Capítulo 19-a
Dedicado a TintaFucsia_93
Después de la revelación de Mary, se retiraron a Central Park en busca de un lugar bajo la sombra de los árboles para terminar su conversación. Allí aprendió otras cosas asombrosas, como que el señor Dittrich era el hermano de la rubia y la verdadera edad de la súcubo. Mary, o Ariashka, como accedió a llamarla en privado, ¡tenía poco más de dos mil años!
Compartieron una o dos risas sobre los cuentos de Mary sobre su juventud, pero ya no era lo mismo que antes. Se había formado una brecha entre ellas y probablemente llevaría mucho tiempo antes de que pudieran encontrar una manera de estrecharla.
—Volvamos a la universidad. Todavía tengo que revisar algo allí —dijo Mina después de un largo silencio, disfrutando de la brisa de la tarde bajo la sombra de un pino escocés.
—Gracias, princesa.
—Primero: no empieces a llamarme princesa, simplemente soy Mina para ti... incluso si todavía estoy enojada; y segundo: ¿por qué me agradeces?
—Por darme la oportunidad de ser tu amiga otra vez —La diabla sonrió y entrelazó un brazo con el de su amiga—. Muy bien, volvamos y preguntemos a ese inútil asistente tuyo por qué, en nombre de Lucifer, le ha llevado tanto tiempo descifrar esos rollos.
Gabriel estaba en el proceso de imprimir la última traducción cuando su cruz de plata celestial se calentó contra su pecho, haciéndolo gruñir. El material utilizado para su cruz era un tipo especial de plata forjada en el cielo e imbuida del poder celestial que permitía a su usuario detectar la presencia cercana del mal.
El mal que cada segundo se acercaba más a él.
El collar se tornó casi demasiado caliente para su piel cuando la doctora Larsa y la profesora Wilson llegaron al laboratorio. Sus ojos gris azulados se agrandaron de sorpresa, pero se controló antes de que se dieran cuenta. ¿Por qué su cruz solo le estaba advirtiendo hasta ahora? Los tres habían interactuado en innumerables ocasiones en el pasado y su collar nunca se había activado antes. ¿Qué había cambiado?
De las dos mujeres, la única que posiblemente podría ser un demonio era la señorita Wilson, ya que sabía que la doctora Larsa era la Elegida, el alma más pura de toda la creación.
La única explicación que tiene sentido es que la profesora Wilson debe haber estado usando algún tipo de magia que bloqueó mi collar. Pero, ¿qué podría ser más poderoso que un artefacto creado por el mismo Arcángel Miguel?
—¿Cómo va el desciframiento, querido Gabriel? —Ariashka le preguntó al intento de estrella de rock mientras saltaba sobre una mesa y cruzaba las piernas.
Mina le chasqueó la lengua a la rubia y se volvió hacia su asistente, parado frente a varias computadoras y monitores.
—Lo siento por lo de antes, Gabe. No debería haberte tratado como lo hice —susurró ella, ocupándose de mirar el brazalete de cuero con púas en la muñeca izquierda del chico.
—Está bien, doctora. No debería haberte presionado cuando era obvio que estabas molesta. No te preocupes, todo está perdonado —respondió con una sonrisa.
Mina sonrió, notando cómo los ojos de su asistente se veían más azules que grises con su deslumbrante sonrisa.
—Thanks, Gabriel.
¿Por qué está hablando en inglés? ¿No se ha dado cuenta de lo que me hace ese acento?
—¡Muy bien, de vuelta al trabajo! —exclamó nervioso, rascándose la parte de atrás de la cabeza—. Aquí está la traducción impresa del último papiro. Creo que lo encontrarás muy esclarecedor.
Ella tomó los papeles de sus manos y comenzó a leer de inmediato. Sus ojos se ensancharon y se volvió hacia él, cuyo rostro estaba serio, pero sus irises gris azulado brillaban de felicidad.
—¿Todavía tienes el análisis en la computadora?
—Sí, lo tengo. Dame un minuto y reflejaré mi pantalla en los monitores de plasma.
Un instante después, dos pantallas planas de cincuenta y cinco pulgadas cobraron vida con la traducción al lado de la foto escaneada del último papiro.
Mary saltó de la mesa y se detuvo junto a Mina, sin dejar de mirar los monitores planos.
—Oh mi... Esto es...
—Sí, lo es.
—Aquí, Mina —La demonio rubia señaló un párrafo en la pantalla antes de que lo comenzara a leer en voz alta—. El ángel vino a mí y, tocándome la espalda, nos llevó a otro lugar. Una tierra seca y extraña donde el suelo estaba cubierto de sal y montañas como raíces rodeaba el lugar. El aire estaba más caliente que las arenas de Egipto, pero el llanto de un ave de presa se podía escuchar en la distancia.
—El ángel ardiente habló en una lengua extraña y el suelo bajo nuestros pies comenzó a temblar y cambiar, dejándonos flotando en el aire. Ante mis ojos la tierra fue moldeada hasta que varias cuevas tomaron forma. Y descendimos a ellas como si el suelo estuviera hecho de niebla, dejando la llave oculta tras rocas y trucos —Mary silbó luego de terminar—. Parece que conseguir la llave será una como un trilla en una montaña rusa de Indiana Jones.
Gabriel se acercó a ellas y puso una mano sobre el hombro de su jefa.
—Pero lo que me llamó la atención fue esta última línea —dijo, señalando el monitor—. Parece una nota lateral agregada mucho después de que el resto fue escrito...
—Y en un momento de angustia por cómo la escritura se diferencia del resto —continuó Mina, interrumpiendo al joven.
—Ella ha venido —La rubia leyó antes de volver la cabeza hacia su amiga—. ¿Quién crees que vino por él?
—¿Quién más? Lilith —declaró la pelicastaña en voz baja, recordando la conversación que tuvo con Vergil la noche anterior—. ¿Ves lo que el ángel le dijo a Suti? Dice claramente que la vida del sacerdote estaba en peligro porque la amante de Satanás lo buscaría.
—¿Crees que Lilith quería la Llave para sí misma? —preguntó su asistente.
—Lo más probable —Mina se mordió las uñas, sumida en sus pensamientos.
Todo estaba tan claro ahora. Su suegra había estado buscando la Llave del Infierno durante siglos y mató a Suti en venganza. Porque él escondió el medallón en lugar de dárselo a ella; por eso ella lo mató y se lo comió. ¿Ese es mi destino... Ser devorada por la madre del demonio que amo?
Inconscientemente poniendo una mano sobre su cuello, Mina se sintió enferma y un dolor de cabeza comenzó a golpearle la frente. Ella necesitaba sentirse segura. Necesitaba que su esposo le dijera que la amaba y que la protegería de todo, incluso de su propia madre.
Sí claro. ¿A quién estás engañando? ¡Él nunca traicionará a su madre por alguien que es solo una herramienta para él! ¡Te están utilizando para conseguir ese maldito medallón, Mina, mete ese hecho dentro de tu cabezota!
Pero aún así, ella necesitaba verlo una última vez antes de poder decidir qué hacer.
—Tengo que volver —susurró y se alejó del laboratorio a toda prisa.
—¡Mina! ¡Espérame, Mina! —gritó Mary, corriendo tras ella.
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Inglés:
1- thanks= gracias
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