nuevas experiencias 1/2
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🔸️Hangar 🔸️
Tenia que reconocerlo, desde que G. S. llegó a ayudarlo la carga había disminuido considerablemente, lo que significaba que podía entregar el trabajo antes de tiempo y de esa forma poder tomar un descanso. Ambos terminaban de reparar un motor [A-127], gracias a las enseñanzas del tricolor el guardia sabia específicamente que tenia que hacer para reparar el desperfecto, así que con lo aprendió logro ir a los depósitos para seleccionar lo que necesitaba, pero debido de que aún le faltaba esa pericia de lograr identificar cosas servibles de las inservibles, así que, para salir de dudas era mejor que se las llevara al tricolor para que analizara las piezas y diera su consentimiento para usarlas o no, un trabajo que requería de no solo fuerza física sino también de creatividad e inteligencia, -Eso hacen en su región, milagros - Comento el guardia, llevando el pesado motor, con gran facilidad.
Luego de unas horas México logró terminar parte del trabajo, así que con mucho cansancio y pesadez decidió tomar asiento y descansar su cuerpo fatigado luego de estar así por más de 24 horas, aun así eso no detenía al Mexicano, estaba cansado pero no agotado, con ligero reojo miró a Guardia Soviética que seguía trabajando en silencio en una de las esquinas del hangar, con aceite y polvo en todo su cuerpo, decidió quitarse su camisa dejando ver su fornido cuerpo que no pudo ignorar el tricolor, el dorso dejaba ver su fuerte abdomen con una pequeña cicatriz resultado de un conflicto con URSS, es ves México decidió curarlo para ayudarlo, continuó recorriendo su cuerpo defendiéndose en los firmes pectorales en cuyo centro tenían un pequeño tatuaje del soviético.
Si antes se veía sexy con el uniforme, ahora sin el se veía tan ardiente, esos eran los pensamientos de México que no lograba quitar esas imágenes del cuerpo del guardia sus músculos y sus ojos color rojo, al menos eso era lo único que podía sentir por el ya que de todo lo demás era un verdadero narcisista y egocéntrico, lo que de increíblemente sigue sin poder creer como las mujeres se enamoraban rápidamente de el, de lo poco que el tricolor había escuchado es que el guardia es galante, guapo y amable. Eso conmocionó a México que a lo largo de las horas habían logrado establecer una extraña amistad que ni siquiera merece ser llamada amistad sino más bien ausente o efímera amistad, sabiendo que lo único que los unía era URSS.
- ¡Haaa! ¡Maldición!, ¡Maldito pedazo de cacharro!.-
grito el guardia al ser quemado por uno de los motores, esto le causó gracia al tricolor que se acerco para ver su herida, esto molesto al menor, nunca le gusto que la gente se riera de el, a punto estaba de reclamarle, pero notó que México le estaba poniendo un pequeño algodón para alivianar su ardor.
- Wey sabes que tienes que usar los pinches guantes para este pedo, de que te sirven los músculos si no ocupas el pinche cerebro *riéndose* -
El guardia frunció el ceño ante las burlas del tricolor quien solo sonrió ante la molestia del guardia, fue en ese momento donde notó que México tenía grandes ojeras en su rostro que opacaban sus cristalinos ojos, una sensación de angustia invadió al guardia que aunque no le agradaba, tenía que reconocer la gran resistencia de casi 36 horas despierto del Mexicano.
- E visto que usted toma los motores sin guantes y quise intentarlo, (tomando el algodón que le dio México) porque no va a dormir señor México, yo puedo vigilar aquí -
Comento el guardia cargando una caja de herramientas, sintiéndose confiado, sin embargo el tricolor dijo que no lo haría ya que el hangar estaba a su cargo y no debía dejar su trabajo de lado.
- Además wey creo que me vas a necesitar por si algo pasa, lo mejor será que siga trabajando un poco más no quiero dejarte con toda la chamba pa ti solito -
- Insinúa que yo no puedo hacerme cargo, para su información fui entrenado con los mejores militares en todas las ramas de combate y estrategia, me sumergí en las aguas más heladas del... -
- Simón, Simón navegante por lo madres esas y derrotaste al pendejo fulanito tal y chingadera y media - Comento México en tono sarcástico debido al enaltecimiento de los logros de del Guardia.
- ¡Bien suficiente! ya me arte - El guardia tomo la mano al tricolor para obligarlo a sentarse en una de las sillas del lugar quedando este sobre el pecho del Guardia quien sonrió triunfante al tener al mayor hecho bolita en su pecho como un niño. Este acto avergüenzo al Mexicano que trató de zafarse del agarre del joven, pero esto era inútil debido a su falta de sueño y el no comer muy bien esta falto de energía, así que por el momento esta a la merced del guardia, era importante decir que México también era terco y orgulloso al no reconocer que necesitaba descansar, además de que aún no confiaba en el Guardia.
- Ahora que ya no puedes moverte te pido que duermas de una maldita vez señor México, no me haga hacerlo dormir de otro modo -
- Pinche morro me agarraste desprevenido, ya te dije que no voy a dormirme y menos de esta manera acostado en tu pinche pecho, además que pasa si viene alguien o nos atacan o.... so... solo serán 10 minutos -
El guardia silencio al Azteca atrayéndolo más a su cuerpo que convenientemente era cómodo, no sabia si era porque el joven así lo era o solo el hecho de que casi cumpliría 48 horas sin dormir, así que esa oportunidad era conveniente. Inconscientemente México empezó a cerrar los ojos, poco a poco perdiendo el consciente y callando en el mundo del subconsciente abrasando un pesado y satisfactorio sueño escuchando solo unas palabras.
- Solo por hoy déjame ser tu guardia -
Flashback 3/3
La luz del sol tocaba las brillantes ventanas de la habitación derritiendo lentamente la blanca escarcha que había en su margen, permitiendo ver una habitación en donde yacía un contry junto a tres niños que se refugiaban en su cuerpo. Viendo como el sol derretía la nieve matutina, contemplo su mano que tenía un poco de agua debido a la nieve derretida de la ventana, Rusia dejó de contemplar su mano y miro a México quien seguía dormido plácidamente con un poco de saliva que escurría de una leve sonrisa, su hermano Bielorrusia dormía como una roca, con cuidado se acercó a su pecho para escuchar sus pulmones que afortunadamente ya respiraba con normalidad.
Rusia sonrió al ver esa escena, la linda cara del tricolor lo atraía mucho esos bellos y vivos colores, esa tierna águila en su centro y ese delicioso olor a chocolate, pero un chocolate diferente no como los de Suiza, ese olor era más puro y dulce. Atraído por el olor Rusia fue acercándose a la cara del mayor con mucho nerviosismo pudo sentir más de cerca su respiración y el aroma que desprendía su piel, el menor no pudo evitar la tentación de sacar su lengua para que con mucho sonrojo la rosara en la suave piel del Azteca, logrando probarlo, pero un ruido fuera de la habitación lo hizo reaccionar y alejarse de México. Molesto se dirigió con suaves pasos a la puerta para no despertar a sus hermanos y a México con molestia abrió la puerta y notó al joven guardia sentado fuera de la a habitación, frustrado por ver de quién se trataba cerró la puerta atrás de el para finalmente confrontar directamente al guardia que yacía dormido en el piso.
- Despierta maldito idiota -
pronuncio el menor pateando el cuerpo del guardia el cual saltó del susto al sentir el golpe, al mismo tiempo desenfundó un cuchillo táctico que apuntaba directamente al cuello de Rusia, pero fue detenido rápidamente por este.
- Pretendes matar a tu ex-protegido, creí haberte dicho que te alejaras de mí y mis hermanos -
Guardando el cuchillo al ver de quién se trataba.
- Joven amo Rusia p-perdón yo, es solo, espere ¿ex-protegido?, alejarme de usted, pe-pero quien lo protegerá -
- Créeme estaré mejor con alguien que no seas tu, ahora vete de aquí no te quiero cerca de esta casa, es una orden, ya me a torturado mi padre lo suficiente -
El Guardia no podía creer lo que escuchaba, su joven amo ya no quería sus servicios, el cuales hacía con todo su corazón y voluntad para proteger al próximo heredero de la nación quien uniría corazones y llenaría de orgullo a la población, pero el ya no tenia cupo en ese sueño. El mayor quedó en Shock, con desesperación buscó en la mirada del eslavo alguna pizca de compasión, pero, en su lugar solo encontró ira y rencor, esos sentimientos eran lo que más lo destrozaban, desearía regresar el tiempo atrás para poder arreglar su error pero eso era imposible lo hecho estaba hecho. Los ojos del guardia comenzaron a humedecerse, deseaba decir algo más, sin embargo en esta ocasión ni siquiera podría mencionar a su líder URSS debido al enojo que el infante le tenia a su padre.
