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Capítulo 2 ''El enano y el descerebrado'' [EDITADO]

 Muy pronto la historia se centrará en el misterio y se añadiran/presentaran más personajes principales tales como Hayden y otro más al que aún no quiero revelar su identidad.

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¿Quién demonios era ese tío?

La verdad... es que ni lo sabía ni me importaba. Únicamente deseaba no encontrármelo más.

Más importante aún... en este mismo momento me encontraba justo delante de la puerta por la que tenía que pasar para empezar mi primera clase en este Internado.
Y justo cuando estaba a punto de alcanzar la manilla de la puerta, fui interrumpido por una molesta y familiar voz que me reprochaba a gritos.

Esa voz no podía pertenecerle a otro más que el idiota de antes...

—¿¡Pero se puede saber qué te pasa, imbécil?! ¿Qué coño parado en frente de la puerta? Entra de una maldita vez si lo vas a hacer, maldito troglodita —exigió, notándose en su voz el desprecio que me tenía.

¿Qué tan inmaduro e idiota podía ser este chico? Jamás en mi vida había conocido a alguien tan molesto y descerebrado como él. Y eso que acababa de conocerlo hace segundos...

—¿Ya te has subido la cremallera? —le recordé divertido, entrando a clase con la clara intención de hacerle sentir ignorado.

No valía la pena ni darle una paliza. El chico era absolutamente patético. Tanto, que hasta me llegaba a dar pena.

—¡S-Serás! eh... Hola, profesor Sebastión, digo, Sebastián —rectificó, sintiendóse completamente abochornado —, Eh, lo siento... v-voy algo distraído.

—Ya lo puedo ver, Al —rodó los ojos el profresor—. Tome asiento, por favor.

¿Quién demonios llamaba a su hijo Al?

Aunque mi nombre tampoco era el más normal del mundo...

—Pfft... —contuve una risa, observando como un Alistair humillado caminaba hacia su asiento.

—Eh... usted es el nuevo alumno, ¿no? —se dirigió a mí el profesor esta vez, llamando la atención de todos los estudiantes.

No era de esas personas que se ponían nerviosas al notar todas las miradas puestas en él. Sí tenía que buscar la definición perfecta para describir que era lo que sentía en este momento, sería molestia. Aunque supongo que no podían evitarlo. Era el ''nuevo'', después de todo...

—Sí.

—Siéntate al lado de Ellan Thibald —señaló. Con mi suerte, nótese la ironía, me tocó sentarme precisamente con el chico más llamativo, extravagante y femenino de toda la clase. ¿Qué chico de su edad llevaba una horquilla con forma corazón de color rosa en el cabello?

—¿Qué tal? Yo soy Ellan Thibald, ¿y tú?—empezó a hablarme mi compañero de asiento, dejando a la luz su extrovertida personalidad.

Personalidad sociable y extrovertida... algo que yo no tendría ni aunque naciera otra vez.

Tampoco es que fuera un anti-social, es más, tenía muchos amigos en mi antiguo pueblo. El problema es que no era muy conocido como una persona simpática...

—Leviathan Le Strange... pero llámame Levi —me presenté. No di mi nuevo apellido por parte de mi tío porque aún se me hacía raro. ¿Y sinceramente? No creo que lo diese nunca.

Por más que lo odiara, había nacido como un Le Strange y no como un Leroux.

—¿Pero qué les pasa a todos aquí con la obsesión de acortar su nombre? —Se mostró incrédulo —. Tú, Al, Feli...

—¿Y cómo se llaman de verdad esos primeros tres?

—Eh, pues son mis mejores amigos; Felicia, Hayden y mi otro amigo Alistair —finalizó con una sonrisa de oreja a oreja —. Oh, ya han terminado las clases... —puntualizó, refiriéndose a la sirena que acababa de sonar—. ¡Nos vemos más tarde, Levi!

¿Tan rápido? Bueno, no sé de qué me quejaba...

Probablemente... porque la compañía de Ellan no había resultado ser tan mala como esperaba...

Ah... ojalá tuviera en este momento mi paquete de cigarros....

ALISTAIR

—¡Hey, F-Felicia, espera un momento! —solté agotado y exhausto de tanto correr.

—¿Qué pasa, Al? —cuestionó extrañada.

—¿Qué pasa? ¿¡Qué que pasa?! ¡Esto pasa! —exclamé furioso, señalando la cremallera ya cerrada del pantalón.

—Al... ¿Estás bien?—musitó, notándosela más confundida que antes y con una mirada de preocupación.

Antes de que dijera otra palabra más, la arrastré a mi cuarto.

