Capitulo Catorce.
Capítulo Catorce: La mejor opción.
(🍎🍎🍎)
— Mira, lo que menos quiero es que pienses que he estoy vigilando o algo, pero vi como mi hermano estaba siendo un idiota contigo, suele ser un idioma casi siempre así que cuando iba a confrontarlo vi que huiste y quise venir a ver si estabas bi-
Lo abrace.
Note como él estaba tenso, pero no me importo, yo quería un abrazo en ese momento y no me importaba si era de una persona que acabo de conocer. Pero poco a poco el me devolvió el abrazo, un abrazo fuerte y haciéndome sentir bien.
No dijo nada más, no preguntó otra cosa sólo se quedó ahí, abrazándome.
Y eso me hacía sentir extrañamente bien.
— Gracias —exprese separándome de él. — Necesitaba eso.
— D-de —tosió un poco. — De nada.
Este bajo la mirada y ahora me di cuenta de lo que acababa de hacer. Había abrazo a Altair Bhall, el chico tímido y demasiado antipático de los Bhall.
— Perdóname si te incomode —baje la mirada.
— Un abrazo al año no le hace mal a nadie. —comenzó a caminar a mi lado. — ¿pero estás mejor?
— Si. —admití caminando por ese camino al pueblo.
Note como este se detuvo y me miró.
— ¿Porque siempre que te veo estás... mal? —espeto con preocupación.
— Últimamente no he estado del todo bien. Muchas cosas pasan por mi cabeza y yo no sé cómo sobrellevarlas —admití.
— Solo tienes 17.
— No por tener solo 17 no significa que tengo problemas —note como el avanzo hasta donde me encontraba. — tú también tienes 17 y eso no significa que no tengas problemas.
— Tengo más de los que creerías —ya se encontraba frente a mí, con su mano derecha a como un mechón de mi cabello y lo puso al frente. — pero me gusta meterme en más.
Y me beso.
Sin pensarlo dos veces seguí ese beso.
Tal vez la comodidad que el daba o la confianza que transmitía, pero me gustaba ese beso. El colocó una de sus manos en mi cuello y me atrajo hacia él.
Tiré el libro que llevaba cargando y puse mis manos en su cuero cabelludo besándolo, jugando con ese cabello blanco que tanto me causaba curiosidad, era suave al igual que sus labios. Pero necesitaba respirar y el también, así que nos separamos un poco, y con respiración acelerada nos miramos.
— Y-yo...
— Me tengo que ir —dije regresando por el camino, hacia la escuela.
Y corrí.
Como siempre lo hago.
(🍎🍎🍎)
La biblioteca siempre fue el lugar menos concurrido de la escuela, lo sé porque era el lugar donde Cole y yo íbamos a besarnos y nadie nos descubría porque nadie se aparecía ahí.
Pero ahora es el lugar donde me gusta escabullirme para esconderme, donde sé que nadie me descubrirá.
¿Porque me beso Altair? ¿Porque lo bese yo?
Se que me sentía cómoda y extrañamente siempre que hablaba con él me daba la sensación de tranquilidad. Porque él es tranquilo y expresa un Aura de paz, aunque en su cara demuestre lo contrario.
Recargue mi cabeza en la besa y suspire.
No lo volveré a hacer, debo dejar de mezclar sentimientos con la primera persona que me de confianza. No todos son Cole y tampoco debo compararlo con Cole.
Solo debo... superarlo.
Giré mi cabeza y vi la sección de libros sobre los organismos unicelulares, los mismos que usamos cuando hicimos el proyecto con Frederik.
"—Solo debemos encontrar el libro acerca de —me agache buscándolo. — ¡este es!
Frederik no sonrió, solo asintió.
Con su vestimenta típica, suéter negro, pantalones rasgados negros y unos vans negros, todo eso siempre se caracterizaba en él y sus amigos.
— Podemos hacer la primera investigación hoy, darle el avance al profesor Homero mañana y lo terminamos lo antes posible —propuse tomando asiento.
— ¿Porque siempre quieres adelantar todo? Tenemos casi un mes para entregarlo —exclamó en un poco irritado. — deja de pretender que todo va bien.
— Pero todo va bien —sonreí.
— Eres... irritante.
No le preste atención, me refiero, Frederik siempre ha sido una persona muy asocial.
— O tu muy amargado —devolví.
— Touche. "
Suspiré rendida.
Siempre me metía en problemas.
— Te conozco tanto que sé que cuando sucede algo estas aquí —se asoma Zaph.
No podía mirarla.
A ella le gustaba Altair y en recuerda del beso hizo qué me sintiera aún peor de lo que me siento.
Ella se sentó a mi lado, no dijo nada y recargo su cabeza aquí.
— Se que es duro, pero solo debes terminar este año y podrás irte, Silver —exclamación. — al menos tu si tienes esta posibilidad.
Suspiro.
Los Stevenson van de generación concentrados en el negocio de las manzanas, la única forma de irse es huir como su hermana mayor lo hizo, embarazándose de un buen chico. Pero Zaph no es como su hermana, a ella le gustaría ser algo más que estudiar algo para complacer a su familia.
— Pero... no quiero huir como Cole.
— Es la única manera. —me miro.
Claro que ella lo sabía, ella sabía todo lo que yo hacía e hice. Es mi mejor amiga y la única que supo comprenderme.
— Siento que... el karma me hará pagar lo que hice de la peor manea.
Ella parpadeo.
— Se que el ultimo año puede ser estresante, Silver. Pero solo debes superar estos últimos dos meses, cumples con tus tareas-
— No es eso —la interrumpí. — me refiero a los detectives, me refiero a la señora O'Donnell pesando que en cualquier momento Frederik regresara, me refiero a Pol y Nikolái que siempre andan indagando. Me refiero a todo eso que no me deja dormir. —hable rápido, respire un poco agitada mirándola.
Me refiero al beso que le di a Altair, el chico que te gusta.
Cerré los ojos.
— Pero lo superaremos —sonrió, siendo optimista.
Eso me hizo enojar. Porque yo solía ser como ella, alguien que siempre le encontraba lo bueno a todo, siempre sabia que decir para hacer sentir mejor a alguien, pero ahora no puedo hacerlo, no puedo hacerme sentir mejor ni a mi misma y eso me esta consumiente.
Me esta destrozando por dentro que me cuesta respirar.
Me está quitando el sueño.
Me esta haciendo sufrir que siento que la única manera de salir de todo esto es confesando todo.
— ¿Y si confieso? El me-
— No. —fue firme Zaph. Cambio su cara y ahora estaba seria. — no harás eso, arruinaras tu vida.
— El arruino la mía.
Llore.
Llore como hace mucho no lo hacía. Llore como la ultima ves que vi a Cole, cuando termino conmigo, llore como todas las veces que veo ese mirador, llore como ese día del verano que regrese a mi casa sin saber que hacer.
Me recargue en el hombro de Zaph.
Estaba en un ciclo sin fin en el cual la única manera de librarme era terminar conmigo misma.
Y de alguna manera, yo veía eso como la mejor opción.
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