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3.

Capítulo Tres.

¿YA NO AMAS A JENNIE?

TaeHyung se encontraba caminando a toda prisa por los largos y amplios pasillos de la universidad, justo hoy que tenía su clase de Diseño se le había ocurrido a JiMin pedirle ayuda con su tarea de Cálculo. Pero, por suerte todo se solucionó a tiempo; sin embargo, la facultad de Arquitectura quedaba bastante alejada de las demás facultades de la universidad. Y debido a este detalle, TaeHyung estaba llegando tarde a su clase más importante del día.

Generalmente los sábados no hay clases en la universidad, al menos no todas las facultades. Pero debido que el profesor de Diseño del 4to año de Arquitectura había tenido recientemente varios problemas de salud, por esto tuvo que ausentarse. Entonces, Tae debe asistir a las clases recuperatorias de su asignatura preferida.

Justo en el momento en el que había alcanzado el pomo de la puerta para abrirla (aunque ya había llegado retrasado por varios minutos) alguien lo hizo frenar.

— TaeHyung.— saluda el peli-rubio.

— ¿HyunJin?— lo nombra confundido. Frunció su seño.— ¿Qué haces en la facultad de Arquitectura?— indaga el pelinegro.

Hwang HyunJin es un estudiante de Ingeniería en la facultad de Mecánica. Y a decir verdad, a Tae le extrañó muchísimo que el chico se dirigiera directamente a él, debido a que a penas y saben sus nombres. Es decir, que TaeHyung y HyunJin ni siquiera son conocidos. Solamente Tae sabe de él que gusta de Jisoo. Pero lo cierto aquí es que al pelinegro no le cae nada bien el rubio, nunca lo ha entendido, pero le molesta su tipo de personalidad.

— Vine a pedirte algo.— Tae no disimuló ni un poco la mueca de desagrado.

— Sea lo que sea, no me apetece hacerte favores.— cortante. Intentó nuevamente entrar a su clase, pero HyunJin se interpuso agarrando el brazo del pelinegro.

— Hey.— Tae lo miró con una de sus cejas enarcadas.— Es algo importante, y tiene que ver con Jisoo.

El solo mencionarla despertó la curiosidad de TaeHyung, y con ella, también su mal genio. ¿Cómo se atreve a mencionar el nombre de su mejor amiga frente a él? ¿Qué acaso no tenía amor por su vida?

— Si tiene que ver con ella, muchísimo menos te ayudaré. Ella no tiene interés en ti.

¡Oh, por Dios Kim TaeHyung! ¿Eso son celos?

— Es que la invité a una cita, pero tengo que ausentarme, y no quería dejarla plantada. Me preguntaba si tú podrías asistir en mi lugar.— la expresión de Tae se suavizó un poco.— Eres el único que no intentaría ligar con ella.

¿Escuchan eso? Sí, son las ganas de matar a HyunJin que TaeHyung tenía justo en ese momento. Sin embargo, podría ser una buena manera de pasar tiempo con ella, y además de eso, también podría aconsejarle a su amiga respecto al mujeriego de Hwang.

— Está bien, iré.

— Bien.— sonrió levemente el rubio. Observó la notificación que acababa de aparecer en su teléfono y sonrió en grande.

Con el camino despejado no habría ningún tipo de impedimento para llevar a cabo sus macabros planes.

»— Bueno, debo irme.— guardó su teléfono en el bolsillo de su pantalón.— Dile a Jisoo que no pude ir debido a mi alergia a las fresas. Y otro detalle; recuerda que la cita es a las 10.— Kim dio un asentimiento con su cabeza.— Adiós.

Tae miró el reloj de su muñeca, faltan dos horas para eso, y por suerte su clase termina a las 9:30, tenía tiempo suficiente para asistir a su clase y...¡Carajo! ¡Había olvidado su clase de diseño por un momento!

🌼

🌼

Por otro lado, una bonita –y muy despeinada– castaña acababa de abrir sus ojos. Estiró su cuerpo encima de la cama, aún cubierta con su mantita rosa de ositos que tiene desde que cumplió los 7 años. Anoche Jisoo se había ido a dormir más tarde de lo habitual porque después de estudiar se le ocurrió comprobar si su mejor amiga seguía despierta, así que después de haberle enviado varios mensajes, la peliazul terminó llamándola y de esta forma, ambas se pasaron hablando hasta altas horas de la madrugada.

