Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ATARAXIA

La serenidad una vez que sus ojos se cerraban, confundía tanto a Yoon Gi que nunca sabía si lo que pasaba era real o no.

Alguien como él, que siempre buscaba un  momento de paz, era el tipo de persona que no se preocupaba mucho por lo que había a su alrededor en cuanto el cuerpo ya no le respondía.

Sereno, tranquilo y silencioso.

Palabras que se repetían en su cabeza, pero que no decía con su boca. No podía hablar, era como si sus labios estuviesen cosidos con un fino hilo de algodón; y aunque esa sensación podía resultar desagradable, a él no le molestaba.

¿Qué hora es aquí?

Esa pregunta nunca iba a tener respuesta. El tiempo se detenía cada vez que sus ojos veían aquel lugar.

Un valle desolado, bajo la luz de pequeñas y miles de estrellas salpicadas en un cielo oscuro y acompañadas por una media luna apenas con una tenue neblina a su alrededor. El cantar de los grillos y el sonido de una leve brisa fresca pasando por su rostro, lo hicieron sonreír.

Aquel lugar parecía sacado de un libro fantástico y, hasta podría decirse, que de uno de terror. Aquella soledad podía resultar inquietante, provocar un estado de depresión tan grande que hasta darían ganas de llorar. Pero para Yoon Gi todo lo que veía, podía definirse con la palabra paz.

He estado muchas veces aquí... ¿Debería creer que esto es sólo un sueño o acaso es mi verdadero hogar?

Sus pies estaban descalzos, mas no sentía frío. Sintió el tacto de aquel césped colarse entre sus dedos, haciéndole un poco de cosquillas..

Caminó simplemente hacia el frente, alejándose del punto principal donde había aparecido. Se le hizo eterno, el camino parecía no tener un fin, y si lo tenía tampoco le importaba no llegar. No era su prioridad, porque no tenia ninguna realmente.

Podía tratarse de un sueño, una fantasía que él mismo generaba en su mente o una alucinación, pero por qué no, también real.

Cuanto más sentía que se alejaba y avanzaba hacia un camino sin fin, una luz se hacía cada vez más intensa, como si una gran farola estuviese allí. Y tras parpadeos, Yoon Gi se vio en la punta de un acantilado. Al otro lado no había nada, sólo una inmensidad de nubes blancas que se movían casi danzantes por el viento. Miró hacia abajo y no logró ver nada, ni rocas, ni agua...

—¿Crees que haya un final bajo esto?

Una voz apacible que desconocía, habló muy cerca de su oído. Giró su cabeza sin sentirse perturbado por ello y miró a aquel chico. Sus grandes ojos negros le recordaban a alguien, quizás lo había visto antes... 

—No lo sé— volvió a mirar hacia abajo—.Y si lo hay no quiero comprobarlo. 

—Bueno, aunque lo hicieras no pasaría nada, Yoon Gi.

Algo sorprendido porque supiera su nombre, el peligris sonrió de lado sin dejar de mirar hacia abajo. Podía ser tan cierto como mentira. Aunque a cualquiera lo que sucedía podía parecerle un sueño, para Yoon Gi todo era muy real, a pesar de aquel paisaje singular nunca antes visto y de la aparición repentina de ese chico.    

—¿Quién eres?—le preguntó sin mirarlo siquiera.

—No lo sé, esto está dentro de tu cabeza, tú me has hecho aparecer aquí.    

Después de eso todo se disolvió.


🌙

Tan temprano y corriendo por los pasillos de la escuela era típico de Jung Kook. El menor del grupo de amigos solía llegar tarde porque en la noche se la pasaba jugando videojuegos online.

Las clases comenazab a las siete, pero el grupo de jóvenes uniformados con suéteres oscuros, se reunía antes para terminar las tareas que no habían hecho en la casa.

—No entiendo esto, es muy complicado— se quejó Tae, mordisqueando el lápiz.

—Si nunca prestas atención, pues es obvio...

