Squad Jam II
Hola y bienvenidos a este nuevo capítulo de esta gran historia. Antes que nada quiero agradecerle a mi beta hermosa Belnihime que me ha apoyado en este fic así como mi joven Padawan RebkTMT por ayudarme con el Lemmon así como a mi amigo SpartanKenway87 que me ha dado ideas para próximos capítulos pero sobretodo agradezco a todos los seguidores de esta historia
Al amanecer, Iori y su aprendiz comenzaron los preparativos para apoyar a Karen en el segundo "Squad Jam", por ende, el entrenamiento sería en GGO.
Iori se sentía un poco incómodo al estar de nuevo en aquel mundo. Si bien le traía recuerdos de Shino, su mente estaba enfocada en el siguiente torneo.
Mientras tanto, Llenn esperaba en el portal de inicio a su amiga Fukaziroh, quien tenía un avatar de su mismo tamaño. Una chiquilla de pelo largo rubio y ojos cafés que, para opinión de Llenn, era realmente bonita.
Con ayuda de M, que les depositó 10 millones de créditos, Fukaziroh adquirió su equipo, el cual consistía en dos lanzagranadas de repetición con un alcance de 400 metros, con seis granadas por cargador. Con esa descripción, que dejó a la pequeña rubia encantada, compró dos lanzagranadas, gastando así 6 millones de créditos que, para gusto de Llenn, era excesivo.
Al salir de la tienda Llenn se topó con dos personas: Kaira, una conocida con el cabello rojo como la sangre y ojos grises., y un hombre alto con el cuerpo trabajado que vestía una gabardina de color negro igual a la de Kaira.
—Hola, Llenn, me alegra verte —gritó Kaira abrazando a la pequeña.
—Igual me alegra verte. Te presento a mi amiga Miyu, Fukaziroh en GGO —Llenn presentó apropiadamente a su amiga rubia.
—Mucho gusto —respondió la chica con una sonrisa.
—Mucho gusto, Fukaziroh. Les presento a mi maestro Iori, alias Saga en GGO.
—Mucho gusto, Llenn, Fukaziroh. Me alegra haberlas encontrado aquí, tenemos mucho que hacer antes del torneo —Saga extendió sus manos saludando cortésmente — Si me disculpan voy rápido por un encargo con el dueño de esta tienda.
Mientras Saga entraba por su encargo las chicas se quedaron conversando.
—Vaya, Llenn, no sabía que tu amiga Kaira tuviera tan buen gusto —dijo Fukaziroh provocando un sonrojo en Kaira.
—¡Él es mi maestro y mi amigo! —exclamó la pelinaranja— Además su corazón está pasando por una etapa difícil... —finalizó con cierta tristeza.
En ese momento Saga salió con un material que asemejaba a un cubo muy pequeño color rojo.
—Listo, es hora.
— ¿Hora de qué? —preguntaron las tres chicas al unísono.
—Del entrenamiento, por su puesto.
Saga llevó a las tres chicas a las Arenas Solitarias donde practicarían diferentes estrategias. El combate cuerpo a cuerpo sobre todo a Llenn y Fukaziroh, pues Kaira ya contaba con dicho entrenamiento, por lo que ella estaba supervisando cada uno de sus movimientos y estilos de combate.
Saga por su parte modificaba sus hojas ocultas con su recién adquirido filamento de electro plasma, lo cual generaba una hoja de energía capaz de detener las espadas de fotones, y que le serían muy útiles en el torneo próximo.
—¿Qué beneficio le da ese filamento a sus hojas maestro? —Kaira preguntó curiosa.
—Recordarás a mi hermano Kirito. Él en este mundo usa la famosa espada de fotones —Kaira asintió—. Pues este filamento es la respuesta a ese tipo de espadas —Saga activó el filamento con un botón cercano a la palma de su mano, generando una hoja de energía color rojo bordeando el filo de la misma.
—Perfecto, están listas, ahora sigue la gabardina —Saga se quitó su gabardina de asesino y comenzó a aplicarle láminas de titanio en los puntos vitales de su cuerpo, ya que al ser un metal más ligero que el hierro pero más duro que el mismo, empleó láminas de titanio para su protección.
Saga dio por terminado el entrenamiento de Llenn y Fukaziroh. Era el tiempo de registrarse para el torneo y planear ciertas estrategias contra los potenciales contrincantes del siguiente SJ2.
Mientras tanto, las noticias de que los miembros del equipo ganador LM participarían en el torneo se esparcieron como si se tratara de una epidemia entre los equipos participantes SHINC. Estaba decidido a enfrentar al demonio rosado.
Las preliminares comenzaron una semana después de las inscripciones. El torneo consistía en un máximo de 30 jugadores, seis por equipo, en un campo espacial de 10 km de radio. Si bien todos los equipos son enemigos, esto no impide formar "alianzas" entre ellos.
La diferencia entre los torneos era que el escaneo del SJ2 mostraba el nombre del equipo, lo que significaba una cierta ventaja para el equipo de LFSK.
—Tenemos el elemento sorpresa de nuestro lado. Si sólo muestra el nombre del equipo podemos separarnos y emplear la estrategia que utilizó Llenn en el SJ1 —comentaba Saga mientras bebía.
—El equipo SHINC, las chicas de gimnasia rítmica, participarán. Habría que huir de ellas y cuando haya derrotado a Pito-san. Recuerden el nombre PM4 —mostraba Llenn en el mapa.
—Significa "Muerte de Pitohui y M", ¿no? —preguntó Fukaziroh.
—Sí, es algo perturbador —respondió Kaira—. Vamos por nuestra segunda victoria consecutiva.
—Gracias por el apoyo. Hay equipos de la edición anterior, pero no sabremos su fuerza o su tipo de armas hasta toparnos con ellos, así que hay que estar alerta —decía Llenn suspirando con algo de pesadez—. Me pregunto si realmente podré derrotar a Pito-san. Si fracaso hay personas que morirán.
—No sirve de nada preocuparse ahora. Preocúpate si no lo logras ese día, no antes —respondió Fukaziroh ofreciéndole más alcohol a Llenn.
—Te cubrimos las espaldas, Llenn —dijo Kaira tomando un tarro de té helado junto con Fukaziroh—. Maestro, ¿contamos con usted?
—Tú sabes la respuesta —Saga alzó su tarro con el fin de animar a la chica de rosa.
—Gracias... gracias por estar a mi lado, entrar conmigo en GGO y participar en el SJ2 —contestaba agradecida Llenn.
—La amistad no necesita palabras —contestó Fukaziroh.
Las semanas pasaron rápidamente y el día tan esperado del torneo llegó. Saga y Kaira habían sido puntuales a la hora de llegar a la recepción, mientras que en caso contrario, Llenn y Fukaziroh estaban retrasadas.
