CINCO
la charla

Querida Kai:

Estamos en el Capitolio. He conseguido sobrevivir a la gira y a la fiesta de cierre. Acabo de llegar a mi dormitorio. Estoy agotado, pero no puedo dormir.

He tenido una conversación muy larga con Mags en el tren, antes de llegar. No tendré que ser mentor en al menos dos años. Ni siquiera había pensado en que tendría que hacer de mentor, pero supongo que tiene sentido esperar un poco. Lo prefiero. No puedo imaginarme haciendo de mentor. Ni ahora ni nunca.

Me alegra saber que voy a tener un par de años para acostumbrarme a todo esto. Lo de las últimas semanas ha sido asfixiante. Tenía tanto miedo de cometer un error, Kai...

También hemos hablado de ti. Nunca me había dado cuenta, pero Mags me ha visto escribiéndote. Está preocupada por mí. Dice que no es bueno que te escriba en vez de hablar con alguien. Le he dicho que no tengo nadie con quien hablar. Antes, estabas tú, pero ya no. No puedo hablar con ella, porque me siento culpable. No puedo hablar con mi madre, porque nunca lo he hecho. Te tenía a ti. Ahora solo tengo estas cartas.

Mags me ha dicho que puedo acudir a ella si necesito hablar. Creo que ella también lo necesita. Pero también tiene razón. Hace meses que no hablo con nadie sobre nada. Solo te escribo, releo las cartas que he guardado y quemo las que no quiero volver a ver. No sé si eso es bueno.

Mags me ha dicho que intente acercarme a las otras vencedoras, que deje de estar siempre solo. No está mal que te escriba, pero necesito también recordarme que yo estoy vivo, aunque eso duela. Le he prometido que lo intentaré.

Sigo teniendo pesadillas. Tengo la sensación de que no van a irse nunca. Y tú sales en todas, Kai. Es... Odio verte en ellas. Nunca pareces tú, no del todo.

Pero también es el único modo que tengo de verte. Es deprimente. Te echo de menos. Cada día más. No es justo que no estés aquí. Te merecías volver más que yo.

Lo siento mucho, Kai. Siento no haber podido ayudarte. Voy a intentar cumplir lo que le he dicho a Mags. Igual volver al 4 y olvidarme un poco de los Juegos me ayuda. No lo sé. Lo voy a intentar, por lo menos.

No puedo pretender que sigues aquí, Kai. Ojalá fuera verdad, pero no lo es.

Finnick