Todos rieron divertidos, escondidos en una esquina del aula. El único que hacía su tarea siempre era Nam Joon, pero nunca les prestaba lo hecho para que se copiaran. Otro era Jin; a pesar de ser el más grande, se unía al grupo y trataba de darles una mano. Entretanto Ji Min y Ho Seok hacían de aquellas escenas, su entretenimiento. Y después estaban ellos, Jung Kook y Yoon Gi. Ambos eran los más callados, sobretodo el de cabello gris.

La amistad se suponía que era un sinónimo de confianza para algunos, pero no para él. Hacía tiempo se conocían y a pesar de eso Yoon Gi no podía ser totalmente abierto con lo que le ocurría. Siempre estaba sereno, pero tras esa calma e indiferencia había algo más. Sus gestos eran realmente pobres a la hora de expresarse, y sus palabras mínimas.

Jung Kook sabía que algo estaba mal con él y por eso trataba de acercarse para poder ayudarlo.

En las clases Yoon Gi dormía, en los recreos no hacía más que estar escondido en una esquina, con sus manos en los bolsillos y mirando hacia el suelo.

Los intentos de Jung Kook fueron fallidos. Primero se acercó a su amigo para preguntarle cómo estaba, cosa que lo alejó en un abrir y cerrar de ojos.

—¿Qué le pasa? Él no era así —se preguntó Kook, observándolo caminar hacia casa.

Paso tras paso, Kook logró exitosamente aquel día seguirlo sin que lo notara. En cuanto el chico ingresó a su hogar, la incertidumbre de saber qué era lo que pasaba le ganaba al miedo por ser visto.

Kook nunca antes hizo tal cosa, sabía que Yoon Gi se enojaría mucho con él si se enteraba de que estaba espiándolo. Tuvo todo el cuidado posible y se acercó un poco más a la casa. Era la primera vez que estaba a tan pocos pasos de ingresar, conocería a los padres de su amigo por primera vez, les sonreiría y les preguntaría amablemente si podía pasar, simulando una visita inesperada.

Pero lo único que encontró al entrar a esa casa fue el silencio. Ni siquiera había cerrado la puerta, cualquiera podría haber pasado.

No había nada, nadie, todo estaba muy oscuro. Tenía miedo de seguir avanzando, pero por algún motivo siguió adentrándose en lo desconocido en busca de su amigo.

No tardó en frenarse de golpe cuando sintió un llanto en la sala a la que justamente iba a entrar. Asomó su cabeza por el hueco que la puerta dejaba y allí lo vio. Yoon Gi tenia su cabeza sobre la mesa, estaba llorando bajo la poca luz que entraba debido a las persianas cerradas.

—¿Yoon Gi?

Su voz entró por los oídos del otro, deteniendo el llanto. Elevó su cabeza con rapidez y miró hacia esos grandes ojos negros.

—¿Qué haces aquí...?

—Lo siento, estaba la puerta abierta —dio un paso al frente, agarrando con fuerza la tira de su mochila—¿Qué te pasa?

—Eso no te importa, lárgate...

Esa fue la primera vez que se sintió avergonzado, sólo quería saber cómo estaba, porqué lloraba y porqué todo en esa casa parecía tan triste.

Unos meses después de eso, Jung Kook se enteró que Yoon Gi vivía solo, sus padres lo abandonaron hacía pocos año por un motivo que desconocía. Y más tarde, supo que Yoon Gi sufría depresión a un nivel muy grave.

No se rindió nunca con el hecho de acercarse a él y brindarle lo que necesitara, pero Yoon Gi era bastante terco y no quería nada de él.

—Te dije que me dejaras en paz, no me importa tu preocupación, tú no eres nadie aquí — le dijo con notoria agresividad mientras lo agarraba del cuello de la camisa.

—Soy tu amigo, Yoon Gi —Kook intentó apartarlo haciendo fuerza con sus brazos, los cuales eran más resistentes—. Quiero que estés bien, que vuelvas a reírte de mis estúpidas bromas sin gracia...

Yoon Gi lo soltó de golpe y se alejó sin decir una palabra. Ese día no volvieron a hablar por mucho tiempo, pasaron meses en los que el peligris ni siquiera apareció por clases. Todos se preguntaban que había pasado con él.

