Poco a poco Nimai fue aprendiendo a hablar como ella y le contó ser un soldado que estaba al servicio del Raj británico, siendo ya desertor, acusado de matar a un teniente inglés en defensa propia y cuando lo estaban trasladando a otro lugar su barco también fue azotado por la tormenta

Días después

—Astrid ¿cuantos días, vamos aquí?

—Con este se cumplen tres meses, estamos ya en Noviembre de 1884

—La gente nos dará ya por muertos y sabes... es mejor así

—¿Porque dices eso Nimai?

—Tú y Yo aquí tenemos una vida nueva, eres mía y yo tuyo... Soy muy feliz, como ya no tenía esperanza de serlo, llegar aquí fue lo mejor que me pasó en esta vida...

— Nimai... Yo...¿Tuya?

— Astrid.... no sé como decirlo...

— ¿Qué?

—Main tumase pyaar karata  mon— dijo emocionado pero no obtuvo respuesta de Astrid

Ella presentía que él decía algo muy serio y profundo, ambos se besaron

— Nimai, se dice así YO TE AMO, señalando el corazón de ambos — dijo muy conmovida

—¡Si!... Yo te amo mi Estrella de Mar

— ¿Y a qué se debe ese título? — preguntó algo divertida Astrid

— Eres mi estrella de mar, que fuiste arrojada del océano a mis brazos

— Amor mío eres mi héroe, mi todo

Ambos no sabían cómo demostrar tanta felicidad, Astrid ya no era aquella jovencita arrogante de antes era más femenina más humana, todo gracias a Nimai aquel hombre que le había enseñando muchas cosas

Así continuaron con sus vidas, conociéndose ambos cada día más él le contó ser de una familia de clase acomodada en la India, tener 27 años y aún ser soltero, ella también contó su vida

Hasta que unos días después....

Ellos acababan de comer y divisaron un barco, era el hermano de Astrid

Robert bajaba del barco y apenas creía encontrar a su hermana mayor con vida

—¡Hermana mía! Esto es un milagro

Astrid con lágrimas y emoción, no tenía palabras sólo la embargaba el llanto, ateniendo a decir:

—Lo siento hermano, soy culpable de perder a toda la tripulación

—Lamentablemente es cierto hermana perdimos a dos personas, el resto se salvó.... Ya no llore está viva y eso es lo importante, venga vámonos

—¡No!... Me iré

—¿Cómo?

—Robert no estoy sola — enseguida Astrid le contó de manera rápida los acontecimientos y su relación con el ex soldado hindú

— Hermana, no tengo nada en contra de tu héroe, Vámonos con él también

— Pero... Hermano, te conté lo de su problema, él ahora es un prófugo y es mejor que lo consideren muerto y Yo soy su mujer jamás lo dejaré, aquí somos muy felices

—Hermana quiero hablar con Él, verás que llegamos a una solución, confía en mí

Astrid fue a buscar a Nimai, una vez que lo trajo al encuentro de Robert y que los haya presentado, Robert se quedó a solas con Nimai

Un rato después...

— Astrid Vámonos

— y ¿Nimai?

—Nimai Iyer, se queda aquí hermana

—¿Cómo?

—Sé que es una locura, pero todo vale tu felicidad hermanita, yo también confío en él aunque no lo conozca, así que decidí protegerlo bajo nuestro apellido

— Eso quiere decir...

— Quiere decir que una vez llegados allá cambiaremos los nombres de tu marido así como también ofrecí darle tu mano y oficializar la boda

—Muchas gracias — interrumpió Nimai— Prometo no defraudarte, amada mía

Así dejaron la isla con cierta melancolía

Londres Enero 1885

El encuentro entre la hija perdida que creían muerta, fue de más conmovedor la familia veía como héroe a Nimai y Astrid, lucía tan feliz porque esta era su nueva oportunidad en la vida, ahora acompañada con el amor, aquel que creía que no era para ella.

El día de la boda fue el más feliz de Astrid y Naveen (Nimai- ahora ya con otra identidad) y más aún porque ella se encontraba en la dulce espera

Así también ese día era el último en aquel lugar a lado de su familia, ya que ellos habían decidido empezar de cero y viajar a Norteamérica

La despedida fue por demás decir emotiva llena de lágrimas y abrazos entre Astrid y toda su familia

— Mi amor, dime ¿estás feliz con irte lejos de aquí? Estaremos lejos de tus padres, hermanos y sobrinos

—Amor razonemos esto... tú y yo en un lugar nuevo donde creemos y hagamos realidad nuestros sueños

—Astrid, cada día me impresionas más
Te amo, mi Estrella de Mar futura madre de nuestros retoños

— Amado mío la vida me dió una lección y una oportunidad y no pienso desaprovechar porque estoy contigo

—Por siempre y para siempre hasta el fin de nuestros días.

Y así Astrid y Naveen echaron raíces en un nuevo continente no fue nada fácil pero valió la pena el sacrificio ya que se tenían el uno al otro.

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Fin