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40.- Culpas

Canción: Coldplay -Trouble. 

«¿Crees que basta con decir lo siento? Y todo el , ¿puede remediarse?»
— - Rhett Butler

Luke Lewis.

Me arrepentí en el segundo en el que Dereck cerró la puerta. No me di cuenta del significado de mis palabras, hasta que el sonido de la moto alejándose por la avenida me hizo darme cuenta de lo que había hecho.

De lo que le hice.

La vergüenza conmigo mismo me envolvió tan pronto como mi mente entendió todo lo que había dicho. Y cuando Less bajó a prisa, preguntando por él, supe que lo había arruinado todo.

No he conseguido dormir, no he sido capaz de conciliar el sueño porque hay alguien llenándome la mente. Suelto un suspiro pesado mientras salgo de la cama, extraño sentir la presencia de Less a mi costado, se ha rehusado a entrar conmigo desde que le dije que Dereck se había marchado por mi petición. Y mucho más cuando admití todas las cosas que le dije.

Salgo del cuarto, la luz de la sala está encendida así que bajo hasta ahí.

—Dereck, solo quiero saber si te encuentras bien. ¿Puedes llamarme? —Less sostiene el celular contra su oreja—. Cariño, podemos hablarlo, solo dime que estás bien.

La miro colgar, suelta un suspiro mientras apoya el codo sobre la mesa y sostiene su frente con la mano en forma de puño.

—Debe estar enojado, por eso no te responde —ella voltea—. Además, son las cuatro de la mañana.

—¿De verdad no pudiste esperar a que amaneciera? ¿Realmente tuviste que echarlo a media noche?

—Less...

—No, Luke —se planta con firmeza frente a mí—. Le prometimos a ese chico que estaríamos para él, que nosotros no lo abandonaríamos. ¿Y qué haces tú? ¡Echarlo a media noche!

—Sí, bueno, pues discúlpame por cuidar de mi familia —espeto—. Por si lo has olvidado, por su culpa esos hijos de perra entraron a nuestro hogar. Son como los de Northwest, Alessandra, no se tientan con nada. No iba a arriesgarme a que ellos volvieran.

—Intentó arreglarlo, Luke. Lili te lo dijo, intentó arreglarlo y lo hizo, pagó el dinero. No fue su culpa que luego esa gente viniera por más. Hizo lo que le pidieron porque no le hicimos caso, porque por primera vez Dereck quiso hablarnos de su problema y nosotros lo ignoramos. Debimos escucharlo, y aun cuando no lo quisieras aquí, anda te daba el derecho de tratarlo de esa manera. Parece que no sabes lo que culpar a alguien de algo que no hizo le hace a una persona, sobre todo a un chico como Dereck.

—Less...

—Para ti la mejor solución fue deshacerte de él, ¿no? —reprocha—. Diciéndole algo que sabes de sobra que no es verdad. Lo sabes bien, Luke.

—Va a llamarnos —aseguro.

—No lo hará —responde con una sonrisa triste—. Porque te aseguraste de que no lo hiciera. Le dijiste todas esas cosas para alejarlo, y lo conseguiste, porque seguramente no volveremos a verlo.

—No lo impediste —ella voltea.

—Porque estaba lo suficientemente ocupada intentando calmar a Lili, su frecuencia cardíaca estaba sobre el límite y no quería que sufriera un colapso, sabes bien que cuando eso ocurre un solo descuido la puede mandar a la sala de un hospital o peor, a un quirófano. Si te hice caso y subí es porque creí que mi esposo no sería de pronto un hombre cruel, de no haber estado con ella nunca hubiese permitido que lo echaras de esa manera.

Cruza por mi lado y una punzada de culpabilidad me atraviesa. Pese a eso, no olvido todo lo que ocurrió hace algunas horas.

La manera en la que ese hombre apuntaba hacia Less, la forma en la que le arrebató el anillo de compromiso y el collar que le había obsequiado para nuestro aniversario me llenan la mente.

Tampoco olvido la forma en la que rogaba que ni Alessia ni Lili salieran de la habitación, ni como pedía casi a suplica que mi hija no llorara. El sentimiento de traición vuelve, lo conozco bastante bien.

