Capitulo Dos: Angelia y Altair Bhall.

(🍎🍎🍎)

— Soy tan patetica —le repetia a Zaph mientras caminabamos por el pasillo.

— No fue tan vergonzoso —quiso tranquilizarme ella.

— ¿Que no? —solte un chillido.— Los Bhall se rieron de mi, Zaphiro Lileth Stevenson, hice el ridiculo frente a los nuevos.

— Pero Atlas acepto y dijo que intentara convencer a los demas Bhall —chillo emocionada.

Tal parece que hacer el ridiculo tenia sus beneficios.

— Mira, ahora la sorpresa sera mas grande gracias a ti. —me abrazo Zaph.— no se lo que haria sin ti, Silver, me haz salvado.

Zaph estaba feliz y eso me hacia feliz.

Tal parece que hacer el ridiculo frente a la gente puede hacer feliz a muchas personas.

Altair y Angelia caminaban juntos convernsnado, instintivamente me escondí atrás de Zaph.

— Silver, quiero agradecerles por participar. Mi madre esta de acuerdo que organice una cena para ustedes. Podre usar el jardin. —sonrie dándose vuelta mirandome.

Asiento sin prestarle mucha atencion, note como Altair y Angelia daban vuelta por el pasillo lejos de mi.

Respire alivida.

Me gire para ver a Zaph, pero para mi mala suerte choque con alguien.

Tal parece que es mi mala suerte con los Bhall.

— ¿Siempre eres una pequeña muy boba y distraida? ¿O solo desde que me viste? —pregunto Atlas mirandome. — ¿Y porque nos espiaban?

— Soy demasiado torpe —me excuse. El solto una risa ronca y cuando estaba por avanzar Zaph lo detuvo. — Y no lo estabamos haciendo.

El elevo las comisuras de sus labios.

— Atlas —se puso delante de el.— Queria invitarte y a tus hermanos si quieren venir a cenar el viernes por la noche, es para agradecerles a los que estaran en la subasta.

Zaph era tierna, dificilmente podia decirle alguien que no.

— Ahi estaremos.—dicho esto comenzó a caminar.

No sin antes darnos una ultima mirada y Zaph dio un brinco emocionada.

Ella amaba demasiado la temporada de manzanas, amaba mas que hace años a su familia se les ocurrio mas el Festival de las Manzanas Rojas. El cual es una pequeña feria, hay muchas cosas, como juegos, concurso de pasteles y lo mas importante, la subasta para una cena. Las chicas Stevenson suelen ser las mas aclamadas ya que son sumamente hermosas, Clementine es la mayor pero ya se caso y ahora vive con su esposo y su pequeño hijo, Daphne aun participa porque al igual que a Zaph le gusta mucho esta festividad.

Ambas nos separamos a la mitad del pasillo, me tocaba Deportes.

Vaya, si que este día no podia ser mas agotador.

(...)

Kol llego por mi, ya que Finnick iba a iniciar sus juntas con el equipo de debate.

— ¿Me extrañaste? —sonrio mi hermano mayor mirandome.— porque yo si, pequeña Silver-Boh.

— Finnick hizo una fiesta —frunci el ceño.— sabes que no tolero mucho las fiestas.

— Espero y no hayan tocado mi habitacion, la ultima ves encontre un condon alado de mi cama.

Kol siguio conduciendo mientras miraba por el camino.

— ¿Te gustaria participar en la subasta del festival de Manzanas Rojas de los Stevenson? —pregunte con una sonrisa mirandolo.

— Oh no, Silver. La ultima ves que me obligaste a participar la señora Fitzgerald intento besarme —dijo el riendo.— para tener 67 es demasiado coqueta.

Ambos reimos.

— Por favor Kol, hay unos chicos nuevos y-

— No, Silver. Lo lamento.

Al llegar a casa el me ayudo con mi mochila, Kol suele ser demasiado caballeroso y no es por compararlo con Finnick, pero suele ser el mejor hermano.