Kaira estaba sentada junto a su maestro preparando los últimos detalles a su equipo.
—Kaira... —habló Saga mientras terminaba de pulir su pistola Heckler & Koch MK23 y su rifle de tirador designado M14, acomodándolos en las respectivas fundas de su gabardina negra.
—Dígame, maestro —Kaira por su parte pulía su pistola M1911 y su rifle de combate Heckler & Koch G3 mientras colocaba los cargadores en su gabardina gris.
—En algún punto nos tendremos que separar, porque tenemos que proteger a Pitohui a toda costa, así que habrá que "cuidarla" de otros equipos, como si fuera un trofeo de cacería.
—¿Cómo lograremos eso, maestro? Si lo que dijo Llenn es cierto, estará muy entretenida buscando la muerte por ella misma —Saga miraba hacia la entrada mientras su equipo y Pitohui llegaban a la recepción.
—Disculpen por haberlos hecho esperar. Vinieron a verme a mí, ¿cierto? No los decepcionaré y gracias por sus gritos de ánimo —decía la pelinegra con una actitud soberbia.
—Observa y aprende —Saga se levantó y comenzó a caminar hacia Pitohui, que charlaba animadamente con su equipo.
—Pitohui, ¿cierto? —la chica volteó para ver a un hombre de cuerpo atlético y alto con el cabello rojo como el fuego y un tatuaje en el rostro que asemejaba a una cicatriz debajo del ojo derecho.
—Sí, ¿tú quién eres y cómo me conoces? —preguntó Pitohui de manera un tanto hostil.
—No me sorprende que no me recuerdes, ya han pasado unos cuantos años desde que nos conocimos —esto comenzó a captar la atención de Pitohui—. Sólo quería desearte suerte en el torneo para que no quedes atrás como en aquella beta.
La rabia de Pitohui por mencionar aquella beta del juego mortal que tanto añoraba salió a relucir.
—¿¡Cómo sabes de esa beta, maldito infeliz!? ¿¡Quién eres!? —Saga se detuvo dándole la espalda.
—Lo sabrás en su momento —Pitohui fue calmada por M y los demás integrantes de su equipo.
Llenn y Fukaziroh llegaron literalmente corriendo, siendo la primera recibida eufóricamente mientras una ya calmada Pitohui se le acercaba con el fin de felicitarla.
—Esta vez pelearemos en serio —decía con una sonrisa y determinación en su rostro mientras se anunciaba que sólo faltaban 30 segundos para ser teletransportados a la sala de espera—. No tenemos tiempo para hablar.
—Pito-san —dijo el Demonio Rosado con una cara seria—, me esforzaré, no te decepcionaré. No olvides nuestra promesa.
—No sé de qué me hablas, pero de acuerdo, y no seas tan formal. ¿Quieres decir algo más?
—Te mataré —con esto guiñó su ojo y le dio la espalda a Pitohui.
Todos los equipos fueron teletransportados a la sala de espera. Llenn y Fukaziroh se quitaron sus capas verdes mientras se equipaban con sus respectivas armas y tenían una charla motivacional entre ellas.
Detrás de ellas, Saga y Kaira cargaban sus rifles y comprobaban el funcionamiento de sus hojas ocultas.
—Kaira... confío en ti —Saga se colocó su capucha mientras la pelinaranja repetía el mismo acto que su maestro.
El nuevo equipo de Llenn apareció en el escenario de un pequeño poblado muy cercano al extremo del campo de batalla, por lo que Llenn se apresuró a localizar al equipo rival objetivo: PM4.
—¿A dónde iremos? —preguntó Fukaziroh.
—Las colinas son peligrosas, demasiada visibilidad. Tendríamos que estarnos cubriendo de los francotiradores, así que mejor hay que evitarlas —dijo Kaira.
—Fuka, ¿memorizaste el mapa?
—En ALO no era necesario, ya que me desplazaba volando a todos lados.
—Nosotros lo hicimos —dijeron Saga y Kaira unísono—. Puedes memorizar el mapa, sólo ten siempre en cuenta dónde estás. Si te pierdes llámanos y te buscaremos — completó Llenn.
El plan consistía en algo relativamente simple, que era esquivar a los equipos enemigos y enfrentar al equipo PM4, por lo que comenzarían a desplazarse antes de que el primer escaneo del torneo comenzara. El primer escaneo fue a las 13:05 y mostró que no había equipos enemigos al menos a unos 800 metros cerca de la posición de Llenn, pero lo que le preocupó... Su objetivo se encontraba del otro lado del mapa, así que le tomaría un tiempo alcanzar su objetivo.
—¡Maldita sea! —gritó Llenn frustrada.
—Señorita, la vida no es un camino de rosas. Aun así llegaste hasta aquí, ¿no? Te estuve observado, ¿acaso me equivoco? —decía Fukaziroh tratando de sonar poética.
—Sí, tienes razón. Nos dirigiremos al suroeste y aplastaremos a todo el que se interponga en nuestro camino.
Fukaziroh corría emocionada mientras veía a un escuadrón de seis jugadores frente a ella. Decía que "el hada de las granadas los asesinaría". Desgraciadamente caería en una trampa al tropezar con una cuerda, la cual detonaría una granada destruyendo sus piernas en el proceso.
—Lo siento —se disculpaba la pequeña rubia.
—Yo también, debí avisarte de las trampas —Llenn la arrastró adentro de una casa.
—Llenn, déjame y escapa.
—Si te mueres, sí. Quédate aquí agachada, les mostraré el poder de la ganadora del SJ.
—Déjanos algo, pequeña, quieres acaparar toda la diversión —dijo Saga por el radio—Dos cada quién, ¿te parece bien?
—Está bien, veamos si todo lo que dice Kaira es verdad —rio Llenn.
Saltó por la ventana cubriéndose con una cortina de los vidrios y disparó una ráfaga contra un jugador formando una línea de puntos rojos en su cuerpo. Kaira, con su pistola 1911, tomó del cuello a un jugador mientras le disparaba en la cabeza y usaba el cuerpo de su víctima como escudo. Saga por su parte disparó en el ojo de su contrincante desde uno de los árboles de la zona.
Llenn con su increíble velocidad cortó la entrepierna de otro jugador rival y posteriormente su garganta. Kaira y Fukaziroh eliminaron a un jugador armado con una escopeta a la vez que el último sobreviviente atacó por detrás a Llenn hasta que sintió unas manos alrededor de su cabeza mientras hacían presión y la giraban bruscamente rompiendo su cuello.
Mientras tanto en las montañas, Pitohui tenía un gran aburrimiento. Se escuchaban algunos disparos, por lo que se quejaba con M.
—Qué aburrimiento, M. ¿Por qué perdemos el tiempo aquí? Todos están disparando, ¿por qué no bajamos de la montaña? —se quejaba la chica.
