El camino a su despacho volvió a ser intrigante y silencioso, pero al menos los hombres no me trataron como un animal. Una vez llegamos y la hermana abrió la puerta, visualicé a Kit sentando en la silla, espaldas a mi. Vaya, por eso no había aparecido. Los hombres me obligaron a situarme a su lado y miré al chico de reojo, sin embargo él estaba bastante ocupado observando el suelo. Pude analizar su rostro a puras penas, y descubrí que tenia un moretón en el ojo nuevo y seguramente recién hecho. 

Desvié la mirada hacia la hermana Jude y caí en que a lo mejor, Kit era mi sorpresa. Entrecerré mis ojos esperando alguna respuesta o explicación y ella me sonrío, como siempre.

- Kit no es lo que esta pensando. El señor Walker esta aquí por su actitud nefasta contra la institución y otra vez, hemos debido de recordarle quien tiene el control aquí- explicó y miré a Kit sabiendo lo que le habían hecho. Sus manos temblaban y me sentí mal, preocupándome por su salud-. Ya se puede retirar Kit, no me haga repetirlo dos veces. 

El rizado no tardó en levantarse con furia de la silla y sin alzar la mirada, se marchó de allí por la puerta. Miré a la hermana Jude y ésta, ordenó a los hombres que fueran por él, para controlarlo. A continuación, cuando quedamos a solas, me ofreció sentarme con una falsa voz amable y el silencio reinó el lugar, empezandome a dar miedo la situación.

- Espero que no me haya malentendido, mi sorpresa no es nada material, es información- explicó rompiendo el hielo y de repente, su sonrisa amigable se desvaneció por completo. Su rostro se volvió frío y serio amenazante-. Quería advertirle que, no sé si fue casualidad o que usted mantiene contacto con el exterior, si vuelve a llegar un paciente con información de alguna persona de aquí dentro otra vez, juro que no volverá a ver la luz del día jamás. 

Fruncí el ceño, quedando completamente desorientada con lo que me acababa de decir la hermana Jude.

- Yo mantengo contacto con gente de afuera, no tengo a nadie en esta ciudad y mi familia desconoce mi paradero.- expliqué rápidamente y me arrepentí después de darle algo de mi información personal, pero ya fue demasiado tarde.

- Como le conté, llegó un nuevo paciente hará unos días y desde que retomó la consciencia, nos ha sorprendido por la cantidad de información que conoce de sus amigos y de usted. Es más que obvio que debe haber algún tipo de relación con vosotros. Tuvimos que sedarle para que se calmara y olvidara un poco sus problemas- explicó y por cada palabra que decía, me iba quedando más paralizada con millones de teorías volando por mi mente, no obstante todas indicaban a una persona en peculiar.

- ¿Puede...puede detallarme el paciente físicamente?

La hermana Jude me miró entrecerrando sus ojos en silencio y luego abrió un cajón de abajo, donde empezó a buscar. No mucho después sacó una carpeta amarilla con una linea roja horizontal y la dejó encima de la mesa, para arrástrala con su mano hacia a mi.

- Chico de unos veinte años, pelo rizado de color castaño, una ligera barba saliendo de su mandíbula y con el rostro lleno de arañazos. Esas son sus heridas más leves, ya que en su cuerpo se descubierto golpes y moretones grabes pero curables.- explicó mientras me pasó los papeles y cuando estuvieron delante mio los abrí mientras abrían y en la primera página, leí la recién descripción que me había dicho ella.

Estaba segura que era Ashton.

Mis manos empezaron a temblar y dejé caer los documentos encima la mesa para que no se notara mi nerviosismo. Leí los tanto detalles que decían de él y cada vez me dejaban más claro que era él. Giré la página y me encontré con una foto de una cabaña antigua. Al lado, había una pequeña descripción, la cual intenté entender, pero la letra era demasiado confusa y alargada. Así que alcé mi mirada hacia la hermana.

