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Sus manos temblaban de nervios, cubiertas de un liquido carmesi, de igual forma todo su cuerpo arrodillado frente a aquel hombre que yacia muerto delante de el; lamentablemente la sangre no era solo de el, habia suya, de las cortadas que tenia en sus brazos, en sus piernas que el mismo se las habia ocasionado. Lagrimas caian de forma estrepitosamente rapida, queria gritar por ayuda, intentar nuevamente escapar, hacer algo, pero no; tan solo estaba en un estado de shock, y cabe decir que es poco ya que acaba de matar con sus propias manos a aquel desdichado, estas ultimas semanas han sido su propio infierno personal. Sus labios temblaban como si intentará decir algo, pero el miedo y el estado de shock no se lo permitian; su rostro estaba con algunas gotas de sangre ajena y suya, le daba demasiado asco su estado actual.
Se levanto tambaleante, apoyandose en una pared, y todo su cuerpo hecho un completo manojo de nervios, no sabe cuando le llegaron esos deseos de quitarse la vida, o de matar, no puede entenderlo y lo unico que pide es que desaparezcan, no le gusta hacerse daño cada vez que lo recuerda, y solo una duda aparece en su cabeza.
¿Cuando se detendrá?
Las lagrimas vuelven a acumularse luego de eso; cada momento que estuvo esa noche con el español simplemente hace que quiera cortarse tan profundo como para que no vuelva a abrir los ojos, o golpearse tan fuerte la cabeza hasta caer inconsciente y todos esos recuerdos desaparezcan tan solo un instante. Pero no puede aunque lo intente. No puede asumir que la persona que aun quería le haya hecho esto, y eso era la rabia mas grande que tenia hacia si mismo, que no lo pueda odiar, como dijo su amigo rubio, que sus sentimientos pasados sigan interfiriendo e incluso justificandolo irremediablemente, le mintió y lo sabe, lo lastimo y lo sabe, lo mata lentamente y le duele tanto que no sabe que hacer.
- ¿P-Porque...?
Murmura observando con desagrado al cadaver delante suyo, este tipo intento tomarlo cuando ingreso a aquella casa o su prisión personal, y el moreno se dio cuenta no tan tarde de las intenciones que tenia este tipo con él, a pesar de haber forcejeado no lograba derribarlo, tal vez porque se habia negado a comer desde la ultima vez que vio a la representación de la corona española, ya que todo comestible que ingresaba a su garganta era expulsado; pero cuando ese tipo logro someterlo hasta un punto que intentaba hacer que se arrodillara delante de él escucho cono este murmurando algo y lo descontrolo. Totalmente irreconocible. Los recuerdos de como lo mato eran sumamente borrosos pero las palabras que le hicieron perder los cabales no. Y posiblemente se le queden grabados con fuego.
- ¡Yo no queria hacer esto! - Grito con fuerza, deshaciendo el nudo en su garganta, y tropezando un poco en el proceso que lo hizo temblar. - ¡¿Por que?! ¡¿Porque lo hizo?! ¡Ya me tenia a mi! ¡No tenia que...! - Su mano fue lentamente hasta su cuello, una herida remarcada casi al lado de la clavícula, hecha por su captor. - N-No...eso no es cierto...el no podria ¿No?...e-el no. Deje de forcejear, el tiene que cumplir su parte, el tiene que, tiene que bastarle.
«N-No sigas...Antonio..»
«¿Quisieras que le hagan esto a tus hermanos?»
Paso saliva con dificultad, evitando mirar la grotesca escena que habia dejado con aquel muerto, avanzando hacia la otra sala, hace tanto que no iba a su habitación desde que intento dormir en ella y le dio una crisis en medio de la noche al sentir como lo tocaban en diferentes partes de su cuerpo.
El cansancio metal le excedia por completo, y con su estado fisico no le rendía para mas, no comia, tenia pesadillas por la noche, ataques de ansiedad donde se lastimaba continuamente, emtre otros asuntos. Y con la resiente noticia de que su amigo del sur habia escapado de la carcel de los españoles causando una revuelta inmensa, y de igual forma provocando que aquel demonio arrastrara algunas fuerza hacia ese lado, su preocupación por su amigo solo iba en aumento, y no era para menos ya que escucho como soldados afirmaban que apenas se le encontrase lo iban a torturar cono no tiene idea.
«¿El juguete favorito de la Corona Española, eh?»