— Como pude salir temprano hice spaghetti con parmezano, espero y te guste —sonríe caminando hacia la cocina.— ¿Quieres comer ahora o te irás a cambiar?

No estaba prestándole mucha atención.

¿Porque dijo Atlas que yo era una boba? Si, en efecto, me caí, tambien hice el ridiculo frente a todos los Bhall. Pero no le da derecho a decirme Boba.

— ¿Todo bien, Silver? —preguntó Kol mirandome. Asentí.— Sil, te conozco. Dime qué sucede.

— ¿Crees que soy boba, Kol? —pregunte mirandolo.

— Pregunta difícil —dijo pensativo. Lo mire mal.— Mentira. Silver-Anne Birdwhistle, eres la chica más lista que he conocido y por esa misma razón te adelantaron un año, por favor. Puedes ser todo, algo terca, respondona y obstinada pero Boba no lo creo.

Eso me hizo sentir bien.

Kol sabía perfectamente cómo hacerme sentir bien.

— ¿Alguien te dijo boba? ¿No fue ese chico Cole? Porque jamás me agrado.

Mierda.

Kol no sabe nada de mi rompimiento con Cole ya que en el verano fue a recibir clases extra curriculares además de salir mucho con su novia Katrina.

— Cole y yo ya no somos novios, Kol —hable bajando la mirada.

— ¿Desde cuando?

— Desde el verano.

— ¿Que sucedió?

Quise olvidar ese recuerdo, pero Kol me lo hizo traer a la luz.

«Había mucha sangre.

No sabía que alguien podía sangrar tanto. Estudie en biología el cuerpo humano y te dicen que tiene aproximadamente 4.5 a 6.5 pero aunque parezca poco es demasiado.

Mire mis manos en el momento en el que Cole se acercó a mi, yo había sido la primera en ver la sangre y ver si todo estaba bien.

Pero nada estaba bien.

Todo está mal.

Me levante rápido hacia donde Cole se encontraba.

— ¡Cole haz algo, maldita sea! —grite moviéndolo.— ¡Cole! »

— Nada fuera de lo común, sólo que se iba a ir a la universidad y sabía que no íbamos a funcionar a larga distancia —mentí.

— Si, es demasiado difícil mantener una relación a larga distancia —asintió tragándose todo lo que le había dicho.

No dije nada más. No quería decir nada más y no quería que me preguntase nada.

— ¿Entonces te sirvo comida ya?

Asentí.

— ¿Kol? —llame su atención antes de subir las escaleras, el giro a verme— Gracias.

El jueves llegue un poco tarde a la clase de arte porque debia quedarme en clase de biologia a causa de hacer un equipo, al llegar el profesor Wallace ya estaba explicando algo cuando me vio en la puerta.

— Silver, pasa —hablo el mirandome, sabia perfectamente que no es comun entrar tarde a las clases y ademas esta era la primera ves en la que llegaba tarde.

De pronto recorde quien se sentaba alado de mi; Angelia Bhall.

Sabia que mi cara se torno roja, estaba avergonzada porque recordaba mi caida y recordaba que los 4 chicos me habian visto.

Con la mirada baja camine hasta mi lugar y saque mis pinceles pero note como ella me miraba con demasiada atencion.

— ¿Que sucede? —pregunte acomodando mi lienzo.

— Estas nerviosa —afirmo mirandome.

¿Soy tan obvia?

— No —menti. Ella solto una risa con gracia.

Y debia reirse de mi nuevamente.

— A-ayer no estabamos espiando —me apresure a decir.— solo queriamos que- preguntarles acerca de la subasta del Festival de Manzanas Rojas.

— No te mortifiques, Silver —dijo ella sonriendo.— Atlas quiere que participemos, mi hermano Altair dijo un rotundo No, pero mi novio dijo que si y por mi parte tambien acepto.

¿Angelia tiene novio?

— Gracias, en serio.