- ¿Dónde...dónde lo encontraron?

- Vinieron dos mujeres campesinas que vivían afuera de la ciudad con él, me explicaron que una noche se lo encontraron en sus sótano magullado y perdiendo sangre, así que, con lo poco que tenían, curaron la mayor parte de heridas que tenía por su cuerpo. Aún así, el joven empeoró mentalmente y las mujeres decidieron dejar su caso a gente profesional, como nosotros.

Mi corazón dejó de funcionar por un segundo y tuve que apretar mi mano contra la silla para controlar la impotencia del momento. Ashton ha estado aquí todo el tiempo y no lo sabía hasta ahora. Quería hablar, pero no podía. De seguro que se me escaparía algo que no debía decir o algo que pudiera delatarnos. 

- Entonces, ¿El joven es cercano a usted o no?- preguntó con trampa, ya que habían consecuencias malas en toda respuesta que diera. 

Me quedé callada, pensando en la respuesta indicada.

- Me temo...que no.- susurré, intentando parecer calmada y para nada asustada.

Ella me fulmino con la mirada, sin saber que creer y me examinó con sus ojos durante largos segundos, haciéndome sentir incomoda.  Por suerte, acabó suspirando y me agarró los documentos con cautela, sin romper el contacto visual.

- Si eso es verdad, puede retirarse.- sentenció, sin ninguna muestra de efecto en el rostro.

Me levanté un poco insegura de mis acciones y un poco temblando me retiré de su despacho para cerrar la puerta al final. Me quedé allí fuera del pasillo quieta, mirando el suelo sin saber que hacer o pensar. No tardé en acordarme que tenía tres chicos desconociendo la información que acababa de recibir. Así que sin pensarlo mucho, empecé a correr con el comedor como objetivo. 

La idea de que Ashton estuviera vivo y justo aquí, hacia que mi estomago doliera por el dolor de los nervios y las ansias de verlo después de tanto tiempo. Mis piernas aceleraron el paso inconscientemente y por mi cabeza pasó el recuerdo del accidente paranormal de hoy. ¿Era Ashton? ¿El que escribió la nota fue él también? ¿O tan solo fue un plan de ellos?

Inesperadamente, mis pensamientos fueron cortados cuando una mano tomó mi brazo con brusquedad y me metió dentro de una sala pequeña. La oscuridad era lo único que podía ver y hacia un olor muy fuerte de pegamento a la vez que de polvo. Allí había otra persona, ya que tenía una respiración justo delante mio, pero por el medio, no podía moverme ni un centímetro. Antes de hacer nada, la luz se abrió, iluminando aquella persona.

Cuando mis ojos vieron su rostro otra vez delante mio, la felicidad y una tristeza de nostalgia invadieron mi cuerpo en una oleada inmensa. 

- Ashton.- musité su nombre en un anhelo. 

Y no mucho después de decir su nombre, rodeé su cuello abrazando al chico por primera vez desde hacía mucho tiempo. Él envolvió mi cintura alzándome unos metros del suelo procurando que ninguna capa de oxigeno pasara entre nosotros dos. Del alivio tan grande que se había expandido por mi cuerpo, algunas lágrimas se habían escapado de mis ojos, y de seguro Ashton estaba igual.

Había extrañado estar cerca de él, tenerlo a mi lado, encima después de haber pensado que lo había perdido para siempre.

Sentí como jadeo retomando una respiración profunda a la vez que yo me alejé unos centímetros de él para poder ver su rostro, dejando mis brazos estirados apoyados encima sus hombros.

Cuando creamos contacto visual conmigo, mis mejillas enrojecieron sin querer y mordi mi labio inferior nerviosa.

No hacían falta las palabras en ese momento, la mirada de los dos transmitia como por las dos partes nos habíamos hechado de menos. Nos quedamos en silencio, tan solo observandonos y yo aproveché para acariciar sus rizos que caían de su nuca. Respiré con tranquilidad después de haber parado de llorar de emoción.