Solo se lo hizo aquella vez, y de verdad queria afirmar que aquella noche sus sentimientos limpios hacia el español fueron muriendo tras cada mordida y estocada que daba contra el; pero no, no podia afirmar algo que no era malditamente cierto, y a pesar de que se odia por eso no le queda mas que aferrarse a lo poco que le queda cuerpo en aquellas cuatro paredes, donde rogaba que a sus amigos y hermanos no les tocasen de esa forma tan ruin y degradante. El cuando se reunía con los demas intentaba protegerlos, tal vez por ser mas alto y sentir que era su deber, pero se hallaba encerrado, pequeño y delgado, y no dejaba de seguir intentando protegerlos. Que necio.
Hace un tiempo queria desaparecer. Hace otro poco queria permanecer existiendo, aferrandose al español quien era al unico que veia. Hace poco sus fuerzas de esperanza eran capaces de observarse.
Ahora solo quería proteger a aquella que quiso y querra, no importa lo que le cueste.
Su mente siempre viajaba a los gritos y peleas escandalosas del de piel palida; las cuales le provocaban sonrisas de ternura; otras a su hermano quien jugaba con una pequeña tortuga y el lo vigilaba a lo lejos junto al menor de los tres haciendo rodar una tapa de otro en modo de juego, las lagrimas de melancolia no se hacian esperar; de igual forma cuando jugaba con sus amigos de la parte sur provenientes de Pampas, quienes peleaban o jugaban a investigar por los campos fertiles. Todos los recuerdos que luchaba por que no sean olvidados eran la unica cuerda que lo sostenia de la locura y no pensaba soltarla incluso si le quemaban la mano con la que se sostenia, o le arrancasen la piel o mutilasen intentando que caiga por completo.
Si no iba a volver a ver a su hermano al menos podia hacer algo por el.
«¡D-Duele, detente!»
Las suplicas y llantos solo lo hacian sentirse impotente.
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Un ruido sonó en la parte de la entrada, como si un pedazo de madera hubiera sido roto, y poco despues cono alguien entraba a la casa debido a las pisadas.
- ¿Otro soldado español? - Murmuró algo cohibido en su lugar, intentando evitar a toda costa temblar. - No, varios de ellos tienen la llave de este lugar, ¿Un ladron? Tal vez, o si es un soldado, recuerdo que a novatos no los dejan entrar y puede que la curiosidad; pero esto no me esta gustando, no me gusta en lo absoluto. - Seguia susurrando, caminaba hacia su lanza de madera que el habia recreado, y rompiendola en la punta hasta que queda puntiaguda. - Yo deberia...v-ver primero o quedarme, ¿Y si encuentran al t-...? - Una gran arcada lo ataco, casi vomitando en el proceso.
Decidio que el mismo iría a ver, y si tenia oportunidad lo atacaba. Camino lentamente con el arma en mano, hasta toparse con un tipo en la primera sala, que examinaba todo el lugar con una mueca de confusión; no lo reconocia, no parecia ser un soldado, ya que estos traen armadura e incluso armas, algo que él no parecia tener, podia asegurar que le llevaba una dos cabezas y media, piel pálida, y se cubrio la nariza al detectar un olor putrefacto.
En eso el peruano asustado, sin demostrarlo, salio de su escondite, en pose de lucha con su lanza.
- S-Si piensas...tocarme terminaras igual que tu a-amigo. - Amenazo alzando su lanza en dirección al mas alto. - N...no l-lo pienses...no lo pienses..y-yo...
El de orbes dorados se desmayo asustando al castaño, quien corrio a su socorro.
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- ¡S-Sueltame, no me toques! - Se levanto totalmente asustado el moreno, empapado de sudor con una expresion de terror en todo su rostro, el cual se hallaba relativamente limpió, y sus ropas eran otras, provocando que la combinación de sangre y deschos haya desaparecido; hasta que se asusto al darse cuenta que estaba en su cama, y su respiración se volvio agitada, girando hacia al lado de la cama estaba totalmente vacía. - ¿Q-Que paso...?
El mismo chico de hace un rato entra con un tazon y un pequeño trapo, dejando aquello sobre un banco al lado de la cama, y sentandose en una silla que se encontraba cerca.
- Te desmayaste. - Menciono el joven, haciando énfasis a que su estado no era el mejor. - ¿Estai' bien? No pense encontrarte asi.
- ¿T-T...u?
- Hola otra vez Pirw.
Al mencionado se le llenaron los ojos de lagrimas, solo que esta vez fue de felicidad, como hace mucho; casi saltando para tirarse a abrazarlo aunque provocando que se tropezara y el castaño se levantara para evitar su caída.
- ¿Como llegaste aqui? ¿Estas bien? No te reconoci, estas muy cambiado. - Solto de repente, envuelto en lagrimas.
- Vo' eri' el que no cambias, varios que he visto ya pasaron a verse como personas de 13 a 15 años, ¿Que te paso? Sigues asi weon. - Le dijo con preocupación en sus palabras, sosteniendo al menor con delicadeza para intentar que no se cayese. - Y llegue por el revuelto allá, estan distrayendo y queria saber como estabas...no pensé que asi.
El mas bajo desvio la mirada, su apariencia aun no pasaba los nueve años, y eso que no llegaba bien a esa supuesta edad por ya siquiera probar alimentos o los maltratos que habia tenido.
- Uh si, un problema con la comida, nada mas. - Se excusó, evitando el tema de porque en realidad no podia pasar alimento.
- No me referia a eso.
- ¿Eh? ¿A que?
- ¿Estai' bien? Deci' por favor. - Lo ayudo a sentarse en la cama, para que el procediera a hacer el mismo acto, el menor se removio claramente incomodo en su lugar. - ¿A que te referi' con lo anterior? Queri' saber para ayudarte, asi que se honesto, ¿Entiendes?
- Y-yo... - "Si el esta bien, es suficiente, no tengo que preocuparlos por tonterias, ya basta de llorar." Se autoreconforto, no quería contarselo, a parte de preocuparlo en vano seria demasiado patetico el que no se pudiera defender en esa situación. - Solo dolor, a veces me golpean pero uno se acostumbra a eso...¿No lo crees? Tal vez por lo que sentía por él, pero nada mas, no te preocu-
Sus palabras fueron detenidas al sentir como lo aprisionaban entre dos largos brazos en la parte de su cintura; forcejeo con panico en sus ojos, creyendo que eran mal intencionadas, olvidandose de quien era el que ejecutaba la accion.
- ¡No, detente! - Grito, sin percatarse de que el chileno lo solto de susto y se le quedo observando como estaba a punto de lagrimear de miedo.
- Hey, solo era un abrazo, tranquilo.
- ¿M-Mapu? - Su rostro palidecio totalmente, ya era tarde que el mayor no se hubiera dado cuenta, esta vez fue el que lo abrazo algo tosco. - ¡Lo siento mucho! ¡El... El... me hizo cosas horribles y no se como reaccionar! ¡Perdoname! ¡Me hizo a pesar de decirle que se detuviera y es m-mi culpa! - Las lagrimas se acumulaban de manera tosca. - Te extrañe tanto. No quise decir eso cuando te vi, jamás pensaria que tu serias capaz de... algo así.
- Tranquilo.. - Sobo la espalda con cariño, conteniendo la rabia acumulada con todas sus fuerzas, ahora de verdad maldecia al resto de naciones sudamericanas: la mayoría habia dicho que el nieto de Los Incas era el que la mejor la estaba pasando ya que era donde estaba la capital de todos los virreynatos en el continente, e incluso que no estaba en una carcel torturado, y se hallaba cómodamente en una casa; aquellos afirmaron rencor por aquel. Sabe que el español lo quiso torturar de otra manera, una mas delicada pero mucho mas letal. - Estoy aqui, desahogate. - Una donde aunque escapes seguiras siendo torturado, y el dolor permanecera. - No me ire, ya ya, calma. - Y no lo comprende, sabe que el español afirmo amar a la pequeña nacion (aunque sea mentira) de igual forma conocio los sentimientos que este le tenia ¿Porque justo a el entonces? ¿Porque a alguien que sus sentimientos primerizos eran de la forma mas inocente posible?
- T-Te quiero, gracias. - Susurro con timidez, escondido su rostro en la camisa del mas alto, provocando que este sonria y le acaricie la cabeza. - Ahora siento que tu eres el hermano mayor.
Si tan solo supiera que es el unico hermano que le queda.
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|Hablemos gente.
Y si, me puse seria aaa. Desde el principio, como todos se van dando cuenta, nuestro personaje Miguel (Perú para otros fandoms aea) narra el como su captor a abusado de él. Siendo específica y clara, "Violacion"; un difícil término que el contó desde su perspectiva más sentimental que descriptiva. Esto no es romántico. Esto no es bonito. Como se le ve, a lo largo del capítulo, genera traumas. Si lo incluí no es tampoco por el morbo o gusto propio (no suelo utilizar estos temas) pero es algo que muchos saben y sucedió en la conquista contra las indígenas,, no me gustaría que el lector confunda esto con parte de la relación que los dos principales tienen, no es romántico, no es sano, en ningún momento trato de romantizar nada de esto. Y desde mi opinión, si no sabes manejar el tema, no lo utilices, yo no se (re contradictoria) pero trate de ser a lo más apegado en realista y secuelas que aquella emplea (siendo muchas más de las que hice referencia);; si se percatan, esto no lo escribí de forma "gráfica" porque no se...me da asco y ya. Gracias por su atención, y si lees esto es porque eres lector nuevo, ¿?hola. (la aclaración es otra historia que hará esto muchas más largo, bai.)
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