-¿Que fue lo que dijiste?-

-Dijiste que tu me molestabas- subí un poco la voz

(...)

-Escúchame bien Violetta, tu no me molestas y además eres alguien importante para mí, así que no pienses que te dejaré sola por que simplemente no puedo hacerlo- mi voz sonó calmada cuando pensé que sonaría al revés

sus ojos no dejaban de observarme detenidamente y luego bajó la vista

–Cuando te escucho decir eso– dirigió su mano izquierda hasta tocar el lugar en que se encontraba su corazón

–Mi corazón late rápidamente, tengo miedo Juan Luis, no sé por que tengo estas sensaciones siempre que estás a mi lado– decía tranquilamente

su mirada era confusa en realidad ella no tenía ni idea de lo que estaba empezando a sentir

por unos segundos eso me dio tanta ternura y luego caí en cuenta de lo que pasaba 

-¿Puedo sentarme al lado tuyo?- pregunté mientras esperaba su respuesta

asintió y la ví recorrerse un poco para hacerme campo

subí con cuidado y me senté a su lado

noté un leve rubor en sus mejillas

–Cuando crees que saldré de este lugar– preguntó dudosa

-No lo sé supongo que iré a preguntarle luego al doctor-

Me miró tratando de entender lo que había dicho

–¿Te refieres a ese señor de traje blanco?– hizo un gesto gracioso

-Así es....el es un doctor-

–Ya veo– se quedó callada unos segundos –Hay muchas cosas que no logro recordar, espero y no te moleste con preguntas tan tontas– esbozó una pequeña sonrisa

-Jamás me molestarías- respondí al momento de acariciar su mejilla y como era de suponerse esta empezó a tornarse rojisa

Juan Luis provoca en mí cosas que desconozco....me pregunto si algún día seré capaz se saber o recordar que significan, mientras tanto seré feliz con escuchar su hermosa voz, tenerlo a mi lado y ver esa sonrisa en su rostro ¿por qué es la única persona que se preocupa por mí?

Sentí que movía sus manos frente a mis ojos, entonces me detení viéndolo fijamente

–En que pensabas– entre cerró los ojos y eso provocó que riera

-En...nada(?- fingí una sonrisa pero no me creyó

–No quieres contarme, está bien si eso es lo que quieres– dijo con tristeza en su voz

-NO¡ lo que pasa- algo me decía que no debía decirle que seguía pensando en él... tal vez lo incomodaría

Se quedó un rato en silencio y eso hizo darme cuenta que no puedo hacer que me diga exactamente todo lo que quiero

suspiré resignado al saber que ella también tiene derecho de no decirme algo que no quiere

la despeiné un poco, para luego decirle que ya durmiera era tarde

creo que yo también me quedé dormido cuando ella lo hizo

Días después

–Así es, mañana mismo le daremos de alta, según los diagnósticos ella se encuentra muy bien de salud, claro a excepción de la amnesia–

escuchaba atentamente al doctor eso era bueno, Violetta saldría del hospital

–Al parecer ella le está tomando cariño a pesar de que no recuerde quien es usted– el doctor sonreía amablemente

-Tiene razón- sonreí al recordarla cuando me preguntaba por que tenía esas sensaciones cuando estaba a su lado

me despedí de él y salí rumbo al apartamento en el que antes vivía

Al menos quería que ella tuviera su nueva habitación tal y como lo era antes

-Disculpe usted sabe en donde está Juan Luis?- le pregunté a una enfermera ya que no lo había visto durante todo el día

–No lo hemos visto, pero no creo que tarde en llegar– me dedicó una sonrisa antes de irse

Después de eso intenté dormir un poco, pero luego me arrepentí

Estaba caminando por un pasillo y al levantar la vista me encontré con muchos espejos en todos ellos estaba yo, pero en uno de ellos apareció Juan Luis me dirigí hacia donde se veía su imagen pero no  estaba

al retroceder algunos pasos sentí a alguien detrás mío giré para ver quien era y al momento de hacerlo mis piernas comenzaron a temblar en cualquier momento iba a caer al piso

¿Esa persona acaso era Juan Luis? desprendía el mismo aroma pero no veía su rostro por completo estaba cubierto con una máscara, su ojo izquierdo era de color celeste o azúl y el otro era café ¿que estaba sucediendo?

-¿Juan Luis?- pregunté frunciendo el ceño

ese chico sonrió y al momento de hacerlo mi corazón  repentinamente se aceleró había algo raro, no era lo mismo que sentía al estar con Juan Luis

esto era distinto mi respiración era agitada y tenía una extraña sensación de quererlo más cerca algo me impulsaba a tener la necesidad de besarlo de quererlo solo para mí

–Tambien lo sientes– pronunció al momento de levantar mi rostro con una de sus manos

un extraño cosquilleo se apoderó por todo mi cuerpo

–Sientes esta atracción entre los dos, tan fuerte e intensa como no tienes idea de poder describirla–

estaba rozando sus labios con los míos y lo único que yo quería era que me besara ¿acaso eso era...a lo que llamaba atracción?

Desperté como pude y al hacerlo me topé con la mirada de Juan Luis frente a mí ¿desde cuando estaba ahí?