Y quien descubrió el qué fue Jung Kook.

🌙

—Yoon Gi, espero que esto te resulte agradable, lo preparé para ti.

Jung Kook dejó un pequeño recipiente con comida dentro, en la mesita al lado de la cama. Se sentó una vez más como otras tantas noches en la silla. Su mirada siempre se perdía en aquel pálido rostro y en aquellos lindos labios que nunca logró besar.

—Afuera hace frío, pero seguro no debes notarlo—sonrió—.Te ves muy tranquilo durmiendo. Bueno... Te has visto así por meses. Extraño ver tu ceño fruncido. ¿Por qué no despiertas un rato y hablamos?

Yoon Gi no podía despertar, no después de haber querido irse. Sin éxito en su propósito, un día lluvioso a mitad de año decidió dejarse caer por el abismo. La depresión lo había estado torturando a tal punto que lo hizo convencerse de que no iba a salir nunca adelante.

Quería ir a algún prado o algo por el estilo antes de irme, sólo para disfrutar un rato la brisa en la noche. Luego fui por un largo camino hasta toparme con el borde de un acantilado. Entonces supe que era mi hora de partir. Pero en vez de sentirme libre, algo dentro de mí dolió, incluso creo que lloré. Que estúpido fui.

Ya son las nueve de la noche—Jung Kook miró el reloj y suspiró —.Hoy hace tres meses estás en esa cama, y hace tres mese que yo vengo a verte esperando que despiertes... Sólo espero que estés soñando cosas lindas.

No sé si sean lindas, pero me siento muy tranquilo, en realidad no quiero irme de aquí, es mucho mejor que despertar y sentir dolor de nuevo. Pero tú no lo entiendes. Tú eres un niño feliz, yo no. Quizás no me arrepienta de haber rechazado tu ayuda, o quien sabe... No debiste preocuparte por mí, Jung Kook.

Quiero quedarme por siempre en este lugar.

¿Por qué no vienes?

El viento de afuera movió las cortinas de la sala del hospital, haciendo ondas. Jung Kook se levantó para cerrarla y luego volvió a sentarse, pero esta vez en el borde de la cama.

—No sé por qué ahora voy a hacer esto, pero supongo que algo me dice que despertarás y me golpearás muy fuerte—tomó la mano del otro y la cerró entre las suyas—.Voy a admitir que me dabas miedo, cuando te conocí me mirabas muy mal, como si quisieras matarme. Pero después me di cuenta de que había algo distinto, tanto que me enamoré como un bobo y nunca te lo dije. Yo... Quiero que despiertes y que estés conmigo, Yoon Gi, por favor.

Los ojos de Jung Kook se llenaron de lágrimas de repente. Apretó la mano de Yoon Gi con suavidad y la besó.

¿Así que amor? Eso es algo que nunca entendí.

Tus manos están calientes, me resulta agradable. Es tan agradable que quiero recordarlo por siempre, pero no sé qué pasará si me voy ahora. Puede que olvide todo, hasta quien soy, quien eres y lo que acabas de decirme.

Debería sentirme mal por no abrir los ojos y decirte que eres un tonto muy hermoso, que tienes una sonrisa radiante y demás, pero mi cuerpo está cansado, Kook. Siempre lo estuvo, y mi mente sólo quiere ser feliz en un lugar dentro de mí imaginación.

Yoon Gi, mírame...

Jung Kook, lo siento, creo que es la hora. Me gustaría decirte lo lindo que eres, pero no puedes escuchar mi voz. Aunque supongo que deberías saber que nunca te odié, ya sabes... Soy un terco y malhumorado.

Ve a casa, por favor, levantate mañana y sonríe por mí.

Adiós.

Jung Kook mordió su labio con fuerza. Su corazón se paró de inmediato cuando se dio cuenta de lo que pasaba. Se levantó desesperado para llamar a las enfermeras o algún doctor. Les rogó que lo despertaran, pero era tarde.

Yoon Gi decidió irse a su mundo de paz y serenidad para así nunca volver, esperando que algún día Jung Kook se uniera a su lado.

🌙

Fin

Muchas gracias por leer 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro