Yeonjun llevaba ya un buen rato en el escritorio de la oficina, tenía muchos papeles en él y mucho trabajo por hacer, sin embargo su mente estaba en otro lugar y no notó la presentación de una mujer frente a él hasta que algo impactó con su cabeza.

-¡Yeonjun! Llevo hablándote varios minutos y no me haces caso -renegó la mujer de no más de 40 años, muy linda y con cabello negro- ¿Te sucede algo?

-Lo siento Karina, estoy un poco preocupado con respecto a Beomgyu

-¿Le pasa algo malo a Gyu? -preguntó preocupada por su rubio amigo, a lo que Choi negó tranquilamente.

-No, es solo que desde hace varias semanas se ha comportado diferente -la mujer alzó una de sus cejas confundida- Ha estado saliendo más de lo usual

-Choi Yeonjun no me digas que eres uno de esos tóxicos que no dejan a su pareja salir, porque de ser así me encargaré de darte unas buenas... -Karina regañaba al contrario mientras esté solo rodaba los ojos.

-Claro que no soy así, nunca me atrevería a negarle algo o hacerle daño a Beomie -la mujer se relajó un poco con dichas palabras- Solo que no es normal en él salir sin avisar, siempre me avisa o deja una nota en el refrigerador para Soyeon, pero de un tiempo para acá no lo hace

-Tal vez solo se le olvida, en estos tiempos no siempre tenemos cabeza para todo Yeonjun -el hombre solo asintió pensativo- De verdad Choi, no te agobies con eso y confía en Beomgyu

Karina le dedicó una sonrisa mientras tomaba sus hombros, no sabía porque su amigo actuaba de esa manera si el rubio era un encanto y jamás engañaría a su marido, así que lo único que podía hacer era darle ánimos.

-Ahora quita esos pensamientos de tu mente y ponte a trabajar que tenemos mucho trabajo -acto seguido le tendió unos papeles- El jefe avisó que Choi se atrasará en llegar mínimo tres horas, por lo que si queremos entregar el trabajo la semana entrante será mejor adelantar su parte también

A Yeonjun no le quedaba se otra más que aceptar el trabajo si no quería ser despedido, así que pronto se puso en marcha y trató de alejar los malos pensamientos de su mente.

-¡Papás! ¿Porqué no me avisaron que vendrían? -exclamó Beomgyu mientras abrazaba a sus progenitores dejándolos pasar a su casa- Hubiera preparado algo para ofrecerles

-Quisimos darte una sorpresa hijo -contestó alegre el rubio mayor.

-Yo si quería avisarte pero tu padre no me dejó -se quejó el señor Changbin acercándose a Beomgyu- Me alegro tanto de verte Beom, Félix ya me contó lo que hablaron la otra vez y quiero pedirte que me perdones, no fui un buen padre para ti pero ahora me gustaría compensarlo con el asunto del bebé, es lo menos que podemos hacer

-De verdad papás, les agradezco mucho que quieran ayudarme con eso

-De ahora en adelante estaremos para ti cuando nos necesites -aseguro Félix sobando la espalda del adulto joven.

-Pueden esperar en la sala mientras traigo unos vasos con agua de limón -indicó Beomgyu mientras se dirigía a la cocina- Los niños aún no llegan pero no falta mucho para que salgan

-De seguro Soyeon ya es toda una jovencita muy hermosa y Jungwon un niño muy guapo

Changbin iba a agregar algo a la afirmación de su esposo cuando el timbre de la casa resonó, haciendo que Beomgyu saliera de la cocina en dirección a la puerta.

Al abrir, una sonrisa se formó por leves segundos en el rostro del rubio hasta escuchar las palabras del contrario.

-Hola papá -saludó Sunghoon y sin pensarlo le dió un pequeño abrazo. Hace cuatro días que no lo veía y aunque para algunos parezca muy poco tiempo, para un chico que no conoció a su padre por 20 años, esos cortos días eran una eternidad.

-¿Papá? -se escuchó detrás de Beomgyu, sobresaltando al jóven peli-negro quien inmediatamente deshizo el abrazo.

Al darse la vuelta, el Choi rubio se encontró con sus padres parados en la entrada a la sala, con sorpresa claramente plasmada en sus rostros.

Sunghoon al darse cuenta de la situación observó con miedo y preocupación a su joven padre, gracias a su imprudencia probablemente se formaria un gran problema.

Pensó que sería mejor decir que así es como veía al señor Choi, como un padre o cualquier otra cosa para arreglar el error; pero incluso antes de decir algo Beomgyu se adelantó.

-Papás, hay alguien a quien debo presentarles -acto seguido tomó por la espalda al pálido chico aún temeroso- Él es el bebé del que les hablé días pasados, su nombre es Hwang Sunghoon, y es mi hijo

Beomgyu confesó seguro con un tono de orgullo en su voz, decirle al mundo que ese chico tan apuesto y amable era su hijo daba en él una sensación de alivio, así el mundo fuera por ahora solamente sus dos padres.

El primero en acercarse al veinteañero fue Félix, el cuál se quedó frente a él observandolo minuciosamente. El chico no tenía muchos razgos parecidos a los de su hijo; una intensa cabellera negra sostituia la brillante melena rubia de Beomgyu, era pálido, incluso más que él mismo, y demasiado alto para los integrantes de su familia.

Todo eso pensaba Félix, pero mientras más lo veía logró encontrar a su Beomgyu en el nuevo jóven. Sus ojos eran iguales, desprendían ese brillo de amabilidad, esa curiosidad y entusiasmo que solamente vio una vez en Beomgyu cuando conoció a Yeonjun.

Hace unos minutos no lo conocía pero ahora estaba seguro de que ese joven era su primer nieto. Lentamente dirigió una de sus manos a la mejilla del contrario para después abrazarlo con cariño.

Sunghoon estaba confundido, ¿Había escuchado bien? ¿Ese adulto que lo abrazaba era el padre de su papá? ¿Entonces era su abuelo?

Él nunca tuvo abuelos en su vida como hijo de los señores Hwang por lo que todo ésto era nuevo y no sabía cómo reaccionar. Así que solo atinó a observar a su padre en busca de ayuda.

-Sunghoon, ellos son mis padres, los señores Seo -presentó el joven rubio siendo seguido de una reverencia de ambos adultos- Tus abuelos

-¿Abuelos? -murmuró inseguro y con una sonrisa incómoda.

-Asi es jovencito, yo soy tu abuelo Changbin y él tu abuelo Félix -habló el Seo mayor por primera vez desde la llegada del pálido- Veo que heredaste mi cabello negro, pero eres demasiado alto, chico ¿Seguro que no te dieron vitaminas para hacerte crecer en exceso?

-Piensa Binnie, todo es genética -comentó Félix tomando la mano de Sunghoon y dirigiéndose a la sala- Tu primo Chanyeol es así de alto como él, puede que él manifestara esa características

-Puede ser, pero de que sacó mi cabello y mis ojos está claro -dijo orgulloso, Sunghoon era su único nieto que tenía el color de cabello como él y eso le alegraba.

-¡¿Qué dices?! El chico tiene los ojos Beomgyu, y Beomgyu heredó los míos así que Sunghoon tiene MIS ojos -atacó Félix como si de niños peleando se tratara.

-¡Mentira, tiene mis ojos!

-¡Que no! ¡Tiene los míos!

Beomgyu solo observaba la pequeña pelea de sus progenitores mientras Sunghoon trataba de aguantar la risa. Tal vez omitir el detalle del otro padre de Sunghoon llegaría a ser un poco problemático.

¿Hola cómo están? Desde hace tiempo he querido preguntarles algo...

¿Qué opinan de la portada?
La hice yo pero mis conocimientos en edición son sumamente básicos y escasos.

Sin embargo me gustaría saber su opinión, así puede tener una retroalimentación y mejorar para en el futuro hacer nueva portada.

Que tengan lindo día, tarde o noche.