Kit?
Pensaba que afuera todo estaría tranquilo, que no habría nadie y podría caminar un poco tranquila para poder pensar en que paso hacer a continuación para llegar a los chicos. Sin embargo, no fue para nada lo que había pensado. Cuando mis pies salieron de la sala donde me encontraba, tuve enfrente mio la horrible escena de una gran cantidad de gente corriendo y gritando con desesperación, las luces de la sala parpadeaban, las enormes telas de decoración se hallaban arañadas con brutalidad y manchadas de sangre fría. Dios, debía salir de allí. Así que con el miedo invadiendo cada rincón de mi cuerpo, empecé a correr lo más cerca de la pared posible para no caer dentro del colapso de pacientes aterrorizados. Mientras caminaba, me fijé horrorizada como cuerpos de personas degollados o desangrándose se encargaban de crear obstáculos en el suelo, provocando que lágrimas se situaran en mis ojos y tragara saliva con fuerza, ante tal horribles imágenes.
Y sin previo aviso, no miré bien donde pisaba, terminando cayendo encima mis rodillas contra el suelo, justo al lado de la mesa donde antes de esta invasión había la comida. Solté un gemido de dolor por el ligero golpe y entre tanto grito, de repente se destacó un grito desgarrador, causando que asustada y paralizada, lo único que pudiera hacer fuera esconderme debajo la mesa de madera circular temblando sin parar. Quedé allí durante unos segundos hasta que un cuerpo cayó contra el suelo, justo enfrente de donde me hallaba, dejándome divisar un paciente con media cabeza abierta, dejando exponer su interior y yo solté un jadeo traumatizada, sintiendo como todo mi estomago se revolvió en su sitio. Aunque entre ese estado de shock, no pude evitar fijarme como en algunas zonas de su descompuesto rostro, había el rastro de ese polvo negro tan conocido por mi.
Dios, iba morir si no salía de allí enseguida.
Con esa frase en mi cabeza, tomé una larga respiración con el corazón palpitando a velocidad sobrehumana y salí de debajo de la mesa, levantando mi cuerpo con torpeza corriendo hacia la puerta que divise no muy lejos de mi paradero. Chocaba contra algunos cuerpos, pero mi visión se iba nublando por el miedo acumulado en sistema nervioso y cuando llegué a la puerta, no esperé en colocar ambas de mis manos para abrirla con violencia jadeando y con mi pecho acelerado. Sin embargo, el peligro no había terminado, ya que cuando estaba saliendo de esa sala infectada, sentí como mi brazo fue atrapado por dos garras que hicieron que soltara un grito desgarrador. Por suerte, conseguí deshacerme de esa criatura negra, cerrando la puerta con fuerza, no obstante, mi brazo derecho quedó herido, con un arañazo que iniciaba por unos centímetros más abajo de mi hombro y llegaba hasta mi codo, el cual se encontraba manchado de sangre ya que surgía de la zona más profunda del corte.
Jadeé intentando no perder la cabeza ni mucho menos la consciencia y tomando varias respiraciones profundas, retiré la parte inferior de la manga de la americana de Luke hacia arriba, para tapar la herida. No pude reprimir el gemido de dolor y mantuve mi mano sobre la tela, dando una leve presión intentando no perder mucha sangre. Una vez, más o menos, curada, giré mi cuerpo encontrándome en un pasillo completamente desierto, con los muros manchados de sangre fría, y varios cuerpos rígidos y sin vida por el suelo. Mordí mi labio inferior paralizada, desorientada y con el anhelo de solo querer encontrar a los chicos de una maldita vez.
Respiré otra vez con mucha más lentitud y me encaminé hacia dos puertas unidas, pensando que podría ser alguna vía de escape o aunque sea algún lugar donde podría pensar con claridad. Una vez llegue a ellas, empujé la madera casi temblando por el miedo de enfrentarme a lo que sea que estuviera al otro lado de la madera y justo cuando entré dentro, unas manos agarraron cada uno de mis brazos con brutalidad. Gemí y antes de darme cuenta, me encontraba acorralada contra la pared, con un cuerpo ceñido al mio sintiendo su respiración acelerada mezclarse con la mía. Yo por inercia cerré los ojos ya que sabía que me estaba amenazando con algo que no pude divisar, pero no era tan estúpida por no adivinar su objetivo con eso.
