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Capitulo 19: La noticia

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Advertencia... este fic nuevamente tiene un poco de Lemon.

El reloj marcaba las ocho cuando el aire comenzó a hacer su aparición en el parque… donde la joven pareja trataba de asimilar la noticia que recibieron horas antes, ella parecía estar temblando de nervios mientras él trataba incontables veces de llevarla a un lugar más reconfortante que una fría banca del parque… pero ella seguía frenéticamente imaginando qué hacer.

- No temas.

- Pero…

Serena no pudo continuar, los labios de Seiya ahora sellaban los suyos mientras con su mano izquierda acariciaba sutilmente su cuello y con la derecha entrelazaba sus dedos con los de ella dándole total seguridad con el contacto.

- Estoy contigo, bombón y siempre lo estaré ¿o acaso no confías en que Seiya Kou no pueda con esto? -- como siempre, Serena sonreía ante la alegría del muchacho y continuó escuchándolo -- El bebé puede que sea algo difícil de afrontar, pero te juro que algo haremos, algo haré, por ti, por él y por mí… por nosotros tres.

- Lo dices como si fuera niño…

- Si es una niña será hermosa -- dijo sonriéndole -- pero a lo que me refiero es que no importa lo que tenga que hacer, todo saldrá bien.

Serena no podía creer lo que miraba en Seiya, era simplemente hermoso saber todo lo que daría por ella… no… por ellos, su mirada se cristalizó y comenzó a derramar tiernas lágrimas que fueron removidas con dulzura y paciencia por el chico.

- Seiya… -- se acercó y lo besó en los labios antes de comenzar el tema que la traía agobiándola durante toda la tarde… -- ¿Qué haremos?

Seiya delicadamente colocó su mano en la sien de Serena y la atrajo hasta su pecho donde permitió que descansara y sintiera todo su apoyo --  No lo sé, con toda esta pelea, no sé si sea viable decírselos a todos…

- Pensé en decírselo a mamá primero antes que a ellas…

- Bien, sea lo que sea que hagamos, lo discutiremos en un lugar seguro --  pensó por unos momentos -- tengo una idea.

La pequeña abrió los ojos con mucha dificultad mientras aún veía borroso, lo único que veía eran manchas oscuras, totalmente negras… Volvió a cerrar los ojos y al volver a abrirlos pudo enfocar mejor. Movió dificultosamente sus dedos hasta que su mano le respondió por completo… ¿cuánto tiempo había estado en la misma posición sin poderse mover, sin poderse sentir…? Pero en ese momento recordó el ataque que había sufrido ella y Setsuna… Setsuna! Se llevó la mano torpemente hasta su frente y sintió la baja temperatura de su cuerpo, pero sin importarle se incorporó lentamente hasta quedar sentada en ese lecho tan extraño.

Con dificultad miró a su alrededor, todo parecía estar en penumbras, pero entre esas sombras pudo vislumbrar la silueta de una mujer igualmente acostada como lo estuvo hasta hace unos instantes y la esperanza la inundó. Se preparó y se levantó del lecho, avanzando lentamente hasta donde se encontraba ella…

- ¿Setsuna? ¿Eres tú?

Silencio… la angustia le hizo llevarse las manos al corazón y pensar lo peor de su amiga… después de todo ella se sentía tan debilitada que se sentía desfallecer… se le hizo un nudo en la garganta ante la idea de que su sailor guardiana y amiga hubiera muerto… Lloró y se dejó desplomar secamente ante el cansancio y la tristeza.

Pero fue en ese momento debido al golpe que Setsuna pudo reaccionar, al hacerlo pasó por los mismo síntomas que Hotaru al ver sólo manchas negras y recordó el sonido seco que escuchó para levantarse, aún sin acostumbrarse a la oscuridad pudo girar un poco para mirar al suelo y observarla.

- Hotaru…

La chiquilla respondió alzando el rostro para mirarla, alzó su mano y alcanzó la de Setsuna y con mucha dificultad se apoyó en ella para incorporarse una vez más.

- ¿Dónde estamos, Hotaru?

- Tal parece ser que dentro de la guarida de nuestro enemigo.

