18 | el senado
—Sr. Stark, ¿podríamos seguir desde donde lo dejamos?
Athena se sentó dos filas detrás de Tony, al lado de Pepper y sosteniendo a Lyanna en su regazo, masticando un caramelo para mantenerse ocupada. Athena estaba pronunciando las palabras "da la vuelta" a Tony cuando él se volvió para mirarla. El Senador Stern comenzaba a impacientarse con Tony, quien claramente no se tomaba esto en serio.
Stern golpeó su mazo para llamar la atención de Tony—. Señor Stark. Por favor.
—¿Sí, querido? —preguntó Tony, finalmente volviéndose hacia el Senado.
—¿Me permite su atención? —preguntó Stern.
—Absolutamente —respondió Tony.
—¿Posee Ud. un arma especializada? —preguntó Stern.
—No.
—¿No?
—Bueno, depende de cómo defina "arma" —aclaró Tony.
—El arma de Iron Man —elaboró Stern, mientras Athena observaba el intercambio.
—Mi dispositivo no se ajusta a esa descripción —respondió Tony.
—Bueno, ¿cómo la describiría Ud.? —preguntó Stern.
—Definiéndolo como lo que es, Senador —respondió Tony.
—¿Cómo?
—Una prótesis de alta tecnología —dijo Tony, mientras la multitud reía—. Esa es la mejor descripción.
—Es un arma, señor Stark —argumentó Stern.
—Por favor, si su prioridad es en realidad el bienestar del ciudadano estadounidense...
—Mi prioridad es entregar el arma de Iron Man al pueblo de los Estados Unidos —explicó Stern.
—Bueno, puede olvidarlo —respondió Tony, mientras Athena dejaba caer su cabeza entre sus manos y Lyanna le arrojaba un caramelo a la cara—. Yo soy Iron Man. El traje y yo somos uno. Entregar el traje de sería como entregarme a mí mismo. Lo que equivale a esclavitud o prostitución, dependiendo del estado. No se lo voy a dar.
—Mire, no soy un experto...
—¿En prostitución? Por supuesto que no. Eres un senador. Vamos —dijo Tony, girándose para saludar a la multitud y captando los ojos de Athena.
Ella lo miró y articuló: compórtate, a lo que Tony asintió y le envió una mirada de disculpa.
—No soy un experto en armas —dijo Stern—. Pero tenemos un experto. Llamo a Justin Hammer, nuestro mayor contratista de armas.
Al escuchar el nombre, tanto Tony como Athena levantaron la mirada sorprendidos y sus ojos se dirigieron a Justin Hammer, que estaba sentado en la mesa frente al Senado.
Tony se inclinó hacia su micrófono—. Que conste en el acta que vi entrar al Sr. Hammer, y me pregunto si va a venir un experto de verdad.
Stern golpeó su mazo mientras Hammer se reía—. Absolutamente. No soy un experto. Me someto a tu criterio. Eres el chico maravilla. Senador, si me lo permite. Puede que no sea un experto, pero sabes quién lo fue —Hammer señaló a Tony—. Tu papá, Howard Stark. Fue un padre para todos y para la era industrial militar. Seamos claros, no era un hippie, era un león. Todos sabemos por qué estamos aquí. En los últimos seis meses, Anthony Stark ha creado una espada con posibilidades ilimitadas. Y, sin embargo, insiste en que es un escudo. Nos pide que confiemos en él mientras nos escondemos tras de él. Quisiera sentirme tranquilo, de verdad. Me encantaría dejar mi casa sin llave, pero esto no es Canadá. En este mundo hay amenazas graves... amenazas que el Sr. Stark no podrá prever. Gracias. Dios bendiga a Iron Man y a los Estados Unidos.
Cuando Hammer se sentó, solo el Senado lo aplaudió y Stern volvió a hablar—. Bien dicho, señor Hammer. El comité desea invitar al teniente coronel James Rhodes.
Athena vio sorprendida cómo Tony se levantaba para saludar a Rhodey, y una vez que la sala se calmó, se reanudó el senado.
Stern levantó un archivo—. Tengo un reporte del Coronel Rhodes sobre el arma de Iron Man. Para el acta oficial, ¿puede leer la página 57, párrafo 4?
—¿Está solicitando que lea selecciones específicas de mi reporte, Senador? —preguntó Rhodey.
—Sí, señor.
—Tenía entendido que iba a testificar de una manera mucho más amplia —dijo Rhodey, evidentemente confundido.
—Ha habido muchos cambios —le dijo Stern.
—Comprende que leer un solo párrafo fuera de contexto no refleja...
—Solo léalo, coronel —exigió Stern—. Gracias.
Rhodey suspiró—. Muy bien. "Como no opera dentro de ninguna rama del gobierno, Iron Man es una amenaza para nuestra nación y sus intereses". Sin embargo, luedo declaro que los beneficios de Iron Man sobrepasan sus riesgos y que deberíamos incorporar al Sr. Stark en la cadena de mando.
—Ya es suficiente, coronel —espetó Stern, después de haber estado tratando de silenciar a Rhodey mientras hablaba.
—Aceptaría Secretario de Defensa si me lo piden amablemente —dijo Tony—. Podemos modificar un poco el horario.
—Quisiera presentar las imágenes relacionadas con su reporte —dijo Stern, señalando una pantalla a la izquierda de Athena.
—Creo que es algo prematuro revelar estas imágenes al público en este momento —dijo Rhodey, sonando tranquilo.
—Con todo respeto, coronel, entiendo —dijo Stern—. Y si pudiera narrarlas, le estaríamos muy agradecidos.
Imágenes aparecieron en la pantalla, y Rhodey suspiró antes de hablar—. La inteligencia sugiere que estos dispositivos son intentos de hacer copias del traje del Sr. Stark. Esto fue corroborado por nuestros aliados y la inteligencia local en el terreno, lo que indica que estos trajes son muy posiblemente, en este momento, operacionales.
—Espera un segundo, amigo —interrumpió Tony, colocando su teléfono sobre la mesa—. Déjame ver algo aquí —tocó su pantalla y apareció una transcripción en la pantalla, cubriendo la imagen—. Que bueno soy. Estoy controlando sus pantallas. Las necesito. Necesitamos transparencia. A ver qué está pasando.
—¿Qué está haciendo? —preguntó Stern.
—Si dirigen su atención a dichas pantallas —dijo Tony—. Creo que eso es Corea del Norte —proporcionó imágenes de video de un intento de replicar su traje que salió mal y resultó en un caos—. Irán —de nuevo, otro intento fallido—. Aquí no hay una amenaza grave. ¿Ese es Justin Hammer? —gritó, y todas las cabezas en la sala se volvieron hacia la pantalla mientras Hammer intentaba apagarlas—. ¿Cómo entró Hammer en el juego? Justin, estás en la televisión. Concéntrate.
Athena observó cómo en la grabación Hammer le pedía a un hombre que operaba el traje que girara hacia la derecha, lo que resultó en que el traje dio media vuelta completa y posiblemente rompió la columna vertebral del hombre dentro del traje. Cubrió los ojos de Lyanna mientras trataba de ver lo que había en la pantalla.
—Vaya —dijo Tony, mientras el Senado murmuraba para sí mismo—. Sí, diría que a la mayoría de los países les faltan 5 o 10 años. A Industrias Hammer, 20.
—Me gustaría señalar que ese piloto de prueba sobrevivió —dijo Hammer.
—Creo que hemos terminado en el punto que está haciendo —dijo Stern, ahora de pie—. No creo que haya ninguna razón...
—De nada —interrumpió Tony.
—¿Por qué?
—Yo soy su impedimento nuclear. Esta funcionando. Estamos a salvo —respondió Tony—. Estados Unidos está seguro. ¿Quieren mi propiedad? No pueden tenerla. Pero les hice un gran favor —Tony se paró frente a la audiencia—. He privatizado con éxito la paz mundial.
Athena vio cómo la multitud se ponía de pie, aplaudiendo a Tony mientras lanzaba signos de paz.
—¿Qué más quieren? —preguntó Tony—. Yo trato de colaborar con estos payasos.
—Váyase al carajo señor Stark —dijo Stern, y Lyanna se quedó sin aliento ante su lenguaje—. Vete al carajo, amigo. Se suspende la sesión por hoy.
—De acuerdo —dijo Tony, poniéndose las gafas antes de soplar sarcásticamente besos al senador.
Tony caminó entre la multitud mientras Pepper miraba a Athena—. ¿Por qué no podía simplemente comportarse?
—Es Tony, ya sabes cómo es —dijo Athena, poniéndose de pie—. Deberíamos salir de aquí.
Cuando se puso de pie, Justin Hammer la reconoció—. ¿Athena Clarke? ¿Qué estás haciendo aquí? —luego notó a Lyanna, a quien Athena sostenía en sus brazos—. ¿Y quién es este angelito?
—Estoy aquí con Tony —respondió Athena, mientras Lyanna hundía su cabeza en su hombro—. Pero ya nos vamos, así que adiós.
Con apenas más de una segunda mirada, Athena tomó la mano de Pepper con una mano y mantuvo un fuerte agarre sobre Lyanna mientras se abrían paso entre la multitud y trataban de poner tanta distancia como fuera posible entre ella y Hammer.
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