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Capítulo 26 ''Amenaza''

Este es un capítulo bastante corto porqué el próximo será más largo y tendra más cosas ^^''
Sin más, espero que les guste :)

PD:No pongo nota final porque tuve que resubir el p**to capítulo ya que no salía el texto completo.

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*DARK*

Contando esta, había sido ya la cuarta noche que había salido a ver al hombre que me había dejado una cicatriz de por vida en la espalda, al hombre que había querido acabar con mi vida y al hombre que hasta ahora creí que había sido también el asesino de mi hermana Anabelle.

 ¿Era un maldito suicida o qué? ¿Y sobretodo porqué cuando se me acercaba me ponía muy agitado e inquieto? Digo, era absolutamente normal ponerse así al estar cara a cara con un asesino, pero mi reacción esta vez había sido diferente a las anteriores… incluso… había sentido algo de vergüenza en el momento en el que me acarició la herida, cuando solo tuve que sentir pánico, solo pánico.

¿Qué me pasaba? No, ¿Qué era lo que me estaba ocurriendo?

Con esos pensamientos en mente, apagué la luz de la lámpara situada en la mesita de noche al lado de mi cama y me fui a dormir.

*ALEXIS*

Era ya el segundo día que llevaba con Rick como mi compañero de habitación.

Desde la última vez, el incidente del baño no me volvió a dirigir palabra alguna, había pensado en un comienzo que para él, yo era invisible… pues no era nada comparado como ahora… incluso el muy bastardo rehuía de mi mirada y ahora tampoco podía disfrutar molestándolo.

Al parecer mi plan del baño había sido un completo fracaso.

—Hey, despierta, tenemos que ir a clase—Trataba de despertarme Rick a primera hora de la mañana.

¿’’Despierta, tenemos que ir a clase?’’ ¿Eso es todo para lo que me hablas? —repetí molesto y mirándole con cara de pocos amigos que se vio aún más temible porque acababa de despertar—. Y para tu información tampoco me llamo ‘’Hey’’,  tengo un nombre ¿sabes?

Una vez más no hubo respuesta alguna.

Esperaba al menos que dijese que él no se llamaba Ryan o algo por el estilo.

Maldita sea ¿Qué tiene? ¿9 años? ¿Cuál es su puto problema? ¿Tanto le ha afectado esa broma de nada?

Sea como sea no me iba disculpar con él, antes muerto y sobretodo porque no he hecho nada de lo que me tenga que arrepentir.

Vi como recogió su mochila y salió de la habitación sin despedirse siquiera.

—Estúpido Ryan —maldecí antes de levantarme y terminar de vestirme para luego yo irme a clases también.

Me dirigí a clase con un humor de perros y sin ganas me disculpé con el profesor por llegar minutos tarde, me fui a mi asiento y dediqué toda la hora a escribir en mi cuaderno de Biología ‘’Maldito seas Rick’’ en todas las letras y tamaños posibles.

Al terminar, por fin, cerré el cuaderno de un golpe y saqué de mi mochila un ‘’Pocky’’ que me metí en la boca, seguidamente me puse hablar con los chicos y chicas con los que solía mantener conversación durante los largos cambios de clases cuando Levi, Al y Ellan estaban en otra clase distinta.

Con actitud infantil me puse a susurrar con ellos inventando toda clase de rumores falsos sobre Rick el cual estaba a tan solo unos pocos cm de nosotros y estaba escuchando todo con cara de no importarle en absoluto, cosa que me enfureció más e hizo que los rumores pasaran a otro nivel cuando proclamé que era homosexual delante de toda la clase.

Esta vez había mostrado algo de reacción, se había sobresaltado levemente y por un momento su mirada me había fulminado y justo después de aquello se levantó, y no se detuvo hasta quedar delante de mí.

Antes de que pestañeara si quiera con sus dos manos me agarró de del cuello, parecía que iba a estrangularme hasta que me acercó a él lo suficiente como que nuestras bocas quedaran lo más cerca posible una de la otra y  acto seguido tomó un bocado de mi Pocky.

—¿Q-Q-Qué ha sido eso? —pregunté aturdido con ojos abiertos como platos.

—Acabo de probar tu Pocky —contestó como si nada.

—Si, de eso ya me di cuenta —respondí de vuelta sarcástico —. ¿Pero porqué?

—Porque tu boca se me estaba haciendo ruidosa y porqué se me antojo—siguió con la misma frescura.

P-Puto arrogante… ¿¡desde cuándo se hacía el maldito arrogante conmigo?!

