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Capitulo 20: Cuando la nieve cae...

- Yuki…

- ¿Por qué me llamas así? Demonios, mírate! Me miras de una forma muy extraña Fuuze.

- Lo sé -- dijo saliendo del cuarto --  Sígueme, necesitamos un lugar donde podamos hablar.

Las dos chicas caminaron un largo pasillo hasta encontrarse en una especie de terraza que dejaba ver perfectamente la visión de la cuidad, pues el cometa se encontraba prácticamente flotando sobre Tokio. La vista era bella pero ninguna de las dos la admiraba, la noche estrellada era acogedora y tranquila, el viento más bien se había convertido en una brisa sutil y silenciosa, de la misma manera en que se encontraba la mayor de las hermanas…

- Hace unos momentos dijiste que viste algo.

- Así es, vi a cuatro personas, casualmente eran dos hombres y dos mujeres. Yo era una de ellas -- su voz era suave pero tenía cierta frustración en sus palabras -- Sin embargo, era diferente porque...

- Porque tenías cabellos más claros, casi rubios... como los míos -- terminó de decir con algo de enojo.

- Pero entonces…!

- Lo sé, Fuuze. Esas visiones, ilusiones, recuerdos o lo que sean son reales --  hizo una pausa y se recargó en una columna dándole la espalda a su hermana -- pero no comprendo por qué las pudimos ver, ni por qué sucedieron… pero sobretodo ¿qué fue lo que hizo que cambiáramos todos? No había sentido nostalgia sobre estas cosas hasta ahora que tú me las dices. Al principio me eran indiferentes, pero ahora sé que si fueron reales y me hace entender que…

La joven no siguió y Fuuze notó como apretó sus puños con fuerza.

- ¿Entender qué?

- Que estamos muertos… y la vida que tenemos se la debemos a la persona que se encuentra detrás del velo.

- Eso tiene mucho sentido… aunque por lo que vi, todo lo que vivimos vale la pena ser recordado, tal vez si lo hubiéramos recordado desde un principio toda esta riña hubiese acabado antes, sin dolor ni frustración.

- En ese tiempo, en ese lugar éramos felices y nada nos hacía falta -- comentó distraídamente -- en ese tiempo ustedes eran mi familia y lo único que me importaba… -- reaccionó y miró a su hermana --  ahora lo único que me importa es destrozar a Healer con este poder.

- Ahora que lo mencionas… de alguna forma también creo que estábamos predestinados a tener estos poderes…

- ¿A qué te refieres? -- Era el turno de Yukiboru de sentirse confundida.

- El significado de nuestros nombres indica que cada uno tenía cierta tendencia hacia un elemento de la naturaleza… Además, como bien sabes, existen guardianes en cada planeta…

- En ese caso ese par nos dará respuesta -- dijo la joven volteando a encarar a Fuuze -- Por algo fueron a pelear con Sailor Moon.

- Lo sé -- dijo algo decepcionada -- Pero no creo que acabar con ella sea la solución, por algo no recordamos nada y si ella nos recordó el pasado es porque algo o alguien nos había hecho olvidarlo por completo.

- Si lo que dices es cierto, hermana… Sailor Moon sería la clave para entendernos.

- Así es, lo mejor sería capturarla y valernos de su poder para recordar, sólo así lograremos nuestra independencia.

Serena bajó las escaleras tomando de la mano a Seiya con algo de nerviosismo, pero sabía que la mejor forma de afrontar todo, era que todos supieran de su relación y sus sentimientos, al menos deberían saberlo antes de la otra noticia… y es que hasta la fecha ninguno sabía como anunciar que estaban esperando un hijo…

Él por su parte disimulaba muy bien su nerviosismo para darle confianza y seguridad a Serena, sabía que tendrían que dar muchas explicaciones, empezando por no haber regresado en toda la noche sin avisar ni dar paradero, pero sabía que al final todo debía de aclararse. Hasta la noticia de un bebé… un bebé! Seguramente varias personas correrían a estrujar su cuello ante la noticia y tragó saliva imaginando una escena difícil.

Pero no era tiempo para dudas… ambos lo harían antes de que fuera demasiado tarde…

…Pero jamás se imaginaron que las explicaciones tendrían que darse mucho antes de lo previsto... porque Darien y Michiru se encontraban enfrente de ellos con una mirada llena de asombro y coraje al mirarlos.

- Chicos… -- Serena automáticamente apretó su mano con la de Seiya y avanzó decididamente hasta encararlos.

- Vaya, vaya, Serena, sí que nos has dado un buen susto -- anunció la hermosa joven mientras les indicaban que subieran al auto.

- Espera, Michiru -- dijo temblando -- Primero tenemos que decirles algo…

- ¿Qué? ¿Qué ahora estás con él? -- preguntó secamente Darien

- No… -- Serena dudó en decirles lo que ocurría pero terminó por contradecirse -- Sí.

- Bien, eso es obvio, pequeña -- dijo Michiru con suavidad -- Por favor entren, tenemos que vernos con todos.

