Un joven de no más de veinticinco años caminaba con la mirada en alto y con la mano bien sujeta al pequeño que no dejaba de observar a todos esos "hombres malos", apodo que le había colocado su abuelo a aquellos que se encontraban en ese lugar.

—  ¿Hoy lo vedemos? — preguntó por tercera vez en toda la mañana el pequeño, dirigiéndose a su "mamá"

El ahora castaño le sonrió con ternura a su "bebé" y asintió, mostrando una gran emoción en su actuar y en sus pensamientos.

— Quedo que papi me abace — pidió, esta vez, el menor.

— Papi no puede hacer eso, mi amor — murmuró el mayor.

El policía que los guiaba a través del lugar solo miraba con algo de lástima al pequeño y pensaba en qué pudo haber hecho ese angelito para tener a un "asesino" como padre. Mientras tanto, el castaño miraba con asco y repugnancia a los compañeros de su esposo, en cambio, estos solo le sonreían y gritaban cosas obscenas.

Él no quería estar en ese lugar, pero por órdenes de su padre y la insistencia de su hijo, se vio en el deber de entrar a ese asqueroso lugar y unir a su "familia".

— Ya llegamos — avisó el policía. El castaño asintió y tomando en brazos a su hijo, se dispuso a entrar en el cuarto.

— ¿Cómo es papi? — preguntó el niño, abrazándose al cuello de su mami.

— Ya lo sabrás, bebé — murmuró el mayor, adentrándose en la habitación.

Al estar frente a su "verdadero amor" no hizo nada más que llorar y recordar los buenos y malos momentos que vivieron juntos.

Se había prometido no verse débil ante él, pero no pudo evitarlo y ahora dejaba caer lágrimas.

— ¿Que quieres? ¿Y quién es ese mocoso? — cuestionó en un tono más que molesto el mayor de los presentes. El niño solo apartó su rostro del cuello de "mamá" y volteó a ver al dueño de esa ronca, pero muy bonita voz.— Tae Hyung, deja de llorar como una maldita mujer y responde mis preguntas — volvió a hablar Ho Seok. El mencionado bajó de sus brazos a su pequeño y lo puso delante de él.

Ho Seok, por su lado, solo miraba a su aún esposo y al pequeño mocoso de ojos claros y con dos dientes que sobresalían por encima de toda su dentadura. Estaba confundido, pero más que eso, emocionado, algo dentro suyo le decía que ese niño le alegraría de ahora en adelante los días de visitas.

Volvió a mirar al castaño y no pudo evitar sonreír al ver que ahora ya no se comportaba como un niño, al contrario, parecía maduro y muy responsable.

— Tae Hyung, ¿Me vas a contestar? — preguntó, esta vez con sutileza y sin despegar su vista de ese niño. El aludido asintió con la cabeza y tomando ambos hombros de su hijo, habló.

— Él es Jung Kook, va a cumplir tres años el próximo mes y... es tu hijo, Ho Seok, nuestro hijo.

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Extrañaré este fic 😨😭❤

Nota actual:

Maratón 10/11

Estoy segura de que se sorprendieron.