- Debemos salir de inmediato, en este estado no podemos luchar y si nos damos demora alguien podría venir.

- Necesitamos ir a buscar a nuestra princesa.

- Además, necesito ir a las puertas del tiempo, con todos esto, no sabemos si el futuro ha cambiado…

Mina se separó temblando con la cara totalmente sonrojada y con el asombro reflejado en sus ojos azules. En cambio él se mantenía impávido como si nada hubiera ocurrido, tan sólo reflejaba un ligero sonrojo en sus mejillas que en ese instante pasó desapercibido por ella…

- No sólo fue por Kakyuu…

Mina entendió tantas cosas que no pudo evitar abrazarlo con dulzura cuando escuchó sus palabras.

- Gracias…

El sonrió irónicamente y agregó --Ahora sé cómo se siente Seiya…

- ¿De qué hablas?

- Tú bien sabes que somos mujeres --  ante esto Mina tragó saliva -- pero... cuando estoy contigo eso me importa poco, y me gusta estar así… así a tu lado.

Ella se acercó nuevamente y besó su frente, era obvio que aún estaba muy confundida pero también estaba conciente de que ese chico así de reservado y así de irritable, le atraía de sobremanera…

- Yo… -- por un instante Yaten estaba a punto de callarla pues estaba totalmente harto de escuchar eso por parte de su confusión -- …también me siento bien estando a tu lado… Yaten.

- ¿Sólo eso? -- preguntó inmediatamente mientras la veía pero al ver que no respondía hizo otra pregunta -- ¿o es que sólo lo dijiste por compromiso?

- No, claro que no! Es que… -- Mina esquivó su mirada -- Sí me gustas Yaten… me gustas mucho desde que estabas en la Tierra… pero…

El sonido de la puerta hizo que Mina callara sin terminar su frase dándole tiempo justo de levantarse del lecho del chico.

- ¿Cómo te encuentras Healer? --  preguntaba Kakyuu al entrar -- Es decir… Yaten.

De acuerdo, no hacía falta mentir, tanto Mina como Yaten entendieron el desconcierto y de alguna manera el recelo con el que la princesa de fuego veía a su guerrera transformada en Yaten.

- Muy bien, princesa… gracias.

- Al parecer Fighter no fue la única que se transformó, eso me hace sentir muy orgullosa, de ti.

- Gracias, aunque mi transformación fue diferente a la de...

- Lo sé -- dijo interrumpiendo Kakyuu -- Tú sigues siendo una estrella y Fighter… -- dejó la frase al aire esperando que alguien la interrumpiera pero no fue así aunque ella tampoco habló, se sentía confundida por los sentimientos con sus guerreras, es decir sí las quería y por eso deseaba su felicidad pero… ¿acaso no eran sus leales guerreras?  ¿acaso no estaban cumpliendo una misión a su lado…? -- …y Fighter se convirtió en una guerrera de la Luna…

El pesar con el que pronunció las últimas palabras los dejaron mudos, totalmente atónitos al percibir la confusión, tristeza ¿y dolor? de la mujer…

- Princesa estoy segura de que..

- Perdóname, Mina -- dijo a manera de disculpa -- También las aprecio mucho a ustedes es sólo que…

- Entiendo -- dijo ella comprensiva apoyando su mano en su hombro -- Y está bien… -- dijo acercándose más --  Está bien, princesa. Seguramente Fighter la quiere mucho y por eso nunca dejó que sus estrellas desaparecieran de ella -- dicho esto Mina abrazó a Kakyuu dejando que sollozara un poco parecía necesitarlo mucho.

Desde su posición, Yaten apretó sus puños, a diferencia de Seiya, él no se sentía capaz de dejar atrás a su princesa, sí quería a Mina, incluso más que eso, pero no estaba decidido a dejar su planeta, su misión… ¿o sí?

- ¿Qué dices? -- Preguntó asombrada -- En seguida iremos para allá -- hizo una pausa y abrió sus ojos con más sorpresa pero parecía algo indignada -- ¿Entonces puedes venir? De acuerdo, avisaré a las otras.