- ¿Addison?- susurró una voz tan reconocible, que hizo que abriera mis ojos al instante para conectarlos con los suyos de color castaño. El chico bajó con lentitud y con un cierto temblor su mano la cual agarraba un trozo de metal afilado ensangrentado. Nos quedamos en estado de shock tan solo observándonos hasta que ambos salimos de nuestra parálisis mental y soltamos un jadeo para fundirnos en un abrazo. Rodeé su cuello con fuerza, olvidándome del dolor agudo que destelló de mi brazo y el chico soltó un gemido agarrando aire de mientras-. Joder, no sabes...no sabes cuanto me alegro que estés bien.
- Digo lo mismo Calum, pero yo...- me corté a mi misma, sintiendo como el dolor de mi brazo aumentó a unos niveles superiores haciéndome soltar un gemido de dolor. Me solté del cuello del moreno para observar mi extremidad con dolor, fijándome como la tela de la americana se hallaba manchada de la sangre que no dejaba de surgir.
- ¡Addison, tu brazo!- exclamó el chico en un grito ahogado y empezó a respirar con dificultad al a la vez que me miró atónito con su pecho subiendo y bajando, cada vez más rapido- ¿Quien te lo ha hecho? ¿Estás bien? Oh dios mio te vas a desangrar, tenemos que encontrar a alguien. ¿Te estás mareando? ¿Necesitas sentarte? Dios, que horror.
- Oye, Calum, cálmate- susurré con una dulce voz, y con la mano de mi brazo herido, agarré de él para dejar un fuerte apretón de cariño- ¿Has tenido ataques de pánico?
- Cinco.
- Joder- maldije en un murmullo y suspiré-. Bueno, tranquilo ¿vale? Ahora ya no estas solo, me tienes a mi y te aseguro que vamos a encontrar a los chicos. Todo va a ir bien ¿de acuerdo?
- Pero...pero Addison...tu...tu brazo...
- Voy a estar bien, tu preocúpate en respirar, ¿vale?- murmuré con suavidad y le dediqué una sonrisa, entonces Calum asintió con la cabeza cerrando sus ojos por un segundo, tomando una bocanada de aire con tranquilidad, viendo como todos sus musculosos se relajaban enfrente mío y después de un rato, abrió sus ojos con una suave sonrisa adornado sus carnosos labios.
- ¿Mejor?- pregunté y él se limitó a encogerse de hombros con una ligera mueca, así que le respondí con una amable sonrisa- ¿Sabes donde están los chicos?
Calum parpadeó varias veces como si no hubiera entendido mis palabras y al cabo de unos segundos, abrió ambos de sus ojos lamiendo sus labios.
- Joder, era eso lo que buscaba, joder- susurró para sí mismo y su cabeza bajó para clavar su mirada al metal entre sus manos para dejarlo caer contra el suelo con un cierto temblor. Y sin ni saber porqué, mi vista se desvió, dejándome observar ese pequeño pasillo con unas puertas idénticas por las que había entrado y me sorprendió ver tres cuerpos de pacientes muertos y rígidos en el suelo, todos con la misma herida en la cabeza que se desangraran.
- ¿Los has matado tu?- pregunté, abriendo mis ojos como dos platos, sorprendida ante lo que estaba viendo ahora mismo.
- Tuve...tuve que hacerlo o ellos hubieran hecho lo mismo conmigo.- tartamudeó con dificultad, y supe que no se encontraba en su mejor momento mentalmente hablando.
- Calum, lo hiciste bien- le aseguré y posé una de mis manos encima su mejilla, para acariciarla con dulzura. El chico me miró no muy convencido de mis palabras y yo le sonreí con suavidad-. Debemos irnos y encontrar a los chicos.
Esa vez el chico no rechistó, asintió con la cabeza lentamente y yo agarré su mano para a continuación lo arrastré hacia la puerta, la cual abrí con seguridad pensando que el sitio se encontraba como la última vez que estuve allí, no obstante no fue así. Cuando nuestros cuerpos traspasaron la puerta, nos encontramos que el pasillo estaba lleno de pacientes y médicos corriendo de un lado a otro, todos gritando y llorando desesperados. La mano de Calum apretó la mía con fuerza por el agobio que nos invadió a ambos y respiré con profundidad, sabiendo que sería difícil, pero debíamos salir de allí. Así que con otra respiración, di un apretón al enlace que tenía con el moreno y lo empujé hacia delante al mismo tiempo que empecé a caminar entre la gente, lo más cerca de la pared posible para no terminar heridos o separados.