Agarró su celular para revisar sus redes sociales –como solía hacer cada mañana al abrir sus ojos– y casi se cae de culo al notar que tenía solo 5 minutos para estar duchada, maquillada y perfectamente peinada para su cita con HyunJin. ¡Y ella aún estaba en pijama!

Sin mucho aspaviento salió disparada de la cama y corrió hacia su cuarto de baño. Cepilló sus dientes a la velosidad de la luz, tomó un rápido baño, agarró lo primero que vio en su armario (una blusa de mangas largas color verde oscura y una falda sensilla de mezclilla que queda ubicada un poco más abajo de sus rodillas) Simplemete cepilló su cabello y se pasó una sombra de ojos clara y un poco de brillo labial.

Ya pasaban unos pocos minutos de las 10 cuando el timbre de la puerta principal de su casa se escuchó en todo el lugar. Jisoo salió casi volando de su habitación y corrió escaleras abajo.

La verdad es que a ella la cita le importaba lo mismo que a Justin Bieber le haya salido un nuevo lunar en su perfecto rostro o que a Donald Trump casi lo dejan sin oreja, es decir, le importa muy poco. Sin embargo, aceptó ir a la cita con HyunJin, por tanto, ahora debía cumplir y quedar bien. Y es por ese motivo que está tomándoselo todo tan enserio.

Y en cuanto abrió la puerta:

— HyunJin, espe– — cortó sus palabras de manera automática cuando vio quien estaba justo en frente.

— Buen día.— saluda muy animado TaeHyung. Quien además de portar la sonrisa más hermosa de este niverso entero, también vestía con un pullover negro y unos pantalones color beige.

¡Tan lindo como siempre! Jisoo, no pienses en lo fabuloso que se ve.

— Tae, hola.— despertó de su ensoñación.— ¿Qué haces aquí? Jennie está en la casa de una amiga y ell– — fue interrumpida por Tae.

— Tranquila, sé que fue a quedarse a la casa de una compañera porque tenía que hacer un proyecto con ella.— entró al salón. Jisoo cerró la puerta.— Yo solo vine por ti.

Y por unos escasos segundos, Jisoo y su sensible y enamorado subconciente terminó ilusionándose de más con esa simple frase que su amigo le había dicho. Pero como por arte de magia, ese lindo sentimiento se esfumó cuando Tae siguió hablando después de haber tomado asiento en el sofá.

— Es que, HyunJin me pidió que viniera en su lugar. Tiene una especie de alergia a las fresas. Pero yo te llevaré a donde irían juntos.— decepcionante.— Así que termina de prepararte, y bueno, no sé por qué algo me dice que no has probado un bocado.— achinó sus ojos.— Desayuna.

Jisoo dio un corto asentimiento, y cuando iba a inventarse una perfecta excusa su hermano la interrumpió justo antes de hablar.

— ¿Huh?¿TaeHyung?— pregunta el mayor llegando al salón. Vestía con un pijama blanco con rayitas azules.— Buenos días, pero...¿Qué haces aquí? Jennie no está y–

— No importa, no vine a verla a ella.— interrumpe el menor.

— Bueno, en ese caso, quédate a desayunar.— invita SeokJin.

— Jin, ya nos íbamos yendo y–

— Rídicula.—la insulta su hermano. Ella lo miró mal.— No empieces con estupideces, no has terminado de arreglarte por lo que veo, tienes una cita.— cruzó sus brazos.— Ni siquiera pienses que saldrás así.

— No es una cita, Jin.— discute la castaña.

— Cita o no, debes brillar.— enarcó una de sus cejas.— Demuestra que eres hermana de esta preciosidad.— señala su cuerpo con sus manos.

Creído. Ese fue el pensamiento que se le atravesó por la mente a Jisoo. Y bien, después de maldecir a su hermano internamente al menos setecientas veces, decidió obedecer antes de cumplir sus deseos asesinos y dejar a su pobre madre sin su primogénito.

— Bien.— aceptó finalmente. Torció sus ojos y maldijo desde sus adentros.

Jisoo subió a regañadientes los escalones hasta su habitación para terminar de arreglarse. Sin embargo, no pudo dejar de abandonar la absurda idea de tener una salida con alguien para olvidar a TaeHyung con nadie más y nadie menos que el mismísimo Kim TaeHyung.

