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18. Una y mil veces

Aly

Un par de horas después del desayuno Sarah, Sam y Clarisse aparecieron en la puerta de mi casa a pedir permiso para que pudiera ir al día del picnic o lo que sea que le hubieran dicho a mi tía que solo accedió con la condición de que Clarisse estuviera siempre vigilándome, así que aprovechando el momento de confianza Sarah le pidió a mi tía para que me quedara a dormir y con sus dotes de convencimiento aceptaron, definitivamente Sarah es demasiado persuasiva.

—Aly, quita esa cara vamos a divertirnos mucho.

—Sarah, esta es mi cara, no me la puedo quitar.

—Pensé que estarías más emocionada, digo ahora que tú y Jason son amigos y todo el cuento... —dice Sam desde el asiento del copiloto y yo miro mi ventana.

Lo siento, Aly, Sarah obligó a Jason a contarnos que hablaron, pero no te preocupes no nos dijo casi nada, ya sabes cómo es él, lo único que se limitó a decir era que ya se están volviendo amigos —dice la voz de Clarisse en mi mente.

Tranquila, no es nada —le respondo a Clarisse por mi mente y miro a Sarah que se ha quedado callada y tomo su mano —Fue una mañana muy emocional para mí, mis tíos hablaban de unas cosas posiblemente porque yo estaba dormida, pero no era así y me puse algo sentimental, ya pasará en cuanto escuche alguna estupidez de Tyler —intento sonreír y Sarah me abraza sin decir nada.

Luego de un par de minutos en que lo único que se escuchaba era el cd de música que tenía Clarisse giramos en el pequeño sendero del bosque y se estaciona justo en medio de los dos árboles gigantes.

—Llegamos —anuncia Clarisse mirándonos por el retrovisor y yo tomo la mano de Sarah —Muy bien.

Y así pone el auto en movimiento y entramos por el portal, es la segunda vez que vengo, pero sigue siendo tan irreal como la primera vez. Clarisse estaciona el auto bajo el árbol junto a la casa y todos bajamos, me lelvo a los hombros la pequeña maleta que he traído con lo necesario para hoy y mañana y sigo a los chicos hasta entrar en la casa.

—¡Aly! —Tyler es el primero en correr hacia mí y abrazarme —Por fin llegas, te juro que ya me está irritando y estoy a nada de darle un golpe. Te toca controlarlo.

—¿De qué hablas? —lo empujo y me peino el cabello ya que me lo ha desordenado.

—"¿Ya metieron la soda de naranja en el refrigerador? ¿Dónde están los hielos? ¿Hicieron la pizza? ¿Cuándo piensan armar la parrilla?" —prosigue a decir Nate imitando la voz de Jason y Jonni quien está de brazos cruzados junto allos rueda los ojos.

—"No están haciendo nada, muevan sus traseros" sinceramente está insoportable —dice y me sorprendo bastante de que Jonni esté hablando más de lo usual y quejándose de algo.

Sarah, Sam y Clarisse estallan en risas y yo me sonrojo.

—¿Dónde está?

—En la terraza —responden los seis a la misma vez señalando la cocina. Asiento y camino hacia allá.

Aferro entre mis manos las mangas de mi maleta para tranquilizarme los nervios en el proceso.

Cruzo por la cocina y abro la puerta corrediza que lleva a la famosa terraza, Jason está de cuclillas recogiendo unos pedazos de carbón de un pequeño saco para meterlos en la parrilla.

—Buenos días, señor Leving.

—Buenos... Auch —sí, al levantarse se dio en la cabeza con la parrilla —Genial, llegas y ya me golpeo, debes traer la mala suerte contigo.

—Yo no tengo la culpa de que seas un torpe —aprieto mis labios para no reírme y me siento en uno de los sofás.

—¿Qué traes ahí? —señala la maleta.

—Ropa.

—¿Te quedarás a dormir?

—Así es.

—Genial.

—Genial —repito y él se gira colocando los carbones en la parrilla.

Me lo quedo viendo como por cinco minutos sacar y poner carbón en la enorme parrilla mientras el frío viento de la montaña me revuelve el cabello. Este lugar es un sueño, tan tranquilo y pacífico con su enorme lago que se extiende a la vista y el hermoso puente que lo atraviesa. Estos chicos tienen su propio lugar al que llamarán hogar por el resto de sus vidas y yo si acaso duro un par de meses en diferentes ciudades.

