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capítulo cuatro

Kim Jisoo

Jungkook bostezo y batió sus pestañas, abriendo poco a poco sus ojos, se dio la vuelta dispuesto a despertar al mayor y...

No lo vió.

Taehyung de había ido.

Suspiro y se cambio, agradecía tener ese día libre, pero, los recuerdos de la noche anterior no dejaban de atacarlo.

Negó varias veces y cuando iba a salir, diviso la chaqueta azul marino del castaño; la tomo con cuidado y la olfato, conservando el olor de Taehyung

— me gusta... Ahhh Kim Taehyung... Espero volverte a ver — sonrió levemente y salió de la habitación, fue a la recepción esta vez encontrándose con una señorita.

Esta misma masticaba un chicle mientras hacía globos con esta, y de paso leía una revista, por lo que pudo entender, sobre chismes de la gran industria del K-pop.

— disculpa, ayer me hospede de la habitación 205, ¿Cuanto es? — dijo con voz Serena y tranquila, la muchacha alzó la mirada y dejó la revista a un lado, está vez tomando un cuaderno mediano verde.

— mmm, es 7000 wons — informo la chica, revisando si no se equivocaba con la información.

Jungkook saco su billetera y saco la cantidad del dinero que le habían pedido, le extendió el dinero y la pelirosa lo tomo, contandolo y tachando algo en su cuaderno.

Algo dentro de Jungkook no quería callar, y sin poder contenerlo hablo.

— disculpa, de casualidad, ¿un chico castaño, con piel acanelada y ojos miel salió de aquí? — el menor relamio sus labios, ansioso.

— mmmm, creo que si, esta mañana cuando entraba para cumplir mi turno, vi como se llevaban a un chico con las características que me dices, era muy lindo la verdad, dejo pagando la mitad de la habitación y se fueron en una moto que se veía muy lujosa — la de ojos castaños oscuros tiro su chicle y tomo otro.

— ¿no sabes quién eran? — joder, no debía preguntar, pero era su naturaleza.

— mmm, lastimosamente no guapo, tampoco vi a donde se dirigian, lamento no ayudarte con eso — la chica alzó los hombros desinteresada.

Jungkook simplemente asintió y se fue del lugar, algo cohibido, pero aún con la chaqueta del castaño, que ahora mismo no sabía dónde estaba.



















— hey, ¿me estas escuchando? — la chica chasqueo sus dedos frente al azabache y este nego repetidas veces.

Había estado algo confundido, algo ido desde aquella noche.

— no perdón, ¿que me decías? — alzó levemente la vista encontrándose con la mirada de la pelirroja.

En el trabajo no tenía muchos amigos, y si los tenía, pocas veces lograba reunirse con ellos, era la agenda de cada uno lo que se interponía en pasar tiempo de calidad.

Los tres trabajaban en sectores diferentes de la compañía; ahora mismo Jisoo le estaba pidiendo algo que no se acordada, más que nada porque seguía pensando en un tierno castaño.

— necesito que me des la información del viernes pasado, cuando te dijieron que vayas al lugar donde ocurrió el choque — la pelirroja tomo asiento y vio la libreta del menor — no tienes escrito nada, ¿Que tienes?

Algo peculiar de Jungkook, es que era muy dedicado a su trabajo, no desobedecia órdenes y siempre se la pasaba escribiendo hasta el más mínimo detalle del crimen o de la noticia.

— nada, yo... Ya te doy la información — se separó un poco del escritorio y rebusco entre los cajones.

Tenía todos los casos ahí, todos bien archivados...

Bueno algunos.

Saco una carpeta de color verde claro, lo abrió y busco lo que la mayor le pedía.

"Asesinato", "Hyuna y E'Daw", "El robo del museo"...

¡Bingo!

Saco las hojas con toda la información y se la entrego a la chica.

— Ten, ahora, ¿déjame pensar si? Gracias Jisoo, eres un encanto, adiós — dejo caer su cabeza bruscamente en la mesa haciendo que al impacto, de inmediato se escuchará el choque; aúnque no le importo el dolor de su frente.

— Wow, wow — la mayor frunció el ceño y dejo los papeles a un lado — ¿Estas seguro de que estás bien? — el tono de Jisoo sonaba preocupado, y Jungkook sabía que ella se preocupaba por el, aunque no pasarán demasiado tiempo juntos se apreciaban demasiado, como hermanos.

— En serio Jisoo, no te preocupes, en serio estoy bien... — sonrió levemente el menor — solo algo cansando, ya sabes, por el trabajo...

Jisoo entrecerró sus ojos, mirándolo acusadamente

— Jungkook, se que no es por el trabajo, no te vi tan fatal en todo el tiempo que te conozco, dime.. ¿Es por una chica? — Jungkook negó — ¿Comiste algo mal? Porque yo comí un sándwich donde la señora de la esquina y ya estaba en el baño.

Kim Jisoo era la perfecta compañía cuando no tenias temas de platica, cambiaba de un tema a otro con tanta facilidad, y siempre sabía que decir.

— No Jisoo, no es por una chica, menos por comida, pero no vuelvas a comer donde esa señora.

La mayor suspiró y asintió.

— ya no tengo confianza, ni agallas para volver ahí, pero no respondiste a mi pregunta — la pelirroja relamio sus labios y lo analizo un poco — mhm, ¿te enamoraste de una chica y te rechazo?

Jungkook hizo una mueca y negó de nuevo — ¿Por qué asumes que es una chica?

Y ahí Jeon supo que se arrepentiría de haber preguntado.

— oh querido Jeon, verás, cuando salimos.. lo cual es pocas veces, siempre ves alguna que otra chica, pero ningún chico ni siquera de reojo, te recuerdo esa vez en el cine, nos sentamos al lado de una chica y no parabas de verla, quería decirte que disimularas pero no me hacías caso, ¿y sabes lo difícil que puede ser sacar a alguien de su mundo? No... O tal ves si lo sabes en fin — hizo una seña con su mano desinteresada — aquí en el trabajo hay muchos chicos hermoso que están uff y tú ni una mirada les das a los pobres, ah pero a las chavas si ¿No?, Oye kook, ¿Tu te ves la rosa de Guadalupe? Creo que podría ayudarnos en este caso, ya que veo que continúen muchas situaciones de la vida real, ohoh, ayer me vi el episodio de unos chicos obsesionados con un juegos y... — La mayor fue interrumpida por el menor.

— Jisoo Noona, ¡¡por favor pare de hablar!! — suplico Jungkook — te juro que te diré pero cállate por favor.

La pelirroja sonrió orgullosa, ese no era su plan pero, ¿algo era algo no?

— Es por un chico... — dijo bajo el menor temiendo la reacción de la mayor.

La cara de la pelirroja era un poema, y Jungkook solo trataba de averiguar en qué pensaba su mayor.

— oh por dios copito... — hablo Jisoo por fin y sonrió levemente — hablaremos de eso más tarde junto a Min, en horario laboral esto nos puede perjudicar, ahora quita esa cara de perro muerto, vendré con Min más tarde para ir a hablar del tema.

Jungkook asintió volviendo su vista a su libreta, mientras oía el sonido de los tacones de la mayor, probablemente saliendo de su lugar de trabajo.

— Ah y Jungkook, no te agobies, de seguro lo que estás pasando tiene solución, y la encontraremos juntos.

— gracias... — fue lo único que logró decir antes de que Jisoo desaparezca de su campo de visión.

Jungkook tendría que dar varias explicaciones....















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