De repente, entra ese multitud, de reojo pude identificar una silueta oscura observándome fijamente, así que dejé de caminar como hipnotizada prestando toda mi atención a esa figura tenebrosa. Sentí como Calum empezó a chillar mi nombre, pero solo podía mirar esa cosa oscura que sin esperarlo, me sonrío y un escalofrío horripilante recorrió por mi cuerpo de manera bestial.
Respiré teniendo el aire que ni siquiera supe que estaba pidiendo y cuando volví a la realidad, una mano empujó la mía, haciendo que caminara desorientada y curiosa por que era eso que habían visto mis ojos. Sin previo aviso, mi cuerpo fue empujado con rapidez dentro de una sala oscura y el olor maloliente del polvo invadió mis fosas nasales, sin embargo era más soportable que el olor de sangre fresca que infestaba el pasillo. La luz que surgió de una bombilla colgando del techo iluminó toda la sala, dejándome distinguir tres cuerpos a unos metros de mi. Tres cuerpos que conocía a la perfección.
Mis ojos conectaron al instante con los de Luke, quien parpadeó varias veces anonadado ante mi presencia y luego de unos segundos largos, pareciendo que había recapacitado, jadeó con ambos de sus labios anteabiertos y no tardó en aparecer a una velocidad inhumana enfrente de mi, para a continuación rodear mi cintura con sus brazos elevándome unos centímetros del suelo. Un poco en estado de shock, acepté el abrazo inesperado escondiendo mi rostro en su cuello y acaricié su cabeza por detrás, enterrando mis dedos por su fino cabello.
- Que suerte que estés bien- susurré, en un hilo de voz, después de unos segundos en silencio, escuchando de fondo a los chicos hablando. Obligué a Luke a separarse de mi y como ya me esperaba, su rostro estaba un poco manchado de sangre y tenia un rasguño en la mejilla. Los ojos azules del chico conectaron con los míos y esbocé una sonrisa triste, pero él siguió tenso, así que con mis dos manos acaricié su cara-. Hey, ya pasó, ya estoy aquí, contigo.
- Pero herida- murmuró y con rapidez, se alejó y agarró con cuidado mi brazo herido. La sangre seguía saliendo y si no se tapaba enseguida, se podría infectar, si no lo estaba ya. Miré a Luke y él sin decir nada más, utilizando su nivel de fuerza, rompió un trozo de tela para envolver mi brazo con ella. No pude reprimir el grito ahogado por el dolor que provocó Luke al dar una pequeña presión a la herida para que se mantuviera la tela firme. El rubio ante mi reacción, cerró sus ojos con fuerza y su labio inferior tembló-. Joder, lo siento, siento mucho dejar que pasara esto.
- Te he dicho que no te sientas culpable de...
- Me da igual, si no me hubiera alejado de ti, no hubieras estado sola, tampoco te hubieras encontrado con Caroline, y menos aún hubiera permitido que te hicieran daño esos hijos de putas.- me interrumpió y me sorprendió que supiera lo de la chica, pero lo dejé pasar por la ocasión. Hice una mueca, observando como sus ojos me transmitían mucha culpabilidad y eso me dolía, ya que él no tenía la culpa de nada. Cuando terminó de envolver mi brazo, agarró mi mano y dejó un beso encima la tela, con delicadeza.
Justo cuando levantó la cabeza, me acerqué a su rostro y besé sus labios. Fue corto pero suave e hizo esbozar una sonrisa a Luke, así que mereció la pena. A continuación, caminé un poco hacia un lado para ver a los chicos, y creé una fina linea con mis labios.
- ¿Sabes donde mierda esta tu amigo?- preguntó de repente Ashton, un poco alejado y apoyado contra la pared, mirándome con una frialdad que no había visto nunca. Más atenta a su actitud conmigo, no caí a quien se refería-. A Kit, quiero saber donde mierda esta Kit.
- No...no lo sé- intenté decir más o poner alguna excusa, como que no le había entregado la pala, aunque tampoco era una respuesta coherente, no obstante Ashton me cortó, alejándose de la pared con furia.
- ¡Lo sabía! ¡Ese cabrón nos ha engañado! ¡A ti y a todos!- gritó y gesticuló con sus manos transmitiendo su enfado- ¡Es una rata traidora! ¡Nos ha mentido y ahora él será libre y nosotros moriremos por imbéciles!
- No digas eso, no sabes que ha podido pasar.- exclamé, aunque no llegué a gritar, por miedo a crear más la atención.
- ¡Deja de defenderle! ¡Admite que nos hemos equivocado en confiar en él!- Ashton empezó a adelantarse y me señaló con su dedo índice amenazante-, admite que has sido engañada Addison y admite que no todo ha salido todo como esperaba la princesa.
Fruncí el ceño ante su estúpido comentario y di un paso hacia delante para enfrentarme al chico, pero Luke se adelantó a mi acción.
- Ashton cállate la puta boca ya o voy hacerlo yo y te juro que si que no seré un príncipe.- dijo el rubio, con una seriedad y cabreo muy notario. Pero pareció muy calmado, cosa que de seguro no era verdad en su interior.
- Luke no...
- Callaros.- sentenció Calum alzando un poco la voz y lo miré, observando como se quedó quieto con la mirada perdida, pareciendo que quisiera escuchar algo.
Así que lo imité y pude oír ruidos terroríficos y gritos de diferentes personas, provenientes de detrás los muros de esa sala. Un escalofrío recorrió mi cuerpo por el miedo y miré a los chicos, asustada.
- Será mejor quedarnos aquí seguros, para descansar y pensar un plan o algo.- susurró Michael.
Por una vez, todos estuvimos de acuerdo y decidimos mantenernos allí dentro, para descansar y pensar en cual sería nuestro próximo movimiento. Michael y Calum se sentaron justo al lado de la puerta, y yo caminé para volver al lado de Luke, no sin antes echar una mirada a Ashton, quien se situó apoyado a la pared otra vez. Cuando creamos contacto visual, sentí el arrepentimiento que transmitían los ojos del rizado por un segundo, ya que después desvió la mirada hacia el suelo.
Hice una mueca, mordiendo mi labio inferior, sin desear estar de ese modo con Ashton, aunque sabía que ahora mismo, no podía aclarar las cosas. Así que me giré y di unos pasos para llegar hacia Luke, quien se encontraba pensativo, hasta que se dio cuenta de mi presencia.
- ¿Quieres sentarte amor?- susurró Luke, dulcemente y me quedé un poco sorprendida por su cariñoso mote, aunque me gustó. El rubio quedó un poco avergonzado y mordió su labio inferior sin dejar de mirarme hasta que le sonreí levemente para asentir con la cabeza. Acabó imitando mi gesto con los labios un poco tímido y con sus mejillas ligeramente sonrojadas, haciéndome reír internamente por su timidez espontanea, pareciéndome adorable.
Luke se sentó en el suelo y yo hice lo mismo, situándome justo enfrente suyo. Crucé mis piernas, y el rubio hizo que me acercara más a él colocando ambas de sus piernas a cada lado de mi cuerpo. Una vez ya sentados, suspiré en ese silencio, ya que todos los problemas y peligros caían encima mi consciencia, dejándome exhausta e insegura. No obstante, también Ashton rondaba por mi cabeza, sintiendome estúpida por eso.
De repente, una mano se posicionó en mi mejilla derecha y acarició mi piel con el pulgar suavemente.
- ¿Estás bien?- susurró Luke, y lo miré, para a continuación suspirar y esconder mis labios en una fina línea.
- No te preocupes, tan solo es...- contesté e hice una pausa, para tomar aire a la vez que bajé su mano de mi rostro con lentitud-, que tengo miedo.
Luke escuchó mis palabras con atención y se quedó en silencio, hasta que suspiró.
- Mira ángel escucha, todo va a ir bien, ¿de acuerdo? Estoy contigo y juro que ellos no van a volver a tocarte nunca más porqué no lo voy a permitir.
- No sé Luke, son más fuertes y tu estás herido y...
- ¿Dudas de mi?- preguntó y tuve que mirarle a los ojos para saber que estaba poniendo una cierta diversión a la situación, ya que pensé que lo había dicho enserio. Ante su respuesta, negué con la cabeza-. Entonces, deja de preocuparte por lo que pasará, porqué no me voy a separar de tu lado.
Cuando escuché sus palabras, no pude evitar esbozar una ligera sonrisa enternecida y mi mano derecha se posó encima su mejilla.
- Oh y la próxima vez que Ashton te hable así, no me voy a contener y le voy a golpear.
- Luke.- lo regañe riendo entre dientes y mi mano golpeó su cabeza con suavidad, dándole su merecido.