Varios minutos después, bajó al salón asumiendo la idea de que en realidad era rídiculo intentar olvidarlo cuando no tiene la fuerza de voluntad para pasar página.

— Jis, estás muy linda.— elogia Tae.— Jin-hyung hizo el desayuno, está terminando de servir todo.

La castaña asintió y observó a su amigo. Simplemente avanzó hacia el comedor a paso tranquilo siendo seguida por TaeHyung. El sonido de la puerta principal siendo abierta y cerrada rápidamente se escuchó. Poco tardó en aparecer en el comedor Jennie.

— Buenos días, familia.— saludó con una bonita sonrisa. Caminó hasta quedar cerca de Tae.— Buenos días amorcito.— besó su mejilla.

— Creía que estarías más tiempo en la casa de tu amiga.— dijo Jin mientras se concentraba en huntar mantequilla en su tostada.

— Decidí venir temprano.— respondió la chica tomando asiento junto a su novio.— TaeHyung me dijo que venía hacia acá, por tanto quise venir pronto.

— Sí, Jisoo y yo saldremos.— comentó Tae.

— ¿Salir?¿A dónde?

— A un sitio, Jennie. No es algo importante.

Jisoo prefirió evitar seguir escuchando la discusión y entonces se levantó de su asiento, bastante incómoda.

— ¿A dónde vas?— preguntó TaeHyung.— ¿Ya nos vamos?

— No. No iremos a ningún lado, Tae.

— Pero– — lo cortó inmediatamente.

— Jin, voy a estar fuera todo el día.— él asitió.— Iré a la casa de Wheein.

— Salúdala de mi parte.

SeokJin mejor no opina sobre nada de eso, ya que él conoce la incómoda situación entre Jennie y Tae, además de los sentimientos que sabe que siente por su cuñado. Por eso prefiere guardar silencio y ver el mundo arder, pronto el fuego cesará o terminará convirtiendo todo cenizas.

Jisoo caminó hacia el salón donde había dejado su bolso. se lo colocó y salió de la casa. Pero no avanzó mucho ya que TaeHyung llamó su nombre.

— ¡Jisoo!

Sin mbargo, fingió que no escuchó nada y siguió caminando.

— ¡Espera, Jisoo!— llegó hasta ella y tomó su brazo.— ¿Sucede algo?

— No.

Al confundido Kim la verdad es que no parecía estar del todo convencido de que su mejor amiga esté bien. Es decir, la conoce demasiado como para no percatarse de que realmente algo le perturba o la saca de sus casillas. Lo cierto es que lo que menos sabe y de lo que no tiene ni la más mínima idea, es sobre el hecho de que todo lo que le preocupa a la castañita lleva por nombre Kim TaeHyung y tiene un culito estupendo.

— No me pasa nada, Tae.— su tono hostil no lo convenció. Pero prefirió ignorarlo, ella no le diría nada.— ¿Me das permiso? Le dije a Wheein que llegaría pronto. Además, ¿no se suponía que tienes que estar con Jennie?

— De hecho.— hizo sonar su garganta de manera incómoda.— Eso iba a decirte.— la castaña frunció su seño.— Es que Jennie irá de compras y le gustaría que la acompañase. ¿Pero dejamos la salida para otro día?

— Ah.— asintió casi de manera automática.— Con que era eso.— apretó las correas de su bolso.— Lo que no entiendo es para qué vienes a decirme esto, no me interesa que hagas con Jennie y que no.

— Solo...yo...solamente quería que lo supieras. Y quería que quedáramos en otra ocasión y–

— Como sea, me voy. Adiós. Pásalo bien en tu cita.

Tae solo se limitó a ver como su amiga se marchaba. Suspiró y se maldijo a sí mismo internamente. ¿Qué carajos buscaba en realidad?¿Qué pretendía dándole explicaciones a alguien que no aparentaba tener interés alguno en pasar tiempo con él? Él no es tonto, y sabía perfectamente que tal vez a Jisoo ya no le interese pasar tiempo con él debido a que está enamorada de HyunJin.

¿Ella está loca acaso?¿Qué se supone que tiene ese chico de atractivo?

Sacudió su cabeza y su burbuja de pensamientos se rebentó bruscamente cuando Jennie llegó a su lado.

— Bebé. Es hora de irnos.

El pelinegro mordió su labio inferior nada feliz ni emocionado por su “fabuloso día de compras” (notése el sarcasmo). Volvió a suspirar y miró a su novia, de hecho, desde que había llegado no le había prestado atención. Jennie vestía con unn top rosa y una falda de mezclilla del mismo color. Ella y Jisoo son tan diferentes.

Por lo general, Jennie viste con blusas cortas y cosas así, no es que le disguste, pero a veces podría intentar ser como Jisoo. Jisoo es tan linda, y luce tan tierna con sus suéteres tres tallas más grandes y sus jeans holgados. Jisoo luce hermosa con cualquier cosa que lleve encima.

TaeHyung sacudió su cabeza y despertó de su marea de pensamientos, si seguía así iba a terminar ahogado en un mar oscuro y turbulento.

— Bebé.

Volvió a reparar en la chica que tenía al frente, pero nuevamente se decepcionó. Y puede que tal vez se halla dado cuenta de lo ciego que había estado durante todo ese tiempo.

🌼

🌼

La peliazul en cuanto abrió la puerta de su habitación, vio el entristecido rostro de su mejor amiga y su corazón se rompió. Había estado desde que se levantó buscando el outfit perfecto para impresionar a su querido SeokJin, ya que tenía planes de ir a la casa de su amiga y así chismear un poco. Pero, definitivamente no contaba con que Jisoo llegaría antes de que ella pensase en salir.

Y lo peor fue el rostro de su amiga completamente sombrío.

— ¿Y qué hizo Tae esta vez?— pregunta Wheein después de varios minutos en silencio. Aún vestía con su pijama color blanco.— Dime para que así pueda abrirlo en canal y de esa manera vender todos sus órganos en el maldito mercado negro.

Jisoo iba a reír por la brma de su amiga, pero notó por el rostro serio de su amiga que en realidad todo lo que había dicho anteriormente; era verdad y conociéndola como la conoce sabe perfectamente que es capaz de hacerlo.

— Sólo vine verte. ¿Por qué es tan díficil de creer?

Wheein enarcó una de sus cejas.

— Ay, por favor. ¿Es en serio?¿Qué te hace pensar que me chupo el dedo?— la castaña puchereó.— Ojitos a mí, no. ¿Me vas a decir qué sucede o debo matarlo sin saber los hechos?

Jisoo agachó su cabeza, varios mechones de su cabello cayeron hacia adelante. Suspiró sintiendo una gran frustración en su sistema. La verdad es que ya estaba cansada de siempre ser la que sufría por la mínima cosita que sucediera entre Tae, Jennie y ella.

Levantó su mirada hacia su amiga quien tenía sus brazos cruzados encima de su pecho y una expresión de pocos amigos en su cara.

— Pues, ¿recuerdas la invitación que HyunJin me había hecho?— Wheein asintió sin comprender absolutamente nada de lo que su amiga quería decir con eso.— Pues, él tuvo un contratiempo debido a una alergia, y entonces le pidió a TaeHyung que lo sustituyera y todo eso.

— Bueno, el único problema que yo le veo a esto es que era una salida para olvidar a TaeHyung con TaeHyung.— funció su seño.— Pero...

— ¿Me dejas terminar?

— Ok, ok.

— Pues, resulta que él lo canceló para ir con Jennie al centro comercial. Aunque yo ya había tomado la decisión de no ir pero–

— Kim Jisoo. ¿Te das cuenta que tú misma te contradices con tus acciones?

Jisoo volvió a pucherear.

— Creo que en parte es tu culpa. Tal vez por eso es que él decidió acompañar a Jennie de compras y seguir presumiendo ella de que tiene un novio millonario y guapo.— concluyó Wheein.— En fin. ¿Quieres helado?

— ¿De chocolate?

— De chocolate.— se puso de pie y caminó hacia la puerta de su habitación.— Espera aquí. Ya regreso, iré a buscar el helado

La castaña asintió y dejó de preocuparse por lo demás. Debía de asumir que no sucedería nada entre ella y el pelinegro. Y todavía logra recordar los bonitos momentos que había pasado con él en el pasado, cuando pasaban más tiempo juntos, y sobretodo, cuando Jennie no tenía una relación amorosa con el pelinegro.

Jis, mira. Estos son tus favoritos.— el pelinegro señaló los libros de poesía a través de la cristalera.

Ah, sí. ¡Son esos!— Jisoo los miró con curiosidad.

Ese será mi regalo de cumpleaños para mi mejor amiga.— sonrió emocionado y rodeó los hombros de la castaña e inspeccionó algunos títulos que se lograban ver a través del cristal.

¿Cumpleaños?

— No me digas que no recuerdas que mañana es tu cumpleaños.

— Lo juro, no lo recordaba.— negó con su cabeza. Sus mejillas estaban sonrojadas por la cercanía de TaeHyung.

— ¿Bromeas?— enarcó una de sus cejas y la miró con indignación.— Estás loca. Eso es que te estás haciendo mayor, tienes amnesia.

— Ja ja ja.— ironizó.— Muy gracioso.— observó la etiqueta con el precio.— Son muy caros. No debes comprarme eso. Yo no voy a dejar que lo compres.

— Ay, ¿cómo crees? Eres mi mejor amiga, y siempre lo serás. Esto es lo mínimo que puedo hacer por ti. Porque te quiero mucho.

Ese había sido el primer día en el que Tae le había dicho te quiero. Para Jisoo ese fue el día más feliz de su vida. Una felicidad que fue arruinada totalmente cuando su hermana y él anunciaron a la familia su relación amorosa.

— Ya volví. Y con el helado.— señaló el bote mediano en sus manos. Encima de la tapa de este habían dos cucharas y debajo de una de sus axilas un bote de nata para acompañar.

Pero esa sonrisa que la peliazul portaba en esos momentos, se esfumó cuando vio a su amiga, mejor dicho, hermana de otra sangre derramando lágrimas. Ésta secó sus mejillas y sorbió su nariz cuando notó a Wheein dentro de la habitación.

— Hey.

— ¿Por qué lo que más duele son los recuerdos bonitos?

Y Wheein solo pudo depositar los botes encima de un mueble cualquiera y abrazarla en completo silencio.


🌼

🌼

— Uy, amigo. ¿Qué sucede contigo?— preguntó el rubio acostándose encima de la cama.— Tienes cara de querer asesinar a alguien.

Y era cierto.

TaeHyung casi no siente sus piernas debido a la jodida tarde que pasó en el centro comercial con su novia. Estaba exhausto de correr de una tienda a otra y de cargar bolsas de accesorios, cajas de zapatos y también mucha ropa. ¿Cómo es que a las mujeres les gustaba eso? ¡Claro! Como no son ellas las que cargan las putas bolsas.

Su mal genio estaba demasiado elevado.

— Es por Jennie. Estoy seguro.

El pelinegro miró a su amigo y lanzó un suspiro de agotamiento. ¿Tan obvio era o es que los únicos problemas que tenía eran por Jennie?

Él, que había pensado mucho en su salida con Jisoo. Estaría seguramente relajado, tranquilo y muy feliz, como siempre se sentía cuando estaba junto a ella. Irían al club de lectura, luego a comer algo y posiblemente él le pediería que fueran al cine a ver películas.

— Es porque no tuve más opción que salir con Jennie.

— ¿Qué? Hablas como si no te hubiera dejado alternativa.

— Es que quería salir con Jisoo.— hizo un puchero y cubrió con su antebrazo su rostro (o lo más que pudo).

— ¿Y por qué no saliste con Jisoo?— interroga Jimin con tono de obviedad. Se encontraba mirando su teléfono cuando cayó en la realidad y se sentó de zopetón en la cama.— Wow, wow, wow. Espera, espera. ¿Me estás diciendo que preferías salir con Jisoo antes de salir con tu novia?

— No. O sí.— frunció su entrecejo.— No, para nada.— negó. Su cabeza estaba hecha un lío.— ¿O sí?

Jimin lo observó con una de sus cejas enarcadas. ¿Su amigo era tan ciego para no darse cuenta de lo que estaba pasando en su cabeza y en su corazón? Definitivamente algo iba mal con él.

— Si tú no ves el problema. Yo no seré el que te lo diga.

— ¿A qué te refieres?— miró al rubio.

— Tae. ¿En serio no sabes lo que está pasando?— el mencionado negó con su cabeza.— ¡Por el amor de Jesucristo, Kim TaeHyung!¿Cómo no te das cuenta?

— ¿Pero de qué?

— Tú estás sintiendo cosas por ella.

— ¿Yo?¿Por quién?

— Por Jisoo.— el pelinegro amplió sus ojos por la sorpresa.

— ¿Estás enloqueciendo Jimin?

— No.

— Nunca pasará eso. Ella es mi amiga.

— Entonces, ¿por qué querías salir con Jisoo?

— Para pasar tiempo con ella. Jimin, hace tiempo no salimos.

— No creo que sea únicamente eso.

— Es eso.

— Ya.— asintió para nada convencido.— Entonces, es mi opción B.

— ¿Opción B?

— Ya no estás enamorado de Jennie.

— ¿Estás seguro?

— Oh, Tae. La única persona que sabe lo que tú sientes, eres tú mismo.— Tae suspiró.— Por cierto, ¿tienes algo que hacer esta noche?

°°°°°°°°°°°

Y en cuanto la castaña abrió la puerta de su habitación y bajó las escaleras, se topó con el rostro tranquilo de su hermano. Él se encontraba sentado en el sofá hojeando una revista de cocina. El reloj del salón marcaba las 9:30 P.M.

— ¿Sabes que TaeHyung estaba muy preocupado por la forma en la que saliste esta mañana de aquí?— soltó el chico sin siquiera molestarse en mirar a su hermana.

— Hola hermanita, bienvenida. ¿Cómo ha estado tu día?— ironizó Jisoo.

— Hola hermanita, bienvenida. ¿Cómo ha estado tu patético día?— pasó la página de la revista.— Ahora me vas a decir que pasa?

— No sé de qué hablas, Jin.

— Sé a la perfección lo que sucedió. Pero si no quieres hablar del tema.— se encogió de hombros sin darle mucha importancia.

En realidad, a Jin si le importaba y mucho. No le gusta que su hermana esté sufriendo por alguien que no se molesta en mirarla como debería.

— Tienes razón.— quitó la liga de su cabello, este quedó detrás de su espalda.— No quiero hablar sobre eso.

— ¿Se puede saber a dónde carajos vas?— por in levantó la mirada de su interesante revista.

Su hermana estaba vistiendo con una falda plateada y una blusa de mangas roja con escote. Su maquillaje era ligeramente oscuro y sus labios tienen rimel de color cereza.

— Soy mayor de edad.— cruzó sus brazos la castaña.— No debo darte explicaciones de a dónde voy?

— ¿Quién te crees que eres? A mí no me hablas en ese tono, rídicula.

Ya Jisoo sabía perfectamente que su hermano le daría esa respuesta.

— Oppa.— colocó su sobornante mirada tierna.— Te quiero mucho.— estiró sus brazos para abrazarlo.

— ¿Cómo te atreves a abrazarme en medio de un regaño?¿Quieres morir?— Jisoo sonrió sabiendo que había logrado su cometido.

— Eres el único que sabe hacerme reír.

— Ya lo sé.— la apartó de él.— No me dices nada nuevo. Diviértete, fea.

— Ok.

A Jisoo le encantaba como Jin siempre ha sido tan protector y cariñoso –a su manera, claramente–. Desde que su padre los abandonó, él tuvo que convertirse en el hombre de la casa, y aunque no lo diga, le duele; pero tuvo que ser fuerte para apoyar a su madre.

Desde adolescente tuvo que trabajar mientras estudiaba a la vez para ayudar a su mamá con los gastos de la casa, la comida y las facturas. Y aún así, nunca dejó que sus hermanas trabajaran.

Y a pesar de que sean felices ahora, han tenido una vida complicada.

Jisoo salió de sus pensamientos cuando su teléfono sonó.

— ¿Sí?— respondió.

¿Estás lista? Te estoy esperando afuera en mi auto.

Lo siento, señorita. pero se ha equivocado.

¿Quieres morir, Kim Jisoo? Sé karate, te puedo matar fácilmente.

Voy de inmediato.

Ok, te estaré esperando.

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Holiii.

Lamento no tener tiempo de reescribir esta historia. Pero es que he estado atareada, en mi país debido a un ciclón estuvimos cuatro días sin luz, mi computador no tenía carga y se había apagado. Y encima mi teléfono está roto, no puedo hacer mucho sin él y por tanto solo puedo conectarme cuando estoy en la universidad que es uno de los pocos lugares en Cuba que existe la conexión wi-fi.

Pero bueno. Les traigo algunos caps para que la espera halla valido la pena. Y en serio lamento el retraso con esto.

Deslicen el dedito y dejen su votito.

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