Capítulo 10 ''Rojo carmesí'' [EDITADO]
Solo puedo decir que en este capítulo no pasa nada interesante (Al principio)... y que Dark y Levi son parecidos en muchos aspectos aunque ni ellos mismos lo sepan y tienen un momento entre ellos (No malpenséis, pls)
-La foto del capítulo es de Dark.
-------------------
Después de haber buscado sobre Paul y mi madre, se me quitaron todas las pocas ganas que tenía de volver a la habitación con Hayden y Alexis.
Necesitaba estar solo. Necesitaba tiempo para pensar en todo esto.
Con aquella idea en mente, empecé a caminar por el patio del Internado hasta detenerme a la sombra de un árbol, decidiendo recostarme allí por un rato.
No planeaba dormirme ni nada, tan solo quería cerrar los ojos y dejarme llevar por la naturaleza y su tranquilidad.
Aunque ese tiempo de tranquilidad no duró tanto como esperaba...
—¿Por qué tan solo?
Abrí los ojos molesto porque un idiota había interrumpido mi único momento de tranquilidad y calma. Aunque al hacerlo me llevé una gran sorpresa cuando comprobé de quién se trataba.
—¿Dark? —pregunté confundido y con los ojos entrecerrados debido a la fuerte luz solar que me vino directamente a los ojos al levantarme.
—Supongo, a menos que Dark tenga un doble y yo sea uno —dijo con una media sonrisa sarcástico.
¿Así que ese Dark podía sonreír e incluso ser sarcástico?
Venga ya... ¿Quién es era este y que habían hecho con Dark?
—Pues, oye... que me estoy empezando a creer tu propia afirmación—respondí examinándolo bien.
Bueno, al menos físicamente sí era Dark...
—No has respondido mi pregunta todavía.
¿Iba en serio la pregunta? Mira que aquí todos son eran unos pesados... ¿¡Porqué mierda nadie me dejaba en paz?! Literalmente.
—Vine a recostarme aquí para un momento de tranquilidad que tú interrumpiste—le recriminé, mirándole con una cara de pocos amigos —. Además, hablas tú, Dark. El que siempre está solo y no habla si no es necesario.
—Supongo que tienes razón... y lo lamento—se disculpó sorprendido por mi reclamación—. Simplemente me pareció extraño que no estuvieses con Alistair, Hayden, Alexis o Ellan ya que siempre estás con alguno de ellos. Además ya casi se va a poner el sol y aun no estás en tu dormitorio.
—Bueno, en parte te entiendo, te pareces a mí, te gusta estar solo, hablar solo si es necesario... creo que te juzgué mal—confesé, llevándome una mano a la cabeza.
—¿A qué te refieres con eso último? —preguntó, sentándose a mi lado.
—Pues verás...—empecé nervioso—. Al principio pensé que eras un gilipollas.
Silencio... como me gustaba esa respuesta...
—Bueno, no eres el primero que lo piensa y tampoco te culpo. Suelo darle esa imagen a todo el mundo y es porque yo mismo quiero. No me gusta que la gente se acerque mucho a mí...
—¿Por qué? ¿Por qué todos son unos molestos de mierda? Te comprendo totalmente... aunque me caigan bien Hayden y Alexis no puedo evitar a veces estar ''asfixiado'' cuando estoy con ellos. No son nada parecidos a mí y me siento incómodo.
—No exactamente. A decir verdad... eso no me importa en lo absoluto. Es otra cosa más bien...—cogió aire antes de continuar—. La gente a mí alrededor se aleja de mí con el tiempo y no sé porqué. No sé qué hago mal... siempre que logro hacer amigos me acaban abandonando lo que me acaba haciéndome daño a mí en el proceso. Estoy harto de ese sentimiento, Leviathan, y es por eso que prefiero estar solo a tener amigos que me traicionen.
Lo comprendía perfectamente. Por que yo también había experimentado lo mismo. Rick era el único que jamás dejó de ser mi amigo, todos los demás eran unos traicioneros hijos de puta.
Tus padres, tus supuestos amigos, tu pareja, nadie valía la pena... no podías confiar en nadie.
ALISTAIR
Habían pasado unas 3 horas aproximadamente desde que se había ido a la biblioteca ese idiota.
En serio, ¿Qué puñetas seguía haciendo aún en la biblioteca? ¿Meneársela mientras veía vídeos porno o qué?
De repente, imágenes de Levi ''meneándosela'' abordaron mi mente. Bueno... no creo que eso me importe en absoluto.
Sonreí con suficiencia y seguidamente empecé a sentir una especie de opresión en mis pantalones.
Mierda, me estaba poniendo cachondo.
Decidí pensar en pensamientos nada excitantes para intentar calmar mi semi-erección.
Ya que como decirlo... no podía ir con una tienda de campaña en los pantalones por los pasillos del internado como si nada.
Al ver que no estaba por ninguna parte, ni en los pasillos y mucho menos en la biblioteca, fui al único lugar que me quedaba por buscar. El patio del Internado.
Allí fue cuando vi una escena que jamás esperé ver.
En ese mismo momento estaba viendo como Levi estaba sentado al lado de Dark, hablándose y lanzándose sonrisas como si estuviesen en su propio mundo.
