Capitulo Trece.
Capítulo Trece: La peor idea de toda mi vida.
(🍎🍎🍎)
Mire cómo el chico camino más decidido y se sentó justo alado de mi asiento.
— Pero continúen, venga sigamos hablando —ríe el chico, pero no era una risa de gracia, más bien sarcástica.
— Le decía a Altair que en verdad agradezco que hayan aceptado participar en el festival —dije mirando a Atlas. — Es muy importante para mí eso.
— Se nota que quieres mucho a la chica Stevenson —me dice Altair.
— Es mi mejor amiga de años —dije tranquila.
— Que lindo —esta ves fue Atlas quien hablo.— ¿No deberías estar en tu salón, Alti?
— ¿Y tú en el tuyo, Atlas? —este levantó una ceja y miró a su hermano.
Sentía una tensión que no sabía explicar, ambos se estaban mirando y yo no sabía que hacer.
— Es divertido hablar con ambos, me agradan mucho —cambié de tema.
— También nos agradas Silver, demasiado —dice Atlas. — Alti, ve a tu aula.
— No me digas que hacer, no eres mi padre —Altair miró mal a su hermano levantándose.— y aunque lo fueras, no te haría caso.
Esa tensión seguía y parecía que crecía más. No me gusta estar en lugares donde me comienzo a sentir incómoda, buscando alternativas pero no sabría que decir sin llamar la atención.
Así que mi mejor que se me ocurrió fue levantarme y salir desapercibida.
O al menos eso crei, ya que ambos chicos también salieron.
— ¿Silver? —preguntó Atlas. — Este es tu salón.
— Si, pero me estaba sintiendo incómoda con su pelea y- uhm, mejor los dejo para que resuelvan su problema —mire al suelo.
Ellos se miraron y soltaron una risa.
— No existe ningún problema, solamente me encanta molestar a Alti —Atlas revolvió el cabello de su hermano.— no te estreses por otras personas, Silver.
No sabía que decir, note como muchas personas comenzaban a llegar.
— Perdón.
— Deja de disculparte por algo que no hiciste —Me dice Altair. — Nos vemos en el ensayo, no llegaré a comer.
La última frase fue para Atlas y justo después se marchó por el pasillo caminando.
— Le agradas. —me dice Atlas mirándome.— es extraño que alguien le agrade a Alti.
— ¿Que?
— Mi hermano suele ser muy reservado, casi podría decirse antipático pero cuando habla contigo es como si... dejara de serlo —levanta una ceja.— eso es bueno. Nos vemos más tarde... o antes, quien sabe.
Atlas al igual que Altair se marcharon por el pasillo dejándome ahí, confundida y con una cara de preocupación.
(🍎🍎🍎)
Como era costumbre para mi, salí rumbo a la cafetería junto a Zaph, una ves que compramos nuestro almuerzo ambas caminamos a la mesa donde Finnick y Joalin estaban.
— ¿Otra ves ligero?
Mordía una manzana, en mi mano derecha tenía un jugo de naranja y eso era todo, ya que a comparación de todos quienes tenían un almuerzo decente yo no quería comer.
Y no sabía porque,
"— Te traje tu almuerzo —alguien pasa una bandeja al frente de mí y me da un beso en la mejilla.— espero y te guste lo que elegí.
Era Cole.
Un poco de ensalada, un sándwich, baby carrots y una botella de jugo de manzana.
— Gracias, no tenías porque —bese su mejilla cuando él tomó asiento junto a mi.— te amo.
— Te amo más, Silver —dijo Cole"
— No tengo tanta hambre —me encogí de hombros.
— Nunca tienes hambre. —esta ves fue Finnick quien habló, este tomó una papa frita y la metió a su boca.
Al fondo si como los Bhall tomaban asiento justo al fondo del comedor.
— Iré a caminar un poco —me levante de la mesa.
—Te acompañó —Zaph se levantó.
— No, termina su comida —mire como aún tenía un poco de pasta en su plato. Ella asintió y se volvió a sentar.
Acomode mi mochila y me di otra mordida a mi manzana saliendo del comedor.
Estaba triste. No lo negaría.
Extraño a Cole. Extraño como era antes del verano pasado, extraño ser la chica que todos creían. Ahora ni siquiera se quien soy, no me reconozco, no sonrió como antes y me duele mucho porque se que estoy sufriendo y lo peor de todo es que no puedo decirle a nadie.
Pero me lo merecía.
Mi hermano siempre le enojaba que fuera tan buena persona con todos, siempre decía que no todos se lo merecían, que habían personas que solo me usarían o que buscaban algo más, pero yo estaba segura que todos merecían una oportunidad. Y esa oportunidad se lo di a Frederik.
Mala idea.
Muy mala idea.
La peor idea de toda mi vida.
Porque el jodio mi vida.
Y yo termine la suya.
Me recargue en la valla que separaba el campo de fútbol, mirando hacia el campo. Di otra mordida y me senté en los asientos.
— ¿Porque huyes de todos?
Ya podía reconocer esa voz sin necesidad de mirar a la persona, se trataba de Atlas.
— No es huir, solo quiero caminar un poco. —me aleje de la valla y comencé a caminar alrededor del campo.
— ¿Sería muy atrevido caminar contigo? —avanzó hasta estar a mi lado. — Yo solo digo que cuando te veo siempre estás sola, muy sola para ser alguien popular.
— Tengo amigos. Solo que no soy tan sociable como Atlas Bhall .
Él soltó una risa.
— ¿Sociable yo? Es como si dijeras que Alti es carismático —rueda los ojos con una sonrisa.— pero si no estoy mal comúnmente estás sola porque muchas chicas te envidian a ti y a tus amigas por ser "populares".
Hizo comillas.
No sabía de donde había sacado eso, hasta que recordé que uno de los primeros días cuando fuimos de compras con las chicas Jo le mencionó eso a Angelia.
— No somos populares.
— ¿Ah no? —se recargó en la valla, deteniendo el paso.— ¿Entonces porque todo mundo habla acerca de que la familia Stevenson está en negocios turbios, o de que Joalin Maslow es la hija bastarda del comisario o de que Silver-Anne y un chico raro que no recuerdo su nombre eran pareja y poco después ese chico desapareció?
¿Cómo sabe todo eso?
— Frederik y yo no éramos pareja.
Note como sonrió.
— Deja de acosarme, Atlas.
Empuje su brazo y caminé rápido hasta el camino del bosque hacia la ciudad.
Ya tuve una mala experiencia con un acosador, no quiero tener dos.
Si alguien como Atlas Bhall pudo saber todo eso en menos de un mes, no se que podrán descubrir los detectives.
Algo asustado comencé a caminar por ese lugar.
"—Que bonita te ves hoy —Cole sonreía tomando mi mano.
Caminábamos rumbo a la ciudad por ese camino, era otoño y las hojas caían. Me gustaba moverlas con mis pies en todo el camino.
— Cuando nos graduemos te propondré matrimonio, Silver"
Las lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas.
Era mucho que afrontar y no podía.
No podía más.
Limpie las lágrimas de mis ojos con la manga de mi suéter y en ese momento choqué con alguien.
A menos que sea un árbol que camina, debía de tratarse de una persona.
— ¿Todo bien? —Era Altair.
— Nada está bien.
(🍎🍎🍎)
¿como les vas pareciendo la historia?
¿les gusta atlas?
¿les gusta altair?
¿qué creen qué pasó con frederik?
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