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4.

Capítulo Cuatro.

SENTIMIENTOS

Jennie no paraba de tomarse selfies, haciendo gestos tiernos, sonriendo o simplemente acariciando su barbilla. Mientras tanto, Tae solo esperaba cruzado de brazos sentado en el capó de su auto.

— Jennie. ¿Quieres salir de una vez?— no traía un buen humor. Aún en su cabeza estaban las palabras que Jimin le había dicho.

Ya no estás enamorado de Jennie.

Tú estás sintiendo cosas por ella. Por Jisoo.

— Aish. Que mal humor tienes.— protesta Jennie. Tomó su bolso de mano y abrió la puerta del copiloto. Salió del auto y caminó hacia su novio.

La pelinegra estaba muy bonita. Su cabello completamente suelto con varias trencitas sujetas con pequeños lacitos, un vestido púrpura muy corto y unos tacones del mismo color. Su maquillaje era provocativo con un labial rojo que resalta sus labios. TaeHyung por su parte, no se esmeró tanto en su vestimenta, pues vestía simplemente con un pantalón verde ancho y una camiseta blanca.

— Es que siempre tienes que tomarte tantas fotografías.

— Lo hago para escoger la mejor.

— Ya.

— Siempre  tienes que pelear por tonterías.

— ¿Yo? Habló la que siempre se enoja por estupideces.— se acerca a ella con rostro severo. Aún así ella no apartó su vista.

— ¿Perdona?— separó excesivamente sus labios colocándolos en forma de O.— No me hagas reír, Kim. Tú estás siendo un exagerado.

— Da igual.— le dio la espalda. Suspiró y deslizó sus manos por su rostro.— Lo siento, amor. Disculpa, es que soy yo el culpable. Estoy estresado por los parciales.— fingió una sonrisa.

— Ay, bebé. No pasa nada.

Y después de un abrazo, entraron por fin a la mansión de Jimin en donde se estaba llevando a cabo la fiesta. Luego, ambos caminaron agarrados de manos hacia la puerta de la casa, Tae tocó el timbre y poco tardó Jimin en abrirle la puerta. Traía una botella de anís en su mano derecha.

— ¡Tae!¡Amigo mío!¡Bienvenido!— sí. Estaba borracho.

— Jimin. ¿Cuántas de esas te has tomado?— preguntó Jennie con una sonrisa divertida.

— Lo importante no es la cantidad sino, la calidad.— responde el rubio arrastrando las palabras mientras hablaba.

— Por Dios.— rodó los ojos su amigo y se abrió paso.

— Sh. Eh, Tae.— su amigo se pega al pelinegro. Ubicó su brazo detrás de la nuca del pelinegro, se acercó al oído de este.— Tengo una chica a mis pies.— ríe.— Pero tiene novio. Pueees...— le dio un trago a su botella.— ...entonces hay que hacer que el novio caiga y de paso hacemos un trío.

— Jimin, no deberías de seguir bebiendo.

— Dile a Jisoo que te gusta y también cogétela. Tener sexo estira tu tiempo de vida.

Por suerte, Jennie no logró escuchar eso.

— Oye, Jimin. Ya basta.

El rubio solamente sonrió animado y abandonó la conversación en cuanto vio pasar a la chica que le gustaba. Tae no podría reclamarle nada ya que al fin y al cabo Jimin no estaba en todos sus sentidos. Cuando los recupere lo matará. Oh, pues por supuesto que sí lo haría.

— Bebé. Mira, ¿no son ellos tus amigos?— pregunta Jennie. Tae miró hacia el sitio donde había señalado su novia.

— Sí. Vamos con ellos.

🌼

🌼

La canción Bad Guy de Billie Eillish retumbaba en el Bluetooth del deportivo de Wheein. Ambas amigas estaban cantando a todo pulmón la entretenida canción. La castaña sonreía a más no poder, ocupaba el asiento del copiloto mientras que su amiga conduce en el llugar del piloto.

— Esta noche te cogerás a alguien. No quiero un no por respuesta.— advierte Wheein.

Y aunque la idea no le llamaba mucho la atención a Jisoo, ella respondió:

— Como ordenes.

En cuanto llegaron al lugar de la fiesta (es decir, la casa de Jimin); las dos bajaron del deportivo. Jisoo notó entre los autos que se encontraban aparcados en el lugar, el carro de TaeHyung. Eso significaba que estaba ahí junto a Jennie. Expulsó aire ya poco animada de entrar al lugar.

Avanzaron a la casa, y en cuanto entraron lo primero que se vio fue: parejas besándose y toqueteándose, gente bebiendo, bailando o simplemente existiendo. También se podía olfatear el humo de los cigarrillos que hizo estornudar a Jisoo. Ella detesta el cigarro.

Entre tanto observar los alrededores, la castaña encontró algo entretenido en el ambiente: se trataba de YeonJun siendo acosado por un par de chicas.

— Wheein.— la mencionada volteó a ver a su amiga.— Mira quien está ahí.— señaló con la barbilla hacia donde se encuentra el pelinegro.— Al parcer se está volviendo popular. Bueno, aún más popular que antes.

La peliazul rodó sus ojos.

— ¿Y por qué debería importarme?— enarcó una de sus cejas y cruzó sus brazos.— Jisoo sabe bien que ese niño no me interesa para nada.

— Oye. Aunque te cueste aceptarlo, es un adulto.— defiende la castaña.— Y bueno, a parte de eso...¿Has visto lo bueno que está?— elevó sus cejas reiteradas veces.

— Si tanto te gusta, coge con él y a mí déjame ser feliz.

— Pero le gustas.— ignoró el comentario de su amiga.

—¿Y?— insiste.— No me importa su físico o si le gusto. Él a mí, no.

— Ok, ok.— elevó sus manos en señal de rendición.— Luego no me digas que no te lo advertí.

— Aish. Ya cállate un ratito.— Jisoo rió ante su reacción.— Al fin lo encontré.— tomó a Jisoo por su muñeca.— Allí están Hobi y los chicos.

Caminaron entre el gentío hacia el lugar donde sus amigos estaban sentados tranquilamente hablando y riendo entre ellos.

— Chicas. Hola, bienvenidas.— sonrió HoSeok.

HoSeok es el hermano mayor de Wheein. Ambos son inseparables y tienen una bonita relación de hermandad. A Jisoo siempre les ha parecido tiernos. Discuten muy seguido, sin embargo nada cambia que se adoren. Al igual que Jennie y Jisoo, HoSeok y Wheein son mellizos.

— ¡Amor mío!¡Cosita existencial de mi vida! Ven, abrázame.— saludó Wheein a su adorado hermano.

Ambos se abrazaron, HoSeok besó la frente de su hermanita y le sonrió.

— Pero Jisoo. No estés celosa, para ti también hay un abracito.— habló el castaño y se alejó de su hermana para abrazar a su querida amiga Jisoo; para él, ella es otra hermanita menor.

Luego aprovecharon las recién llegadas para saludar al pequeño grupo de personas que había ahí.

— Jisoo. Tiempo sin verte.— saludó AnHee, es la novia de HoSeok desde hace tres años.— Estás tan bonita como siempre.— le sonrió delicadamente. Jisoo correspondió a su sonrisa.

— Oh, Jisoo. Cierto, hace tiempo no te veía.— habló JiMin. Sus mejillas estaban sonrojadas debido al alcohol en su sistema. Pero ya se encontraba mucho mejor y un poco más sobrio.

— He estado un poco ocupada. La universidad y eso, ya saben.— esbozó una media sonrisa la castaña. Por un momento tuvo la curiosidad de preguntar por TaeHyung.

— Tomen asiento.— invita HyunJin señalando un puesto a su lado.— Ven, Jisoo.

— Pero, me puedo sentar en este espacio vacío.— aclara Jisoo.

— Es que ahí están sentados TaeHyung y Jennie.— explica HyunJin.— Pero se fueron hace un rato supuestamente a buscar bebidas, aunque, seguro que estén haciendo otra cosa.— rió el rubio como si hubiera dicho el chiste más gracioso del mundo.

JiMin observó cortamente a Jisoo. Él conoce sobre los sentimientos de la castaña hacia el ciego de su amigo, pero no podía interferir entre ambos porque los quiere y no le gustaría que alguno de los dos sufriera.

— HyunJin, ya basta. Deja de reírte de eso como si fuese tan divertido.— el mencionado calló algo confundido.

— Ay. Está bien, está bien.

— JiMin.— llamó Jisoo, el mencionado la observó rápidamente.— Necesito ir al baño. ¿Puedes decirme dónde está?

— Huh. Claro.— asintió.— Subes las escaleras y doblas a la derecha en el pasillo, al final hay una puerta, ese es el baño.

— Bien, gracias.— se levantó de su asiento.— Ahora regreso, chicos.

— Por cierto.— se detuvo ante las las palabras de Jimin.— En el caso de que el baño esté ocupado, puedes usar el de mi habitación  que está ubicado en la segunda puerta a la derecha al doblar por el pasillo que te dije antes.

— Ok. Muchas gracias.

La castaña se apresuró a ir al baño siguiendo las indicaciones del rubio. Chocando con varias personas entre el tumulto de gente y la verdad es que la tenue iluminación no la dejaban ver bien. Y con un poco de suerte, llegó a la escalera; algunas personas estaban ubicadas ahí la observaron, cosa que ella prefirió ignorar.

Subió rápidamente y siguió el camino que le habían dicho anteriormente.

— A ver. Me dijo que la última puerta.— habló para sí misma. Escaneó el pasillo y se aproximó a la puerta color blanco del final del pasillo.— Debe ser aquí.

Y abrió la puerta arrepintiéndose de haber decidido ir al baño. Una pareja de homosexuales estaba teniendo sexo y cuando notaron que la puerta había sido abierta.

— Uy. Lo siento, lo siento.— cerró a toda velocidad la puerta.— Aish, ¿tan complicado es ponerle seguro a la puerta?— susurró para sí mismo.

Prefirió ir a la habitación de JiMin. Y cuando iba a colocar su mano encima de la manija escuchó algo no tan agradable.

— ¡Es que no tienes el maldito derecho de meterte en mi vida!

Reconoció rápidamente esa voz. Es de Jennie.

La puerta (que estaba entreabierta) le permitió a Jisoo mirar al interior de la habitación de JiMin. Y sí, Jennie no estaba sola, se encontraba discutiendo con Taehyung.

— Pero Jen. No es normal ya. Siempre buscas excusas para no hablar del tema. ¡Y eso me tiene harto!

Y ambos estaban tan acalorados por la discusión que ninguno se percataba de la presencia de Jisoo.

— ¿Y me vas a decir que no tienes la culpa?— cuestiona Jennie.

— Es que no la tengo. ¡No la tengo!— exclamó con frustración el pelinegro, pasó sus dedos en su cabello.— El problema lo has creado tú sola.— se nota mucho su enojo.— Por ser tan inmadura, Jennie. Esto, no puede seguir así.

— ¿Sabes qué?— interviene la pelinegra.— No quiero seguir hablando de esto.— expulsó aire con frustración.— Nos vemos, TaeHyung.— agarró su bolso y caminó a la salida.

Tae no la detiene, es más, ni siquiera se esfuerza en observarla.

Jisoo se escondió detrás de una mesita que porta unos cuantros cuadros familiares rezando internamente por no ser vista por su hermana. Pero, Jennie ni siquiera se percató de la presencia de la castaña detrás del mueble.

— Idiota.— se escuchó decir a Jennie justo antes de perderse en el pasillo.

Jisoo respiró calmadamente peleando internamente consigo misma preguntándose si debía ir con TaeHyung o con su hermana. Al final, ganó su curiosidad por escuchar la versión del pelinegro.

Abrió la puerta con suavidad y observó al chico que estaba de espaldas con ambas manos en su cintura y su vista agachada.

— T-Tae.— llamó tímidamente. Él se volteó rápidamente y reparó a la bonita chica que estaba de pie en el marco de la puerta.

Nuevamente esas palabras de JiMin revolotearon en su subconciente.

Ya no estás enamorado de Jennie.

Tú estás sintiendo cosas por ella.Por Jisoo.

Sacudió su cabeza y despertó de su repentina ensoñación.

— ¿Jis?¿Qué haces aquí?— intenta sonar natural.

— Nada.— negó con su cabeza. ¿Por qué estaba tan tímida?— Venía al baño, pero había una pareja de homosexuales teniendo sexo y terminé traumatizada. Por eso vine al baño de JiMin, pero escuché como discutían tú y Jennie y– Ay, Lo siento.— agachó su cabeza.

TaeHyung asintió riendo cortamente por la historia de la chica. Entonces volvió a mirarla y notó un leve sonrojo en sus mejillas.

— ¿Homosexuales dices?

— Aish. Kim TaeHyung, no te quedes con eso.— puchereó y terminó de entrar a la habitación. Cerró la puerta detrás de ella y se acercó despacio.— ¿Qué sucede?

— Nada.— tomó asiento encima del borde de la cómoda cama de su mejor amigo cubriendo su rostro con sus manos.— Estoy harto, Jisoo.

— Y ahora ¿por qué estaban discutiendo?— indaga Jisoo. Se precipitó hacia TaeHyung y tomó asiento a su lado.

— Por una tontería.— suspiró.— Me negué a tener sexo con ella sin preservativo. Ella armó un berrinche por eso y como siempre, terminamos discutiendo de nuevo.

La castaña miró al pelinegro con aflicción y por un momento quiso tomarse el atrevimiento de hacer algo, así que sostuvo la mejilla de Tae y él rápidamente miró a la chica.

— Te dije que le tuvieras paciencia, sabes como es ella y–

— No, no, no. No defiendas sus acciones cuando sabes que están mal. No es una niña pequeña. Tiene 24 años y aún así, sigue siendo una caprichosa.— suspiró.— Ya no aguanto. Estoy agotado de sus berrinches por cualquier estupidez.

La castaña estaba en completo silencio; no hablaría hasta que creyera prudente hacerlo.

— Jis. Ya no tolero esta situación.— continúa.— Si me preguntas hace dos años atrás, yo te hubiera dicho que es la mujer de mi vida. Pero ahora, ahora no sé que tengo al lado.— sus palabras duelen. Jisoo puede sentir lo triste que está.— Ya no estoy seguro de lo que siento por ella.— soltó con seriedad. Sus palabras le causaron sorpresa a la chica.— Creí estar enamorado de ella, pero me di cuenta de que no es así.— Jisoo apartó su mano de la mejilla de TaeHyung y evitó su mirada.— Ya no reconozco a la persona que tengo a mi lado. Con ella no quiero tener una vida.— puntualizó.— Creía quererla, pero no es así.

Un silencio algo inquietante se formó entre ambos. Tenían tantas cosas que decirse que tal vez no sabían por donde empezar.

— ¿Qué es lo que te preocupa en realidad?— rompe el silencio Jisoo.— Que no sientes nada por ella o ¿estás enamorado de alguien más?

El pelinegro guardó silencio. ¿Estaba enamorado realmente de alguien más? No estaba nada seguro y le preocupaba que fuera así. ¿Y si está enamorado de Jisoo? Eso explicaría los celos, las incomodidades y la necesidad de verla últimamente.

No.

Tal vez solo estaba pensando de más.

Humedeció sus labios antes de responder la pregunta de la castaña.

— No lo sé. Pero necesito a mi lado a una persona madura, que no solo piense en diversión y en sexo.— observó los ojos de su amiga.— Alguien que tenga sus objetivos claros y que entienda que en una relación  hay cosas más importantes que el sexo.

— Con eso lo has dicho todo.— apartó su vista. ¡Lo que le faltaba por oír! Definitivamente con TaeHyung nunca habrá una oportunidad.

— ¿El qué he dicho?

— Estás enamorado de alguien más.

Pronunciar esas palabras le había dolido mucho decirlas. ¿En serio?

— Jisoo.— buscó su mirada. Ella suspiró y lo encaró.— No sé si enamorado sea la palabra correcta.— habló con su vista clavada en los oscuros ojos de Jisoo.— Sólo sé que es la persona que encajaría conmigo, pero no sé que siente ella al respecto. No sé si le gusto al menos.— cada palabra que salió de sus labios, fue pensando únicamente en ella.

Por otro lado, Jisoo pensaba que él no sabía sobre el perfecto físico que se cargaba. Además de eso, es muy gentil, amable, caballeroso, alegre, educado, etc, etc, etc. Por no mencionar su inteligencia, cultura, elegancia y su hermosa sonrisa cuadrada. Ante sus ojos, él es imperfectamente perfecto.

— ¿Por qué no hablas con esa persona?— preguntó la castaña con tono temeroso.— No creo que exista una sola chica en el mundo que no babee por ti. Eres...— suspiró.— ...eres el prototipo de cualquier persona.

Sonrió tristemente; TaeHyung sonrió de la misma manera. Porque, aunque sea cierto lo que dijo ella, no hay forma de que sus hermosos y brillantes ojos, lo mirasen a él.

— Te tomaré la palabra.— peinó un mechón del castaño cabello de la muchacha colocándolo detrás de su oreja.— Pero no...No creo que siquiera esté en su campo de visión.— sonrió nuevamente de manera triste.— Dejaré a Jennie. No quiero seguir con ella.

— Es tu decisión. Te apoyaré en lo que sea que hagas.

— Creí que me darías un sermón-.— se dejó caer de espaldas en la cama.

— No tengo motivos para hacer eso.— repitió la acción del pelinegro cayendo de espaldas encima del colchón.— Yo más que nadie sé como es Jennie. Solamente que tardaste demasiado en darte cuenta.

— Ya veo.— asintió.— Soy un ciego por lo visto.— lo dijo pensando en lo equivocado que estaba. Y que realmente sentía algo por ella.

— Sí. Eres demasiado ciego.

Y todos conocemos los motivos de Jisoo para haber dicho eso.

•••••

— Ya era hora. ¿Por qué no regresaste? Me tenías preocupada.— se queja Wheein.

— Wheein...es TaeHyung.

— ¿Qué sucede con TaeHyung?

Ambas entraron al deportivo de la peliazul. Ya era hora de irse a dormir. Wheein prendió el motor del auto.

— Le gusta otra persona.— su mirada estaba perdida en algún punto de la carretera.

— ¿Qué?— frenó bruscamente. Miró a su amiga.

— Me dijo que no está seguro de su relación.

— ¿Bromeas?— en shock.—¿Cómo?¿Pero que te dijo?

— Wheein...hay otra...

Las palabras estaban costándole mucho salir de su boca.

— Oh, Jisoo. Lo lamento mucho.— abrazó a su amiga.

— No.— su voz se quebró.— No te preocupes...sólo...llévame a casa, por favor.

La mirada de su amiga estaba triste. le partía el corazón ver a Jisoo mal.

—De acuerdo.

...

Cuando entró a su casa, no se molestó en prender la luz. Todo estaba en completo silencio ya que su madre trabajaría hasta el día siguiente y SeokJin tenía guardia en el hospital. y bueno, jennie seguramente esté durmiendo.

Decidió subir a su habitación, pero se detuvo a mitad de camino cuando escuchó un ruido en el salón. Se volteó asustada completamente, ¿Quién adaba ahí?¿Sería un ladrón?¿Un psicópata?¿Satanás?

El miedo comenzó a invadir sus sistema, y mucho más cuando se hayaba sola en casa sin SeokJin para defenderla en el peor de los casos.

¿Y Ahora?¿Qué sucedería con ella?

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Adiós!!!!


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