—No —respondió M firme.
—¿Por qué? No me digas que no quieres pelear. ¿Otra vez vas a ser un gallina?
—Es una estrategia.
—¿Qué opinan ustedes? —preguntó Pitohui a sus demás compañeros.
—El trato era que siguiéramos las órdenes del líder —dijo uno de ellos mientras los demás asentían.
—No es necesario participar en guerrillas inútiles. ¿Quieres morir así? ¿Es lo que deseas? ¿Qué no deseas conocer la identidad del nuevo compañero de Llenn?
—No, pero me aburro. Esto es aburrido.
—Aguanta un poco. Como dije antes, es una estrategia. Me diste el puesto de líder, así que obedece, por favor.
—Qué remedio. Aunque si mueres, haré lo que yo quiera.
—No te preocupes, te dejaré los enemigos que muestren los colmillos, además de que necesitaremos unos cuantos aliados para descubrir la verdadera fuerza del tal Saga.
—¿Por ejemplo?
—Por ejemplo, Llenn, los colmillos de la conejita rosa son afilados —Pitohui sólo sonrió siniestramente.
Por otro lado, Fukaziroh, en manera de compensación por caer en una trampa, usaría a Llenn como guía para arrojar granadas sobre un equipo cercano mientras que Saga y Kaira le cubrían las espaldas. Fueron suficientes 12 granadas para eliminar a todo un equipo entero, por lo que su siguiente punto de reunión sería en la estación del tren para observar el siguiente escaneo y dirigirse al estadio.
Al llegar a la estación y comenzar el escaneo satelital surgió un problema que alarmó sobremanera a Llenn.
Mientras tanto, en las montañas.
—Mira, Pitohui esto es interesante —dijo M con una sonrisa.
Una caravana de 42 jugadores estaba en dirección a la ubicación de M y Pitohui con el fin de hacerles frente. Llenn corría a toda velocidad alterada y tropezó.
—Cálmate, estás demasiado alterada —dijo Kaira—. Y no sirve de nada.
—¡Pero aunque Pito-san y M sean fuertes son demasiados! —gritó Llenn.
—¿Llegarás corriendo a tiempo? —preguntó Saga.
—Ni a toda velocidad podré llegar.
—Si ven que son demasiados escaparán. No te preocupes —dijo Fukaziroh animándola.
Por su parte Pitohui observaba la caravana de sus equipos rivales mientras sonreía con soberbia.
—Conque siete equipos se aliaron contra nosotros, ¡es magnífico! —decía Pitohui.
—Si vienen todos esos sin líderes, será demasiado complicado. ¿Nos retiramos? —preguntó un compañero suyo.
—Está claro lo que haremos. Los que se rebelen contra nosotros los enfrentaremos y exterminaremos, y a los que muestren obediencia los utilizaremos.
—¿Cómo? —preguntó otro integrante del equipo.
—Eso es algo que M les explicará.
Cada equipo se acercaba a la cascada de las montañas. Dos equipos estaban juntos ya que planeaban negociar con el equipo PM4 mientras que el resto de los equipos se preparaban para derrotarlos. Una lluvia de balas comenzó a generarse en una pequeña cueva debajo de la cascada.
—Es una lluvia de balas. ¿Situación? — preguntó Pitohui oculta.
—Me dispararon —dijo M por el intercomunicador
—¿Morirás?
—Por desgracia no.
—Qué mal, y yo que pensaba ir a vengarte.
—Yo no importo. Las preparaciones están listas. Ahora haz lo que quieras.
—No lo digas dos veces, espero tu señal.
—Bien —unos cuantos jugadores llegaron al escondite de M, así que lanzó dos granadas, repeliéndolos.
El resto de contrincantes se encontraba afuera. Una mitad comenzó a disparar mientras que la otra mitad observaba la lluvia de balas con dirección a la cascada.
Los subordinados de M y Pitohui eliminaron con disparos rápidos y precisos mientras Pitohui se preparaba para eliminar al resto.
—Ya voy. Me basta con el mínimo apoyo —dijo Pitohui por el comunicador.
—Recibido.
La chica, aprovechando la distracción generada por M, eliminó a un jugador estampando su rostro contra una roca y tomando su arma eliminando con tiros a la cabeza. Los siguientes jugadores corrieron con la misma suerte, sólo observaban a una mujer con una habilidad en combate y una sed de sangre y muerte acompañados de una sonrisa perturbadora, para algunos esto indicaba que esa mujer disfrutaba torturar a sus contrincantes.
Por su parte los líderes de cada equipo no creían todo lo que habían escuchado. Los subordinados de sus respectivos equipos habían sido eliminados por una sola persona y sabían en el fondo de su ser que su destino sería el mismo.
Por su parte Llenn y Fukaziroh se enfrentaban a varios equipos en el domo, empleando granadas de humo rosa mientras que Saga y Kaira les proporcionaban cobertura desde los árboles. Cada dúo se encargó de 9 jugadores diferentes ya que, según Kaira y Saga, era más divertido.
Llenn contaba sus bajas para asegurarse de que no quedara ninguno vivo.
—...Quince, dieciséis, diecisiete —contaba Llenn.
—Creo que los matamos a todos —comentó Fukaziroh.
—Eran tres equipos, lo normal sería que hubieran dieciocho —Llenn notó que había perdido un punto importante—. Ya sé.
La pequeña disparó hacia una pila de cuerpos donde estaba el último sobreviviente.
—Lo sabía —dijo Llenn con un tono siniestro.
—Conque fingías estar muerto —agregó Fuka.
—Me descubrieron, así que me rindo. Como ven no llevo armas. Tengo una pistola en la cintura pero si la saco me dispararán —decía el jugador misterioso.
—Por supuesto. Quiero ahorrar balas, así que ríndete.
—Lo tengo en la mira, Llenn, cualquier movimiento en falso y le disparo —dijo Saja por el radio.
—Qué remedio. Pero, ¿por qué no hablamos un poco antes? Son muy lindas. Me gustan las chicas fuertes y lindas —Llenn hizo una cara de desagrado mientras escuchaba a Kaira reclamar y exigir a su maestro que le volara la cabeza a esa persona.
—Qué tipo tan más interesante. Le dispararé —espetó Fuka.
—¿Qué hay en esa bolsa? —el Demonio Rosado puso atención al traje de combate de su víctima.
—¿Puedo mover la mano derecha? —Llenn asintió— Con su permiso —en un intento desesperado el chico trató de sacar su pistola, recibiendo un disparo por parte de Saga en su mano derecha.
—¡Muéstrame el contenido de la bolsa o te disparo en la oreja! —dijo Llenn preparada.
—Eres aterradora —de la bolsa sacó cargadores negros.