—Pues enhorabuena porque lo has conseguido ¿Ahora quieres que te aplauda o algo?

—No, pero sí que deberías por el hecho que has revelado mi sexualidad a la clase entera como si fuese este el puto mercado de la esquina, enhorabuena Auxier, te has ganado el premio a la mejor cotorra del año.

Me quedé sin decir nada, porque por una vez, por una vez, me había sentido realmente culpable de lo que había hecho.

Por culpa de mi actitud infantil, inmaduro y mi resentimiento hacia el había logrado joder la vida escolar de Rick, ser homosexual abiertamente no era fácil para nadie hoy en día y en este internado tampoco.

Antes de que fuese demasiado tarde les aclaré que era broma a lo que ellos rieron y contestaron que sabían que era broma y que era imposible que él fuera homosexual.

Les miré con furia ante ese comentario y me fui a sentar a mi asiento, luego de que acabaran las clases corrí a los pasillos a alcanzar a Rick con la posibilidad de disculparme y con la esperanza de que no fuese demasiado tarde.

—R-Rick —logré decir su nombre con la respiración entrecortada—, por fin te encuentro.

—Vaya, si es la primera vez qué dices mi nombre… ¿a qué se debe este milagro? —preguntó sarcástico.

—Lo siento —Fue todo lo que dije.

A lo que él hizo media sonrisa burlona.

—Lo siento… esas dos palabras que todo el mundo suelta tan a la ligera e incontables veces, me recuerda a te amo, ambas falsas —comenzó —No quiero palabras, quiero actos.

—¿Y qué quieres? ¿Qué me arrodille ante ti y te pida disculpas?

¿¡Había perdido todo mi orgullo disculpándome con él y ni con eso tenía suficiente?!

—No, no quiero que me la chupes —bromeó intentando no reírse—. Cámbiate de habitación con otra persona y ya, con lo sociable que eres y la cantidad de amigos que tienes, no le veo problema alguno.

—No —solté al instante y por impulso causando que hasta yo me sorprendiera.

—¿Por qué no? —frunció el ceño extrañado—. Ni tú ni yo nos llevamos bien, claramente no nos soportamos  ¿por qué íbamos a seguir siendo compañeros de habitación entonces?

—Es tan solo el segundo día —hice una excusa—Además el hecho que te haga bromas pesadas no es que me caigas mal-

—¿Lo del baño y lo de antes cuenta como ‘’broma’’ acaso?

—Oh, venga ya, si ni se lo creyeron, además, ¿por qué te afectó tanto lo del baño? Tu bien dijiste que no era tu tipo aunque fueras gay, porque dudo que te llevases trauma por haberme visto desnudo y menos con un cuerpo como el mío—finalicé con una sonrisa.

—Mira maldito narcisista, no quería llegar a esto pero tú has querido, ¿quieres seguir siendo mi compañero de habitación? Pues bien, pero ni se te ocurra ir por la habitación en pelotas porque juro que la próxima vez que te pille así te agarro y te empotro allí mismo —estalló mirándome amenazadoramente.

Esa mirada… ¿¡Acaso lo había dicho en serio?!

—¡Pero si soy activo!

—¿Te crees que eso me importa? —hizo media sonrisa.

Mierda, ahora sí que no quería a alguien que tenía pensado violarme mientras duermo como compañero de habitación.

—N-No me digas… ¿¡Ha sido este tu plan desde un principio?

—Quién sabe —contestó sin querer dar detalles.

—¡Maldito pervertido sadomasoquista! ¡Por algo te sonrojaste cuando dije que te gustaba el S&M, porque había descubierto tu sucio secreto!

Ignoró mis insultos y empezó a caminar en dirección a la habitación.

—¡No espera! ¡en serio, retiro lo dicho! ¡Quiero cambiarme de habitación!

Aunque a la segunda vez de cambiarte, ya no podías hacerlo.

¿Me escucharán si les digo que mi virginidad trasera estaba en peligro?

                                                                                                        ***

—¡Deja de violarme con la mirada Ryan! —grité mientras me quitaba la camiseta poco a poco para cambiarme a la del pijama.

Rick puso los ojos en blanco.

—Pero si ni te estoy mirando —contestó mirándome de reojo a la vez que leía su libro—. Bueno, ahora sí.

El muy maldito disfrutaba verme de esta manera… en todos los sentidos.

No soportándolo más, con las mejillas enrojecidas entré al baño a terminar de cambiarme.

—Es justo como dicen todos, el karma es una puta —murmuré para mi mismo luego de un largo suspiro.

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