tener. La profesora entró y dió inicio a la clase.
Punto de vista de Nick Wilde
No me imaginé en ningún momento que tendría al "enemigo" de mi especie frente mio, por lo general no suelo acercarme tanto a los de su especie principalmente porque estos al verme tienen miedo, pero en el caso de ella no le causé ni lo más mínimo de temor cosa que me intrigó al instante. Esta coneja sería un dolor de cabeza sin dudas.
¿En que momento mi vida pasó de ser totalmente fabulosa y llena de lujos a una en donde apenas y me alcanzaba para comer? Todo gracias a mi padre y con su:
«Si solo te la pasas rascandote las bolas y no haces algo de provecho me veo en la necesidad de hacerte ver que la vida no se trata solo de dinero«
Y enme aquí, estudiando criminología en una universidad pública y con una compañera totalmente insoportable. Encerio prefiero estar en Dubai tomando un trago que estar aquí soportando a todos estos ineptos.
Miré hacia adelante, esa chica sacaba de su mochila unos cuadernos y gracias a mi increíble vista pude notar que en una de ellas estaba escrito su nombre.
Judy Hopps.
Sonreí para mis adentros, así que Judy ¿Crees que se me va a olvidar lo de la silla? Estas bastante equivocada, no soy de los que no hacen nada al respecto. Sin que me vieran tomé una bola de papel y se la lancé a la cabeza, esta ni se inmutó mucho menos cuando le lancé otras 3. Vaya que se está resistiendo. Me levanté un poco para poder susurrarle a su oído:
— Que la guerra comienze, Judy Hopps
Me miró una fracción de segundo confundida al haber descubierto su nombre, pero no dijo nada y volvió su vista hacia la clase. Trataré de disfrutar lo más que pueda de esto y así hacer las cosas mucho menos aburridas y fastidiantes entre nosotros.
[...]
Terminó la clase y apenas sali del aula aproveché para tomarle la muñeca y llevarla al armario del conserje, ella trataba de zafarse de mí agarre pero sin éxito alguno. En cuanto cerré la puerta la solté y ahí fue que recibí un golpe en el hombro.
— No vuelvas a hacerme eso ¿oíste?
— ¡Auch! Para ser tan pequeña eres jodidamente fuerte, zanahorias
— ¡Que no me digas así! Ni creas que te dejaré molestarme no sabes de lo que soy capaz, tal vez soy una coneja y tú zorro pero te diré que sí pude con un rinoceronte de una sola patada puedo con un idiota como tú
Arquee una ceja y sonreí de oreja a oreja — Hablas mucho, pero no haces lo que dices, a ver, demuestrame de lo que eres capaz, tierna conejita
— ¡No me digas tierna! — Estaba por darme una bofetada, pero la detuve
— Soy mucho más ágil que tu
— Oh ¿Con qué eso crees? — Se acercó más a mi, nuestros rostros a centímetros de distancia y para lograr eso se tuvo que poner de puntillas — ¿Encerio te crees agil?
— Ven a mi cama y lo sabras ¿O prefieres aquí?
Hizo un gesto de disgusto — Ni en tus sueños me acostaria con alguien como tu
— ¿Quieres apostar?
— Lo único que quiero es estar lo más alejada posible de ti pero eso es básicamente imposible
— Deja de hablar y bésame, sé que lo quieres — Me relami los labios
En ese momento la campana sonó se aparto de mi y justo antes de salir dijo:
— No serás el único que le hará la vida imposible al otro amm...
Di una reverencia — Wilde, Nick Wilde, linda conejita
— Que no... Sabes que, olvidalo, como tu dijiste, que la guerra comienze — Y se fue
— ¡Me deseas y lo sabes, preciosa! — Grité
Rodé los ojos y salí de ahí también. Esta será una etapa de mi vida bastante extenuante e interesante teniendo esa coneja en ella.
Recibí una llamada de mi progenitor, y respondí no tan feliz por ello.
— Hola, padre ¿Qué tal tu día hasta ahora? El mio todo un desastre, espero estes feliz por mandarme a la universidad más bonita que pudiste encontrar
— Tu y tu sarcasmo, en fin hijo, ya pagué tu primer mes de renta como lo había prometido, pero ya sabes...
— Los demás meses yo me haré cargo, bla bla responsabilidad, bla bla. Todo lo que me dijiste me lo se de memoria, lo que no entiendo es porque estoy aquí
— Para que dejes de depender de nosotros y nuestro dinero, es obvio. Tu madre y yo ya estábamos hartos de tu estupida actitud ¿Cuándo vas a entenderlo? Ya tienes 23 años, era momento de que sientas cabeza y te pongas a pensar en tu futuro
Rodé los ojos — Está bien, trataré de hacerlo, dile a mamá que la quiero
— ¿Y qué hay de mi? — Sonó indignado
— ¿Es necesario que te lo diga?
— Te llamaré pronto, bye Nick— Y colgó
— Espero que no tan pronto — Guardé mi teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón mientras seguía caminando
La relación entre mi padre y yo no era tan buena, era porque nuestras actitudes eran muy similares y "chocaban" entre sí. Solo esperaba a poco a poco eso cambie para bien sino no se que más hacer.
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