—Lo sabía, ¿usas P90?
—No, yo uso un AR-57, ¿la conoces? Usa la caja de mecanismos inferior de un M16 y la parte superior de una P90, así que...
—¡Dame tus cargadores, los de la bolsa y los almacenados!
—Un momento, ¿por qué habría de hacerlo? Voy a rendirme...
—Ganaré con tus cargadores.
—¿Y qué gano yo con eso?
—Fuka... le dispararé a sus extremidades. Controla su almacenamiento por detrás.
—Son muy lindas pero no tienen piedad. Esto se transmite en directo, no oyen lo que decimos pero ven lo que hacemos. Todos sabrán que son unas desgraciadas groseras y sus nombres quedarán en la historia de GGO.
—¿Eso es todo lo que quieres decir? —a Llenn y Fukaziroh no les importaba la "situación" en la cual se meterían.
—Está bien, está bien, te los regalo. Volverán a mí cuando termine el torneo —mientras abría su menú tuvo una idea—. Pero podrán agradecérmelo de alguna forma, ¿no?
—¿Por ejemplo?
—Nada complicado. Denme un beso —esto dejó sorprendidas a las chicas—. Pueden hacerlo las dos, pero al menos que la de rosa me dé uno. Puede ser en la mejilla.
—¿Es que sólo juegan pervertidos? Llenn, le volaré la cabeza con una granada.
—Entendido —Fukaziroh quedó confundida e impresionada—. Eso no es nada.
—¿Segura? ¿Te volviste loca?
—El loco es él, pero es mejor que me dé los cargadores a robárselos. Aunque, ¡antes dame todos los cargadores!
— ¡Claro! Pero cumple tu promesa —el chico sacó una muy buena cantidad de cargadores o un "buen botín", según Fukaziroh.
—Qué miedo dan.
—Te odio, pero cumplo mis promesas —Llenn, con todo el desprecio de su corazón, dio un pequeño beso en la mejilla del jugador aparentando como si le hubiera susurrado algo al oído— ¿Contento?
—¡Contentísimo! ¡Se me saldrá el corazón! ¡Qué maravilla! Las chicas besan mucho mejor. Los hombres besan sin cuidado.
—¿Normalmente besas a hombres? —preguntaron ambas chicas.
—Perdón, no se los había dicho. Soy una mujer, mi avatar parece masculino, por eso hablo como hombre —la recién descubierta chica de nombre Clarence mostro su menú principal a sus rivales—. En el mundo real me gustan tanto los chicos como las chicas.
—No hablemos del mundo real —dijo Llenn algo incómoda.
—Vayamos a comer un día las tres. ¡Una cita de chicas virtual! Hay pocas chicas en GGO, seamos amigas.
—¡Al suelo! —Llenn escuchó por la radio mientras Clarence le decía lo mismo a Fukaziroh, protegiendo a Llenn con su cuerpo.
Una lluvia de balas comenzó a perseguir a Fukaziroh y Llenn, quienes habían descuidado al equipo MMTM. En respuesta a ello, Saga y Kaira dispararon en respuesta mientras otro equipo cercano hacía lo mismo. Dicho equipo era SHINC.
Eva estaba dispuesta a enfrentarse a Llenn uno a uno como habían prometido antes, pero dada la situación con Pitohui, no podría cumplir esa promesa. Al menos en ese torneo y quedando solamente seis equipos, era el momento necesario y crítico para lanzar un ataque.
Llenn y su equipo le explicaron la situación a Eva, por lo que, en agradecimiento por su amistad, le daría apoyo para vencer a PM4. El plan llamado "Operación Dulces" consistía en lo siguiente: El equipo de SHINC atacaría por el norte empleando un fusil antitanque Degtriariov, mientras que por el sur, al recibir la señal, Llenn sería cubierta por Fukaziroh y sus granadas de humo rosa, Kaira vigilaría los alrededores para eliminar a cualquier posible francotirador y Saga cubriría a Llenn desde las sombras.
—¡Es la hora, Llenn! —Eva avisó con el radio.
Llenn salió disparada a toda velocidad en dirección a Pitohui, captando su total atención, dejándola venerable a cualquier disparo, el cual fue aprovechado por el último miembro de KKHC llamada Shirley, quien le asestó un tiro mortal en el ojo derecho, y aunque su goce por haber eliminado al "monstruo" fue grande, no duró mucho, ya que Kaira la eliminó clavando su hoja oculta por su cuello mientras Shirley le daba la espalda.
En un intento desesperado de salvarla, M le aplicó una barra de curación mientras se replegaba con su equipo a las montañas. LFSK y SHINC se dirigía a la caballa. Desgraciadamente, el equipo MMTM igual se dirigía a la cabaña en vehículos blindados, así que Llenn se frenó en seco y rogaba porque Pitohui sobreviviera.
Ya dentro de la cabaña, M acostó a Pitohui en la cama aplicándole otra barra de energía mientras se recuperaba del desmayo que tuvo momentos atrás. M, como buen hombre enamorado, tenía el deseo de protegerla y hacerla feliz a toda costa, por lo que sus subordinados retendrían el mayor tiempo posible a MMTM.
El equipo irrumpió en la casa eliminando uno por uno dirigiéndose a la habitación, lo que no sabían era que alguien ya los esperaba como si fueran moscas llegando a una telaraña.
Llegando al segundo piso los disparos de escopeta comenzaron, atravesando las paredes de madera y matando a tres integrantes de MMTM, y con ayuda de una granada generó una cortina de humo para salir y enfrentar a sus dos contrincantes restantes.
—Disculpen la tardanza —Pitohui tenía una sonrisa siniestra mientras activaba su espada de fotones Muramasa F9 y con una placa del escudo de M se lanzó al ataque de los dos jugadores restantes.
Pitohui realizó un corte vertical, el cual fue frenado por el líder de MMTM, lo que el líder no sabía es que una característica de la Muramasa F9 era que podía cambiar de lado la hoja provocando así la muerte de él y su último compañero.
Por otro lado, M enfrentaba a los miembros restantes de SHINC y Fukaziroh se les unió, aunque, según Llenn era un suicidio.
—¡No! —Llenn cayó al piso ya que sus agujetas habían sido amarradas a un lanzagranadas de Fukaziroh, y cuando buscó a Saga para pedir su ayuda este había desaparecido— ¡Es una...! ¡Maldita sea!
—Cálmate y deshazlo despacio —Fukaziroh hablaba por la radio.
—¿En qué rayos piensas, Fuka? ¡No vayas sola!
—El que deshaga este nudo será el rey de este mundo —Fuka reía por la radio mientras Llenn se quejaba y enojaba.
