Hoy es 14 de febrero, el día del amor, de los enamorados, de la amistad para muchos y para otros muchos que no creían el amor.

Y eso le pasaba  Natalia, que no creía en ese sentimiento tan bonito y sincero, lleno de puro fuego, y a continuación relato el porqué.

Todo comenzó hacía ya seis meses, en el mes de agosto. La historia transcurre en el precioso pueblo Daegu, Corea del Sur. Eran las fiestas del pueblo, que se celebran todos los años en la segunda semana de
Agosto y con dos semanas de duración.

Como todos los años, Natalia, se puso su pantalón vaquero azul oscuro que marcaba muy bien sus curvas, una camiseta blanca de tirantes, una blusa transparente azul cielo y el característico pañuelo azul de cuadros atado en su fina muñeca, tradición suya, según ella le daba buena suerte.

Cuando ya estuvo vestida, se maquilló suavemente recogiéndose su largo cabello azul oscuro con dos pinzas como le gustaba a YoonGi, su novio, ya que decía que así era más fácil besar su cuello.

Ella se rió al recordar cuando se lo dijo, era lo que más le encantaba de su novio, su naturalidad.

Cuando estuvo preparada del todo, tomó su iphone blanco nuevo que él le había regalado días atrás, ya que en un mes era su cumpleaños y le mandó un whatsApp.

¡YoonGi, cariño! Estoy lista, ¿cuándo vienes por mí? Te quiero 😍😍😘😘

Min YoonGi, se estaba terminando de poner la camiseta blanca de Billabong, cuando su Iphone 10x blanco comenzó a sonar. «El
whatsApp seguro es de Nati »,pensó mientras se ponía bien la camiseta y se peinaba un poco su dorado pelo, poniéndoselo de punta.

Así que cogió el móvil y vio que tenía veinte WhatsApps, uno de su novia, dieciocho de su grupo de amigos y otro que le sorprendió bastante por ser de quien se trataba, de una ex novia de adolescencia, preguntándose cómo habría conseguido su número.

Suspiró con fuerza pasando de ese WhatsApp, ya que no quería saber de ella después de todo el daño que le había hecho y se dispuso a leer el de su niña, a la que amaba con locura y la que volvía de color su mundo.

¡Natalia amor! Salgo ya, en 20 minutos más o menos estoy ahí, espérame en la puerta. Te quiero con la vida, ya lo sabes 😍😍😘😘

Cuando terminó de mandar el WhatsApp, cogió las llaves de su coche y fue para el centro de Daegu al encuentro de su novia.

Ella sonrió al leer el whatsApp de su chico, así que cogió una chaquetita de punto, porque luego por las noches refrescaba bastante y bajó abajo a esperar a su rubio adorado.

20 minutos después él llego, estacionó su auto cerca de la casa de ella y se dirigió al portal donde Natalia lo esperaba. Cuando por fin se vieron, sus caras se iluminaron y corrieron hacia su encuentro.

Así que cuando los dos estuvieron frente uno del otro, sintieron como el tiempo se detenía y no había nadie más que ellos y su amor.

YoonGi y Natalia sentían como sus corazones se aceleraban y las famosas mariposas revoloteaban por sus estómagos, al igual que el primer día que se vieron, cada vez que se miraban el amor que sentían era cada vez más intenso, se amaban cada día más y eso era precioso.

YoonGi, poco a poco fue acercando sus carnosos labios a los finos y sensuales de ella, y los rozó con una suave caricia que hizo que el cuerpo de los dos se electrificara, que sintieran una gran descarga eléctrica recorrer sus cuerpos, que dejó a su paso un pequeño escalofrío que erizó la piel de ambos.

¡Era increíble!, No sé podían creer que siempre que se besaban parecía que lo hacían por primera vez experimentando las mismas sensaciones.

YoonGi comenzó a besarla dulcemente mientras Natalia empezó a abrir la boca poco a poco, invitando a la lengua de YoonGi meterse en su cálida boca para que sus lenguas se entrelazaran y empezaran a jugar el juego que estaban deseosos de empezar.

Mientras cogía las suaves y finas manos de Natalia y las entrelazó con las suyas, el beso cada vez se fue intensificando y sus bocas se devoraban con ansias aferrándose el uno al otro, como si sus lenguas fueran el único salvavidas que los mantenía con vida.