La mujer colgó el teléfono con fastidio mientras su compañera se acercaba sigilosamente.

- ¿Qué pasa, Haruka?

- Era Luna.

- ¿Luna habló por teléfono? -- se asombró por un instante pero después reaccionó -- Debe estar desesperada.

- ¿Y cómo no estarlo? Dice que la gatita jamás llegó a su casa después de la reunión de la tarde.

- ¿Estará con Lita?

- No, dice que también le preguntó a ella y a Chiba -- apretó el puño -- Lo que nos deja con ese sujeto.

- No es muy tarde -- dijo Michiru a pesar de saber que ya eran casi las nueve de la noche y que afuera estaba haciendo bastante frío -- ¿Por qué viene Luna?

- Le dije que iríamos para allá para esperarla pero ella me contestó que sería mejor si venía porque además tenía algo que decirnos.

- ¿Por qué tengo la impresión de que se tratará del futuro?

- Ahora que no está Setsuna -- dijo apretando nuevamente sus puños --  No sabemos a ciencia cierta lo que ocurre, tal vez Luna tiene una aproximación…

Ciertamente se sentía muy raro, demasiado para su gusto y eso le preocupaba. Sabía que desde que Serena y él habían terminado las cosas le iban a resultar más fáciles en su vida normal pero por alguna razón no se sentía satisfecho, tal vez en gran parte se debía a que su "libertad" sobre el destino se había frustrado con el enemigo en la Tierra, pero independientemente de eso… cada vez que estaba con Serena sabía que quería estar con ella, no es que la amara… ¿o sí? El caso era que cuando la volvió a ver se sintió totalmente aliviado de saber que estaba sana y salva, sin mencionar que sentía algo de celos por ese chico…

- ¿Qué diablos me está ocurriendo? -- se preguntó.

Bien tal vez estaba celoso porque ella mantenía una relación con un chico que evidentemente la quería y en cambio él seguía solo. Pero en ese momento recordó el broche que Luna le había dado, se suponía que lo debía tener el príncipe, el rey… ¿entonces por qué se lo dieron? Él pertenecía a la Tierra no a la Luna…

Entonces tal vez era nostalgia, de algo que pudo ser pero ya no lo era, recordó a su hija y se sintió estúpido, cómo la quería… ahora en cambio… no tenía la más mínima idea de cómo sería una hija suya…

Darien se llevó las manos a la cabeza y pasó sus dedos por su cabello varias veces tan rápido como pudo en señal de desesperación, pero en ese instante, una idea se le vino a la cabeza…

- Tal vez no sea tarde para volverlo a intentar…

Raitsu llegó a su guarida con un gesto de fastidio, sin duda había tenido que huir ante la presión de cinco guerreras, sin mencionar que cuatro de ellas acaban de recobrar fuerzas mientras él ya estaba algo cansado, pero además de eso, la patética imagen de su hermana estrellada en uno de los pilares lo hizo cambiar de idea con tedio y ahora esto…

El cometa estaba en silencio, pero podía sentir el aura de sus hermanos ¿no se suponía que estarían luchando? ¿O acaso habían sido derrotados también? Se dirigió rápido al cuarto de Yukiboru pero en su camino se encontró con los aposentos de Fuuze. Ahí estaba ella sobre la cama mirándose en una especie de espejo.

- ¿Qué haces?

- Raitsu! Has traído a esa niña... -- no hace falta decir que el apelativo con el que la llamaba dejó asombrado al tipo -- Es necesario que despierte.

- Está débil.

- Entonces usaremos la energía de las prisioneras.

- Bien, yo también necesito descansar un poco, la llevaré y después tu te encargaras de la energía.

- Gracias.

Nuevamente Raitsu alzó una ceja incrédulo ante el trato tan… ¿humano? de su hermana, además de su raro comportamiento y su notable interés por la menor de las hermanas…

Esos pensamientos la invadían mientras la seguía en su camino a la cámara dónde estarían las sailor scouts pero detuvo sus pasos al ver que su hermana se congelaba ante la puerta.

- ¿Qué pasa?