M, con maestría y elegancia, fue eliminando a una por una de las "amazonas" que disparaban en dirección a la cabaña mientras Pitohui dejaba sin pies y manos a Fukaziroh y Llenn aún peleaba contra el nudo de sus botas.
—Llenn, compañera, escúchame bien, creo que no sobreviviré —dijo Fuka.
—¡Porque te lanzaste sin pensar!
—Pero no me arrepiento de nada.
—¡Hazlo!
—Es mejor actuar que pensar demasiado, como tú antes. Hice lo que pude, seguro que la jefa y las demás están satisfechas.
—¡Debí matar a Pito-san enseguida! Era el equipo más alejado, se interpusieron y perdí balas. Cuando por fin nos acercamos pensé en una estrategia, pero las demás se marcharon solas y murieron, y yo lo único que hago es temblar. ¡Ya basta! ¡No importa, Pito-san! ¡Que gane! Así no morirá, ¿verdad? Me rindo, no necesito sufrir tanto. ¡Puedo morir ahora!
—¿Y qué harás? —Llenn escuchó la voz de Kaira por el radio.
—La mataré.
—¿Cómo?
—¡Ni idea! La mataré a tiros. Ya no importa nada. O con el cuchillo, o como sea.
—Bien dicho —Saga habló—. Muy bien, Kaira, te necesito de regreso a nuestra posición actual, es hora de mostrar de qué estamos hechos.
Llenn comenzó a correr a máxima velocidad en dirección opuesta a la cabaña, provocando que en un despliegue de frustración Pitohui la persiguiera en un automóvil que empleó MMTM anteriormente.
Llenn llegó a un pequeño risco con geiseres, por lo que dio la vuelta colocándose en posición de ataque con su P90 y su cuchillo de combate, provocando a Pitohui, y por consiguiente, guiándola al barranco. Llenn se tiró al piso mientras el automóvil caía por el barranco pero, al no ser tan profundo, pudo regresar con el fin de atropellarla.
Llenn brincó sobre el carro y disparó sobre Pitohui, quien increíblemente no tenía ningún rasguño, y contraatacó derribándola sobre el agua, y al estar sobre el agua perdía vida. Su contrincante no tuvo el valor de acercársele.
—Estamos en camino, Llenn, si estás viva responde —Fukaziroh y Saga tenían una sorpresa.
Pitohui se acercaba peligrosamente mientras Llenn disparaba una ráfaga de balas al aire y, para sorpresa de Pitohui, una granada impactó entre ella y su presa.
—Arriba, Demonio Rosado, aún hay mucho que hacer —Saga le tendió la mano para ayudarla a subir.
Una persecución a alta velocidad comenzó mientras Llenn y Pitohui se disparaban mutuamente desde la cabina de artillero de sus vehículos. La persecución no duraría mucho, ya que el combustible se agotaba y la única idea que tomaron ambas chicas fue chocar entre ellas.
Pitohui, al salir disparada del auto, desenfundó sus pistolas y disparó, mientras Llenn respondía de igual manera con su P90, pero, al no tener más balas, tuvo que emplearla como escudo para estar lo suficientemente cerca para atacar.
Llenn tomó velocidad y brincó sobre el rostro de Pitohui y pateó sus pistolas para pelear mano a mano con su amiga y rival.
—Llenn.
—¿Sí?
—Gracias por haber participado en SJ2, fuiste capaz de acorralarme y me alegra haber tenido una pelea tan ardiente.
—Pues gracias a ti gané una úlcera en el estómago.
—Pero quedarás en tercera, así que no importa. Ganadora en la primera edición y tercera en la segunda.
—No, te cedo el tercer lugar.
—No, gracias, sólo necesito la victoria. De hecho, ni siquiera la necesito, sólo deseo sobrevivir en esta batalla real. Eso es todo.
—¿Sobrevivir? Es un juego, así que no importa mucho el morir.
—No me refiero a eso.
—Entonces explícame a lo que te refieres, no podré hacerlo después de matarte.
—Dudo que lo comprendas... Yo cuando juego arriesgo la vida.
—¿Arriesgas la vida? ¿Como en Sword Art Online? Pero eso...
—¿Eso qué?
—¡Es una locura! ¡Me alegra de corazón no haber jugado ese asqueroso juego!
Pitohui estalló de rabia, lo cual fue bien aprovechado por Llenn, ya que con su increíble velocidad cortó uno de sus muslos y parte del cuello de Llenn, provocando que soltara su espada, pero en respuesta Pitohui soltó un potente golpe contra el rostro de Llenn.
Llenn cayó al suelo mientras la chica pelinegra tomó su P90 con el fin de matarla con su propia arma, pero al dispararla esta explotó, cegándola temporalmente. Llenn atacó con su cuchillo pero fue bien bloqueado por Pitohui, recibiendo una patada en el estómago.
Llenn cayó al piso y fue tomada de ambas muñecas por Pitohui. Desesperada, arrojó el cuchillo al rostro de su captora, pero ésta lo atrapó con la boca.
—M, ven aquí —M había capturado a Fukaziroh—. ¿Me prestas tu arma?
—Sí —M arrojó su pistola y Pitohui apuntó hacia Fuka.
—Sigues siendo muy impulsiva... —Llenn y Fuka reconocieron esa voz.
—Vaya, por fin apareciste, estaba impaciente.
—Me alegra darte algo por lo cual esperar —Saga no tenía ningún arma de fuego, lo cual causó curiosidad en todos los presentes—. Sé que pretendes, hiciste lo mismo cuando te conocí.
—A ver, te escucho —dijo burlonamente Pitohui.
—Dispararás a M, porque él sabía que los seguíamos y puso el sonido del motor para que no se dieran cuenta. Ahora planeas matarlo por eso, pero yo te propongo algo y como parte de la oferta me presentaré ante ti —Saga se colocó su capucha—. Mi nombre es Saga y nos conocimos en la beta de SAO.
—Ahora entiendo cómo es que sabes de esa historia. ¿Cuál es tu oferta, Saga?
—Este hombre aquí te ama con todo el corazón y estaría dispuesto a hacer lo que sea por ti —dijo señalando a M—. Por lo que yo lo reto a un combate mano a mano, como si de SAO se tratara. Traigo un NerveGear reprogramado, así que será una experiencia real.
Saga le dio la espada de fotones a M mientras tomaba su distancia. Pitohui sostenía fuertemente a Llenn y Fukaziroh inmovilizada. No tenía nada que temer, por ende aceptó, quería comprobar qué tan similares eran.
M encendió la espada de fotones mientras Saga desenfundaba sus hojas ocultas.
Mi espada de fotones destruirá esos trozos de metal —Pitohui rio desenfrenada.
Saga no habló y recibió el primer ataque de M, el cual fue bloqueado gracias al borde de plasma generado por la modificación que hizo a sus hojas. Ahora sus armas tenían un borde rojizo y podían recibir los ataques de M.