- No lo diré otra vez, lárgate de aquí o mandaré a azotarte, mis hermanos y el señor México están durmiendo y no quiero despertarlos -
- ¡México! ese inútil ¿está aquí?... -
Un golpe en seco silencio el pasillo en el que se encontraban dejando ver como el guardia caía de espaldas haciéndolo llevar su mano a su pierna que dejaba ver un gran hinchazón. Rusia le había atinado un puñetazo.
- Jamás (tomando al guardia por la camisa) vuelvas a insultar al señor México enfrente de mi, ¿te quedo claro?, mi padre no está aquí así que será sabio de tu parte obedecerme. -
Luego de pronunciar una serie de amenazas Rusia soltó el cuello del guardia y regreso a la habitación pero antes de hacerlo notó que la sirvienta lo estaba viendo, con voz firme pero serena le pidió a la joven que se acercara, esta lo hizo con mucha timidez pensando que recibiría una amenaza de esa manera, pero no fue así, sino al contrario, el menor amablemente le pidió de favor que hiciera el desayuno para sus hermanos y México. La joven sonrió aliviada por la petición y con un gesto de tranquilidad inclinó la cabeza y se dirigió a la cocina para preparar la orden de Rusia, una vez terminada la plática regreso a la habitación cerrando la puerta dejando al guardia adolorido atrás..
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Luego de varios minutos la chica regresó a la habitación y la abrió con cuidado para no despertar a los jóvenes niños, por fortuna Rusia estaba cerca mirando detenidamente al Azteca que al ver la presencia de la chica se alejó de el.
- Joven amo Rusia, me temo que.... -
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(Despertando) - ¡Emmm!, que chingados, ahí virgencita que pedo me quede dormido. -
- Buenos días Señor México, hora de levantarse tenemos que ir a desayunar, hoy nos espera un día muy agitado (emocionado) -
- Este, gracias chamaco, pero.. -
Alarmado México salto de la cama de golpe buscando a Bielorrusia, este acto provoca que despertaran Kazajistán y Ucrania que estaban dormidos cerca del tricolor, finalmente el menor de los hermanos se despertó en el costado del mayor, adolorido pero con un mejor semblante.
Todos se alegraron al ver que se había despertado, todos lo abrazaron, se sentían aliviados al ver que su hermanito estaba mejor y aunque quedó con unas cuantas heridas fue un precio bajo a pagar, al ver por todo lo que había pasado, Rusia le explicó todo lo que sucedió después de que el militar lo dejara inconsciente, como el hecho de que casi perdió la vida y de como México evitó que eso pasara reclamando los derechos de los menores y que esa sería la razón de que estarían bajo el cuidado de México hasta que su padre regresara. Luego de poner a Bielorrusia al tanto de todo, este miro al tricolor e instintivamente este se pegó a su cuerpo, sorprendiendo al mayor que pudo escuchar pequeños sollozos que se ocultaban en el cuerpo de México, este lo abrazo para hacerle saber que no estaba solo. El abrazo duro unos minutos hasta que la sirvienta volvió a hablar, nerviosa y asustada comento que no pudo llevar acabó la orden de Rusia, debido a que el cocinero y el personal de la cocina abandonaron sus obligaciones, esto sorprendió a los eslavos, cuestionado el porqué abandonarían sus puestos, la verdad resultaría peor de lo que hubieran creído.
Al parecer URSS solicitó más soldados de diversas regiones y divisiones entre ellos un poco más de la mitad del personal que custodiaba el palacio rojo, Rusia preguntó del porqué se tomaron las medidas de desproteger su hogar, quedarían expuestos a diversos enemigos como el Imperio Japonés o la Italia fascista, incluso Rusia y Kazajistán dudaban sobre el acuerdo de paz de la Alemania Nazi. Ucrania se preguntó del porqué su padre no les informó antes, la chica también mencionó que los recursos habían disminuido debido a las mismas órdenes.
- La guerra se intensifica - Menciono el menor de los hermanos que caminaba con dificultad hacia México.
El silencio reino en la habitación tras los dichos por la chica, México no esperaba oír eso, llevo sus a su cabeza tratando de pensar en algo, Kazajistán y Bielorrusia voltearon a ver a Rusia esperando una buena respuesta.