- Imposible... -- decía con los ojos temblorosos -- No están…

Serena no había tenido idea de dónde podrían discutir a solas pero al acercarse al edificio había comprendido el plan de Seiya… Al entrar a la habitación, no dijo palabra alguna sintiéndose muy extraña y no en sí por estar a solas con él sino en la habitación en la que estaban.

- ¿Quieres algo de comer o tomar?

- ¿Cómo es que estamos aquí?

- En realidad -- dijo Seiya algo inquieto -- No sabía a dónde más ir, así que pensé en el departamento que antes usábamos.

- Lo sé -- dijo ella apresurada -- ¿pero lo reservaste?

- …No -- terminó de decir aún nervioso -- Sólo lo tomaremos prestado un momento.

- ¿Eso quiere decir que en cualquier momento alguien puede llegar?

- Si alguien viene por él a las diez de la noche en un día tan frío… -- dijo con sarcasmo -- Tal vez sí.

- Seiya!

- No te preocupes, bombón -- dijo acercándose a ella -- En cuanto terminemos de hablar, regresaremos a casa.

- Bien -- dijo aceptando el abrazo que él le ofrecía -- ¿Qué haremos?

- Por el momento lo mejor será terminar la batalla, tantos encuentros me hacen creer que se aproxima el final -- Serena tembló -- Tranquila, confío en ti y sé que todo saldrá bien -- Suavemente besó su cabello y continuó -- Y después, nos haremos cargo de que este bebé sea feliz.

Serena tenía muchas ganas de llorar, todo el día había sido una locura y aún no se acostumbraba a la idea por lo que sólo pudo refugiarse en él y dejar que las lágrimas fluyeran, él la abrazó dejándola desahogar todo el miedo que sentía.

- Perdón.

- No tienes nada de qué disculparte --  dijo limpiando sus lágrimas -- Es normal que estés asustada así que aquí estaré todo el tiempo.

- Seiya… -- Y sin poderlo evitar comenzó a llorar más…

Ambas mujeres escucharon el extraño rasguño proveniente de la puerta y se miraron mutuamente

- Ya llegaron.

Dicho esto, Michiru abrió la puerta dejando entrar a Luna y a Artemis quienes estaban aún agotados por el viaje, al acomodarse comenzó de inmediato la plática.

- Bien ¿qué nos debes decir? -- preguntó Haruka sin rodeos.

- Es sobre la Tierra… -- dijo Artemis

- En realidad, sobre la Luna y la Tierra -- corrigió Luna

- Ve al grano -- insistió la rubia.

- Como saben hemos perdido contacto con la puerta del tiempo -- dijo agachando la cabeza -- Por lo que no podemos saber que ocurre con toda esta situación… pero…

- ¿Pero qué? -- preguntó suavemente Michiru

- Nosotros tenemos algunas formas de saber eso -- dijo Artemis rápidamente.

- Así es -- dijo Luna -- Yo guardé, al igual que el cetro lunar, un broche que pertenece al esposo de la reina… de manera que reaccionara cuando fuera tiempo de ser usado.

Mientras Michiru se limitaba a escucharla, Haruka asintió comprendiendo lo que estaban diciendo, aunque no terminaba de entender por qué había tanto alboroto sobre el futuro, el espejo de Michiru sólo reflejaba al enemigo del dichoso cometa, nada sobre Tokio de Cristal…

- Luna sintió la reacción de ese pendiente hace unos momentos cuando ustedes regresaron y creímos que era tiempo de entregárselo a Darien.

- ¿Y por qué a él? -- preguntó Haruka -- No me digan que no saben que la relación entre ellos terminó….

- Sí lo supimos pero… -- se defendió Luna -- nada es seguro, Darien y Serena terminaron su noviazgo pero eso no significaba que también hubiera desaparecido el futuro… --  agachó nuevamente la cabeza -- pero sin Setsuna ni el espejo de Michiru como guía… se lo entregué.

- Bien ¿ese es el problema? ¿eso era todo?

- No, Haruka -- Respondió la gata -- Si eso fuera el problema tan sólo le pediríamos el pendiente a Darien… el problema es que al entregárselo comenzó a reaccionar negativamente.

- ¿A qué te refieres? -- preguntó Michiru

- ¿Qué dices? -- Preguntó al mismo tiempo Haruka

- A que el pendiente reaccionó ante otra persona -- las miradas de las chicas indicaba que no entendían del todo lo que les decía -- en pocas palabras, ya hay un indicado para ser el gobernante de Tokio de Cristal.

- Lo veo y no lo creo.

Dijo irónicamente Raitsu ante lo que tenía frente a sus ojos y es que su hermana Fuuze se encontraba brindándole su propia energía a su hermana mientras ésta se debilitaba con rapidez.

- Cállate, idiota -- gritó colérico su hermano.

- ¿Acaso tú la apoyas? -- preguntó incrédulo el hombre de cabellos azules.

- Esas dos -- dijo señalando a sus hermanas con desprecio -- Tienen visiones raras y al parecer yo también tuve una y quiero llegar al fondo de esto, tal vez alguien esté detrás de todo esto…

Todos sabían que se refería a la persona detrás del velo que casi no podían distinguir pero muy en el fondo, Fuuze sabía que más bien era un recuerdo rescatado por el poder de Sailor Moon…

- ¿Y qué mejor que Fuuze lo haga por nosotros, no es así hermano? --  nuevamente Raitsu usó el sarcasmo pero esta vez Hitoko rió.

- Así es.

- Cállense… está despertando --  suavemente Fuuze miró cómo su hermana abría los ojos gélidos como el hielo y comenzaba a enfocar --  Yuki…boru… quiero hablar contigo, niña.

Los ojos de la chica terminaron por abrirse de par en par ante esa mirada tan rara que le brindaba su hermana mayor.

- ¿Qué pasó? ¿Dónde está mi estrellita?

- Yukiboru, perdiste la batalla, acéptalo, ahora haznos caso y respóndele a Fuuze lo que te pregunte -- dijo exigente el mayor de los cuatro.

- ¿De qué hablan?

- Yo también lo vi… -- dijo Fuuze con una mirada llena de confusión --  También vi cosas y quiero saber si son iguales a las que tú viste.

Con gesto de fastidio, la más joven comenzó a relatar lo que logró apreciar en sus recuerdos dejando a todos impresionados y aún más confundidos que antes.

- Son exactamente las mismas personas… -- comentó impaciente Fuuze mientras movía frenéticamente los dedos -- ¿qué puede significar?

- Puede significar un sueño, el pasado o cualquier cosa -- dijo tranquilo Hitoko -- lo que es necesario es investigar más sobre nosotros antes de sacar cualquier conclusión.

- ¿Y cómo?

- Por medio de Sailor Moon.

- ¿Estás diciendo que Chiba definitivamente no será el futuro rey y por el contrario ya hay alguien más? -- preguntó incrédula la chica.

- Así es, señorita, Michiru -- respondió cortés el gato -- Sin embargo queda la posibilidad que haya reaccionado negativamente por otra circunstancia.

- Eso no importa -- dijo Haruka -- sólo tenemos dos opciones, o Darien Chiba regresará al lado de cabeza de bombón….

- ¿O qué? -- Preguntó Michiru ansiosa.

- O… -- comenzó a apretar sus puños -- O…. -- el semblante de Haruka no era nada bueno -- O ese hombre se está ganando el corazón de Serena….

- ¿Quién? -- preguntó Artemis

- Es obvio -- comentó Luna -- Seiya Kou.

- Eso jamás! -- dijo indignada Haruka

Serena miraba aterrada cómo Seiya devoraba la sexta rebanada sin indicio alguno de satisfacer su hambre, se le había hecho extraño que pidiera dos pizzas familiares pero más aún que la primera ya hubiera sido terminada mientras que la segunda comenzaba a desaparecer lentamente.

- Seiya… ¿Estás bien?

- Claro que sí -- decía mientras se llevaba el séptimo pedazo a la boca -- Esto está delicioso.

La chica sonrió débilmente mientras daba pequeñas mordidas a su pedazo que en realidad era el segundo… cosa rara en Serena que no tuviera hambre…

- ¿E-entonces crees que no sería bueno decírselo a mamá? -- dijo con algo de miedo -- Sé que no lo aceptaría al principio pero después, seguro que me ayudaría mucho.

- Yo no he dicho que no, bombón --  tomó un poco de su bebida antes de continuar -- Lo único que digo es que debemos esperar, si hacemos conclusiones ahora, después podría no resultar… debemos tomar en cuenta hasta el último detalle de la situación en la que estemos…

- Tienes razón… sin embargo preferiría a mamá antes que a Haruka.

Seiya tragó en seco mientras su mirada se quedaba en blanco… no había pensado en ella…. Cogió otra rebanada de pizza y se la comió tan rápido como pudo dándole a entender a Serena que estaba sumamente nervioso.

- Bien, hablaremos en tu casa primero, me presentaré y tomaré las responsabilidades que...

Pero muy lejos de seguir hablando, Seiya sintió como sus labios eran besados desesperadamente por Serena quien parecía estar bastante nerviosa…

- Seiya no me importa nada… -- Dijo tomándolo entre sus dos manos -- nada… sólo necesito saber una cosa…. -- Tomó aire… -- Seiya… tú..

Ahora fue el turno de Seiya para dejar sin habla a su pareja y deleitarse con esos labios que parecían estar a su merced…

- Te amo, bombón -- dijo besándola como un loco -- Y ya desde ahora amo al ser que está aquí adentro -- dijo suavemente acariciando su vientre -- ¿Necesitas saber algo más? -- dijo sonriente -- De acuerdo… otra vez… te amo.

Serena volvió a besarlo, eso era justamente lo que deseaba oír de él y la forma en que lo dijo la dejó muda… lo quería y eso era lo que necesitaba para salir adelante, se sentía segura… muy segura, estaba en sus brazos, y eso se sentía muy bien… estaba besándolo y eso la llenaba por completo…

Así que no paró… ni el tampoco…

Nuevamente en sus brazos, compartiendo la intimidad de estar a solas disfrutando de la compañía del otro… Serena no terminaba de entender cómo hace casi dos meses había estado con Seiya de la misma manera en que se encontraba ahora…

Besaba su cuello mientras se deleitaba al contacto del chico, sabía que eso era justamente la causa de toda la ansiedad de ese día pero no se arrepentía, ni de esos días en Kinmoku ni ahora en la Tierra…

Pero las caricias que Seiya le daba no eran nada comparadas con sus labios, pues él parecía saber exactamente qué lugar besar para volverla loca…Podía sentir su respiración agitada y confirmó que a ella le ocurría lo mismo al sentir que eran retiradas delicadamente sus prendas.

Seiya jugueteó un poco con su cabello rubio robándole una de sus hermosas sonrisas para después deshacer su peinado y percibir su aroma al tiempo que ella comenzaba a tomar iniciativa, acto que fue positivamente aceptado, pues las suaves caricias hacían que Seiya se estremeciera de pies a cabeza. Sintió como las manos femeninas resbalaban por su camisa desabrochándola lentamente entre besos; así como las caricias reemplazaban su ropa y la depositaban en el suelo con cierta picardía.

Nuevamente se besaron, esta vez dándose su tiempo para disfrutar de ese encuentro tan sincero; a esas alturas, el abrazo que compartían era lo único que importaba, todos los sentimientos que se expresaban en ese silencio lo decían todo, era simplemente su momento, su existencia.

Serena no sentía vergüenza al sentirlo recorrer su cuerpo, por el contrario cada vez que la miraba se perdía en esos ojos índigo y el rubor que cubría sus mejillas sólo podía significar el amor que sentía por él. No puso ninguna resistencia a esas manos que recorrían su cadera o la abrazaban por la cintura, de hecho ella también se perdía en el cuerpo masculino…

Serena se estremeció al sentirlo besar su vientre, pues lo hacía con una ternura y paciencia que parecían infinitas, pero pronto, la pasión comenzó a resurgir y ella sólo pudo aferrarse más a él ante las oleadas de placer…

A cada instante, sus caricias se intensificaban haciéndolos sentir fuego en ellas al grado de comenzar a suspirar el nombre del otro entrecortadamente. Seiya acarició suavemente su rostro y la besó, Serena se separó dulcemente del contacto y tomó su mano pidiéndole así que la siguiera.

Después de un par de pasos, lo rodeó por el cuello y muy despacio se sentó en el borde de la cama incitándolo a seguirla, así lo hizo y reiteradamente se besaron ahora él recostado en ella.

Así, mientras él se escondía entre sus cabellos revueltos, ella le susurró al oído algo que lo hizo mirarla mientras le sonreía y la besaba. Esta vez, Seiya no temía lastimarla ni dudaba de sí mismo pero de igual forma fue sutil; poco a poco fueron haciéndose uno sólo.

Serena arqueó la espalda y se aferró al cuello de Seiya, a diferencia de su primera vez, no sólo estaba segura sino se sentía completa, de la misma manera en que él le demostraba el amor y la pasión que sentía hacia ella…

Él comenzó a sentir sus furiosos latidos y sonrió, pues podía sentir la misma frecuencia en ella y besó su cuello tratando de consentirla hasta el último momento, y ella no se quedaba atrás consiguiendo solamente incrementar la intensa ola que sentía nacer en su vientre. Un beso más, una caricia más y ambos se abrazaron siendo consientes de que justo en ese instante se pertenecían más que nunca el uno al otro…

Los aromas ahora eran uno sólo, el de ambos, y esta esencia fue precisamente la que lleno a Serena cuando descansó sobre la cama del departamento. Para después sentir a su lado el cuerpo perlado de Seiya.

Permanecieron juntos por un largo rato sin decir palabra alguna hasta que sus respiraciones se volvieran estables y la agitación se calmó por completo. Seiya la tomó por la cintura y atrayéndola más la besó, un beso tan tranquilo y suave que derritió por completo a la muchacha, haciéndola sentir sumamente especial como sólo él sabía lograrlo….

Ambos sabían que ya no regresarían a casa… al menos no esa noche…

- ¿Y sus papás? -- Preguntó Lita atemorizada.

- Al parecer Serena se comunicó con ellos y les dijo que se quedaría en tu casa, y Luna nos aseguró que se comunicaría cuando regresara.

- ¿Tienes alguna idea de dónde pueda estar, Michiru?

- No, Lita. Pero creemos que está con Seiya.

- En ese caso, no se preocupen tanto --  dijo la castaña en un tono mucho más aliviado -- Conozco a Seiya y sé que jamás dejaría que algo malo le pasara.

- Eso no importa -- por primera vez Haruka hablaba -- Esa niña debería entender que ese tipo no es bienvenido aquí.

- Deberías darle una oportunidad.

- No me digas lo que tengo que hacer -- dijo conteniendo su ira a duras penas, se levantó y tomó las llaves de su auto -- Iré a buscarla y no regresaré hasta encontrarla.

Cuando Haruka abrió la puerta se encontró a Darien justo antes de tocar el timbre.

- ¿Darien? -- Preguntó Michiru al verlo.

- Buenas noches -- dijo algo nervioso.

- ¿Qué deseas, Chiba?

- Me gustaría saber si saben dónde está Serena.

- Justamente iba a buscarla -- dijo secamente Haruka

- Entonces iré contigo.

- Si la quieres buscar, hazlo por tu cuenta -- y dicho esto la rubia se dirigió a su coche.

- ¿Qué harán ustedes? -- preguntó Darien

- Esperar a que nos llame Luna aunque tengo el presentimiento de que no lo hará.

- ¿No quieren acompañarme?

Las chicas se miraron por unos instantes pero se decidieron por aceptar la oferta de Darien, después de todo, si era cierto lo que pensaban, Serena estaría con Seiya, y si Darien los encontraba juntos podían complicarse las cosas, de manera que instantes después se acomodaban en el automóvil.

:.:.:.:.❤.:.:.:.:

Avances del siguiente capítulo.

1. Serena y Seiya se enfrentarán por primera vez a revelar su embarazo...
2. Por fin se aclara el misterio del cometa negro.
3. Yukiboru y Fuuze tienen una charla por primera y última vez.

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