—Vamos, campeón —decía Saga encarando a M—. Demuestra tu amor por esta mujer.
M atacaba con más fuerza. Saga comenzó a esquivar mostrando sus habilidades ante Pitohui, pero al no ver un ganador claro, ésta le disparó a M en el rostro y luego a Saga en las piernas.
—Lo que dijo este chico es cierto. ¿Puedes defenderte, acusado? —dijo apuntando a M
—No.
—¿Últimas palabras?
—Te amo.
—Lo sé. Pero el amor no se trae a estos videojuegos —Pitohui disparó en la cabeza de M, eliminándolo al instante—. En cuanto a ti, me hubiera encantado enfrentarte en SAO, eres increíble pero no lo suficiente.
—Tal vez no, pero no soy tan ingenuo —Saga sonrió—. ¡Ahora!
Kaira salió corriendo hacia Fukaziroh, recibiendo intencionalmente los disparos de Pitohui y provocando una distracción. Fukaziroh se liberó y con la navaja que tenía en el cabello, cortó las manos de Llenn y la pateó en la espalda, dándole impulso para que su compañera le mordiera el cuello a su rival con el fin de matarla.
—Llenn, tú eres la que... voy a... —Pitohui sentía por primera vez un miedo genuino sin gozo.
—¡No vas a morir! Esto es un juego, es GGO. Morirás aquí pero no en el mundo real. M me dijo que tenías la intención de morir en la realidad si morías en el SJ —Llenn miraba a Pitohui directo a los ojos.
—El muy idiota...
—¿Recuerdas nuestra promesa? —Pitohui recordó la promesa entre mujeres chocando su brazo con el de Llenn.
—El choque de metales...
—Cúmplela... —Llenn terminó por derrotar a Pitohui. La contempló mientras el equipo restante, TS, las eliminaba. Saga y Kaira usaron una bomba de humo para cubrirse y otra para suicidarse ya que, según Saga, no le daría el gusto a nadie de que los mataran. Así es como el equipo TS ganó.
Al día siguiente, el equipo SHINC visitó a Karen en su departamento con el fin de cobrar los dulces que les fueron prometidos, así como para entregarle un regalo por su cumpleaños número 20: Un collar en forma de corazón.
Por la tarde, Karen y Miyu fueron recibidas en el aeropuerto por Goushi, que las llevaría a conocer a Pitohui. En el trayecto Goushi les contaba a las chicas cómo fue que pasó de ser un acosador con sobrepeso al hombre que es ahora y cómo fue que con violencia, amenazas y humillación, se volvió en su sirviente y esclavo impidiéndole oportunidades laborares, así como la universidad, pero para él era maravilloso ya que estaba al lado de la mujer que amaba y le es útil.
Al llegar, ambas chicas estaban sorprendidas, ya que antes de conocer a Pitohui estarían en un concierto privado de su Idol favorita, Elsa Kanzaki, una chica bajita de tez blanca con el cabello y los ojos azules.
Al terminar el concierto, Karen y Miyu se reunieron con la Idol y su representante Rei, lo cual fue una tapadera perfecta para conocer a Elsa, o mejor dicho, Pitohui.
—Tu voz es maravillosa. Quería aplaudir sin parar, es maravillosa de verdad. Un "Rey de Demonios" maravilloso —la chica comenzó a reír sin parar.
—Motivos —dijo Elsa finalizando su risa.
—Hay dos. El primero es que viniera Goushi justo antes de empezar. Imagino que no quería cometer un error estando más tiempo y luego nos llamó al camerino presentando a Rei para disimular. Para que Pito-san... Elsa se divirtiera viéndonos.
—¿Y el segundo?
—¿Cómo sabia Goushi mi nombre, mi dirección y mi aspecto con antelación?
—Lo sé, fue a verte directamente para que participaras en el SJ2, ¿no?
—Me percaté más tarde. Había una persona que conocía mi nombre, dirección, aspecto y avatar en GGO. Esa persona eras tú, Elsa Kanzaki. Aunque tú no leyeras mi carta, Goushi pudo haberlo hecho. Si hubiera dicho que Rei era la presidenta de tu agencia, quizás lo habría creído —Karen abrazó con fuerza a Elsa mientras lloraba de alegría—. ¡Qué alegría! En verdad me alegra que no murieras, Pito-san.
—Sí, porque tú me mataste. Suéltame, me ahogas —Karen soltó a Elsa—. Agáchate, no puedo ver tu cara.
—Sí —Karen se agachó.
—En el mundo real también eres linda, me gustas —Elsa tomo sus mejillas y unió sus labios con los de Karen, dejando sorprendida a Miyu y roja cual tomate a Karen—. No exageres, que no te maté. Además vi el video del SJ y besaste al tipo de los cargadores.
—Sólo fingía. Además era mujer... —Elsa se acercó de nuevo a Karen besando su mejilla.
—¿Si es entre mujeres no importa?
—¡No digo eso!
—Karen es una mujer que devora tanto a hombres como mujeres —dijo Goushi sin tomarle importancia.
—Goushi, avisas tarde, muy tarde. Ahora mi mejor amiga no se podrá casar —expresó Miyu.
—Oye, Karen, ¿puedo ir a tu casa un día? A dormir.
—¡No!
Un lazo de amistad se había formado entre dos personas realmente opuestas.
Elsa posteriormente preguntó por sus compañeros de equipo, los cuales no fueron al concierto ya que tenían otras actividades que realizar que, según Karen, eran importantes, así que esperaba encontrarlos en GGO pronto.
Iori caminaba por las frías y oscuras calles de Tokio. Habían pasado unas semanas desde que habían ganado el SJ, torneo que le ayudó a calmar sus emociones hacia la francotiradora peliazul de quien estaba enamorado.
Si bien se estaba entablando una amistad entre ellos, Shino tenía una pareja que para desgracia de Iori, tuvo que conocer, tanto en el mundo virtual como el real. Un chico de tez morena, barba y al parecer más grande de edad que ellos de nombre Moizu.
Iori no se metía, ya que para él seria interferir con la felicidad de Shino e impedírsela, por lo que por mucho que desconfiara su boca permanecía cerrada. Por su parte la chica estaba preocupada, Moizu, su actual pareja, era algo agresivo cuando ella estaba con sus amigos y en especial con Iori, justificándose con que, según él, no recibía su lugar, no quería perderla y no confiaba en las intenciones de los demás, lo cual provocaba que fuera impulsivo con esas situaciones.
Esa misma noche Shino y Moizu habían ido a cenar después de ir al gimnasio. Desgraciadamente el ambiente se encontraba tenso ya que, para desgracia de Shino, tuvieron una discusión por el mismo motivo de los celos y falta de confianza. El chico comenzó a beber mucho, provocando incomodidad en la francotiradora.
—Bueno, creo mejor me voy a casa, se está haciendo tarde —Shino estaba dispuesta a irse cuando Moizu apretó su muñeca.
—Yo te llevo —el tono empleado por Moizu provocó cierto nerviosismo en Shino, quien aceptó a regañadientes.
Mientras caminaban por las calles solitarias de la ciudad, Shino pensaba en muchas cosas. ¿De verdad quería seguir así? ¿Es lo correcto estar con otra persona cuando aún amas a alguien más? ¿Era lo que deseaba su corazón? La duda y el miedo, así como el arrepentimiento de haber provocado un dolor muy grande en el asesino se encontraban ahí.
—Oye, Shino —Moizu llamó su atención.
—¿Qué sucede?
—Sé que hemos discutido últimamente y me disculpo por ello, pero he encontrado una solución, y es que te alejes de esas personas que llamas amigos —Shino quedó petrificada—. Así no estarás con malas compañías.
—¿¡Qué!? —respondió enojada— ¿Enserio? ¿Tanto desconfías de mí?
—¡No quiero que te separen de mí, por eso te ordeno que no te acerques más a ellos, en especial a ese niñito de Iori!
Al escuchar esas palabras, comenzaron a llegarle recuerdos de una charla que tuvo con Asuna hace poco.
Shino había citado a Asuna en el Dicey Café, ya que estaba teniendo problemas en su nueva relación y necesitaba un consejo de alguna amiga, y al ser Asuna su mejor amiga y confidente, no dudó en recurrir a ella.
—Sinonon, voy a ser franca contigo. Te pido disculpas antes que nada —Asuna soltó un suspiro.
—Está bien, Asuna, quiero que seas sincera y directa —dijo Shino.
—No eres un objeto, no eres una muñeca y él tampoco es tu dueño para estar controlando tu vida. Si realmente confiara en ti, no haría siquiera el intento de chantajearte o estaría preguntando siempre a dónde y con quién vas. Ahora, si él es así en este momento, ¿cómo será después y qué harás? —Shino sólo agachó su mirada, Asuna tenía razón— Además, perdóname por lo que te diré, pero tú sólo lo estás usando para olvidar a Iori, y sabes bien que aún amas a mi cuñado. No es justo para ninguno de ustedes tres porque, primero: tú estás sufriendo en una relación donde no hay confianza; segundo: Iori está sufriendo aunque no lo demuestre. A pesar de todo lo que pasó te ama como el primer día que te volvió a ver, y no hace nada porque cree que tú eres feliz; y por último, deberías de ser más sincera contigo misma, hacerte la pregunta de quién eres y qué es lo que tú quieres.
Shino por fin lo entendió, por fin sabía qué era lo que realmente deseaba con todo el corazón.
—¿Sabes? No planeo seguir con lo mismo, así que lo nuestro termina aquí —dijo firmemente.
—¿¡Qué!? ¿¡Prefieres a esos idiotas antes que a mí!?
—No me grites, no seguiré con alguien que no confía en mí y por consiguiente que quiere controlar mi vida y prohibirme ver a mis amigos, que me han apoyado desde que los conozco —Shino se dio la vuelta—. Pero, ¿sabes? Te agradezco, ya que gracias a ti sé lo que quiero de verdad.
La chica se disponía a marcharse cuando Moizu la tomo del brazo y le dio una cachetada que la hizo estrellar contra la pared.
—Es por el niñito Iori, ¿no es cierto? —Shino intentó liberarse de su agarre, sin éxito alguno— Me encargaré de que jamás interfiera entre nosotros, y a ti te enseñaré un poco de modales, y el por qué no tienes que contradecirme.
Moizu le dio otra cachetada, y con el fin de evitar que Shino se liberara de su agarre, torció su muñeca, lastimándola más en el proceso.
—Tú jamás me debes de contradecir —Shino recibió su tercera cachetada.
En un intento desesperado, Shino gritó con todas sus fuerzas. Su cabeza fue impactada contra el duro concreto de la pared mientras su vista comenzaba a nublarse.
—Suéltala —Shino escuchó una voz tan conocida por ella que sintió un gran alivio.
—I-Iori... —la chica cayó desmayada debido al golpe con el concreto.
—Yo acepté que estuvieras con ella porque merece ser feliz, pero tú no la mereces, así que déjala en paz.
—¡Fue por tu culpa que esto pasó! —Moizu encaró a Iori— Pero no volverás a estorbarnos.
El mayor quiso golpearlo en el rostro, pero en un acto de reflejo detuvo el golpe con la mano.
—No soy un héroe o un vigilante justiciero, pero si alguien se atreve a poner un dedo encima a mi Shino, ¡no se lo perdono! —Iori conectó un potente golpe al rostro de Moizu, provocando que retrocediera unos pasos.
En un intento de contraatacar, Moizu soltó un golpe hacia el rostro de Iori, sin éxito alguno. Recibió un golpe en las costillas y sintió cómo se rompían unas cuantas. Acto seguido escupió un poco de sangre.
Intentando levantarse y volver a poner guardia, fue arrinconado con la pared y la hoja oculta de Iori apuntando a su garganta.
—Debería matarte por lo que hiciste, nadie te extrañaría y no harías falta en este mundo —la hoja se retrajo mientras el joven asesino lo soltaba—. Pero eso no me haría mejor que tú, además Shino requiere atención médica, así que no tengo tiempo para perderlo contigo.
—¡Maldito bastardo, ella nunca será tuya! —mientras Iori comprobaba el estado de Shino, Moizu sacó una navaja y alcanzó a clavarla en el hombre izquierdo de Iori. Su sonrisa victoriosa fue borrada al ver el rostro de su rival lleno de ira.
—¡Eres un grandísimo estúpido! —Iori no sentía el dolor después de haber quitado el chuchillo de su hombro, sentía una furia incalculable, por lo que tomo el brazo que sostenía anteriormente el cuchillo de Moizu para romper los huesos su brazo en dos partes.
—Vaya, esto dejará marca —el asesino usó su coagulante con el fin de resistir hasta su hogar y poder coser su herida mientras llevaba a Shino en brazos.
Shino comenzaba a recuperar la conciencia. Definitivamente no volvería a tratar con Moizu, además de que ahora sabía qué es lo que deseaba y lo que tenía que hacer. Mientras se levantaba reconoció la habitación y a la persona que estaba terminando de cocer su herida.
—¿Cómo te sientes? —preguntó un serio Iori dándole la espalda.
—I-Iori, yo... —Shino estaba realmente nerviosa. Llevaba mucho tiempo desde que el asesino y ella estuvieron en la misma habitación solos.
