Siento ganas de sentarme a escribir...pero no sé qué plasmar.

La falta de inspiración para un escritor es como tener tinta entre las manos: ella te gotea...escurriéndose entre los dedos...y uno no puede hacer nada más que mirar; sin poder dar forma ni siquiera al vacío de ideas en la mente. Sentarse delante de la hoja en blanco, y sentir ese anhelo por dibujar en letras...y nada. Sencillamente no salen más que unas palabras que no hacen honor a lo que la palabra "Escribir" significa, que no es ni la mínima parte de lo que uno quiere transmitir...

Pues el escritor conoce bien la sensación, la electricidad, de cuando la mano se mueve sola, danzando entre tintas y letras. De sentir las caricias de tu musa en la mano, cada vez más posesivas, más hirientes... Y eso lo hace negar, rechazar, ese pobre resultado de querer forzar algo que sencillamente fluye, sencillamente es...y que viene a golpear y a ofuscar los sentidos...

Porque escribir no es solo dibujar letras.

Escribir es amar.

Es dejar al alma mover tu mano.

Es volar sin elevarse un centímetro.

Es abrir tu corazón al papel.

Es mirar con otros ojos, escuchar con otros oídos, degustar con otros labios...