Tome mis pinceles, pordia ver como el profesor Wallace habia dejado un ejemplo de una manzana pintada frente a toda la clase.

Parece que es festival de laas Manzanas Rojas es alguien que le pega a todos.

— He estado pensando, acerca de optener mas recursos para el taller de arte y el generoso director Dunne opino acerca de que podriamos tener un puesto de todas las pinturas que realicemos —suspiro.

Sabia que el profesor no estaba tan de acuerdo a eso, se le notaba en su cara. Somos unos chicos que en su mayoria no tiene demasiado talento, pero sabia que los recursos de la escuela no eran demasiados y a los que apoyaba eran a los de futbol (que ganaron los estatales), atletismo (ya que Joalin gano los 100 metros y su equipo de relevos habia quedado en segundo lugar).

— Haremos lo mejor posible, Mrs. Wallace —dijo Maia Rawson, una chica que si tenia demasiado talento.

El prosesor Wallace asintio.

Comence a pintar el fondo de mi lienzo y note como Angelia hacia lo mismo, pero sus trazos eran algo mas... ¿seguros? si, esa seria la palabra, ella sabia lo que hacia y que queria dibujar.

En cambio yo no.

Yo solo estaba ahí por la diversión y porque el profesor Wallace es un excelente profesor.

Angelia noto como tenía problemas en lo que hacía. Mis trazos eran torpes y bruscos y ella lo notaba.

— Relaja la mano, Silver —dijo ella.— hazlo como si fueras una hoja de un árbol cayendo en otoño. Lento y calmado.

Asentí. Intente hacer lo que ella dijo obteniendo un menor resultado.

— Gracias.

Ambas salimos de la clase de arte, dejamos nuestros cuadros en la sala porque el profesor Wallace quiere mantenerlos ahí.

Angelia había hecho un excelente trabajo y en cambio yo no, mi cuadro parecía una pelota de tenis mal formada.

Zaph llegó a mi lado minutos después.

— Hola, soy Zaph Stevenson. No nos han presentado —sonríe mi amiga acercándose.

— Un gusto Zaph, soy-

— Angelia Bhall, se quien eres. Vives alado de mi casa —menciona mi amiga.— ¿Tu hermano te platico acerca de la cena de mañana?

Zaph era una persona demasiado ansiosa y desesperada.

— Uhm, no —ella sonrió tocándose el cabello.

Se veía demasiado tierna, entrecerraba sus ojos con una sonrisa mirando a Zaph.

— Pues mira, mi madre organiza-

Zaph tomó del hombro a Angelia y comenzaron a caminar juntas por el pasillo.

Atrás de ellas iba yo observándolas, suelo ser alguien callada la mayoría de veces y me gusta mucho observar a mis al rededores.

Por ejemplo ahora puedo ver cómo Joalin y Kaitlyn Adara caminan hacia su casillero mientras hablan, llevan puesto su traje de atletismo y tienen las mejillas rojas, acaban de terminar de entrenar. Por otro lado esta Castor Pollock, hablaba animadamente con Zarek Hamtong, ambos están en el equipo de debate junto a Finnick, ambos chicos me saludaron y siguieron con lo suyo. A lo lejos también estaba Jasper Hall a lo lejos junto a Chady Jensen, noto como el se gira y cuando comienza a caminar en mi dirección me doy la media vuelta caminando hacia afuera de la escuela.

Estaba a salvo, no quería hablar con Jasper porque no quería salir con el.

Pude ver como Altair Bhall caminaba por la vereda de la escuela que daba a los bosques, caminaba relajado, sin preocupación alguna.

No lo hagas, Silver.

No debí seguirlo, claro que no. Pero la curiosidad es más grande más cuando no hay nada nuevo en este pueblo además que Melody Jackson tuvo gemelos hace 3 años, pero los Bhall son lo nuevo, los Bhall despiertan esa curiosidad en mi que nadie había despertado más que Cole, así que con mi mochila en mi hombro y notando que nadie me siguiera comencé a seguir a Altair Bhall.