Minutos después se separaron poco a poco respirando agitados, sin dejar de mirarse a los ojos fijamente. Sus corazones latían al unísono deseando unirse en uno, sus cuerpos ardían de deseo de sentirse piel con piel y ser sólo uno, estaban deseando sentirse, y sabían que no iban a poder reprimir mucho este deseo que les quemaba la piel y el alma cada vez que se veían.

—Amor —dijo ella perdiéndose en la mirada de su amado, mientras acariciaba su suave dorado pelo rapado por los lados—. ¿Nos vamos?

—Claro, cariño, vamos —dijo él mirando sus hermosos ojos cafe con amor, acariciando su cintura ardientemente haciendo que sus pieles cada vez ardieran más.

Natalia le tomó la mano a su chico entrelazándola con la suya y fueron al pub, donde les esperaban sus amigos. Cuando llegaron saludaron a todos con dos besos y cuando acabaron de saludar, él fue a la barra a pedir las bebidas.

Cuando estaba en la barra sintió como una mano se posaba en su duro y formado culo y YoonGi sonrió, pensando que se trataba de su chica.

—Cariño, ya se nota que no puedes vivir sin mí, ¡eh! —dijo girándose para darle un buen morreo al amor de su vida. Pero sus ojos se quedaron muy sorprendidos, al ver que la figura que estaba delante de ellos no era la de su novia, si no la de su ex.

Sintió como la rabia se apoderaba de él tensando su fornido cuerpo. ¿Cómo podía ser tan cínica de venir hasta aquí? y de tocar mi trasero como si nada hubiera pasado?, estaba que se subía por las paredes del enfado tan grande que tenía.

—¿Qué mierda estás haciendo aquí, Izakun?

—Saludarte y tomarnos algo, como los viejos tiempos —dijo hablando sensual acariciando los musculados brazos de su ex novio, mientras se lamía sus labios porque sabía que a YoonGi le volvía loco eso.

—Izakun, que nos conocemos, ¡eh! —dijo apartando las manos de ella furioso, mientras la miraba a sus ojos color negro muy serio. No le estaba gustando nada lo que estaba haciendo, ya que la conocía bastante bien y sabía que sus intenciones eran bastante oscuras. —Además no quiero tomarme nada contigo.

—Lo sé, YoonGi, y mi cama también —dijo pegándose a su musculado cuerpo, poniendo sus manos en el suave cuello de él acariciándolo fogosamente.

Y cuando vio que Natalia, la actual novia de YoonGi, se acercaba a ellos, puso en marcha su plan cogiendo bien a YoonGi para que no se pudiera separar y lo besó salvajemente, con ansia, lamiendo sus carnosos labios fogosamente, sonriendo con maldad y de felicidad, por estar de nuevo en sus musculados brazos que tanto echaba de menos.

Él, furioso, se intentó separar de ella y cuando por fin lo logró, sus ojos se encontraron con la persona que más amaba llorando destrozada, mientras negaba con la cabeza.

—¡Eres un cabrón, YoonGi! —exclamó súper enfadada.

Su novio, su príncipe azul, la estaba engañando y no veas cómo dolía, dolía demasiado.

Su corazón estaba desgarrado, era un dolor tan grande lo que sentía ver a su novio, ¡con esa guarra!, comiéndose la boca, después de todo el daño que ella les había hecho.

Así que esa era «¡su manera de pedir los tragos! ¡Besarse con esa suelta!, ¡Menudo cabrón el rubio musculitos salido de mujeres, hombres y viceversa!, sí, mucho no te engañaré y a la primera de cambio zas, la cambiaba por su ex, ¡Es que lo mataba ahora mismo!».

Sus hermosos ojos cafe se empezaron a aguar, amenazando por inundar toda la estancia de agua.

—¡Natalia, no es lo que parece, te lo juro!, Déjame explicarte por favor —dijo suplicante, mirando a su amada con sus ojos vidriosos de la tristeza que se estaba anidando en su corazón.
No podía dejar que Natalia cayera en la trampa, que les había tendido la muy zorra de su ex, no quería perderla, porque la sola idea de hacerlo le destrozaba el alma. ¡Era
como estar muerto en vida!.

Se limpió las lágrimas que caían de sus dos océanos, porque la idea de estar separado de ella, era como si en su corazón se clavaran mil navajas.