Pero esta vez es diferente, porque yo también hice las cosas mal. Yo también traicioné a alguien.

Es solo un chico.

Por inercia camino hacia la habitación que Dereck ocupaba, empujo la puerta, esperaba encontrar el armario vacío, pero aún hay varias prendas en el interior. Enciendo la luz, todo está exactamente igual, excepto por él.

—¿Qué fue lo que hiciste, Luke? —me dejo caer al borde del colchón, sintiéndome sin energías, hace tiempo no experimentaba un grado de culpa como ahora.

Sí intentó hablar contigo. Claro que lo intentó, pero no le prestaste atención.

Paso la mano por mi cabello, el recuerdo de la mirada llena de súplica me llena la mente. La forma tan horrible en la que le hablé.

Las mentiras que dije y que Dereck no merecía escuchar.

Paso la mirada por la habitación, recorriendo cada detalle y eso solo se siente como una tortura, cuando me incorporo, lo veo.

El papel que se encuentra sobre el escritorio, sujeto con un pisapapeles. Solo en ese punto me percato de que los libros y cosas escolares siguen aquí.

El pensamiento de que tal vez debe volver por ello me da algo de esperanza, tal vez cuando viniera podría disculparme, podría decirle que en realidad no era verdad todo lo que dije.

Que nunca fue un problema.

Mis ojos se colocan sobre la hoja, la caligrafía descuidada sobre ella me hace cerrar los ojos porque sé que es de él.

Me acerco, tomo la hoja en un suave movimiento. Me tomo algunos segundos antes de fijar la atención en el papel, y comenzar a leer.

Luke:

Sé que no quieres escucharme, y es probable que tampoco me permitas hablar ahora, de hecho, no sé si lo hagas alguna vez. Así que dejaré aquí todo lo que quiero decir.

Gran parte de mi vida me he preguntado cómo es que se sentía pertenecer a un lugar, como se sentía pertenecer a una familia. Siempre pensé que estaba solo, que no tenía a nadie, hasta que me demostraste que estaba equivocado.


Elevo la vista cuando mi visión se vuelve borrosa. Parpadeo algunas veces intentando eliminar las lágrimas, y continuar leyendo.


No miento cuando digo que los últimos meses fueron los mejores de toda mi vida. Y lamento tanto haberlo arruinado todo, Luke.

Sé que tienes razón al detestarme de la forma en la que lo haces, de no quererme cerca de tu familia, creo que no habrá nada en el mundo que pueda hacer para reparar el daño y eso es algo que tendré que aceptar y cargar conmigo siempre. No quise nunca poner en riesgo a Lessy, lo juro. No pensé que todo se me saldría de las manos, no creí que llegaría tan lejos.

Lo siento, siento muchísimo lo que hice y sé que tengo que afrontar las consecuencias de mis acciones, por más dolorosas que sean. Así que solo me queda por agradecerte, gracias, por darme una familia, un hogar.

Gracias por acogerme estos meses, hiciste todo lo que un padre haría por un hijo y lamento tanto no haber sido capaz de corresponder de la misma manera. Lamento tanto haberlos decepcionado a todos.


Aparto la vista, la culpa me atraviesa como una maldita daga, como una especie de cuchilla que me destroza por dentro, que me hace pedazos y me golpea con fiereza.

Se alza sobre mí como una maldita avalancha. Y me derrumba.


No seguiré causándoles problemas, no seré más una carga para ti y para tu familia. El dinero de Lili, lo devolveré, encontraré la manera de hacérselo llegar, pero no tendrás que verme otra vez.

He dicho tantas veces lo siento que perdí la cuenta, pero lo hago de verdad. Solo espero poder un día pagar todo lo que hiciste por mí.

Dale todo mi cariño a Less y a Alessia, dile a Lili que no se preocupe demasiado, estaré bien.

Muchas gracias por todo, señor Lewis.

—Dereck.


Arrugo la hoja entre mis dedos, sintiéndome tan furioso conmigo mismo, tan malditamente avergonzado. Todas sus cosas siguen aquí, excepto por la ropa, y entonces sé que tengo que hacerlo volver.