Sin darme cuenta me he perdido viendo el lago hasta que siento como el sofá se hunde a mi lado derecho.

—¿Todo en orden?

—Jason, ¿alguna vez te has preguntado porque la vida no es justa? —su mirada me dice que no entiende el porqué de mi pregunta —Sé que me dijiste que así son las cosas, pero ¿por qué?

—No lo sé, supongo que así debe ser, todo está entrelazado, primero debes llorar para luego sentirte feliz, así aprecias los momentos tristes y le ves el lado positivo a las cosas... Digo solo suponiendo.

Suspiro y vuelvo mi vista al lago, tal vez tenga razón.

—¿Por qué la pregunta?

—No lo sé, a veces me pregunto que estuviera haciendo si mi papá estuviera vivo. ¿Dónde estaría? ¿Cómo sería mi vida?

—No sabría responderte a eso, pero si te puedo asegurar que probablemente nunca nos hubiéramos conocido.

—Lo sé, no estaría aquí con ustedes y no sabría que en el mismo planeta en el que vivo hay personas que no son del todo normales.

—¡Oye! —me empuja con el hombro y rio.

—Creo que tienes razón ¿sabes? no sé cuánto tiempo durará esta aventura, pero estoy dispuesta a disfrutarla mientras pueda.

—Aly, tranquila —pone su mano en mi hombro y yo lo miro —Aquí estaremos para ti, ya eres parte de nuestra pequeña familia.

—Gracias, Jason.

Una sonrisa de estúpida me asalta y no puedo evitar mirar el pircing en su labio inferior más de lo debido.

—¡Aly y Jason se fueron a acampar y de regreso un bebé traerán! —canturrea Tyler en forma burlona y Jason rueda los ojos.

—Te dije que te callaras la boca, Tyler —lo regaña Sarah susurrando y yo me levanto del sofá viendo cómo se levantan del suelo y cruzan la puerta —No los espiamos, lo juro.

Jason y yo nos miramos y luego a ellos.

—Bien, si los espiábamos solo porque Nate no nos quería decir que estabas diciendo, a Jason podemos oírlo, pero a ti no —admite Tyler y yo camino hacia ellos.

—Son unos entrometidos —tomo a Sarah del brazo —Vamos, necesito dejar la maleta.

Al cruzar por la sala Nate se ríe.

—Les dije que no debían —dice el pelirrojo desde el sofá.

—¡Lo sé! —respondo de vuelta

Entramos al ascensor y Sarah oprime el botón del segundo piso, lo que ya me da a entender que dormiré con ella.

''Pobre de mis costillas...''

Caminamos por el ya conocido pasillo con seis puertas. Esta casa me recuerda a un hotel, reconozco a mi paso la puerta con la gota de agua, la puerta con el relámpago y la puerta con la rosa azul.

—¿Que hay en las otras tres habitaciones de este pasillo que no tienen calcomanías? —me paro en medio del pasillo y señalo las puertas.

Sarah se gira y camino a la puerta del centro del lado izquierdo -La que estaba en medio de la de Jonni y la suya-.

—Esta es un baño que nadie usa porque todos tenemos nuestros baños en las habitaciones —la abre y yo asiento viendo brevemente el interior. Sarah cruza del otro lado y abre la segunda puerta del lado derecho —Esta es la biblioteca —me hace una ceña con la cabeza para que entre y eso hago.

—Esto es el cielo —digo mirando los miles de libros que se extienden a la vista, está repleto, tiene un pequeño sofá blanco de dos personas en medio de la habitación, una mesita de centro cubierta de libros sobre una alfombra blanca también.

—Te puedo asegurar que más de la mitad de los libros que vez aquí son de Jonni —señala los estantes —El resto son de Sam y algunos de Jason o Clarisse.

—Así que es de pocas palabras, pero con un gran intelecto.

—Así es, Jonni es un chico con el que puedes hablar de absolutamente todo, pero a él no le gustan las conversaciones, así que no se puede hacer nada —ladea la cabeza.

—Es una lástima —vuelvo mi vista al sofá y noto que hay un libro que en su portada tiene llamas de fuego. Lo tomo en mis brazos y Sarah suspira.

—Es un libro que le regaló Teressa cuando salían —me lo quita de las manos y abre la primera página donde se lee:

Para el mejor novio del mundo, Te amo, mi pequeña gotita de agua.