—¡No intentes explicar algo que he visto con mis propios ojos!, ¡Que conmigo eso no funciona! ¡Quédate con la perra esta!, ¡Y olvídate de que existo, Min YoonGi! —dijo mientras se acercaba él y le cruzaba la cara con todas sus fuerzas. Sus dos luceros se inundaban más de lágrimas, rompiendo a llorar desgarrada. La traición de YoonGi la dolía demasiado, era como si diez mil espadas se clavaran en su corazón rompiéndoselo en mil pedazos. ¿Por qué la había engañado?, ¿por qué le había jurado amor eterno si no lo sentía?

Se sentía como un juguete utilizado. Él había jugado con ella de la peor manera que se podía hacer. Hoy, Min YoonGi, había matado a Natalia, para siempre, ella no volvería a amar. —¡Te odio, Min YoonGi!

Se quitó la alianza de plata con sus nombres grabados que él le había regalado para su tercer aniversario, se la tiró a la cara y salió corriendo de allí hasta donde estaban sus amigas, llorando desconsolada.

YoonGi roto de dolor cogió la alianza de la arena, mientras se tocaba su mejilla roja adolorida por el golpe. Sentía como ardía su cara mientras miraba como se iba la única mujer que había amado en su vida, con un único propósito: reconquistarla.

Seis meses después

Natalia se preparaba en su habitación, hoy vería por primera vez a su admirador secreto, con él que llevaba hablando por whatsApp desde hacía ya cinco meses desde que le agregó al Facebook.

Se llamaba Agust y lo que había visto de él le había gustado bastante, es cierto que estaba cerrada al amor, después de lo que había pasado con YoonGi, hacía ya seis largos meses, pero como decían Adriana y Angélica, se tenía que dejar llevar por el amor que le ofrecía Agust y ella, la verdad, se veía realmente preparada.

La verdad que fue un poco extraña la manera de conocerle, porque ella no solía agregar desconocidos así porque así, y menos chicos, después de la decepción amorosa que había tenido con YoonGi, pero una fuerza interior la impulsó a aceptarle, y no se equivocó al hacerlo, porque había descubierto a un chico súper sencillo, cariñoso, en resumen, un chico de los pies a la cabeza que le había devuelto las ganas y la ilusión por enamorarse de nuevo.

Pero no se podía engañar a sí misma, en su corazón seguía alojado el estúpido del arquitecto, pero era normal, cuando se amaba tanto a alguien, y ese amor nunca se iba a
borrar por mucho que quisiera hacerlo, pero bueno, tendría que aprender a vivir con ello.

Tenía que explicarle a su corazón, que YoonGi no volvería jamás, que estaba con la tonta de su ex, que la había engañado y jugado con sus sentimientos, y que ese amor tan grande que sentía por YoonGi tenía que dárselo a Agust, porque él estaba haciendo méritos para ocupar ese lugar.

Además, habían quedado en un día muy bonito, puesto que hoy era San Valentín, el día del amor, y la joven, esperaba vivirlo de nuevo, para cerrar para siempre las heridas del pasado, esperaba esta vez que con Agust sí fuera para siempre.

Así que se puso un vestido rojo pasión, como la pasión que esperaba vivir con su más ferviente admirador, de corte asimétrico y largo hasta la rodilla, se calzó sus zapatos de tacón de aguja de doce centímetros negros y se maquilló suavemente. Se abrió con el tapado de piel puesto que el invierno hacía que las noches helaran.

Cuando estuvo lista, bajó abajo donde estaba el chofer, que le tapó sus luceros con una venda del mismo color que la noche y la ayudó a subir a la limusina de princesa, que la llevó a su destino, una paradisiaca playa.

Cuando llegaron, el chico moreno y alto la cogió de la mano ayudándola a bajar, la quitó con cuidado la venda que cubría sus ojos y la miró con una gran sonrisa, desnudándola con la mirada, deslumbrado por la belleza de Natalia.

—Señorita, ya hemos llegado a su destino, disfrute de la estancia en el paraíso y espero que haya disfrutado del viaje —dijo sin dejar de mirar la belleza de la joven.

Natalia abrió y cerró los ojos para acostumbrarse de nuevo a la luz tenue de las farolas, que iluminaban su preciosa cara de porcelana.

Y cuando vio que estaba en Laga, una de sus playas favoritas, una sonrisa amplia y enorme se dibujó en su rostro iluminándolo, era el vivo retrato de la felicidad. No podía ser más feliz ahora mismo, sentía como su corazón latía apresurado y se le iba a salir del pecho de un momento a otro.