Ante la idea Serena comenzó a sudar frío, estaba segura de que todos le harían preguntas y miradas desaprobatorias pero eso era lo que menos le importaba, lo que realmente sentía era el hecho de ver a todos y no tener la decencia de decirles la verdad que la había atormentado el día anterior, siendo así una mala amiga… pero por otra parte, decírselo a Haruka le causaba tales nauseas que su semblante palideció rápidamente.

- ¿Te encuentras bien, Serena?

- Sí, Darien, gracias -- pero su voz delataba que la chica estaba en un pánico escénico tan grande que no podía esconder el miedo dentro de su mirada.

- No me engañas -- dijo nuevamente la mujer -- De acuerdo, si no me lo quieres decir aquí, dímelo en el coche así nadie nos interrumpirá, ahora por favor súbanse.

Serena y Seiya se miraron, vieron a Michiru, quien siempre había demostrado ser una persona muy delicada que sabía exactamente qué decir, en dónde y a quién, lo que desarrolló una idea en su mente.

- Pero antes… -- dijo Serena nerviosa --  prométeme algo.

- Lo prometo.

- Esto es muy serio, Michiru, por favor júramelo.

- Lo juro, lo prometo.

- Tengo una noticia que darte y me gustaría me ayudaras al momento de decírselo a Haruka -- hizo una pausa entendiendo que ella asentía --  Entremos al auto.

Setsuna logró abrir la puerta sintiéndose exhausta, aún seguía prácticamente cargando a Hotaru, pues la rodeaba por la cintura y permitía que la pequeña recargara su peso en ella… Entraron a su casa notando que no había nadie, Hotaru quedó rendida sobre uno de los sillones mientras Setsuna caminaba hacia la cocina.

Una vez ahí tomó agua y comió unos chocolates que seguramente Michiru le habría comprado a Haruka, sintiéndose ligeramente mejor se dirigió hasta Hotaru y la ayudó a comer unos cuantos y beber algo de leche.

- Vamos… te hará sentir mejor.

Con un gran esfuerzo, comenzó a comerlos y al cabo de un rato volvió a quedar dormida. Setsuna no tardó mucho en quedar totalmente dormida a su lado.

Era el turno de Michiru para manejar, ella y Darien se habían turnado para evitar el cansancio y ahora ella estaba relatando la historia…

- Entonces fue que Darien llegó a la casa y Lita y yo lo acompañamos. Pero como era tan tarde, fuimos a dejarla a su casa y Darien y yo seguimos buscándote. Haruka probablemente lo siga haciendo, ya sabes cómo es… Fue una suerte que hayamos pasado por aquí cuando te vimos….

- De cualquier manera, nosotros estábamos a punto de buscarlos.

- Digas lo que digas, no cambia el hecho de que te fuiste -- dijo secamente Darien --- nos preocupaste y…

- Ella y yo necesitábamos hablar un par de cosas -- dijo Seiya serio callando por completo a Darien -- Cosas importantes que enseguida les diremos, es un asunto demasiado delicado y necesitábamos platicarlo antes.

- Sigo sin escucharlo -- dijo Michiru al volante -- ¿qué esperan?

- Michiru… será mejor que te estaciones… -- sugirió Serena y una vez que estuvieron estacionados continuó -- como bien saben… Seiya y yo nos conocimos cuando tú te fuiste a Estados Unidos -- dijo mirando a Darien -- En ese entonces no pensaba en él como lo hago ahora por el simple hecho de esperarte y cumplir nuestro destino. Después de la pelea supe que jamás alguien me había hecho sentir tan importante como Seiya pero jamás lo dije, hasta que pasó el tiempo y la relación que tenía se volvió monótona -- Serena dudó en continuar esto era demasiado difícil.

- No dudes en decir las cosas -- dijo Michiru -- sabes que te entenderemos.

- Eso esperó -- murmuró Seiya

- …entonces fue que todo cambió. Comencé a pensar en Seiya e incluso desear que regresara… y fue que regresó -- Darien la miró asombrada hasta ahora no lo había sabido -- Y cuando lo hizo, todos me dieron la espalda e incluso pedían que se fuera… pero yo no quería… y aunque se fue, seguí pensando en él pero de una forma diferente, lo extrañaba… además en ese tiempo fue que te intoxiqué y me tiraste al río -- dijo algo sarcástica.

- Lo recuerdo… -- Ahora era Seiya quien no sabía eso…

- Por eso fui con él, se lo dije a Luna, ya no me importaba si me regañaban o lo que hicieran, simplemente quería ir con él y fue así que llegué a Kinmoku con el cristal de plata. Definitivamente me sentía perdida en la Tierra… mamá lo notaba pero no podía decirle la verdad, no lo entendería al menos no lo creería de un momento a otro… -- hizo un pausa y tomó la mano de Seiya -- Ahí fue cuando decidí por mí misma hacer lo que yo quisiera y efectivamente me sentí feliz estando allá, pero no pasó mucho tiempo para que me persiguieran y me encontraran.

Michiru bajó la cabeza, de alguna forma la había entendido porque ella hubiera hecho lo mismo por Haruka… sin embargo volvió a mirar a Serena con una sonrisa comprensiva.

- ¿Fue cuando te encontramos con él?

- Así es -- dijo Serena recordando el día en que Haruka y Seiya comenzaron a pelear por haber visto a Serena salir del cuarto de Seiya… -- Como saben, llegó un enemigo y comenzamos a luchar contra él, así como Darien y yo decidimos terminar por lo sano… antes de que vinieran las complicaciones… Él deseaba tener algo más de libertad o de decisión y yo comenzaba a desear estar con Seiya…

- ¿Entonces desde ese entonces fue que ustedes…? -- Darien no terminó la frase, no era necesario mencionarlo, era obvio que se refería al inicio de su relación…

- Ciertamente -- dijo Seiya mirándolo a los ojos.

- Aunque obviamente no tuvimos tiempo de platicarlo correctamente, con ustedes, el enemigo y estando en Kinmoku, las cosas sólo se complicaron más.

- Ya veo -- dijo Michiru -- ¿Entonces de qué estaban hablando ahora?

- Esa es la parte complicada -- dijo Seiya -- Ayer por la mañana lo noté pero no sabía de qué se trataba hasta en la tarde que…

- ¿Qué? -- preguntó curioso Darien

- Yo lo contaré -- dijo Serena -- Ayer por la mañana tuve un ligero mareo y pensé que la comida que me había preparado me había hecho daño, pero no fue así, porque después de haber estado con ustedes, Seiya y yo íbamos caminando y perdí el equilibrio, casi me desmayo pero Seiya me ayudó y me pidió que fuera al médico.

- Eso debió ser difícil -- comentó Michiru… recordando el miedo de Serena por las inyecciones. Darien por el contrario comenzaba a apretar los puños.

- En realidad no -- dijo Serena pensativa -- Pero cuando fuimos no resultó ser una intoxicación -- para estos momentos Darien mantenía un semblante pálido como si le acabaran de echar agua helada directo en la cara por algo estudiaba medicina… -- Y por eso fue que Seiya y yo estuvimos hablando seriamente toda la tarde y noche….

- No entiendo -- dijo Michiru

- Es que no te das cuenta? -- dijo Darien indignado y atónito al mismo tiempo -- Serena está embarazada.

La castaña comenzó a caminar rumbo a su guarida cuando Yukiboru la detuvo.

- Espera…. -- Fuuze volteó y al verla entendió que le costaba mucho trabajo decirlo -- Antes de que todo vuelva a lo que era antes… me gustaría hablar un poco de lo que hemos recordado…

Fuuze sonrió y se sentó en el balcón, de la misma manera, Yukiboru se sentó a su lado, y comenzaron a relatar exactamente lo que habían vivido, era algo raro pues cada una sentía algo en su interior que dolía al volver a ver lo que antes había sucedido. Era una sensación cálida que desde que estaban concientes no habían experimentado, y dolía porque causaba sensaciones extrañas, tristeza, melancolía, nostalgia…

- Hitoko y Raitsu tenían el cabello tan oscuro que parecía negro y nosotras lo teníamos muy claro, de hecho tú eras prácticamente rubia…

- Y tú lo tenías más claro -- completó Yukiboru -- Es extraño, pero todos nos parecíamos, ahora… es todo lo contrario.

- Así es, notando lo que fuimos y lo que somos, es todo lo contrario… -- dijo pensativa -- Tú sólo penabas en nosotros y ahora sólo piensas en ti misma.

- Y tú me protegías y ahora me atacas. Siempre he sabido que le agrado a la persona detrás del velo porque cumplo con sus expectativas, pero eso no me preocupaba, como dices, sólo pienso en mí y no en obedecer. Pero tú sí querías lograr tus mandatos y por eso comenzaste a rivalizar conmigo atacándome incluso por la espalda -- la simpleza e indiferencia con la que hablaba era impresionante pero Fuuze sólo asintió -- También ese par de tontos cambiaron, son tan diferentes ahora…

- Así es -- complementó la mayor -- jamás recordé a nuestros padres, pero creo que estábamos solos.

- No lo sé, lo primero que recordé fue mi infancia, sólo fue una imagen pero pude sentir lo que sentí en ese momento y era una inmensa felicidad al jugar contigo… estábamos en un lugar diferente, nuestra ropa era diferente, era como si tuviéramos un hogar.

- Bien -- dijo Fuuze frustrada -- Esto no tiene por qué cambiar lo que somos, debemos regresar al campo de batalla -- Yukiboru comprendió que la conversación la había dejado dolida y no estaba dispuesta a saber más. -- Ve a reportarte, después podrás regresar con tu estrella… yo iré a hacer mi parte en la Tierra, esos dos no deben acabar con la clave de nuestros recuerdos, me aseguraré de que todo salga bien.