También tomé ese tiempo para analizar su rostro, sintiéndome mal viendo como en su mejilla había una cicatriz demasiado grande, su ojo se encontraba morado y su labio superior tenia dos puntos, además de que se encontraba hinchando.

- No imaginaba nuestro reencuentro así.- susurre para romper el hielo, con una sonrisa.

Mi comentario hizo reír a Ashton, haciéndome derretir por volver a escuchar su risa tan pegadiza y hermosa.

- Me lo dirás a mi- susurró, casi como un anhelo y suspiró con nostalgia mirándome con esa sonrisa tonta que acostumbraba mostrarme antes. No supe como tomarme eso, así que seguí en silencio, hasta que él volvió a hablar-. Addison, he pasado una tortura después de...

- La hermana Jude me ha contado sobre las campesinas- lo interrumpí y seguí hablando-. Pero, Ashton, no entiendo nada, ¿Por qué apareciste en su sótano? ¿Que pasó después del edificio? ¿Tu...tu moriste?

- Ey no no, no me pasó nada de eso- me tranquilizó y dejó caer mi cuerpo para colocar ambas de sus grandes manos encima mis mejillas-. Creo que es mejor explicar las cosas delante de los chicos. Claro, porqué ellos estan aquí, ¿o no...?

- Sí, sí están aquí y salvos.- respondí al momento, sin querer preocuparlo más.

Suspiró aliviado y sonrió.

- Genial, genial. Entonces- empezó a decir a la vez que se acercó a la puerta y puso su mano encima del pomo-, ¿Sabes donde están?

-Supongo que estarán en el comedor.- contesté intentando recordar done iba antes.

- De esa manera, vamos allí.-  concluyó y se giró hacia la puerta. Avancé detrás de él pero Ashton no se movió. Antes de que preguntara que hacia, se giró a mi con una sonrisa nerviosa-. Olvidé una cosa.

- ¿El qué?

Sin previo aviso, se acercó a mi y posó sus labios encima los míos, dejándome paralizada. Empezó a mover los suyos con delicadeza y con mucha inseguridad.  Me resistí con Luke en mi cabeza todo el rato y estuve a punto de empujar al rizado, sin embargo, todas las emociones del momento se unieron creando una explosión de ellos, dejándome desorientada y donde solo los labios de Ashton eran mi camino.

Así que terminé siguiendo el beso. Ashton sonrió en el acto y agarró mi cintura con una de sus manos acercandome mucho más a él. El beso se volvió más lento y dejamos que nuestras bocas hablasen por nosotros, sabiendo y teniendo muy claro que eso no estaba bien. Un par de veces quise separarme, pero Ashton separaba sus labios para respirar y volvía a besarme, dejándome sin escapatoria.

Era extraño, muy extraño. Debía separarme, en mi cabeza sonaba una alarma diciendome que estaba mal lo que hacia no obstante mi corazón repetía que debía aclarar mis sentimientos.

Mis pulmones se encogieron al sentir falta de aire y me separé de Ashton sintiendo mi cuerpo la culpabilidad del momento. Mis ojos se cristalizaron y Ashton me miró culpable. A los segundos rodeó mi cuerpo en sus brazos y acarició mi pelo.

- Lo siento...yo...yo- susurré en un hilo de voz sintiendo mi corazón en un puño.

- No lo sientas, amor. No te sientas culpable, por favor. Fui yo quien te besó primero. Nadie lo sabrá, ¿Vale? Olvídate de esto si tan mal te sientes, aquí no paso nada- susurró, y él intentaba hacerme creer que no le importaba, pero sabía perfectamente que no era así. Suspiré pero no dije nada-. ¿Vamos con los chicos?

Sin querer formular ninguna palabra, asentí con la cabeza y nos alejamos. Me mostró una de sus sonrisas de que todo estaria bien, pero tanto como él y yo sabíamos que no.

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