—¿Qué pasó con ellos? —pregunto y Sarah sube los hombros.

—No lo sé, no creo que Jonni le haya dicho a alguien en la casa y si es así probablemente sea a Jason.

—¿Jonni y Teressa se amaban?

Sarah tarda unos segundos en responder mientras mira por la pared de vidrio atrás de mí donde se extiende la gran montaña

—Eso creo... —susurra.

—Así fue —habla ahora Jonni entrando a la biblioteca y quitándole el libro a Sarah de la mano —Y dije: fue, en pasado así que, por favor, si no es mucha molestia salgan de aquí.

''Muy bien, Aly, cruzaste la pequeña línea que Jonni había trazado, si no te hablaba mucho ahora no lo hará más...''

Agacho la mirada para no verlo a los ojos y salgo de la habitación con Sarah cerrando la puerta.

—Supongo que sean como sean las rupturas terminan hiriendo a gran o pequeña escala —dice Sarah cuando entramos a la siguiente habitación —Te presento la sala de videojuegos de los chicos

''No puede ser...''

Una pantalla plana mucho más gigante que la de abajo casi cubre toda la pared. Un enorme sofá negro colocado a la mitad de la habitación con una mesita de centro igual de larga que el sofá con muchos estuches de videojuegos regados. Hay consolas conectadas y controles en el suelo.

En la otra pared hay un estante con más videojuegos acomodados como libros, y la pared de cristal les da otra vista a la montaña y parte del lago.

—Este es el paraíso personal de Tyler, Nate y a veces de Jason —hace una pausa y miro el lugar —Pero más de Tyler —toma un video juego con una portada de soldados —Anda muy emocionado porque tiene unos amigos en línea con los que lleva jugando semanas este juego, ni siquiera los conoce, pero casi todas las tardes juega con ellos, dice que se llaman, Lucas y Chris y viven en El Valle, el pueblo que le sigue a Themox. ¿Has oído de alguno de esos lugares?

—Una vez mi tía mencionó algo de enviarme a estudiar a Themox porque estaba asustada de que me quedara en este instituto cuando recién nos mudamos y vio por accidente a Clarisse con sus ojos rojos.

—Wow —Sarah se ríe y deja el video juego en su lugar y salimos para cruzar a la habitación de enfrente con la calcomanía de la rosa azul.

—Puedes dejar la maleta en la cama —Sarah corre al baño y yo suspiro mientras dejo la maleta donde me dijo y además me acuesto mirando el techo.

No sé cuantos minutos pasan antes de que la castaña slaga de su baño y me diga: —Jonni no está molesto contigo, él te quiere mucho.

—¿Cómo puede quererme si acabo de cruzar la línea?

—¿Qué línea? estás loca, a él no le gusta que hablemos de Teressa, es solo eso —me levanto de la cama y la miro sonreír —No seas boba, vamos que nuestro día solo empieza.

❁❁❁

Uno de los mejores día de mi vida, o al menos uno mejor desde la muerte de mi papá.

La mañana pasó entre risas y juegos, nos aventábamos desde el puente al lago y Jonni hacia que el agua nos levantara y fuera más entretenido, supongo que no estaba enojado conmigo después de todo. Hicimos retos, disfrutamos de un buen asado hecho por Sam, incluyendo las constantes peleas de Tyler con Nate o Jonni. Pasamos toda la mañana y parte de la tarde en el lago nadando y contando historias.

—Bueno, Aly, tenemos dos opciones —dice Jason mientras nada hacia mí.

—¿Y cuáles son? —pregunto mientras me acerco.

—Película después de salir del lago o fogata. ¿Cual quieres? Piensa en que les gustará a todos, no solo a ti —dice una vez que llega a junto a mí y pongo mis brazos en sus hombros.

—Película —hago una mueca —La fogata no me trae buenos recuerdos que digamos —Jason sacude su cabeza como cachorro haciendo que el agua que hay en su cabello me de al rostro —¡Jason!

—Ups —dice y lo que siento a continuación es como me toma de la cintura y me hace hundirme en el lago, segundos después vuelvo a subir a la superficie para poder respirar, Jason nada para estar en frente mío —Película suena bien, así será, nena.