- De acuerdo, cuando termine con Healer iré con ustedes.

Se separaron y Yukiboru entró en la cámara principal del lugar, encontrándose con la sombra detrás del velo, era curioso pero jamás se había preguntado quién era. Tan sólo se preocupaba por matarla y recuperar su libertad… ¿qué libertad? No lo sabía pero posiblemente era la vida con los recuerdos de su vida… Sintió asco sobre esa persona, no sabía si era hombre o mujer, la amplia túnica que dejaba ver su silueta le impedía saberlo, además, su voz era tan neutral que podía bien ser confundida y más que nada estaba siempre detrás de un velo que por más suave que fuera no dejaba ver nada en ese oscuro cuarto.

- Veo que haz fallado mucho, es la primera vez que te ocurre -- dijo la voz -- Sé que eres fuerte y que tienes habilidades, pero si no lo haz logrado es que no sirves… -- súbitamente la voz se escuchó más cercana como si estuviera avanzando y la chica temió… por primera vez supo que se enfrentaría a alguien sumamente poderoso y que posiblemente perdiera toda la existencia que tenía… Pudo mirar desde la distancia en que se encontraba como el velo era removido por una mano totalmente negra y temió aún más… ¿acaso se mostraría ante ella?

Se inclinó y cerró los ojos haciéndole reverencia -- Esta vez será diferente.

- No -- volvió a decir mientras Yukiboru miraba al suelo y el ser salía de su cámara por completo, no se le veía la cara, estaba cubierta, tenía todo el cuerpo cubierto con un traje negro muy raro, pero la chica sólo podía observar sus zapatos, que en realidad parecían unas botas cubiertas por la capa. Ni siquiera eso le podía definir el sexo de esa persona… o de ese ser… -- Tú comenzaste a sospechar desde la última vez que nos vimos y nuevamente me estás retando… -- Ahora Yukiboru tenía tanto miedo que no era capaz de controlarse -- Esas guardianas son poderosas y sé que no las puedes vencer, pues ahora haz comenzado a recordar, lo puedo leer en el miedo de tu mirada -- Yukiboru comenzó a sudar al sentir una mano sobre su cabello -- No me arriesgaré a perder Kinmoku, mucho menos la Tierra… ese cristal es demasiado poderoso… y sé que ya no eres competente -- dicho esto enredó sus dedos en sus blancos cabellos y los jaló causándole dolor -- Cuando entraste aquí, pensé en darte el permiso de ir por tu presa -- pero jaló más el suave cabello de la chica obligándola a subir la mirada y toparse por fin con ese personaje misterioso -- Pero al ver en ti el miedo, decidí que era tiempo de eliminarte.

Sin más preámbulos creó de su mano libre una esfera negra y la estampó secamente contra el vientre de la chica lanzándola un par de metros hacia atrás…

- Si me vas a matar, dime primero quien soy.

- Tú, ja! -- rió con una cruel carcajada llena de burla -- Una de las herederas de tu planeta.

Yukiboru abrió los ojos… -- Eso no es posible porque….

- Tal vez no lo recuerdes -- dijo divertida la sombra -- De acuerdo, te lo diré. Cuando invadí tu planeta la primera vez no era tan fuerte como lo soy ahora -- el cuerpo de la chica se tensaba a cada palabra -- Así que no pude destruirlo por completo, sin embargo mi invasión sirvió para matar a los reyes… tus padres -- La mirada de Yukiboru se contrajo al oír las palabras pero apretó los ojos aún más cuando sintió un segundo impacto ahora directamente a su cara -- Al hacerlo, me maldijeron a tener la apariencia de una sombra indigna de tomar el poder sobre ese planeta… por eso fue que los necesité a ustedes -- Una tercera esfera fue disparada al cuerpo de Yukiboru quien a pesar de esquivarlo, recibió un golpe contra la pared por la explosión de una columna -- Me volví más fuerte y vigilé el planeta, ustedes fueron llevados a un lugar seguro, donde crecieron, y fue entonces que los ataqué. Y tal como ahora, fue demasiado fácil --  Esta vez juntó sus dos manos y creó una esfera mucho más grande lanzándola con odio -- Pero esta vez, no te dejaré vivir de tu odio, te haré morir para siempre…MUERE!

Por la palidez de la chica, Serena pensó que se desmayaría, pero para su sorpresa no dijo nada… arrancó el coche tan rápido que las llantas rechinaron y comenzó a conducir como lo hacía Haruka.

Darien, Serena y Seiya se miraron preocupados, pero Michiru parecía saber exactamente lo que hacía… dirigirlos a su casa para buscar a Haruka… Serena empezó a sudar frío y Seiya a imaginar la reacción de Urano… Ambos apretaron sus manos con fuerza y suspiraron.

Pero Michiru frenó dos calles antes y estacionó el coche antes de mirarlos, se bajó del coche y abrió la puerta de Serena, se acercó a ella y le plantó una bofetada en la cara y luego comenzó a llorar.

- Por eso en Kinmoku se perdían… por eso tú te transformaste… por eso fue que frecuentemente perdías el equilibrio en batalla… por eso fue Luna estaba preocupada… por eso reaccionó el maldito pendiente! -- la histeria y la rapidez con la que hablaba sólo dejaban caer más lágrimas -- …Fue por eso -- terminó por decir.

- Michiru, yo… -- Serena sentía que su mejilla ardía pero no se atrevió a llorar. En cambio encaró a su guardiana con mirada decidida.

- Perdón… -- le susurró al oído y la abrazó -- No te hemos sabido escuchar… -- y lloró con más fuerza -- No te supe entender…

- No digas eso -- dijo Serena al borde del llanto.

- Te prometí que te ayudaré con Haruka… por eso lo mejor será que se lo diga primero yo.

- No -- dijo decidida -- aunque de esa forma podría librarme de un susto mayor, sé que al menos debo tener la decencia de decírselo en persona.

- Además -- interrumpió Seiya -- De cualquier forma me golpearía.

Serena Seiya y Michiru rieron y ésta dejó que Darien manejara, sentándose junto a Serena mientras la abrazaba y le pedía que le contara más detalles del embarazo.

Haruka sabía que debería de regresar al menos para saber si ya había regresado pero no había querido rendirse sino hasta el final, pero el cansancio la había traicionado y ahora se dirigía a su casa, aún faltaban varias calles y ya sentía sus ojos cerrarse, maldijo en voz baja y bajó la velocidad.

Una vez que llegó a su casa miró que el coche de Darien aún no estaba y volvió a maldecir, entró y por un momento creyó haber estado soñando.

- ¡Hotaru! ¡Setsuna! -- corrió hacia ellas y se encargó de recostarlas apropiadamente en los sillones, la pequeña en el sillón para dos y a Setsuna en el más largo. Después las tapó con unos cobertores y corrió a prepararles algo de comer, seguramente no habrían probado bocado alguno, pero cuando se dirigía hacia allá, escuchó el motor de un coche que se estacionaba, salió y vio a Michiru que regresaba con Serena en brazos.

- ¿Dónde demonios estabas?

Pero para su sorpresa, Michiru le encargó a Seiya que la abrazara y ella sea adelantó hasta llegar con Haruka y abrazarla, Haruka notando que había llorado la tomó de los hombros obligándola a verla y sin decir nada, besó su frente, Michiru acarició su mejilla y le pidió que entraran pero una vez que notaron la presencia de las chicas gritaron de alegría.

- Acababa de llegar, ellas ya estaban aquí, al parecer están rendidas por el esfuerzo, en especial Setsuna -- dijo señalando el único vaso sobre la mesita de la sala -- Hasta el último momento se preocupó por Hotaru, lo único que hice fue moverlas para que no se lastimaran y las tapé.

- Gracias al cielo… -- Serena comenzó a llorar al verlas y tomó sus manos en señal de comprensión… -- Gracias chicas….perdón…

- Me dirás en este instante qué fue lo que pasó -- le dijo tranquila pero severamente Haruka a sus espaldas -- En este momento.

- Verás Haruka, tenemos que sentarnos...

La chica obedeció en silencio, Darien se dirigió a una de las habitaciones para descansar, Michiru tomó la mano de Haruka como si con ello pudiera evitar saltar después de la noticia y Serena comenzó a hablar.

- Creo que lo primero que debes saber es que… -- desvió la mirada -- Estoy enamorada de Seiya -- Haruka la miró incrédula y luego miró al chico con tanto enfado en su mirada que podía taladrarlo, aunque Seiya no se movió -- Y que él está enamorado de mí.

- Eso ya lo sabía -- dijo molesta -- Esa no es razón para que te hayas desaparecido con él toda la tarde y noche.

- Déjala terminar por favor -- pidió suplicante Michiru y ahora tomó su otra mano apretándolas al mismo tiempo cosa que dejó a Haruka con el ceño fruncido.

- Haruka, no sé como decírtelo a ti… por eso mismo es que ayer estuve todo el tiempo con Seiya, porque necesitábamos hablarlo… es algo muy difícil y...

Ante la mirada impaciente Haruka y la situación en sí, Serena se soltó a llorar y se dejó caer al piso, pero Seiya no dejó que cayera de golpe, sino que la sostuvo hasta que suavemente la acomodó en el suelo. Y se acercó a ella para reconfortarla. Haruka inmediatamente se levantó con intenciones de ayudarla pero Michiru la retuvo con lágrimas en los ojos… entendiendo que la dejara decírselo ella misma…

- Si es necesario, bombón, entonces yo…

- No… -- dijo calmándose un poco -- Lo que sucede es que...

Pero no terminó, en ese momento los dos hermanos acababan de atacar muy cerca de allí.

- No hay tiempo para llorar, gatita. Después de esta pelea hablaremos.

Amy tocó la puerta y se asombró al ser recibida por Taiki.

- Hola, pensé que…

- ¿Qué me verías transformada? --  Amy asintió -- Lo sé, perdón si te asusté, no te preocupes ahora mismo me iba a transformar.

- Espera! -- no supo por qué había dicho eso y se puso nerviosa.

- ¿Ocurre algo?

- Es sólo que… me gustaría conversar un rato contigo…

- Pasa.

Ambos se acomodaron, esta vez estaban muy nerviosos y ni siquiera sabían bien por qué…

- ¿En qué piensas? -- preguntó la peliazul quien al ver el rostro asombrado de Taiki agregó -- Es que pareciera que estuviste pensando un largo rato…

- Así es… veo que sigues tan observadora como siempre -- hizo una pausa y la miró a los ojos -- Tal vez seas a la primera persona a la que le diga mis sentimientos y ni siquiera sé por qué confío en ti…

- Gracias -- dijo tomándole la mano.

- Las estrellas, las galaxias… el universo en sí no me servía, ni siquiera podía escribir una línea en ese entonces, desde que llegué por primera vez a la Tierra leí muchos poemas pero muchos dedicaban sus deseos a las estrellas y yo no podía hacer eso porque me recordaba mi planeta que en ese momento había sido destruido. Mi amor por la poesía se debió a que en ella podía sacar todo el dolor que sentía y por el contrario expresarme… por eso la escribía…. además -- miró a Amy quien parecía estarlo apoyando con su mirada comprensiva y su sonrisa delicada -- Además, quería sentirme en ese momento yo… quería ser Taiki Kou… Nada nace de las lágrimas, sino de las sonrisas, nada nace de la opresión, todo empieza por la confianza, eso lo entendí y lo acepté pero después nos convertimos en personas únicamente agobiadas, dolidas y tristes porque en la batalla con Galaxia perdí la fe y me convertí en una guerrera solitaria. Sin embargo llegando a la Tierra, Serena Tsukino volvió a hacerme reír -- Amy sonrió ampliamente al escucharlo, sus ojos expresaban todo lo que decía y eso la conmovía mucho -- fui capaz de volver a reír, Amy. Después sé que la lastimamos pero con el tiempo, al igual que Seiya y Yaten, ya pensaba en ustedes, Sailors del Sistema Solar, y al igual que mi princesa, ya pensaba en Sailor Moon, teníamos un enemigo en común… así que aunque no fuera mucho mi poder, quise luchar con ustedes.

A decir verdad, Amy no entendió bien la razón por la que se sintió así.

- ¿En eso pensabas, Taiki?

- No sólo en eso -- la miró dulcemente -- Más bien, pensaba que es lo mismo que pasa ahora: tenemos igual un enemigo en común y hemos unido nuestras fuerzas, pero por alguna razón, durante la última batalla pude reconocer ciertos sentimientos en los enemigos.

- ¿A qué te refieres?

- Tal como te lo dije, me sentía solo, triste, dolido, agobiado… Y al momento de mirarlos, había algo detrás de esa mirada fría. En especial de esa chica… Lo que me hizo pensar que tal vez su planeta también fue destruído.

- ¿Entonces crees que estén buscando venganza?

- Tal vez… pero es sólo una meditación… siempre me ha gustado hacerlo.

- Y…. -- Amy miró su falda mientras hablaba -- ¿aún quieres ser Taiki?

Él la miró tiernamente y asintió mientras se acercaba y juntaba sus labios a los de ella.

- Tierra Tiembla!

- Plasma fulminante

- Láser de estrella fugaz.

- Relámpago de iones!

Los ataques seguían siendo lanzados con frecuencia indicando que los poderes estaban muy bien nivelados, sin embargo, Haruka no entendía por qué Michiru en todo ese tiempo no había usado sus ataques y en su lugar había peleado hombro a hombro con Fighter… eso la exasperaba… sin embargo pronto lo entendió.

- Tormenta nebular!

- Maremoto de Neptuno!

Neptuno había tomado a Sailor Moon y la había protegido del ataque al tiempo en que lanzaba el suyo propio, Urano contrajo la mirada ¿por qué parecía protegerla más de lo normal?

- ¿Qué diablos haces aquí Fuuze?

- En breve también vendrá Yukiboru -- Fighter, Urano, Neptuno y Sailor Moon se miraron confundidos… ¿y Kinmoku ¿Habrían sido derrotados? No imposible… ¿acaso habría más enemigos? -- Tenemos que acabar con los estorbos primero.

- Perfecto --  sonrió Hitoko comenzando a atacar a Urano.

- A la orden -- esta vez Raitsu eligió a Michiru y comenzó la lucha.

- Yo iré por la Starlight.

- ¿Qué hay de ella? -- preguntó Hitoko algo molesto.

- Sailor Moon es inofensiva… además no debemos lastimarla, no hasta terminar con lo que necesitamos.

- ¿De qué demonios hablas? -- preguntó histérica Fighter con los ojos llenos de miedo entendiendo su plan.

- Sailor Moon tiene algo que nos interesa -- dijo secamente la mujer mientras comenzaba a pelear -- Tornado galáctico!

Michiru ya conocía ese ataque y lo esquivó con facilidad pero no contó con que la mujer lo había hecho por tomar el brazo de serena y acomodar sus afiladas uñas sobre su cuello para después desenvainar una pequeña espada que parecía tener una corriente de aire sobre la hoja.

- SAILOR MOON! -- gritaron las tres chicas mientras veían como la mujer sonreía.

- Tú sabes cómo hacerlo… lo hiciste con Yukiboru, lo hiciste conmigo ¿qué nos haz hecho?

- LASER DE ESTRELLA FUGAZ!

La furia con la que lanzó el ataque hizo que ambos hombres fueran lanzados pero antes de que pudiera llegar cerca de su bombón, Raitsu sacó un arco que parecía estar electrificado.

- Si te acercas un paso más, lanzaré esta flecha justo en su corazón.

Al quedar totalmente inmovilizados, las guerreras maldijeron por lo bajo y desistieron sus ataques.

- Bien, muy bien -- susurró Fuuze -- Ahora usa lo que usaste en ellos --  dijo señalando a sus hermanos.

- ¿Qué rayos te sucede mujer?! -- gritó Hitoko

- Es necesario que ustedes también recuerden.

Ahora todos estaban totalmente confundidos ¿qué rayos estaba pasando ahí?

El impacto provocó una gran cantidad de polvo y escombros mientras la siniestra sombra se reía a carcajadas pero su voz se vio entrecortada al poder divisar entre la nube de polvo un… témpano de hielo… dentro del cual estaba Yukiboru.

- ¿Con que aún no te das por vencida verdad? Ahora menos que nunca tendré piedad contigo, Estela negra!

Yukiboru rompió su propio escudo cayendo ruidosamente sobre los escombros logrando a duras penas evadir ese tremendo ataque, ahora que sabía la verdad comenzaba a recordar y sintió deseos de por única vez estar con sus hermanos, deseo salir viva de esa situación y acudir a ellos por primera vez verlos como sus hermanos…

- Torrente de Hielo! -- El poder fue recibido sin el mayor daño lo que dejó perpleja a la mujer -- Torrente de Hielo! -- Repitió el poder tratando de hacerlo más eficaz y en efecto logró rasgar un poco la capa de ese ser malévolo.

- Tú lo pediste! -- se acercó prácticamente flotando hacia ella y tomándola del cuello la estrelló en una columna para después tomarla del cabello e invocar su poder.

Pero esta vez ella fue más rápida -- ESTACAS DE HIELO! -- Esta vez a diferencia de las anteriores, surgió de ella una energía blanca lanzando unas estacas que parecían de verdadero hielo y no unos cristales negros… Su frente brilló dejando ver un símbolo que ni siquiera ella notó, tan sólo se dedicó a sacar todo su poder, la sombra la soltó, dándole unos segundos para desvanecerse en ese humo que caracterizaba a los hermanos del cometa negro, pero nuevamente, su poder sólo podía reflejar blanco, y la neblina con la que desaparecía era tan blanca como la nieve….

- ¿Acaso estás loca? -- preguntó desquiciado Raitsu.

- Vamos, usa tu poder! -- le decía suplicante al oído dejando a Serena totalmente perpleja ¿acaso le pedían su ayuda? Esto se estaba complicando cada vez más -- El mismo que usaste con nosotras…. Por favor…

- No lo hagas Fuuze -- amenazó Hitoko -- O lo lamentarás -- dijo sacando una pequeña daga cubierta de flamas.

Fuuze rió -- Pensé que cuando hicimos nuestras propias armas eran para derrotar a ese maldito… por favor confíen en mí.

- Jamás, mujer -- contestó secamente el de cabellos negros.

Serena miraba a Seiya con miedo en sus ojos, algo le decía que debía utilizar sus poderes pero no quería equivocarse y poner en riesgo su vida y la del bebé… por primera vez no se ofrecía para evitar un combate y permanecía callada, silenciosa…

…cosa que le parecía demasiado raro a Haruka pero para esos momentos pensaba en la forma con acabar con eso…

Sin embargo fue su luna creciente la que respondió ante sus sentimientos y surgió su báculo.

- No lo hagas, Sailor Moon! -- gritó desesperada Michiru

- ¿Qué diablos ocurre? -- preguntó Haruka totalmente histérica -- ¿Por qué no?

- Ella no debe hacer ningún esfuerzó --  dijo Fighter al borde del llanto -- Esta embarazada…

- ¿QUÉ?!

Pero lejos de importarle los gritos de Haruka, Fuuze seguía implorando que usara su poder mientras sus hermanos se preparaban para eliminar a quien fuera necesario…

- No te lo permitiré! -- dijo encolerizado Hitoko

Todo sucedió demasiado rápido:

La mirada de Fighter se aterrorizó al ver a Serena utilizar su poder con los ojos cerrados y sin utilizar sus manos.

- Por el poder…. del cristal…. de la luna… plateada!

El ataque salió disparado hacia los dos hombres que trataron de evitarlo lanzando sus armas directamente hacia Sailor Moon, Fighter y Urano lanzaron sus propios ataques hacia los hombres pero no lograron detener la daga y la flecha que se enterraron en la blanca piel de la chica….

- ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

El grito fue tan fuerte que no dejó distinguir quienes lo habían emitido, pero en realidad fueron Fighter y Fuuze quienes más gritaron…

Para cuando la neblina se disipó, en brazos de Fuuze se encontraba una desmayada Serena Tsukino, quien había ocupado todo su poder en el ataque anterior, pero además de ella, se encontraba Yukiboru….

- No… no debe morir…

- ¡Yuki!

En efecto el impacto había sido recibido por los hombres, pero junto a la purificación de Serena, habían quedado totalmente aturdidos, pero aún concientes, viendo asombrados la intervención de su hermana menor para evitar la muerte segura de Sailor Moon…

Sin embargo, Yukiboru parecía estar bastante lastimada además de la flecha y la daga…

- Yo… sé la verdad…. -- Decir que la mujer hacía un gran esfuerzo era poco, parecía que en cualquier instante moriría…. Tenía su cuerpo lleno de golpes y cortadas severas, que hacían estremecer a su hermana.

Las tres guerreras se acercaron a la escena y se encargaron de Serena, pero no pudieron evitar la sorpresa cuando Yukiboru las llamó. En ese instante despertó Serena sintiéndose totalmente confundida pero el grito de Fuuze la regresó a la realidad.

- Dime que sucedió!

Tanto Hitoko como Raitsu comenzaron a avanzar tontamente hacia ellos, parecían tan inofensivos que hasta Haruka se olvidó de ambos y se dedicaron a escuchar el relato.

- No es un ser humano… no sé si es hombre…o mujer -- dijo respirando con dificultad -- …pero destruyó a nuestros padres… -- dijo entrecortadamente mientras un hilo de sangre salía de sus labios -- …los reyes de nuestro planeta… y nos usó --  todos podían observar que los ojos opacos y fríos de la chica ahora estaban llenos de vida y brillo que irónicamente se estaba acabando ante la muerte -- quiere… destruir… a la… Tierra… a …Kinmoku -- esta vez su voz denotaba que su tiempo se acababa y Fuuze la miró con horror.

- ¿Ese ser te hizo esto? -- preguntó impresionada Michiru a lo que la chica asintió.

- Resiste… por favor resiste!

- ¿Sabes, Fuuze? -- preguntó débilmente -- después de todo… estamos vivos… esa cosa… nos salvó de la muerte… sólo nos privó de sentimientos… y de nuestros recuerdos… me dio gusto… haber hablado contigo, Fuu…ze -- luego miró a sus hermanos -- Hi…to…ko… Rai…tsu… lo…siento…

- YUKIIIIIIIIIII!

Por su semblante, parecía que sufría demasiado y Sailor Moon se paró frente a ella y extendió su semilla estelar, es decir, el cristal de plata, que brilló con intensidad, mientras Serena cerraba los ojos y volvía a perder el equilibrio, Fighter la recibió en sus brazos pues estaba exhausta pero esta vez no perdió el conocimiento.

Yukiboru dejó de sufrir, ahora tanto la flecha como la daga yacían en el suelo inofensivas y sus cortes parecían haber desvanecido… emitió una sonrisa encantadora que los tres hermanos recordaron al instante, quedando totalmente petrificados del asombro. Y así, la ahora encantadora chica, comenzó a desvanecerse en el aire como pequeñas bolitas de nieve…

:.:.:.:..:.:.:.:

Hola a todos...

Bien, antes que nada quiero aclarar un par de cosas, primero que nada toda la conversación de Taiki y Amy está basada en el poema de Taiki, yo sólo lo traducí y lo adapté a una conersación con ella, pero todo ese sentimiento ya estaba escrito por Naoko Takeuchi, y por eso me pareció importante introducirlo así en la historia, además de darle un toque especial a la relación entre Taiki y Amy aclarando que Star Maker también quiere ser hombre...

Otra cosa importante, es que el nombre Yukiboru lo inventé de tal forma que significara bola de nieve, por eso me parece significativo la forma en que ella muere, además cabe destacar que mientras combatía con el personaje misterioso, aparece un símbolo en su frente, eso irá desencadenando otras respuestas, pero será en los siguientes capítulos.

Bueno, con esto se pueden dar una idea de la magnitud de poder que tenía esta chica, primero había combatido contra Healer, después con el malo y al final recibió varios impactos, así que ya saben lo que les espera a las chicas.

Como siempre les dejaré los avances del siguiente capitulos.

1. Como era de esperarse, explicaré más a fondo el origen de los poderes de los hermanos.
2. Haruka ya se enteró... ahora viene su reacción... oh Dios! pobrecito de Seiya.
3. Igualmente, Darien ya lo sabe, pero falta que lo acepte... veremos como reacciona!

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