Capítulo Uno.

ADORABLES OJOS CAFÉ

El joven pelinegro se movía torpemente encima de la chica, sintiéndose patético y con mucha ira hacia él mismo. ¿Por qué simplemente no le decía la verdad y punto? Siempre se complicaba tanto. Hace dos años atrás era todo tan distinto, ella no era tan pesada, ni celosa y mucho menos posesiva. Pero desde hace un tiempo lo que mejor hacían era discutir, e incluso tener intimidad era complicado porque él no se sentía a gusto. Sin embargo, se niega a admitir que no siente nada por ella, porque él sí siente mucho amor por ella. Es solo un bache, al menos eso es lo que intenta meterse en su cabeza.

Salió de ella, quitó el preservativo de su pene y se sentó encima de la cama, justo en el borde de esta.

- ¿Baby? ¿Qué sucede?- preguntó la pelinegra.

- Nada.

- No me parece un "nada".- asegura la chica.- ¿Me puedes decir que sucede?

- Nada Jennie, es solo que no me siento a gusto teniendo sexo aquí.- reclamó el pelinegro.

- ¿Y dónde carajos quieres que lo hagamos?- se defiende elevando el tono de su voz.- En mi casa no porque te da vergüenza, en la universidad tampoco porque alguien nos puede ver, y ahora aquí en tu casa no, ¿por qué?

Él resopló con fastidio. Está comenzando a hartarse de pelear constantemente.

- Nada, mejor dejemos esto para otra ocasión.

- Siempre con tus malditas excusas, TaeHyung.- brincó de la cama la chica buscando su ropa encima de un mueble cercano.- Joder, que ya no eres el de antes.- dice comenzando a ponerse su sostén.

- Jennie, entiéndeme.

- No, es más que suficiente. Llévame a casa, no me interesan tus malditas excusas, Kim.- lo detiene.- Vístete y llévame a casa. ¿O quieres que me vaya sola?

Y ahí estaba su tonito acusatorio de siempre. ¿Estaba harto? Tal vez. ¿Entonces por qué no dejarlo todo?¿Y arruinar esos dos años tan hermosos que han vivido juntos? Ni hablar. Que horror, él la ama. Está seguro de que la ama.

- No, obviamente no.

Comenzó a vestirse en completo silencio.

- Te esperaré en el garaje.- agarró su bolso y su celular.- No tardes, tengo un compromiso importante.

TaeHyung suspiró mientras abotonaba los botones de su camisa. Tomó su billetera, su teléfono celular, sus llaves y salió al pasillo cerrando la puerta con fuerza.

- Oye, baja la intensidad, casi la haces giratoria.- bromeó NamJoon.

- Lo siento Nam.- rascó su nuca el menor.- No he tenido una buena mañana.

- Déjame adivinar.- sonrió mostrando sus hoyuelos.- ¿Has peleado nuevamente con Jennie?

El silencio de TaeHyung lo dijo todo.

- ¿Y ahora por qué? ¿Sexo, ropa o ambas?

- Un poco de todo, ahora dice que he cambiado.- revolvió su cabello.- Soy el mismo de siempre, es ella la que me causa estragos y me vuelve completamente loco.- resopló.- En serio que hago lo imposible por entenderla, pero no puedo, por más que lo intento no lo puedo hacer.

- Calma, calma.- relajó NamJoon en tono tranquilo. Apoyó una de sus manos encima del hombro del menor.- Deberías saber que las mujeres suelen ser así, al menos cuando se sienten inseguras.

- ¿Alguna vez con HeeJin pasó esto?

- Cuando estábamos en la universidad, sí.- sonrió nostálgico.- Se sentía insegura porque decía que tenía demasiadas chicas lindas detrás.- negó divertido.- Yo simplemente me reía porque para serte sincero, nunca me interesé por nadie más que ella.

- Siento mucho haberte hablado de...

- Tranquilo, murió hace ya cinco años, es hora de que lo supere. ¿No?- sonrió tristemente.- Al menos me dio los años más hermosos de mi vida, los momentos más divertidos, además de darme el regalo de ser padre de dos revoltosos que amo con toda el alma.

- Eres un buen padre para ellos. HeeJin debe estar feliz, donde quiera que esté.

- Si vas a llevar a Jennie a casa, llega de paso y dale mis saludos a SeokJin, que recuerde que aunque lo haya hecho jefe, sigue siendo un doctor.- enarcó una de sus cejas.- Y saluda a Jisoo de mi parte, ¿por qué no la invitas a cenar aquí? A mamá le hará ilusión.

- Dudo mucho que pueda aceptar, está muy ocupada.- suspira.- Será una buena Ingeniera Industrial.

- Y tú un excelente empresario, hermanito.- completó NamJoon.- No tardes, me gustaría descansar un poco, acabo de llegar de guardia. Y necesito que cuides a los niños mientras descanso.

- Tranquilo, regresaré enseguida.- aseguró TaeHyung caminando hacia las escaleras.

- Y TaeHyung...- el mencionado se detuvo al inicio de las escaleras.- Por favor, sé claro contigo mismo y tus sentimientos.

- Lo haré, hyung, descuida.

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-Oiga, necesito que me de mi comida para llevar por favor, llegaré tarde a la escuela.- dijo la castaña de coletas.

-Un segundo, señorita.- pide la cajera.

En ese preciso momento, un joven muy bien vestido, de cabello negro, llegó al local colocándose justamente al lado de Jisoo. Esta lo miró de reojo notando que era un niño rico, seguramente de esos que creen que son los más lindos del mundo, y de arrogancia que se eleva hasta el cielo. Prefirió no darle importancia alguna y esperar su almuerzo del día de hoy. Qué sin duda alguna mataría a Jennie por llevarse su almuerzo y encima compartirlo con sus amigas en lugar de con su hermana.

- Un sándwich de jamón y queso, con extra de beicon, mostaza y tomate.- habló el muchacho que había llegado recién.- Y patatas fritas para acompañar, gracias.

Jisoo pensó que el chico al menos tenía buenos gustos de comida -eso obviamente creía ella- ya que había pedido exactamente lo que ella pidió hacia ya media hora. ¡Y aún no estaba listo! Quemaría el local.

- Su orden, caballero.- sonrió la cajera con una bolsa en sus manos. Los sentidos de Jisoo se activaron, y sin estar segura de que la empujaba a quejarse -si el hambre o el enojo- desató su furia hacia la chica.

- Disculpa, pero ese es mi pedido.- habló despacio para no matarla.- Estoy aquí hace media hora, y necesito en serio que me dé mi maldito pedido porque tengo clases en menos de 10 minutos.- cruzó sus brazos.- Él acaba de llegar, que espere.

- Escuché, señorita.- comenzó la chica de la caja.- Le pido disculpas, pero él hizo su pedido, lo tenía a mano, por eso se lo di.

- ¡Solo se lo dio por coqueta!- vociferó.- Pésimo servicio. Quiero hablar con...

- Es un muy mal servicio.- interrumpió el chico pelinegro.- Hablaré con el gerente del lugar, es usted muy incompetente.- estiró su brazo con la bolsa hacia Jisoo.- Ten, es tu comida.- me sonrió amablemente.

- Gracias.- sonrió la castaña y agarró la bolsa.

- Necesito hablar con el gerente, ya.- insiste.

- Por favor no, me despedirá.

- Haberlo pensado antes.

- Por favor joven, no era mi intención generar malos entendidos.- la chica suplica.- Lo lamento, prometo que no volverá a suceder.

- Bien, pero cancele mi pedido. No volveré a venir aquí nunca más.- negó el chico.

- Muchas gracias, en serio.- dijo la muchacha casi al borde del llanto.

Luego de ese mal entendido, Jisoo salió contrarreloj de la cafetería para no perder el autobús que la llevaría hasta su escuela. Cuando iba a cruzar la calle, sostuvieron su brazo, ella se detuvo y encaró a quien se atrevió a cometer ese pecado mortal justo a punto de irse al bus.

- Quería pedirte disculpas por este malentendido.- dijo el joven de hacía un rato.- En compensación por retrasarte, me gustaría llevarte a donde tienes que ir.

- No es necesario, en serio, el autobús está...- observó hacia la parada, esta estaba completamente vacía. Resopló con fastidio y revolvió su cabello, hizo un puchero que al joven le pareció tierno.- Se fue. El autobús se fue.- pataleó haciendo una mini-rabieta.- Aish, ¿por qué a mí?

- Bueno, parece que ahora no tienes excusas.- sonrió el chico.- Soy TaeHyung. Un placer conocerte, chica con mal temperamento.

- Soy Jisoo.- sonrió bajo.- Y no es ma temperamento, solo que cuando tengo hambre mi carácter explota.

Luego de ese día, TaeHyung y Jisoo se hicieron más cercanos, hablaban cada vez más, e incluso fue transferido a la escuela a la que ella asistía. Llegaron a ser incluso, mejores amigos.