Él aprovechó y agarró mi mano para tirar de ella hacia delante provocando que me acercara a él todo lo posible quedando nuestros rostros más cerca que antes. Así que Luke bajó la cabeza unos centímetros para besar mis labios con suavidad, lentitud tentadora, pero que solo duró cinco segundos. Cuando nos alejamos sonreimos los dos y apoyé mi cabeza contra su pecho, arqueando mi espalda hacia delante. Agradecí que llevaba el vestido y la chaqueta americana de él para asi que no se me viera nada.
Luke empezó a acariciar mi cabello con dulzura y suavidad, haciendo que mi cuerpo se relajara. Cerré los ojos a gusto en esa situación y así fueron pasaron los minutos.
Hasta que después de una hora o así, escuché unos susurros, que provenían de afuera. Quedé confusa y asustada, entonces decidí levantar mi torso, observando como Luke apoyaba su cabeza contra la pared y estaba dormido. Sonreí sin poder evitarlo, pero ese gesto cambió cuando las voces aumentaron, creándome un escalofrío por el medio que empezaba a invadir mi cuerpo.
- Luke, despierta- murmuré agitando su cuerpo con suavidad y a la vez observé mi alrededor, viendo como todos estaban durmiendo igual. Joder, genial. Las voces augmentaron y las escuchaba mucho más cerca, dejándome por completo asustada, creando que golpeara con fuerza el pecho del chico-. Luke, despierta joder.
Abrió sus ojos al momento y se quedó un momento mirándome hasta que frunció el ceño desviando la mirada y de repente, se alzó con su velocidad paranormal, dejándome en el suelo paralizada y confusa.
- Mierda, están aquí - farfulló Luke mirando la puerta y luego se volvió hacia a mi-, despierta a los chicos, rápido, debemos salir de aquí ya.
Y como si fuera automático, la puerts empezó a ser golpeada con brutalidad y potencia. El rubio apareció delante de ésta y ejerció fuerza contra ella, manteniendo su postura para que no se rompiera con los golpes. Yo fui corriendo hacia cada chico, para despertarlos y una vez todos estuvieron conscientes, quedaron asustados por la situación. Los tres se pusieron de pie al igual que yo y miré a Luke, completamente aterrorizada.
- Son ellos, nos han encontrado.- murmuró él aún contra la puerta, intentando que no entraran.
- ¿Qué hacemos?- casi exclamó Calum, desesperado y temblando, observando su alrededor con miedo-. Estoy empezando a tener un ataque de pánico y...y no...
Antes de que terminara de hablar, los golpes y las voces dejaron de escucharse de repente. Todos nos miramos confundidos y la verdad es que me olía a gato cerrado, algo iba mal. Estaba segura que estaban planeando algo contra nosotros y me aterrorizaba pensar el que.
- ¿Se han ido?- susurró Michael, en un hilo de voz, agarrando sus manos con fuerza, seguramente por el miedo.
- Creo...creo que solo hay una manera de saberlo- contestó Luke, con la respiración agitada y se alejó de la puerta y me echó una mirada antes de girarse para agarrar el pomo de la puerta. Cuando abrió la puerta, di un paso hacia atrás con miedo a las consecuencias, pero por suerte, no había nadie, todo se encontraba en un silencio tenebroso. El rubio avanzó unos pasos para vigilar el perímetro y sin previo aviso, alzó una mano-. Venir, es seguro salir.
Sin decir nada, caminamos hacia afuera, y yo salí un con miedo, sin saber que vería en el pasillo, además de que podría pasar. Quedé atónita observando las paredes manchadas de sangre o destrozadas por arañazos de gran magnitud, además cuando miré el suelo, me paralicé al divisar tantos cuerpos muertos por todo el pasillo. Di un paso hacia atrás sin creerme que todo eso estaba pasando de verdad y reprimí alguna lágrima que quiso salir por la impresión y el miedo.
- Hostia puta, tío, esto está mal...muy mal- escuché decir a Michael, quien caminaba observando temblando las personas sin vida y destripadas esparcidas por el suelo. En esa poca luz que transmitían las bombillas y la luz de emergencia, pude ver como se tapaba los labios con sus manos- ¿Y si...si nosotros acabamos así?
Los tres chicos y yo miramos a Michael anonadados ante ese pensamiento, el cual según juzgue por los rostros de los chicos, no les gustó.
- Wuao, que positivos.- espetó Luke alzando ambas cejas frustrado y se apoyó contra la pared, la cual no estaba tan manchada de sangre. Se cruzó de brazos y me miró de reojo, seguramente asegurándose que me encontraba bien.
- Tiene razón Luke- contraatacó Calum, y según su aspecto, estaba bastante paranoico. Sobó su rostro con su mano derecha y ésta se quedó en su frente-. No sabemos que quieren de nosotros, no sabemos nad...
- El collar- susurré de repente, encajando diferentes piezas de la historia y acabando entendiendo el problema, esbocé una sonrisa. Miré a Ashton con la mirada atenta de todos-. Quieren el collar con el que resucité a Luke en el edificio, el que me diste tu antes del baile.
- ¿No te lo habrán quitado ellos, verdad?- preguntó el rizado, con cierto temor en sus palabras.
- No, no, tranquilo- dije con rapidez y eso dejó a todos menos alterados, pero hice una mueca con mis labios, avergonzada con lo que iba a explicar-, pero...antes del baile se me cayó y no pude recogerlo. Así que esta...
- Perdido.- acabó la frase Ashton, quedando mirándome fijamente, y en un tono de voz demasiado bajo, casi inaudible.
Encogí mis hombros y asentí, aún con la mueca en mis labios, sabiendo que había metido la pata monumentalmente.
- A ver que me quede claro- empezó a hablar Calum abriendo sus brazos, con una sonrisa sarcástica y caminó para quedar bastante al centro, para que todos podamos observarlo- ¿Me estáis diciendo que el objeto maldito o lo que sea que buscan está perdido y ellos piensan que lo tenemos nosotros?
- Ellos saben que no lo tengo yo, pero piensan que lo tenéis...alguno de vosotros.
Todos se callaron y me miraron fijamente, sobretodo el moreno, con su mirada atónita. Anteabrió sus labios y de repente alzó ambos de sus brazos.
- ¡Lo sabía! Estamos muertos.- soltó, y para mi, demasiado dramático para la situación.
Fruncí mis labios, sintiendo una tristeza y preocupación por mi cuerpo, ya que sabía que todo era mi culpa y ahora los chicos estaban en peligro por mi estupidez.
Mientras Michael y Calum paranoicos empezaron a decir las consecuencias o el futuro que nos esperaba, observé a Luke, quien se mantenía en silencio y observaba el bolsillo de esos pantalones negros de vestir con mucha seriedad y pensativo. Eso creó curiosidad en mi y luego de pensar durante unos segundos, acabé dándome cuenta que estaba escondiendo algo.
- Luke- pronuncié, creando la atención de todos allí, hasta la de Ashton, quien se encontraba alejado de nosotros. El rubio me miró, inocente a la acusación que iba hacer a continuación-. ¿Que tienes allí dentro?
Ante mi pregunta, el chico quedó paralizado durante unos segundos y acabó suspirando para bajar la mirada. Dejó de apoyarse contra la pared, cerró los ojos tomando una respiración profunda y de su bolsillo sacó...el collar.
El lugar se quedó en completo silencio y nadie dijo nada, hasta que Ashton caminó hacia nosotros frunciendo el ceñó ligeramente cabreado. De repente, antes de que nadie hiciera nada, la doble puerta de metal fue abierta en un golpe seco y por sorpresa apareció la hermana Mary, en un aspecto perfecto como si no hubiera estado aquí hará horas, y con cinco hombres detrás suyo.
- Por fin os encuentro- dijo, con una sarcástica felicidad y miró a las personas detrás suyo-. Cogerlos, a todos.
Los hombres se acercaron a nosotros con violencia y se dividieron, para que cada uno de nosotros estuviera vigilado. El mio, agarró mis muñecas con fuerza y las unió en mi espalda, sin ningún tipo de cuidado. Me quejé, pero fue completamente en vano. La hermana Mary caminó hacia nosotros con lentitud, haciendo resonar sus tacones en ese silencio y nos sonrío con aires de superioridad.
- Ahora vamos a llevarles con los otros supervivientes en una sala protegida, no quiero que hagáis nada que complique la convivencia o deberé mataros a cada uno de vosotros, ¿entendido?- advirtió con una voz divertida, pero haciéndose notar la falsedad a propósito. No dijimos nada, a lo que ella río agarrando sus dos manos-. Perfecto, ¡vayámonos!
Su alegría provocaba nauseas en mi cuerpo, ósea literalmente, tuve que parar un momento de caminar sin tener en cuenta los empujones del hombre. Fruncí el ceño sin entender esa reacción proveniente de mi cuerpo y con otro empujón de la persona de detrás mio, seguí caminando siguiendo a la hermana Mary.
___________________
ay ahre, espero que os guste la novela por momentos !!
votar y comentar <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro