❝Personalidad múltiple❞

Jungkook entró en aquella habitación, había decidido ir a ese cuarto para distraerse un poco.

Después de pasar la mayor parte de la tarde pensando en el mayor, Jimin había entrado a su habitación, Jungkook había decidido ir a aquella habitación hasta que sea la hora de dormir.

Se aburría rápidamente y prefirió mil veces ir a distraerse, estando o no Taehyung.

Grata fue su sorpresa cuando lo vio, sentando junto a una chica pelinegra con mechones blancos, la cual sonreía en dirección a la TV mientras tenía un pequeño tambor en su regazo.

Se acercó con cautela, sentando al lado del par.

— Taetae, ¿Que piensas? Yo digo que quien la mato fue el jardinero, aunque viendo cómo se comporta con su familia a pesar de no estar con sus "patrones" se ve muy preocupado. — Hablo la chica, frunciendo el ceño de repente.

— Mhm, las apariencias engañan Jennie, aunque el jardinero se ve bastante limpio, estoy entre su hija y el chofer. — Hablo esta vez Taehyung, asintiendo a lo dicho por el.

Jungkook miro la pantalla, nunca oyó hablar de esa novela, tal vez en algún momento Jisoo le comento algo y el como siempre, había estado más enfocado en su trabajo.

— ¿Por qué sería su hija? — La pelinegra alzó la mirada, viendo al azabache — ¡Oh! Hola, ¿Eres nuevo aquí no?

El castaño volteó la mirada, viendo a los ojos al menor, agachó la mirada rápidamente.

¿Avergonzado? ¿Tímido? ¿Asustado?

El corto tiempo en el que sus ojos se conectaron, percibió ciertas emociones.

— Eh, si — se apresuró a decir, sonando calmado — Entre ayer en la tarde, ¿Como te llamas?

Aquella chica sonrió, parecía normal y sin ninguna enfermedad, pero claro, todos ahí parecían normales y no pareciese que tenían algo.

— Me llamo Jennie, Kim Jennie, ¿Cual es tu nombre chico azabache? — Pregunto dudosa la joven.

— Jungkook, tengo veintitrés años posterior a cumplir los veinticuatro — Dijo el menor.

— ¡Oh! Soy mayor entonces, tengo veinticinco años y mi cumpleaños ya pasó — Sonrió la mayor, luego volteó a ver al castaño e hizo puchero — Por cierto, el es Taehyung, mi amigo, a estado callado desde que llegaste.

Expreso con cierta duda y desconcierto, nos volteaba a ver a ambos de vez en cuando.

— Nena, no te preocupes por eso — Habló Taehyung, con voz suave — El y yo no nos conocemos y sabes que no convivo mucho con personas nuevas, me generan desconfianza.

La chica miro a Taehyung por unos segundos y asintió.

— Bueno Jungkook, puedo preguntar, ¿Por qué estas aquí?

El azabache parpadeo un par de veces y suspiró.

— No es incomodidad, según mi doctor entré en una leve depresión, pero lo que más resalta mi médico es que tengo ansiedad — Jungkook bajo la mirada, avergonzado — mis ataques eran fuertes y me dan de cuando en cuando, mis amigos me internaron aquí para tratar de calmar mis ataques, ¿Tu por qué estás aquí?

Jennie relamio sus labios, algo inquieta.

— Yo estoy aquí por mi hermano, el vio mis ataques de.... — la pelinegra carraspeo — ataques de personalidad múltiple.

El azabache frunció el ceño, confundido. Aquella chica no parecía sufrir de aquello, se veía muy amigable.

— Oh no, no creas que de esos agresivos, aunque en parte si, pero muy pocas veces, una de mis personalidades es esta y la otra es-

— Jamie — Interrumpió el castaño, con una expresión calmada, Taehyung miro a Jennie y ella asintió — Jamie es la otra personalidad de Jennie, Jamie al contrario de Jennie, es muy impulsiva y berrinchuda, la personalidad agresiva de Jennie es Jackie, la cual espero nunca te topes, Jackie te lanza todo a su alcance y es probable que te mate. — Expreso Taehyung, con demasiada calma para el.

Jungkook paso saliva nervioso. Las personas con personalidades múltiple ahora ya le daban miedo.

— Caray, ya está asustado Taetae — Jennie río, totalmente divertida — Tranquilo hombre, Jackie no sale mucho, más bien, ya llevo una semana sin que sale... — la pelinegra hizo una pausa — Creo..

El silencio que se dio, fue algo incómodo para Taehyung, algo tenebroso para Jungkook, y pensativo para Jennie.

— ¡Ingratos! Mi esposa está muerta y ustedes tomando, ¿Que les pasa? ¡Hipócritas! — La voz proveniente del televisor, saco de los pensamientos a los tres.

— ¿Que? Esa serie es muy confusa, ¿¡En quien desconfiamos!? — jadeo la muchacha.

— Ahora desconfío del marido, muy preocupadito se ve, pero bien el puede ser doble cara. — Aquello Taehyung lo decía con mucha sinceridad, y con un dolor y enfado notable.

Jungkook vio como Jennie acariciaba la espalda del mayor, como si lo consolara, de aquello que le daba dolor.

Ella sabía el sufrimiento de Taehyung, sufrimiento que Jungkook desconocía, sufrimiento que Taehyung trataba de ocultar con todo su ser.

— Yo sospecho del mayordomo, se nota más nervioso que los demás, es el único que está mas borracho de los demás, la culpa. — El que Jungkook haya estado trabajando, no significa que no había escuchado todo lo que había dicho Jisoo.

Le contó que aquella novela trataba de un asesinato, hacia la señora Hirai, la dueña de aquella mansión, todos eran sospechosos, el mayodormo, el jardinero, el esposo, la hija, la ama de llaves, el chofer, los cocineros. Todos habían mentido cuando los oficiales les preguntaron dónde habían estado esa noche.

Todos hacían acciones de nerviosismo, ocultando algo.

¿Quien en realidad era?

— Buena opción, pero todos parecen nerviosos, en el capítulo anterior la hija había estado mirando el cuerpo de su madre en la morgue, sin expresión alguna, y es sospechoso — Taehyung dijo lo último, haciendo una adorable mueca de patito, la cual desapareció cuando río.

Esa linda y encantadora sonrisa cuadrada.

¿Era un paso para que lo aceptará?

— Tal vez si sea la hija. — Dijo con una sonrisa.

Jungkook se encargaría de que Taehyung lo recordara, o más bien, lo aceptará, porque tenía ganas de apretar esos cachetes, de abrazarlo y hundir su cabeza en su cabello, y olfatear ese shampoo que esperaba siguiera usando desde la noche que se encontraron.

Quería saber sus sueños y fantasías, sus hobbies y lo que odiaba, cómo había entrado.

Quería conocer a fondo a ese chico.

Porque Kim Taehyung era especial.

Y sinceramente agradecía que él no sufriera personalidad múltiple.