Tengo que hacerle saber que esta es su casa, que somos su familia, y que nada de lo que dije es verdad.

Decirle que Patrick si mintió, que nunca dijo la verdad sobre él. Que fui un idiota y un maldito imbécil por decir aquello, que nunca me atrevería a ponerle una mano encima.

Tengo que rogarle que vuelva.

Salgo de la habitación con prisa, Less no está cuando llego a nuestra recámara, tomo el celular que descansa sobre la mesa de noche, y lo llamo. Cierro los ojos mientras ruego porque me responda.

Porque tome la llamada. Pero no lo hace. Aun cuando insisto, y dejo varios mensajes de voz, no responde.

—Mañana iré al centro —dice Less ingresando envuelta en una manta—. Es demasiado tarde ahora para llamar a la trabajadora. O llamaré a sus amigos para saber si está con alguno de ellos.

—No quise decirle nada de eso —susurro.

—Ahora mismo no estoy segura —dice sin mirarme—. Porque sabías lo que le haría, jugaste un juego sucio en su contra, es solo un chico, Luke. Un chico que solo nos tenía a nosotros. Y terminamos por abandonarlo también.

—No lo...

—¿Y cómo le llamas al hecho de sacarlo de nuestra casa a media noche? ¿Al hecho de decirle que, si no se iba terminarías por golpearlo? —Nunca me ha visto de esa manera, tan decepcionada y enojada—. Sabiendo todo lo que ha pasado, te atreviste a usar eso.

—Less...

—Y peor aún, le dijiste que Patrick tenía razón, ¿tienes idea de lo que eso le hará? ¿O de lo que le hizo? Nos esforzamos porque confiara en nosotros, le prometimos darle seguridad, darle un hogar, le dijimos que seríamos su familia. Y tú olvidaste todo eso por un solo error. Un error que él intentó decirnos, pero ninguno escuchó.

Toma una inhalación, mirándome con los ojos cristalizados.

—Si no quiere volver a saber de nosotros, lo tendremos más que merecido. Y ¿sabes algo? Realmente me asusta no saber si eres capaz de hacer aquello con lo que lo amenazaste.

—No sería capaz. Lo sabes, me conoces, yo jamás le pondría una mano encima. Jamás le haría daño...

—Es curioso que no fue necesario que lo golpearas para hacerle daño. A veces, lo que decimos duele más que un golpe. Los moretones desaparecen, las heridas de las palabras, nunca se van.

Lanza una mirada decepcionada en mi dirección y abraza al par de almohadas que ha tomado antes de abandonar la habitación.

Antes de que pueda seguir torturándome, el sonido del celular llena la silenciosa habitación. Me alarmo cuando leo el nombre de la trabajadora social en la pantalla, así que respondo de inmediato.

—¿Hola?

—¿Señor Lewis? —inquiere.

—Sí, él habla. ¿Qué ocurre?

—Es sobre Dereck.

Bueno, al menos si Dereck ya está en el centro podría ir por él, explicar lo que había sucedido.

—¿Qué ocurre con él?

No sé en realidad como decirle esto —la alarma se enciende tan pronto como la escucho hablar—. Dereck debió de llegar al centro hace varias horas, pero no lo hizo.

—¿Cómo que no llegó?

Hubo un reporte de violencia doméstica al 911 a las dos de la mañana, luego Dereck me envió un mensaje diciendo que su padre posiblemente estaba agrediendo a una mujer embarazada.

Retengo la respiración, cuando caigo en cuenta del rumbo que sigue la conversación.

—Señor Lewis, Dereck ha ingresado al hospital en estado grave. —Algo estalla en mi pecho, mi cuerpo pierde fuerza mientras me dejo caer sobre el colchón.

—¿Qué?

Es demasiado para decirle todo esto por teléfono. Será mejor que venga, hemos llamado a sus familiares en Texas, estarán en Portland mañana por la noche, pero creí que usted debía saberlo ya que es el responsable de Dereck.

La culpa explota dentro de mi cuerpo de una manera en la que no creí capaz.

Por el momento debe de saber que tenemos a Patrick Jones en custodia, por intento de homicidio —informa.

Y justo en ese momento, todo colapsa.

Llegamos al hospital en menos tiempo del pensado. Tan pronto como ingreso, reconozco a Tania en la sala de espera, hay un par de oficiales con ella, y se incorpora tan pronto repara en mi presencia.

—¿Cómo está? ¿Ya está estable?

—Lamento que tengamos que encontrarnos en esta situación —dice con pesar—. Y me temo que no.

La respiración me falta mientras retrocedo.

—Tiene una contusión cerebral seria, dos costillas fracturadas, el hombro dislocado y una fractura de tobillo —Less suelta una exclamación mientras se apega a mi cuerpo—. La mujer que estaba con él dice que cayó por las escaleras, eso explica las lesiones.

—¿La...la mujer?

Tiana asiente.

—Gema Mitchell —dice—. La misma que negó el abuso de Patrick hacia Dereck. Es irónico que el chico al que no quiso ayudar, fue quien le salvó la vida.

—¿Qué tan grave es la contusión?

Tiana suspira.

—No lo saben —admite—. Necesitan a un familiar para autorizar procedimientos médicos, nos comunicamos con Sebastián Jones, dijo que estará aquí tan pronto como le sea posible.

No soy capaz de responder.

—Señor Lewis, tengo que preguntar esto —dice mirándome a detalle—. ¿Por qué no reportó que Dereck ya no estaba bajo su cuidado? Dereck me llamó, diciendo que no tenía un sitio para pasar la noche.

—Tuvimos una discusión —expreso—. Y...

—Y lo echó de casa —Tiana adopta de pronto una posición de defensa—. Firmó un oficio de responsabilidad, señor Lewis. Dereck es su responsabilidad, o lo era.

—Aún lo es —sentencio—. Aún es nuestra responsabilidad. No he rechazado ese oficio, aún sigo siendo el responsable de Dereck.

—Tan pronto como Sebastián Jones llegue, ese oficio no tendrá valor. Un juez determinará qué ocurrirá con la custodia, pero es probable que pase a manos del tío de Dereck.

—Ni siquiera lo conoce. Él no...

—Dereck es incapaz de mantenerse solo, así que la tutela pasará inmediatamente al familiar más cercano. Pero eso son temas que se resolverán más tarde.

Cuando Tiana se marcha, Less se aparta de mi cuerpo.

—¿Qué fue lo que hicimos, Luke? —inquiere con voz rota.

Y justo en este momento, no tengo una respuesta para darle.

El tiempo que pasamos en la sala del hospital se siente como una tortura, el médico sale un par de horas después de que llegamos, y el informe es el mismo. No saben cuándo despertará, y tampoco pueden decirnos la gravedad de la contusión.

Una parte de mí no deja de repetirme que es mi culpa, y por primera vez, no intento convencerme de lo contrario, mucho menos cuanto nos permiten ver a Dereck, e ingreso a su habitación.

El frío me golpea tan pronto como abro la puerta, mis ojos viajan hasta la cama en donde se encuentra, con los ojos cerrados y varios cables saliendo de su cuerpo. Una manta le cubre de la cintura para abajo, lleva una férula para inmovilizar el hombro, un collarín le rodea el cuello, manteniéndolo en una sola posición.

Su pecho sube y baja con lentitud, tan suave que parece que solo está dormido. Me acerco a pasos lentos, mi visión se vuelve borrosa pero no puedo apartar los ojos de él.

Tiene una férula rodeándole el tobillo izquierdo, el costado derecho de su rostro tiene una gran marca morada, tiene puntos en la ceja derecha, y su rostro está levemente inflamado.

Me obligo a recomponerme cuanto estoy lo suficientemente cerca, extiendo una de mis manos, trazando una caricia suave a lo largo de su cabello.

—Lo siento —mi voz se rompe—. Lo siento tanto.

Acaricio el costado de su rostro, siguiendo la marca.

—Lamento no haberte escuchado, no haberte prestado la atención que debí —un par de lágrimas surcan mis mejillas—. Siento tanto todo lo que te dije, nada de eso es verdad, no eres un problema, Dereck. Mentí y ahora necesito que despiertes para hacértelo saber, para decirte que nada de lo que dije es verdad.

Me coloco en el sillón que está cerca de la cama, tomando una de sus manos.

—Soy un idiota impulsivo que dice cosas de las cuales se arrepiente, y nunca me he odiado tanto por eso como ahora. Porque de haberte escuchado cuando lo pediste, no estarías aquí.

Me limpio las lágrimas y fijo la atención en él.

"Desearía que fueses mi padre"

Las palabras que pronunció aquel día en el club vuelven para clavarse en mi cuerpo como cuchillas afiladas.

Lo intenté, intenté serlo, pero al final tal vez fui incluso peor que Patrick. Porque me suplicó que no lo echara, sabía que no tenía a nadie, y no me importó.

Y ahora estoy aquí, con la consciencia ardiendo como el mismo infierno porque sé que soy culpable, sé que si al despertar, Dereck no quiere verme, ni hablar conmigo, lo tendré merecido.

Porque le fallé. Lo abandoné aun cuando le prometí que nunca lo haría.

—Eres parte de mi familia —susurro—. Y necesito que despiertes, Dereck. Necesito que estés bien. Por favor, solo...abre los ojos.

Pero no lo hace. Todo continúa igual, y yo me siento consumido en un fuego que yo mismo he provocado. En un incendió del cual fui yo, quien lanzó la primera chispa.

(...)

Dereck sigue inconsciente durante las horas siguientes, sin mostrar ningún signo me mejoría.

Andrew y Viviane, los padres de Halley se encuentran en la sala de espera. Halley llegaría mañana temprano según lo que dijeron. Andrew me había llamado cerca del medio día porque su hija estaba preocupada al no poder contactar con Dereck.

Y no tuve otra opción más que contarle lo que sucedía. Y aquí estaban, al igual que Colton y un par de chicas que no reconozco, luciendo tan preocupadas como todos en la sala.

Less se ha marchado por nuestra hija, dijo que volvería tan pronto como le fuese posible, y a pesar de que mi promotor no ha dejado de llamar, no contesto más que una única vez para decirle que no planeo tener ninguna pelea.

Tiana no se ha marchado, y no ha querido darme más información sobre el asunto de Dereck. Lo único que sabía es que Patrick enfrentaba cargos por abuso, violencia doméstica e intento de homicidio en segundo grado, Gema al final había hablado, y me sorprendía que la única persona que no había llegado, fuera la abuela de Dereck, aunque teniendo lo que había ocurrido, no era de sorprender.

Son cerca de las siete de la noche, cuando un hombre ingresa a la sala con aire apresurado. Tiana se incorpora y eso capta mi atención de inmediato. Se acerca al hombre, y basta que él voltee para reconocerlo.

El parecido con Patrick es inmenso, aunque él luce mucho más joven que el padre de Dereck. Habla con Tiana y soy consciente del semblante preocupado que tiene.

Me incorporo, ignorando la voz que dice que debo mantenerme lejos, y me coloco junto a ellos.

—Señor Lewis —Tiana gira hacia mí—. Él es Sebastián Jones. El tío de Dereck.

El hombre sonríe.

—Y usted debe de ser el hombre que ha cuidado de Dereck —responde—. Gracias por eso.

—Creo que no lo hice tan bien —expreso.

—No tengo nada para responder a eso —admite—. Gracias por cuidar de mi sobrino, pero me haré cargo de todo lo relacionado con Dereck a partir de ahora.

Cuando Tiana comienza a hablar sobre la custodia, ambos se alejan. Permanezco de pie, mirando al hombre que luce verdaderamente interesado en lo que Tiana dice.

Y ahí caigo en cuenta, si él estaba aquí, Dereck estaría bajo su cuidado, si se recuperaba, yo no tendría ninguna oportunidad de pedirle que volviera a casa.

Tal vez si había alejado a Dereck de mi lado para siempre, y apenas me daba cuenta. 

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¡Nos leemos mañana!

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