Por fin era viernes y la escuela había terminado. Seungmin salió corriendo de su salón pero antes de salir de la escuela fue detenido por sus amigos.

—¿A dónde vas Min? — pregunto Hyunjin.

—A casa, mi prima vino y hace mucho no la veo. — respondió. — ¡Nos vemos en la reunión! — grito antes de marcharse.

Subió al autobús pues ese día su padre no pudo ir por él a la escuela. El camino a casa se le hizo eterno pero luego de unos largos minutos llegó a su hogar.

Entro emocionado a casa y lo primero que vio fue la imagen de Tzuyu y Jennie hablando animadamente.

—¡Jennie! — exclamo para llamar la atención de su prima.

La joven sonrió y abrió sus brazos para recibirlo con un cálido abrazo, y por supuesto Seungmin no tardó en acercarse a ella y abrazarla.

—Te extrañe mucho, pequeñín. — dijo apretando un poco más el abrazo. — Aunque ya no eres tan pequeño. — sonrío al notar que el menor era unos pocos centímetros más alto que ella.

—Tengo tanto que contarte. — habla Seungmin.

—Entonces vamos a tu habitación y me cuentas todo lo que ha pasado durante todo este tiempo.

—¿Y yo que? — pregunta Tzuyu fingiendo tristeza.

—Tu ya sabes todo. — responde Seungmin.

—Cierto, entonces terminaré de ayudar en la cocina. — la más alta desapareció segundos después por el pasillo.

Seungmin se encargó de poner al tanto a su prima sobre todo lo que había pasado y claramente incluyendo a Hyunjin en todo eso.

—Bueno, si te hace algo ten por seguro que se las verá conmigo. — bromeo la chica.

—Lo se, y no eres la única que me lo ha dicho.

—¿Hablas de Tzuyu? — pregunta y el menor asiente. — Es linda. Me agrada.

—Sabia que lo haría, ustedes tienen mucho en común.

—Lo note mientras hablábamos antes de que llegaras. Por cierto, mañana habrá una reunión, ¿no?

—Si, será por la alianza entre la empresa de mis padres y lo de los padres de Hyunjin.

—El destino los quiere juntos.

—No digas tonterías.

—¿Por qué? No sabes las cosas que pueden pasar. — dice Jennie.

—Exacto, y por eso no se si entre nosotros puede pasar algo y si ese algo durará. — responde Seungmin.

Si se ponía a pensar, por mucho que se gustaran no se amaban, al menos no todavía. Aún eran muy jóvenes para comprender esas cosas, así que no se arriesgaría a soñar con un futuro en el que ambos estuviesen juntos, y menos con la clase de padres que Hyunjin tenía. Eso último lo hacía pensar en otra cosa ¿por qué los padres, algunas ocasiones, en vez de ayudar a sus hijos los lastimas más?

—¡Oye! — exclama Jennie pasando una mano frente a la cara de su primo. —¿Te fuiste a otra dimensión o algo así?

—No, solo pensaba.

—¿En...?

—Nada importante.

☆

Toda la casa de los Hwang era un caos. Había personal moviéndose por todas partes para organizar hasta lo más mínimo y que todo saliera bien.

Para Hyunjin eso era una tontería, no había razón para festejar un estúpido trato.

—Hyunjin, cariño, quítate de ahí, van a poner un adorno en es lugar. — le ordeno su mamá.

El menor rodó los ojos y regresó a su habitación, al menos ahí no dejaría entrar a nadie.

Se tiró en su cama y recordó un sueño en el que Seungmin y él salían a una cita y se volvían a besar. Eso lo hizo sonreír involuntariamente, aunque también lo hizo reaccionar en que probablemente Seungmin si entraría a su habitación durante la reunión. De un golpe se levantó de la cama y comenzó a ordenar toda su habitación.

Yeji apareció justo en ese momento e hizo una mueca de confusión.

—¿Qué haces? — pregunto.

—Jugando "Halo" ¿no ves? — le respondió sarcásticamente mientras tomaba la ropa regada que había por toda la habitación.

—Tonto. — bufo Yeji. — Pero en serio ¿por qué limpias tu habitación? nunca lo haces.

—Es que mañana hay reunión. — responde aún ordenando todo.

—Pero nadie entrará a tu cuar- ¡Espera! ¿Planeas meter a Seungmin aquí?

—No... Bueno solo si el quiere.

—¿Y que van a hacer? — pregunta nerviosa.

—Nada malo. — contesta serio. — ¿Qué clase de persona crees que soy?

—Por eso mismo lo digo.

—¡Ya vete de aquí! — exclama molesto lanzando un calcetín sucio a Yeji para ahuyentarla.

—¡Qué asco! — grita la niña antes de huir.

Hyunjin ahora quería que todo luciera impecable para poder recibir correctamente a Seungmin en su casa al día siguiente. Tal vez ya no era una simple reunión como el pensaba.

☆

El sábado por la mañana, los Kim se encontraban desayunando animadamente.

—¿Cómo fue tu viaje, querida? — pregunta Wonpil a su sobrina.

—Estuvo bien. Gracias por recibirme, extrañaba verlos a los tres. — para Jennie, Nayeon y Wonpil siempre fueron como sus segundos padres.

—¿Te parece venir con nosotros a una pequeña fiesta en la casa de unos socios? Será en la tarde. — pregunta el hombre.

—Supongo que esta bien. — responde sonriente. — Conoceré al famoso Hyunjin y a los nuevos amigos de Seungmin.

—¿Hyunjin es famoso? — pregunta Wonpil confundido.

—No pa, no es nada. — responde Seungmin nerviso.

—¿Tu papá no sabe? — pregunta Jennie al oído de Seungmin.

—No. — responde en un susurro.

—¿Por? El no es homofóbico o algo así, ¿verdad?

—No, pero no quiero que ni el ni mi madre sepan de eso todavía.

—¿Por qué?

—Luego te explico.

—¿De que hablan ustedes dos? — pregunta Neyeon.

—De nada. — responden al unísono separándose.

Ambos compartieron sonrisas cómplices y siguieron con su desayuno.