—Tus heridas no son tan graves, pero será necesario que te vea un doctor mañana. Desgraciadamente no había un hospital cerca, por eso te traje aquí.
—Tu hombro... ¿Él te hizo eso? —Iori asintió solamente— L-lo lo siento.
—Tranquila, he tenido días peores, así que... —Shino interrumpió a Iori con lágrimas en los ojos.
—¡Lo siento, Iori, todo pasó por que soy una tonta, una gran tonta pensando en que al tener a otra persona en tu lugar podría olvidarte! ¡Y no es así, te amo más que nunca! —gritó con dolor y rabia hacia sí misma— Y ahora que lo sé me doy cuenta de todo el daño que nos provoqué, y entiendo que me odies pero yo... —el dedo índice de Iori se posó en sus labios mientras limpiaba sus lágrimas.
—No puedo cambiar lo que hice, lo que nos hicimos. Si hubiera sabido que todo esto pasaría habría ido por ti a tu casa esa Navidad y habría eliminado a los tipos que te secuestraron. Hay muchas otras cosas que quisiera cambiar, pero pase lo que pase y salga quien salga por esa puerta, me importas y siempre me vas a importar por el amor que siento por ti.
Shino volteó a ver aquellos ojos grises que a pesar de todas las lágrimas derramadas mostraban perdón y amor. Tomó su mejilla y acarició la cicatriz de su ojo, mientras él juntaba su frente con la de su amada.
—Sabes que si das un paso más no hay vuelta atrás y no te soltaré de nuevo, ¿verdad?
—Y no preferiría un mejor lugar para ser feliz que a tu lado, Iori —Shino besó los labios de Iori, sintiéndose plena y completa nuevamente.
—Bueno, te dejo descansar, tenemos que ir al doctor mañana —Iori se disponía a marcharse cuando fue tomado de la mano.
—Quédate conmigo, quiero estar contigo como cuando todo estaba bien —Shino se había quitado sus lentes y eso significaba una cosa para Iori.
— ¿Estás segura? —Iori se sentía nervioso. No era la primera vez que estaban juntos, pero el verla sin lentes con la luz de la luna le ponía la piel de gallina.
—Ven conmigo...
Ella lo miró y comenzó a guiarlo. Él ya sabía lo que sucedería. Estaba inseguro de si debía continuar, después de todo aún la amaba y quería besarla, abrazarla. En palabras simples, quería demostrarle con hechos lo mucho que la amaba.
Intercambiaron miradas y sin decir una sola palabra entendieron qué hacer. Iori tomó su rostro en sus manos para besarla con lentitud. Aquel beso iba incrementado de intensidad con el paso de los segundos. La recostó sobre la cama y le retiró la blusa con facilidad. Sus besos fueron descendido por su cuello hasta la clavícula, donde dejó una pequeña marca roja.
Shino acariciaba la cabeza de Iori con sus manos mientras dejaba salir algunos gemidos. Sus ojos se humedecieron al sentir como él comenzó a jugar con sus senos. Ella también lo extrañó.
—Iori —susurró alargando la última silaba.
POV Iori
Ella me sonrió y levantó mi gabardina, para quitármela posteriormente. Yo no me quedé atrás. Le desabroché el pantalón y se lo baje sin soltar el beso. Introduje mi mano en su intimidad y sentí algo que me encanta.
—Estás mojada —le dije.
—Tú causaste eso —me respondió jadeando.
Moví mis dedos masajeando su zona sensible. Escucharla gemir me excitaba más. Ella me vuelve loco.
Sin más tiempo que perder, me bajé el pantalón junto con mis bóxer, hice las bragas de Burbuja a un lado y la penetré en una sola embestida. Ella arqueó su espalda soltando un pequeño grito de placer. Colocó sus piernas alrededor de mi cadera para hacer la penetración más profunda y placentera.
Coloqué a Shino encima de mí, colocando mis manos en su cintura y acariciándola. Nuestros cuerpos ardían. Fui subiendo mis manos y tocando sus pechos. Al percatarse de tal posición quiso cubrirse pero no se lo permití. Me levanté de golpe invirtiendo nuestras posiciones.
La empujé con fuerza, pero no la suficiente para lastimarla, sino para que se echase de nuevo a la cama. La sonrisa de su rostro se borró, la besé con demasiada brutalidad, pero al ver que se rehusaba mordí su labio superior, causando que abriera su boca. El beso fue intenso, sé que ella también lo quiere.
Colocó ambos brazos sobre mi cuello, sus largas piernas rodearon mi cadera provocando que mi miembro sintiera su entrada. Moví mis caderas rozando así con su intimidad. Ella también cooperaba moviéndose hacia mí.
Coloqué mi miembro más adentro de su intimidad, causando que Shino soltara un quejido. Vi su rostro. Sus ojos estaban cerrados. Tenía ese ceño fruncido mientras mi pene se adentraba más en su interior. Sin duda ella ya quería que nos uniéramos otra vez.
Shino buscó mi mano para agarrarla y apretarla...
Fue moviendo sus caderas poco a poco. Unos minutos después íbamos los dos al mismo ritmo. Yo me estaba conteniendo porque no quiero lastimarla, quiero que recuerde cada momento juntos, quiero que recuerde el placer que ambos sentimos. La coloqué de lado dándome ella la espalda, la acomodé y la penetré.
—Iori —soltó casi gritando de placer—. Por favor no te detengas.
Me reí y la penetré con más rapidez, causando que Shino llegara a su primer orgasmo. Yo no estaba ni cerca de estarlo, esto duraría toda la noche.
—Eres mía, Shino, y no dejaré que nadie nos separe de nuevo.
La embestía una y otra vez. Ambos gemíamos de placer. Coloqué una pierna de Shino en mi hombro para sentirla más aun. Estar dentro de ella se sentía delicioso, probar su piel me embriagaba. Cada vez me perdía más en ella. Me fascina esta mujer, me llena de placer, pero sobre todo es la mujer que amo, con quien quiero compartir mi vida hasta el fin de los tiempos, y ahora que volvíamos a estar juntos, no dejaría que nada ni nadie nos separase.
La noche fue una de las mejores para ambos. Se habían demostrado en cuerpo y alma que no podían estar separados, que así el destino los intentara alejar el uno del otro ninguno lo permitiría. Las cosas mejorarían aun más, con nuevas amistades y nuevos desafíos, los cuales superarían juntos como un equipo y una pareja.
Ya son 10 mil lecturas así que vamos por más :3
Bueno espero les haya gustado el capítulo ya que me tardaré en actualizar nuevamente, mis vacaciones terminaron por eso trate de hacer un capítulo largo y entretenido por qué ahora entraré de lleno con Alicization así que de una ves quienes no hayan visto la serie o leído las novelas ALERTA DE SPOILERS los quiero y nos veremos en la siguiente actualización
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