Aunque actualmente ya ninguno de los dos son esos adolescentes que solían ser, siguen llevándose muy bien. Sin embargo, lastimosamente, a los ojos de Jisoo, TaeHyung es alguien más especial y amado; pero a los ojos de él, ella sigue siendo su preciada mejor amiga.

Al recordar ese encuentro, Jisoo fue invadida por la nostalgia, se encontraba en su habitación estudiando para un examen importante, actualmente se encuentra en último año de Ingeniería Industrial, su sueño es crear su propia marca de cosméticos. Utilizando la química natural para crear mejores y más orgánicos los productos para la piel, sin que lleguen a dañarla. Al recibir la beca en La Universidad de Seúl, simplemente no se la creyó. Era como si sueño personal.

Y aunque ella no es la persona más fan a los maquillajes, como proyectos personales ha creado cosméticos con productos naturales con los que ha recibido unas impecables notas.

Al escuchar el sonido de su celular, regresó a la realidad saliendo de sus pensamientos y metas futuras.

-¿Dónde está la amiga más linda del mundo mundial?- una animada voz se escuchó detrás del teléfono.

- Me parece que se equivocó de número, señorita.

- No digas tonterías Jisoo, sé kárate.- se queja la chica.- Puedo matarte.

- ¿Cuándo llegaste a Seúl, reina del drama, Jung Wheein?.- preguntó Jisoo emocionada.

Se escuchó un grito de alegría a través de la línea: - Me trasladaron a Corea, quiero estar con mi mejor amiga en nuestro último año.

- Iré a verte en cuanto termine mi tarea.

- ¿Y qué tal Jennie?- Preguntó. Aunque ya Jisoo sabía lo que realmente curioseaba Wheein.

- Fue a una supuesta cita con TaeHyung desde esta mañana.

- Amiga, sabes que detesto a tu hermana, no es nada que ya no sepas. Por eso creo que deberías pasar página. ¿No te parece?

- Ojalá fuera así de sencillo, Wheein.- se levantó del asiento lanzándose de lleno hacia su cómoda cama.- Es mi cuñado, lo veo casi todos los días. Aunque últimamente ha estado ausente sé que sigue siendo mi mejor amigo y él siempre buscará alguna forma de que pasemos tiempo juntos.

- A veces te pasas de buena persona.- suspira.- Bueno, cambiando un poquito el tema. Esta noche iré a dormir a tu casa. Así que dile al chef que me haga ramen.

- SeokJin estaría encantado de hacerte ramen.- suelta una risilla.- Pero bueno, puedes venir, por supuesto que puedes. Te extrañé tanto, a veces necesito de tus estupideces.

- Dos cosas: una, auch. Y dos, ya sé que sin mí ni puedes vivir. Pero deja el drama. Nos vimos durante todo el verano y hace dos semanas que tuve que regresarme porque el curso escolar había comenzado. Así que no hace tanto que me has dejado de ver.

- Ok, ok. Ya sé, ya sé. En el fondo sé que me extrañabas demasiado y que sin mí no podrías vivir.- sonríe con suficiencia.

- ¡Cállate! ¿Desde cuándo eres tú tan importante? ¿Huh?

- Bien, bien. Tengo que terminar el trabajo, adiós.

- Está bien. De todas formas me siento cansada, debería dormir un rato. Te amo.

- También te amo.

Y la llamada fue terminada. Jisoo estuvo sonriendo durante todo el siguiente rato debido a que estaba feliz de que por fin su mejor amiga regresó a su hogar. ¡Ahora todo si que era perfecto! Aunque no pudo evitar pensar en qué Wheein siempre ha sido así de alocada. Incluso desde que se conocen, de por sí su primer encuentro en preescolar fue muy divertido a la hora de recordarlo por ellas. Ambas se conocen desde que comenzaron la edad escolar, a los 6 años. Y desde que se hicieron amigas se volvieron inseparables. Es más así como una hermana para Jisoo.

Aunque muy en el fondo, a Jisoo le hubiera gustado mucho que Wheein fuese su cuñada. De todas la vida ha estado enamorada de SeokJin, el hermano mayor de Jisoo. ¿No había mencionado que Jisoo tiene un hermano mayor a parte de su hermana Jennie? Pues, lo tiene, y es una total diva. Sin embargo, a Jisoo y a Jennie les gusta desobedecerlo porque sus berrinches y regaños son muy divertidos.

Ahora que Jennie es mencionada, también hablaré sobre ella. Pues verán, Jennie y Jisoo son mellizas, aunque Jisoo es la mayor por dos minutos. Eso dejaría a Jennie como la más pequeña de la casa.

En fin, después de que Jisoo terminara de hacer su trabajo para el lunes. El sonido del timbre se hizo presente. Por tanto, se levantó del asiento para bajar las escaleras e ir a abrir la puerta. Con total seguridad sería SeokJin.

- Buenos días, pequeña.- fue lo primero que escuchó al abrir la puerta. SeokJin con una leve sonrisa en sus labios y un aspecto que daba sueño solo de verlo.

- Vaya, creía que estarías mucho más tiempo en el hospital.- comentó Jisoo dándole paso a SeokJin para que entrara.

- Y yo, sin embargo me dijeron que ya no era necesario que continuara ahí.- caminó hasta el sofá del salón y tomó asiento en este.- Estoy cansado, mi hermoso rostro no puede con tanto estrés.- deslizó su mano por su rostro.- ¿Para qué carajos me hizo cirujano?

SeokJin es el médico encargado en el hospital, además de ser un importante cirujano. Actualmente trabaja mano a mano en el hospital de Kim NamJoon, quién es otro importante médico de Corea (y casualmente, hermano mayor de TaeHyung). Retomando el tema anterior, al ser un hospital tan grande y haber pocos cirujanos, sus guardias suelen estirarse durante varios días. Ya que es el jefe de la zona de Urgencias del hospital, la mayoría del tiempo se la pasa ahí. No tiene mucho tiempo libre, pero cuando puede, aprovecha para hacer sus hobbys preferidos: comer y dormir.

- Con lo feliz que habría sido siendo barredor de calles.- continua haciendo drama.- Estoy agotado.

- No seas dramático, con lo exquisito que eres no soportarías recoger basura apestosa.- contrataca Jisoo.

- Uno ni drama puede hacer aquí.- se cruzó de brazos el hombre.

- Ya cállate Jin. Te prepararé un baño calentito para que te relajes y puedas descansar.- ofrece Jisoo con una sonrisa.

- Definitivamente, serás una buena esposa.

- ¿Crees eso, en serio?

SeokJin asintió.

- Aunque lastimosamente no tendrás nunca mi belleza, pero bueno, en la vida no podemos tenerlo todo.- se encoje de hombros.- A ti la vida te dio un hermano precioso y a mí la vida me dio este pelazo.- sacude su cabeza con dramatismo.- El tonto de TaeHyung no sabe lo que se está perdiendo contigo, Jisoo.

- Abandona el tema, no me gusta hablar sobre eso. Además deberías alegrarte, está con tu otra hermana.

- Conoces a la perfección mi opinión sobre esa relación.- puntualiza Jin.- Jennie no tiene la madurez que posees tú. Solo sabe salir de fiestas y descuida sus prioridades.- comenzó a deshacer el nudo de su corbata.

- Eso no es cierto, lo que dices no es verdad, Jin.

- No miento y tú lo sabes.- la observó totalmente serio.- TaeHyung merece algo mejor, Jisoo. Si quieres negarlo, hazlo, pero no se puede tapar el Sol con un dedo.- finaliza poniéndose de pie.

Jisoo suspiró rendida. Ella sabe a la perfección que su hermano SeokJin tiene absolutamente toda la razón. Jennie nunca ha sido muy responsable, ni siquiera en secundaria obtenía notas buenas. Entró a la universidad por una beca que mamá le paga, ya que SeokJin dijo que él no se haría cargo de lo que Jennie como adulta nunca se preocupó. Una beca, eso está fuera de sus posibilidades.

- Me daré un baño, estoy cansado.

- Descansa tranquilo.

Jisoo suspiró nuevamente sentada en el sofá. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado? Ella no lograba entender el cómo, pero algo si sabía y estaba totalmente segura de eso. Jennie puede cambiar, y ella la ayudaría.

- Debo limpiar, necesito mantener la mente ocupada en algo.

...

Cuando Jisoo terminó su limpieza, pasaban alrededor de las tres de la tarde. Aún su hermana no regresaba, supuso que estaría pasándola genial junto a TaeHyung, y el pensar eso le afectaba. El típico cliché de estar enamorada de su mejor amigo, sin embargo este es su propio cuñado. ¿Habría peor cosa que esa?

Y haga lo haga, no podrá librarse tan fácilmente de ese profundo sentimiento que siente por ese adorable castaño de ojos cafés.

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Hola hola! 👋

Y sí, intentaré editar más rápido esta historia porque realmente la adoro y tiene un espacio especial en mi 💝. En fin, espero que sigan aquí para la próxima, y a los nuevos lectores, les agradezco por darle una oportunidad a esta historia donde reina el drama y sobretodo el amor.

Nos leemos pronto.