— ¡Gracias! —exclamó sonriendo al chico con su dulce sonrisa—. Todo ha sido muy agradable y perfecto —dijo dándole un beso en la mejilla suave, para agradecerle lo bien que la había tratado.

La verdad que el chico había sido muy agradable, haciéndola sentir muy a gusto y cómoda durante todo el viaje.

—No hay de qué, bella, ha sido un placer —dijo devolviéndole el beso, ¡Qué bien olía! Era muy agradable el perfume que soltaba. —El señor Agust, me ha dejado esto para usted, un placer haberla conocido, ¡hasta luego! —Le dio una caja roja de corazones que ponían te amo, y se subió a la limusina marchándose.

Natalia miró la caja con una sonrisa, su San Valentín especial acababa de comenzar, y por fin iba a conocer a Agust.

Abrió la caja con cuidado y sacó el papel que contenía la caja con una sonrisa, qué detallista el chico, ¡qué lindo!.

¡Mi princesa, Natalia! Es un placer para mí disfrutar del primer San Valentín a tu lado y de por fin conocerte en persona después de tantas conversaciones por WhatsApp.
Espero que te guste la sorpresa que te tengo preparada.
¡Feliz San Valentín!
De tu más ferviente admirador, Agust.

Natalia sonrió mientras pensaba que era un bobo, pero un tonto que había recuperado su ilusión en el amor y sus ganas de volver a enamorarse y de ser amada.

Así que se fue para la playa, caminando por la fina arena con cuidado para no caerse, muy ilusionada y con el corazón acelerado, ansiosa por descubrir la sorpresa que le esperaba.

Cuando vio una manta con velas rojas llenas de pétalos y que a su lado había un corazón que ponía, YoonGi & Natalia, feliz San Valentín, te amo, rodeado de velas blancas.

Se llevó las manos a la boca asombrada, mientras sus preciosos ojos cafe se aguaban de la emoción que sentía en este momento, no se podía creer lo que estaban viendo sus luceros, YoonGi, su rubio, era Agust, y le había preparado la sorpresa más bonita que jamás había visto en su vida.

Su corazón se aceleró como nunca, mientras lo buscaba por todos los lados para correr a abrazarlo y no soltarlo nunca más.

Con esta sorpresa y todo lo que había hecho estos meses, la había demostrado que él la amaba como nunca y que ella como una ridícula, había caído en la trampa de Izakun.

¡Qué estúpida había sido!, Como pudo creer en lo que había visto, sin escuchar las explicaciones de su chico.

Una mano posándose en su cintura y agarrándola con fuerza, la sacó de sus
pensamientos y sus llorosos ojos se encontraron con la mirada profunda de él, que tanto de menos había echado.

Ahí estaba YoonGi, su príncipe azul, vestido con un pantalón negro y una camisa blanca, más guapo que nunca, pegándola a su musculado cuerpo una vez más, mientras la miraba con ese amor que solo en sus ojos había visto.

—Natalia, te amo, Izakun nos tendió una trampa, fue ella la que me besó te lo juro — dijo acercándose más a su amada mientras la pegaba más a su fornido pecho.

La había echado de menos en estos seis meses que habían pasado separados, y que se le habían hecho eternos.

Por fin la tenía enfrente de él, mirándole con esa mirada que le daba tanta vida.

YoonGi al día siguiente de la desagradable ruptura y más dispuesto a recuperarla que nunca, fue hablar con las mejores amigas de su novia, Angélica y Adriana, y entre los tres planificaron este romántico plan, que le había traído de vuelta a su gran amor.

—YoonGi, no hace falta que me expliques nada, yo fui una tonta al creerle, pero ahora sé que siempre me has amado y que nunca me has engañado.

—Natalia, tranquila que no pasa nada, ven, tonta olvidemos el pasado y vivamos el presente —dijo mirándola fijamente a sus ojos negros y la abrazó muy fuerte llenándose de ella, aspirando su dulce aroma—. Te quiero, Natalia.

Y así abrazados, vivieron San Valentín nuestros protagonistas, demostrando que su amor era más fuerte que las intrigas que quería levantar su ex.

By SeokJinmyLover3

Mis hermanitas, Atenea se va despidiendo, nos queda el epílogo y un extra.

Gracias por leer. Descansen y coman sano 💜💜💜