Llenándome de una repentina frustración y rabia, empecé a observarlos desde la
distancia mientras fulminaba con la mirada a Dark.
¿Acaso estaba celoso?
Menuda tontería...
LEVIATHAN
—Dark.. ¿Puedo preguntarte algo?
—Dime.
—Se que no debería y que es muy impertinente y bajo de mi parte preguntártelo, pero es que no lo puedo evitar. Estoy hasta los cojones de los misterios. Tengo como 99 misterios por resolver y quiero que al menos uno de ellos sea desvelado, tú... —murmuré cabizbajo—. ¿Cómo te hiciste la herida en la espalda?
Una vez más, Dark se quedó en completo silencio, pero este parecía más bien la respuesta a mi pregunta.
En otras palabras no tenía ninguna intención de contármelo .
—¡Joder! ¿¡Por qué nadie nunca me dice nada?! —exclamé cabreado, levantándome de golpe—. Ah... olvídalo, creo que ya es hora de que me vaya...
—Lo siento—susurró. Disculpa, que nunca llegué a oír porque ya me había marchado mucho antes.
DARK
Lo siento... pero eso es lo único que no te puedo contar. Ni a ti ni a nadie...
—Ni siquiera a Anabelle. Claro, eso si ella siguiese viva...—sonreí dolido a lo último—. Debería hacer igual que Leviathan y volver a mi habitación de una vez...
Quería volver cuanto antes porque estar cerca del bosque me ponía mal...
Todo por culpa de aquella noche de lluvia. Desde entonces todo cambió.
Ya nada volvería a ser como antes...
...
Corría y corría sin aliento alguno.
Ni siquiera sabía por cuánto tiempo había estado haciendo esto en un intento de huir de aquella figura misteriosa que me perseguía.
En ese entonces, sabía que se estaba acercando cada vez más a mí , debido al sonido de sus pisadas que eran claras pese a la lluvia, pero como el idiota que era, apoderado por la curiosidad esperé atento a ver quién era.
Por breves segundos, recordé el famoso dicho de ''La curiosidad mató al gato''.
Tan idiota fui que ni siquiera me di cuenta que en medio de la oscuridad de la noche, sería imposible identificar aquella misteriosa figura.
Lo único que saqué de todo esto fue comprobar que al menos era una persona.
Un asesino o asesina del que estaba huyendo ahora mismo, porque sabía que si me dejaba atrapar no viviría para contarlo.
De hecho, me ejercitaba día a día y tenía una muy buena resistencia física y fuerza, pero eso no ne sirvio de nada. En poco tiempo, acabó por derribarme al suelo, dejándome completamente indefenso e inmovilizado.
Inmediatamente entré presa del pánico, y en vez de gritar, me quedé en blanco, en shock. No reaccionaba porque simplemente no podía.
Por el agarre que tenía en mi oscuro cabello y en uno de mis brazos, pude confirmar que el asesino era un hombre, sin embargo, desde la posición en la que estaba y por la oscuridad de la noche, no logré distinguir su rostro.
Cómo no podía hacer nada, cerré los ojos esperando lo peor y en efecto ocurrió...
Esa persona terminó por atravesarme con una especie de espada.
Dejé escapar un alarido de dolor y agonía a lo que él se rió como un loco.
Satisfecho con mi reacción y queriendo ver mi rostro lleno de agonía y ensangrentado, me giró hacia él arriesgándose a que le pudiese ver el color de los ojos.
Sus ojos eran penetrantes... de una mirada profunda y llenos de locura y tenían de color un rojo carmesí.
Algo claramente imposible.
Aunque esa situación entera parecía imposible. ¿Quién iba a creer moriría en el bosque de un Internado a mis tan solo 18 años?
Ese tipo de pensamientos y otros más, enseguida invadieron mi mente, pero estos fueron interrumpidos cuando de pronto ocurrió algo todavía más imposible.
Sus ojos una vez llenos de locura y divertidos con la situación en la que me encontraba, se llenaron de algo como sorpresa y perplejidad, y en vez de clavarme su katana más hasta el fondo, se detuvo y la blandió de nuevo en su mano izquierda y simplemente se marchó dejándome allí, en aquel mismo lugar, sin comprender que diablos acababa de suceder.
...
Si me preguntaban sobre la herida de mi espalda y no les respondía, era porque ni yo mismo entendía el por qué y que pasó exactamente esa noche en el bosque.
Teniendo en cuenta que era el mismo asesino que habíamos estado estudiando e investigando nosotros, ''Los Desgraciados'' todo este tiempo y contando el gran número de asesinatos que ese monstruo ha cometido durante años, entonces... ¿Por qué? ¿Por qué me perdonó la vida esa noche? ¿Por qué me dejó escapar a mí? ¿Qué fue lo que le impactó tanto al ver mi rostro?
¿Acaso... era posible que ese monstruo tuviese conciencia, culpa y remordimiento?
Muchos de ''Los Desgraciados'' tenían una clara idea equivocada sobre mí. Yo no sabía nada. Simplemente había vivido algo más extremo a lo que ellos habían tenido que pasar.
Lo único que sabía es que el recuerdo de aquella noche en la que estuve a punto de morir, esos rojos carmesí como la sangre y esta horrible cicatriz en la espalda, se me quedarían para toda la vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro