No me gustan las noches nubladas, tampoco puedo decir mucho de esta agrietada y húmeda cornisa o el mohoso piso en el que no desearía estar parado ahora mismo, la luz neón de los letreros en un idioma oriental del que me tuve que tomar la molestia de aprender y me falto mencionar el incesante sonido de el metal temblando constantemente por la maquinaría industrial que hace de esqueleto de esta ciudad, vaya... nunca pensé que podría pensar tantas cosas negativas de esta ciudad, después de todo vivo aquí, solo me falta el cigarrillo para tener el paquete completo de personaje depresivo.
Bueno dejémonos de tantos sermones de cómo soy malo eligiendo adonde vine a vivir, en todo caso tampoco es que este durmiendo en mi amada cama en el distrito residencial esperando a despertar al día siguiente con mi rumie para ir a la universidad de gremios junto a mi estereotípico grupo de amistades, en todo caso esa vida confortable e ideal por muy monótona que suene es la que quiero ahora, yo elegí estar a cuatro pisos de altura en una cornisa vigilando un edificio de mala muerte lleno de traficantes.
¿Suena repentino?, bueno lo es, pero ya dije antes que elegí esto, pero si cumplo bastante bien con mi rol de vigilante nocturno, sería un desperdicio no aprovecharlo para evitar que gente como esa envenene a mi amada universidad, que lleguen a provocar daños a mis amigos que me ofrecieron su amistad aun cuando yo no colaboraba, mi sangre borbona hierve pensando en lo que puedo perder, debo acabar con su mercancía, acabar con ellos, asegurarme de dejarles las suficientes lesiones y cicatrices para que lo recuerden, para que me recuerden, nada de excepciones, deben... mierda, se supone que hago estas meditaciones antes de trabajar para no pensar de la manera que lo acabo de hacer, bueno mejor me concentro en lo que se supone que esta abajo, si, será lo mejor para evitar pensar como un salvaje borbon.

Desde los lentes de mi mascara puedo ver a simple vista el establecimiento, típicamente siempre hay guardias en la entrada principal, específicamente siete, todos ellos orientales de mar, cuatro de ellos moviendo cajas de la mercancía entre el exterior y el interior y cambiando turnos cada veinte minutos, vaya perezosos, en cambio los otro tres están apartados a un costado de ese portón justo entre este y la entrada principal del establecimiento, están conversando de manera despreocupada e inclusive fumando, sería fácil sorprenderlos pero debo guardar mi energía primero para la infiltración y ver que hay dentro del lugar, a por cierto me falto mencionar a los únicos dos guardias en el techo, por lo que veo son los únicos que se toman enserio su trabajo aunque por aburrimiento se detienen a conversar por unos minutos, e observado que hacen esta rutina constantemente, es una ventana de oportunidad que puedo aprovechar.
E decidido finalmente emprender vuelo, pongo mis pies correctamente alineados sobre la cornisa, observo a los vigilantes del techo, espero, sigo esperando, conversan, salto, una vía de carga esta en frente, de algo sirvió practicar mi agilidad después de todo, aterrizo un pie en la vía y salto a la siguiente, así consecutivamente hasta que llego a esa cornisa opuesta y decido colgarme de con las manos al lado opuesto de eso vigilantes, me dolerán después las manos pero que se puede hacer cuando la ventana de oportunidad se cerro antes de que pudiera aprovecharla totalmente, espero poder esperar hasta que aparten la vista de donde esto colgado para trepar, aunque bueno tampoco estoy en la mejor posición, ese trio de holgazanes que mencione antes están justo debajo mío, solamente tiene que voltear uno de ellos para que mis tres años de universidad se vallan al diablo, afortunadamente aguanto hasta que esas otras aves apartaron la mirada, entonces subo y decido subir mi adrenalina antes de que me vean, están ambos de espalda a mi, son solo segundos pero aquí comienza la parte fea del trabajo.

Es un desperdicio de valioso tiempo pero enciendo mi walkman y ya en mi pleno yo decido que derribare primero al de la derecha, por que bueno... soy diestro, agacho la cabeza corro lo más rápido y silencioso posible, sigo el paso hasta que estoy finalmente detrás de el y antes de que pueda darse cuenta al voltearse decido darle un buen puñetazo en la garganta, presión suficiente para romper una tráquea y forzarlo a desmallarse por unos minutos, va necesitar tomar mucho agua después de esto, algo que no vi venir sería el ruido que haría al desplomarse, hizo ruido y mucho, tengo que ahora correr hacia el otro vigilante, alcanzo a voltearse solo para encontrarme de frente y le pegue una patada en el estomago, mi pie quedo enganchado entre su torso y uno de sus brazos con los que alcanzo a atrapar mi pierna, me maldice de una forma que no creo que pueda mencionar por presencia de menores, entonces aun con su brazo sujetando mi pierna intenta sacar un arma con el otro, pero entonces decido revertir la situación tomando impulso con la otra pierna y dirigirla derechito a su barbilla, afortunadamente la física cuestionable me favoreció y el sujeto se desplomo, aunque termine cayendo de panza al piso, creo que eso le dejara rayones a mi mascara.
Bueno estos matones genéricos se quedaran en el piso unos minutos y el tiempo es valioso, si se preguntan por que no los mate, lo siento pero no soy un edgelord, tengo un idealismo mas optimista de los vigilantes, aunque mi mascara de búho no lo avale, en fin debo dejar de desperdiciar tiempo pensando y buscar una entrada, que casualmente resulta ser la escalera que estos vigilantes usaron para subir aunque temo que quizá sea muy obvia de una manera bastante conveniente o forzada hay un ducto de ventilación por el quepo, tendré que poner un poco de fuerza pero tendré que levantarlo manualmente a medida que lo voy levantando voy entrando aunque a medida que entro pierdo el agarre y empieza a rasparme la espalda y los pies cosa que creo me hace pensar que estaba hecho para dos pero bueno que se la va a hacer.
Una vez dentro del ducto tengo que considerar las partes verticales, ya me e caído de cara bastantes veces en mi vida y por mucho que no sienta dolor en el momento tampoco quiero sentirlo después , en todo caso ahora que me doy cuenta este lugar es más grande lo que anticipaba, este almacén cuenta con una formidable cantidad de hombres y mujeres armados con armas blancas y no puedo creerlo pero tienen a un gran rojo envuelto en una voluminosa armadura blanca, aunque eso no lo salva de tener la misma actitud que el resto, al menos si los ignoro y no hago ruido podría pasarlos de largo hasta llegar a una salida de este ducto, luego seguiría evidentemente la labor de sabotaje, aunque tendré que seguir un rato por estos ductos solo debo aguantar un poco más el aire infestado de polvo y botellas de cerveza y whisky vacías, ¿como terminaron aquí? pues no lo se. 

Ya llevo un rato en esta ventilación y no encuentro una salida sutil, aunque quizá si intento abrir esta de aquí que esta muy forzadamente conveniente aquí que me dejaría en una sala vacía, espera... acabo de escuchar un crack, ok eso no es bueno, o diablos acabo de escuchar más, mierda...
Retomo lo que paso, al intentar salir del ducto resulta que lo desequilibre y termine cayendo de lleno en la habitación que estaba "vacía", resulta que simplemente la veía fuera de ángulo y había un grupito de cinco jugando al póker y creo que destroce su juego al caer de lleno en su mesa, cartas y whisky derramados por todas partes y estos tipos evidentemente molestos, bueno a medida que se levantan de sus sillas molestos y maldiciéndome supongo que ya vendría siendo hora de que corte con estos pensamientos y deje el resto a su imaginación.

Los saluda su querido amigo Cen, el búho.

Autor: Mr. Sea

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