—Feli, cuando te dije que teníamos que actuar como si fuéramos una pareja... —pausé, llevándome la palma de la mano a la frente de la frsutración —. Es cierto que cuanto más ''pruebas de amor'' mostremos, mejor, pero lo de la cremallera ya es pasarse —lancé un suspiro —. Por tu culpa he tenido un mal rato con el chico nuevo... ese imbécil enano troglodita drogata.

—¿Imbécil enano troglodita drogata? ¿En serio? ¡Jajajajaja!—replicó muerta de la risa.

—¡N-No te rías! —demandé, sonrojándome —En serio... ¡Ese imbécil es tan bajito que que ni me llega a la suela de los zapatos y aún así tiene la osadía de hacerse el durito conmigo!

—¿Seguro que lo odias? ¿Seguro que no es porque te guste? —insinuó con una sonrisa pícara.

—Urgh. Creo que he vomitado un poco... —Hice una mueca de disgusto.

Bueno, puede que el maldito troglodita no estuviera nada mal. Es más... nada mal. La verdad es que al condenado le daría bien du... ¡No!

Alistair, borra de tu mente esas ideas tan impuras...

— B-Bueno a lo que iba... me cae como una patada al estómago el enano ese.

—Si tú lo dices... —puso los ojos en blanco Felicia.

—Además, no me cambies de tema —la recriminé, mirándola mal —. Estábamos hablando de lo sobrepasarse en lo de hacernos pasar por pareja, Felicia.

—Lo sé, lo sé, no pasará otra vez —aseguró, tratando de tranquilizarme.

—Y... ¿También puedo confiar en que mi secreto estará a salvo contigo, no?

—¿Acaso lo dudas? Me ofendes, Al —rió levemente, envolviéndome entre sus brazos.

Mientras teníamos nuestro bonito momento de amistad, fuimos interrumpidos por alguien que acababa de entrar a la habitación.

—No, no, ¡Seguid! —Levantó las manos en el aire —, de verdad, que lo lamente desde el fondo de mi alma el haberos interrumpido, pero veréis... sin ofender, me da igual que folléis en el patio del internado, en los pasillos, en el baño, en una de las clases, en la casa de tu madre o incluso en el zoo, pero en mi habitación, no —Terminó su maravilloso discurso, y tan tranquilo dejó las maletas encima de la otra cama.

—¿¡Pero tú qué cojones haces aquí, drogata?! ¡Que corra el aire, enano! —le grité, pegándome aún más a Felicia.

—Eso debería decirlo yo... —me asesinó con su gélida mirada, produciéndome escalofríos —. ¿Qué coño haces TÚ en mi habitación?—me gritó de vuelta tirando la última maleta al suelo casi rompiéndola.

Vale, me había quedado claro que el enano tenía una fuerza sobrehumana.

—Mira, Leviathan o como mierda te llames... no sé de qué vas, pero esta es MI habitación. Si estas ciego y necesitas gafas para leer la placa colgada en la puerta de la habitación, sí, se llama placa por si no te lo enseñaron en tu pueblo, pone mi nombre. Si todavía estas con dudas, fíjate en el papel que te dio la secretaria junto al horario.

—Mira, Alistair... —me estampó el papel en toda la cara—. A ver si al final va a ser el niño rico el que no sabe leer...

Sin responderle nada de vuelta e ignorándole lo del papel en la cara, agarré violentamente el papel, ojeando su información personal. Me tensé al leer su nombre completo.

No... era imposible...

—¿Sabes que hago con este papel? —Dije, empezando a romper el papel en trozos—. Me importa una mierda lo que ponga el papel. No voy a compartir MI habitación contigo.

—Tranquilo, no te preocupes que no hacía ni falta que lo rompieses. De solo pensar que tengo que compartir esta habitación contigo el resto del año... siento asco...—Salió de la habitación con su maleta, dando un portazo.

¿Yo darle asco? ¿A él? Ja.... Jajajajaja.

Qué absurdo...

—Al... ¿Estás bien?

—¿De qué hablas? ¡Estoy feliz! ¡Estoy más feliz que nunca al saber que no voy a compartir habitación con él! —le aseguré, sabiendo que estaba mintiéndole a ella y a mí mismo. Ese bastardo había logrado dañar mi orgullo al decir que yo le daba asco.

Yo, Alistair, a quien le daba a todo el mundo de todo... ¡Todo! Menos asco.

LEVIATHAN

¿Por qué ahora? ¿Por qué justo en ese momento? ¿Cómo es que se me ocurrió siquiera? Fueron muchas preguntas. El problema es que lo hice. Tuve que mirar la maldita placa de su habitación

''ALISTAIR LEROUX''

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