Trago el nudo que se forma en mi garganta y me lo quedo viendo a esos ojos grises tan dominantes. Jason Leving es la criatura más hermosa que haya visto en mi vida, y ahora que solo está en shorts de nadar y he visto ese abdomen me ha enganchado un poco más. Su cabello negro azabache revuelto por el agua y sus labios entre rojos y morados por el frío con ese pircing que provocaba besar me están volviendo loca.

—¡Jason y Aly se fueron a nadar y en el lago se van a besar! —canta Tyler desde el puente sentado viéndonos y no pude evitar reírme.

Jason rueda los ojos y busca a Jonni con la mirada quien se encuentra con los otros chicos del otro lado del puente a espaldas de Tyler que nos mira a nosotros dos y se ríe.

—¡Jonni! —lo llama Jason —Al parecer Tyler quiere una ducha fría —vuelvo a reír y Jonni de inmediato levanta su mano y lanza una ola de agua del lago directo Tyler.

—¡IDIOTAS, ESTÁ CONGELADA! —grita Tyler mientras se pone de pie y se lanza del puente hacia el lago cayendo cerca de Jonni para empezar una guerra de salpicadero.

—Si sabe que no debe pelear una guerra de agua con el que la controla ¿no es así? —digo señalando a Tyler y viendo como los demás salen del lago para entrar a la casa mientras Jonni sigue arrojándole agua a Tyler como si nada.

—Tyler es Tyler —responde mirándome y le sonrío —¿Vamos? Ya está oscureciendo —me extiende su mano y la tomo para poder caminar a la orilla.

—Las toallas están acá en la terraza —avisa Clarisse desde allá —No quiero nada de gripa o tu tía me mata.

—¡Ya vamos! —le digo y miro a Jason —Si llego primero elijo la película —suelto su mano y le doy un empujón para que caiga de espaldas al agua y aprovechando eso comienzo a correr a la terraza a toda prisa oyendo las risas de Jason.

❁❁❁

—¿Yo antes de ti? —preguntan los cinco chicos al oír la película que elejí.

—Suena interesante —responde Clarisse extendiéndole un boul de palomitas de maíz a Jason y otro a Tyler.

—No, yo quería acción, golpes, pelea —gruñe Nate.

—¿No podemos ver otra cosa? —pregunta Sam mirando a Sarah y ella niega —Por favor —hace cara de perrito, pero Sarah vuelve a negar.

—Eso solo funciona cuando lo hago yo —lo señala y todos reímos.

—Cálmate, rubio —miro a Sam —Apuesto a que nunca dejan que Sarah o Clarisse elijan películas, es su turno.

—Bien, Aly ya habló, ahora muevan sus traseros a la sala y acomódense —ordena Clarisse entregándole otro boúl de palomitas a Sam y uno a Sarah.

Los chicos caminan quejándose entre dientes mientras Clarisse y yo ponemos los ocho vasos de refrescos en una bandeja para ya iniciar a ver la película.

—Mantas, palomitas, refrescos y pañuelos para llorar —cuenta Sarah con sus dedos y se sienta junto a Sam —Todo listo, Jason, estamos listos.

Jason le da play de mala gana y se sienta junto a mí.

La película pasa y los chicos cada vez están más enganchados, no parpadean, no hablan, están para tomarles una foto.

Ya al final de la película es demasiado gracioso verlos así, sé que me servirá para molestarlos en el futuro.

—¡No puede ser! ¿acaso no la amaba? —Nate sopla sus mocos y limpia sus lágrimas.

—¡Claro que la amaba, estúpido, por eso hizo lo que hizo! ¡Incluso le dejó parte de su fortuna! —le dice Tyler quien también se limpia la nariz con un pañuelo.

—Esto es tan triste, ¿por qué no se quedó con ella? Claramente estaba dispuesta a amarlo así, ay mi pobre corazón no puede con esto —dice Sam abrazando a Sarah quien le daba palmaditas en la espalda medio riendo.

Jonni por su parte solo rueda los ojos ante lo poco varoniles que se ven sus amigos y toma de su vaso de refresco.

—Creo que, si la felicidad de la que amo esta antes de la mía con gusto daría mi vida por eso, no como ese protagonista —susurra Jason viéndome y limpio las lágrimas que se me han salido por la película.

—¿En serio? —lo miro sonriendo de lado.

—Una y mil veces, tenlo por seguro.

—Que afortunada la futura chica —susurro y él me mira escaneando cada centímetro de mi rostro hasta detenerse en mis labios.

—Sí que es afortunada —dice y me mira a los ojos.

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