- Y bien, ¿que hacemos Rusia? parece que tu eres el líder ahora, espero que estés a la altura para solucionar este problema ahora que no hay recursos y estamos desprotegidos - Exigió Ucrania con recelo, cada vez que salía su padre, Rusia era el que se quedaba a cargo, siempre que sucedía algo el se encargaba de arreglarlo, pero en esta ocasión solo se quedó helado ante las preguntas, era la primera vez que le tocó vivir una situación como esa.
- Calmantes montés pájaros cantantes chamacos, aquí nadie se va a comer a nadie (pensando) disculpe señorita (tomando su mano) sabe si por aquí hay algún rio -
- *Sonrojada* s-si esta el río donde sacamos agua para nuestras actividades. -
- Que chido gracias señorita, no se preocupen niños, se que tenemos muchas cosas en que pensar pero no podemos hacerlo con la pancita bacía- México dijo que saldría del palacio unos momentos y pidió a los niños quedarse en la cocina, pero estos dijeron que querían ir con el, así que no teniendo más opción tubo llevárselos, la chica también quería ir, pero.....
- Creo que tu tienes cosas que hacer en la cocina, ¿Verdad? - dijo Ucrania mirando seriamente a la chica, que no quitaba la vista del tricolor. Con tristeza la chica retrocedió para acabar las exigencias.
México se dirigió al río con felicidad mientras veía a los niños corriendo atrás de el, al llegar tomó un palo de un árbol cercano saco su cuchillo y comenzó a afilar la punta. Una vez terminado fue al río y entré en sus frías aguas.
- ¡Haaa! Chingada madre está bien fría.... *temblando* - México se puso azul al sentir el agua fría en sus pies, pero eso no fue impedimento para que lograra atrapar varios peces. Los niños se quedaron boquiabiertos al ver la rapidez en la que lo hizo el tricolor. Una vez cumplido el cometido regresaron a casa, en donde los estaba esperando la chica, Kazajistán reclamo al tricolor de que el no comería pescado crudo, tenían hambre pero no estaban tan desesperados. - Talvez así lo coman de donde tu vienes pero nosotros no - dijo Kazajistán bajando a Bielorrusia de sus espalda ya que no podía caminar bien aún.
- No, morro como cres que vamos a comer el pescado crudo, mocoso menso - México le pidió un poco de agua a la chica y esta se la trajo con mucho gusto, con esa agua comenzó a lavar los peces a su vez que con un cuchillo los desollaba para retirar el exceso de escamas.
Los niños prestaban mucha atención a lo que hacia el mayor, era nuevo para ellos ver como se preparaban los alimento, esto posiblemente se deba a que URSS se concentraba más en entrenarlos que enseñarles esos pequeños detalles que el consideraban inútiles. Una vez que se retirarán todas las escamas, era hora de ponerlos a marinar, México colocó los peces en un caso donde agregó un poco de lecho y diversas especias.
- No somos vacas para comer yerbas - Reclamo Kazajistán al ver como México tomaba diversas hojas de algunas masetas y las olía para después lavarlas y echarlas al caso con los peces. Sin embargo México no dijo nada y continuó cocinado ignorando al menor, quien solo hizo un puchero de enojo, a su vez que sus tres hermanos se reían un poco de él.
- En lo que agarra sabor, debo ir por mi mochila por algunas cosas -
- ¡Yo se la traigo señor México! - Dijo Rusia corriendo a la salida, rumbo a los cuarteles, tenia entendido que el Latino se habitaba en un cuartel que estaba casi vacío, el pequeño buscó hasta que finalmente dio con el correcto, entró al cuartel pensando que no había nadie, o eso creía hasta que escuchó que alguien estaba hablando, movió las cortinas y pudo ver que se trataba de Guardia Soviético haciendo ejercicio.
- ¡Si bienes a reclamarme algo de lo que pasó, pierdes tu tiempo el joven amo ya se te adelantó estúpido tercermundista! - Dijo Guardia Soviética sin volteara a ver de quién se trataba.
- A quien le dices tercermundista -
Esa voz congeló la sangre del guardia inmovilizándolo y haciéndolo sudar a su vez que su corazón latía con desesperación y miedo.
Este Flashback continuará....
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Si lo se mis lectores es un Flashback largo, ¿verdad?😊
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