17 ☆ Huida de los Weasley
★・・・・・・・★・・・・・・・・★
PHOENIX SE ENCONTRABA JUNTO A AMBER, LOS MELLIZOS LUPIN Y EL TRIO DE SLYTHERIN EN LA BIBLIOTECA. Ella y Theodore no habían comentado nada acerca del beso de hace unas semanas, era como si nunca hubiera pasado, pero la castaña no podía evitar sentir mariposas en su estomago cada vez que sus miradas se conectaban.
—Me rindo—Dylan suspiro mientras cerraba su libro de pociones—Propongo que vayamos a las tres escobas a emborracharnos.
Su hermana le dedico una mala mirada.—Estamos a punto de finalizar el curso y en el siguiente tenemos los E.X.T.A.S.I.S, ¿Quieres ser magizoólogo, no?, pues entonces estudia para asi lograrlo.
—Ya se todo lo indispensable, tengo un extraordinario asegurado en el E.X.T.A.S.I.S de Cuidado de Criaturas Mágicas.
Lisa lo miro con una ceja alzada.—¿Y acaso crees que asi podrás entrar al Ministerio?, necesitas también buena nota en encantamientos y defensa contra las artes oscuras como mínimo.
—Chicos... no peleen—murmuraron Phoenix y Amber, los Slytherin por otro lado miraban divertidos la escena.
—¿Sabes que?, haz lo que quieras, es tu futuro, no el mío—la chica Lupin tomo sus libros y se puso de pie para salir de la biblioteca.
—Lisa solo se preocupa por ti, Dylan—le dijo Phoenix a su mejor amigo.
—Lo se, es solo que...—el Hufflepuff hizo una mueca—Ayer me dormí casi a las dos de la mañana por estudiar y eso Lisa lo sabe—suspiro—Solo quiero descansar, nos vemos en la cena.
El moreno se puso de pie y se dirigió a la salida.
—Nosotros iremos a Hogsmeade a tomar algo, ¿Quieren venir?—pregunto Daphne, en cuanto los otros negaron la rubia y Blaise repitieron la acción de Dylan.
—Yo iré a ver si Lisa esta bien—comento Amber en susurro, sin esperar respuesta salió también de la biblioteca.
Phoenix se aclaro la garganta algo incomoda mientras que Theodore presionaba levemente los labios.
—Bueno, creo que...—el chico Nott fue interrumpido por el ruido que sonaba en los pasillos.
—¿Qué esta pasando allá afuera?—pregunto la castaña mientras se ponía de pie.
—No lo se, pero vamos a averiguarlo.
Rápidamente se dirigieron a la salida de la biblioteca y siguieron a sus compañeros de casa hasta el vestíbulo. Allí se encontraban los gemelos Weasley sonriendo con burla.
—¡Muy bien!—exclamo furiosa la profesora Umbridge—¡¿Les parece muy gracioso convertir un pasillo del colegio en un pantano?!
—Por supuesto que si—contesto Fred mirando a la mujer sin temor alguno.
—¿Qué esta sucediendo?—pregunto Lisa acercándose hacia ellos.
La chica Potter se encogió de hombros.—Eso queremos saber.
—Ya tengo el permiso profesora—anuncio Filch con voz chillona—Tengo el permiso y tengo las fustas preparadas. Déjeme hacerlo ahora, por favor...
—Muy bien, Argus—hablo Umbrige para luego mirar a los gemelos—Y ustedes dos... van a saber lo que les pasa a los alborotadores en mi colegio.
—¿Sabe que le digo?, me parece que no—hablo Fred para luego mirar a su gemelo—Creo ya somos mayorcitos para estar internos en un colegio, George.
—Si, yo también tengo esa impresión—George asintió estando de acuerdo.
—Ya va siendo hora de que pongamos a prueba nuestro talento en el mundo real, ¿no?—le pregunto su hermano.
—Desde luego—contesto George.
—Creo que ya se lo que van a hacer—susurro Phoenix sonriendo de lado.
Antes de que Umbridge pudiera decir una sola palabra los gemelos Weasley levantaron sus varitas y gritaron:
—¡Accio escobas!
—Hasta nunca—hablo Fred pasando una pierna por encima de la escoba.
—Si, no se molesten en enviarnos ninguna postal—añadió George repitiendo la acción de su gemelo.
Fred miro a todos los estudiantes que se encontraban en el vestido con una sonrisa: —Si a alguien le interesa comprar un pantano portátil como el que ven arriba, pueden encontrar en Sortilegios Weasley, en el numero noventa y tres del callejón diagon—anuncio en voz alta.
—Hacemos descuentos especiales a los estudiantes de Hogwarts que se comprometan a utilizar nuestros para deshacerse de esa vieja bruja—exclamo George señalando a Umbridge.
—¡DETENGANLOS!—grito la mujer.
Ambos gemelos dieron un pisotón en el suelo y se elevaron en el aire para luego dirigirse juntos a la salida.
Fred miro nuevamente el vestíbulo y su vista se enfoco en uno de los tantos fantasmas del castillo: —Hazle la vida imposible por nosotros, Peeves.
Y Peeves que nunca aceptaba ordenes de los alumnos, se quito el sombrero de su cabeza e hizo una reverencia, al mismo tiempo de los gemelos daban vuelta y desaparecían del vestíbulo en medio de los aplausos de los alumnos.
*☆*゚*★*゚*☆*
Hello!!
Ya estamos cerca de finalizar este segundo acto...¡SE VIENE LO BUENO!
Opiniones y teorías aquí...
Kisses!
With love, Mar
*☆*゚*★*゚*☆*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro