Desperté como pude y al hacerlo me topé con la mirada de Juan Luis frente mío ¿desde cuando estaba ahí?

(...)

me quedé sin decir palabra alguna

–Qué estabas soñando– en su voz se notaba curiosidad

-Eeh... lo que pasa- no sabía que inventarle, de nuevo no le diría la verdad

–Estabas sonriendo mientras dormías– se quedó en silencio unos segundos –Soñabas con alguien en especial?– preguntó levantando ambas cejas

-No para nada no soñé con nadie en especial- hize un gesto gracioso

me miró no muy convencido

-Es cierto! Ahora que recuerdo Juan Luis en donde estabas?-

pregunté para sentarme en la cama por suerte ya no estábamos tan cerca como hace unos minutos

–Tuve que atender algunas cosas– dijo mostrando una hermosa sonrisa

sentí el peculiar ardor en mis mejillas no había ni un día en el que desaparecieran

–Por cierto te tengo una buena noticia!!– exclamó felíz mientras cerraba la puerta

-Y cual es?- pregunté intrigada

–Mañana saldrás del hospital– cundo lo escuché decir eso pasaron dos ideas por mi cabeza

La primera es que estaría feliz de salir de ahí y la segunda era
que tenía miedo de conocer o mas bien dicho de no reconocer nada allá afuera

Juan Luis notó lo que me pasaba y me animó como siempre

–Tranquila yo estaré siempre contigo... seré tu guía– dijo esto último con una voz y sonrisa que desconocía, me sentí un tanto nerviosa

-G-raci-as- intenté no sonar nerviosa lo intenté

Juan Luis al darse cuenta comenzó a reírse y yo por mi parte no lograba entenderlo

–Crees poder caminar?– preguntó acercándose a mí

-No, no lo se- respondí con sinceridad

–Y por que no lo intentas– dijo ansioso y mostrando otra vez una sonrisa

-Esta bien, creo que lo intentaré- respondí al momento de intentar sentar los pies al suelo

pero cuando lo hize mis piernas no reaccionaron como pensé y estuve apunto de caerme

–Chiquilla– Juan Luis corrió hacia donde yo estaba y al momento de intentar ayudarme caímos los dos al suelo

Yo quedé encima de él y al ver esa situación en la que nos encontrábamos sentí nostalgia sentía que ya había vivido algo parecido

quisieron venir imágenes a mi mente pero justo cuando iba a verlas, sentí un fuerte dolor en mi cabeza traté de no quejarme pero no resultó

–Todo estará bien– lo escuché decir mientras sentía sus brazos alrededor de mi cintura

entonces fue que el dolor fue desapareciendo, aún así no se por que caían lágrimas alrededor de mis rostro

tal vez era porque me hubiese gustado recordar que había pasado, pero no lo conseguí

me fui levantando poco a poco para no lastimarlo y me quedé sentada en el suelo mientras intentaba limpiar las lágrimas que quedaban

–Estás bien?– preguntó Juan Luis al momento de levantarse del suelo y verme

negué con la cabeza, la verdad no estaba bien

-Intenté recordar, quise recordar- mi voz estaba entrecortada -Pero no pude, creo que no voy a recuperar nunca mis recuerdos- de nuevo comenzaba a sollozar

-Eso es frustrante, no se quien soy o quien fuí- lágrimas seguían cayendo por mis mejillas

no quería verlo, no quería levantar mi mirada para ver como se encontraba Juan Luis al verme y escucharme decir eso

al levantar la vista noté que estaba extendiendome su mano

–Te diré quien eres– al escucharlo decir eso mi cuerpo no reaccionó y se quedó estático