1O (final)
[13 de septiembre, 2018]
Y sin más, él despertó.
Los nervios lo comían vivo porque sabía bien que hoy despertaría, pues la clínica se negó a seguir teniéndolo en coma.
Solo esperaba ser lo suficientemente fuerte como para verlo y enfrentar a Ho Seok para llevárselo muy lejos de él.
Sus manos sudaban incontrolablemente mientras que pellizcaba su suéter. Lo único que estuvo haciendo en la semana fue casi tener un millón de colapsos por los nervios.
La espera lo estaba matando y afectando, pues las manchas que le salieron en el cuerpo no era una buena señal precisamente.
Ho Seok no lo había dejado pasar, así que estaba afuera de la habitación con los nervios a flor madura. El pelinegro tampoco estaba dentro, solo entraba y salía la enfermera con aquellos tacones resonando por todo el pasillo.
Solo él había estado cuidándolo toda la semana que estuvo en el hospital. Ho Seok solo había aparecido un par de veces a insultarlo y desearle lo peor. Ah, y también a intentar quedar bien con las enfermeras haciéndose la víctima.
Su mirada perdida delataba la falta de sueño y la manera en la que temblaba solo hacía ver una pequeña parte de todos los nervios acumulados en su cuerpo.
La enfermera salió de la habitación con una sonrisa en el rostro y se acerco al pelinegro directamente.
Le irritó como el demonio, pero él no podía hacer nada. Minhyuk no era su esposo y allí en el hospital, Kihyun era simplemente el amigo del amor de su vida.
—Señor Lee, su esposo ha despertado, por favor ingrese a la habitación para verlo.—pidió mientras entraba antes que él.
Su corazón latió rápido y no dudó en acercarse a la puerta para verlo ni bien el pelinegro ingresó a la sala. No podía esperar más, no podía permitirse estar alejado un segundo más.
No pasó mucho tiempo hasta que Ho Seok salió de allí a paso rápido, golpeando su brazo al salir, pues él estaba plantado en la puerta como si allí se encontrara su propio cuerpo. Aunque no muy alejado de eso, su vida estaba allí mismo.
Se acercó a la enfermera casi en desesperación y la tomó del brazo sin importar cuánta presión ejerciera sobre ella.
—¿Ahora puedo pasar? Por favor.—el tono de desesperación era más que evidente, y aquella muchacha solo lo miró unos segundos antes de ingresar a la habitación cerrando la puerta tras ella
Sus pies comenzaron a moverse en un intento de tranquilizarse, aunque aquello ya era imposible.
—Pase señor Yoo.—pronunció la castaña antes de salir por completo de la habitación
Tomó una bocanada de aire antes de abrir la puerta y cuando observó a todo su mundo en aquella cama, con sus ojos inquietos, no pudo evitar recordar el primer día que lo vio.
Sus largas pestañas se movían tan majestuosamente a la luz de los focos de aquella habitación que ya lograba ser porno para él.
Se lanzó arriba de su prometido como si no pudiese esperar un segundo más. Anhelaba aquel momento más que a nada.
—¡No me hagas más daño!—gritó el mayor al borde de las lágrimas
Lenta y tortuosamente se levantó observándolo.
Su mirada solo detonaba confusión y decepción.
Le había dolido tanto que no podía respirar.
—Min...jamás te he dañado, ¿Qué dices?—dijo asombrado mientras intentaba acercar su mano a la cara ajena, pero Minhyuk no se lo permitió, se alejó.
Su corazón estaba a punto de empezar a romperse en mil pedazos por culpa de Lee Minhyuk, otra vez.
—¿Qué mierda está pasando? ¿Qué es esto? ¿A qué mierda juegan?—preguntó el mayor desesperado, al borde de caer en la locura misma
Solo lo observó. No podía explicar la cantidad de dolor que se había instalado en su pecho.
¿Por qué su prometido actuaba así? ¿Por qué le temía a su presencia?
¿Qué le había hecho Ho Seok?
—¿No recuerdas?—preguntó con sus ojos cristalizados, estaba al borde de tener un colapso—¿No nos recuerdas?
—¿Qué es lo que debo recordar? Dímelo, por favor.—suplicó—No sé qué está pasando, no sé por qué estás vivo, no sé por qué lo estoy yo.
Y la primera lágrima cayó, seguida de otras miles que estaba conteniendo desde que había ingresado a la clínica.
—Ho Seok descubrió lo nuestro y es todo mi culpa.—sollozó—No sabes cuánto lo siento bebé, no me di cuenta hasta que fue muy tarde...
Su ser se rompía con cada palabra.
—¿De qué hablas, Yoo Kihyun?—vociferó el mayor casi desesperado—¿De qué mierda hablas?
Intentó contener sus lágrimas con las mangas de su suéter color marrón, pero aquello fue imposible. Las lágrimas no paraban y la culpa tampoco. Recordar le hacía mal, la reacción de Minhyuk le hacía mal.
—Envié un mensaje en el horario que no debía hacerlo y Ho Seok se dio cuenta de que era yo.—relató—Se dio cuenta de quién era tu amante por fin, y el único que la pagó fuiste tú.
Una carcajada amarga salió de la boca del mayor.
—Tú eres mi esposo, no puedes ser mi amante.—contestó con seguridad, como si aquello fuese lo más obvio en este mundo, pero la mirada de Kihyun le quitó toda aquella confianza en un instante
Ojalá fuese su esposo.
—Arreglamos casarnos luego de tu divorcio, ¿Realmente no lo recuerdas?—dijo con voz quebrada—¿Realmente no me recuerdas?
Su corazón ya se había hecho trizas nuevamente. Era tan fuerte el dolor y tan fuerte los pensamientos que rondaban su cabeza que, si estuviera en su casa, ya se habría suicidado sin pensarlo.
—Kihyun, realmente no entiendo todo esto.—pronunció en voz apenas audible mientras observaba el techo—Tú no eres mi amante, eres mi esposo. Ho Seok lo es, él es mi amante.—comenzó—Te maltraté todo nuestro puto matrimonio e intentaste asesinarme pero no lo lograste y es por eso que te dedicaste a maltratarme hasta que casi me vuelves a matar nuevamente.—comentó repasando todo en su memoria aún sin mirarlo directamente—Luego...te volaste los cesos frente a mí. No intentes mentirme, mis recuerdos no están mal, tú lo estás.
Su mirada denotaba una angustia irreparable.
Su cabeza no terminaba de procesar muy bien el mundo en el que Minhyuk vivió la semana que estuvo inducido en coma, no podía creer la cantidad de estupideces que había llegado a creer que eran reales.
¿Él hacerle daño? Jamás, jamás se dañarían.
¿Ho Seok el bueno de la historia? Jamás, eso sí que jamás.
—¿Te estás escuchando Lee Minhyuk?—preguntó quizás hastiado—Responde, ¿Te estás escuchando?
Minhyuk rió.
—Claramente.—respondió
—No creo que lo estés haciendo realmente. No sé con qué te han dormido, pero estoy seguro que fue demasiado fuerte.—dijo sentándose en la cama y acunando las manos de su amado con las suyas. El toque era suave y delicado, todo muy contrario a lo que sentía en su interior—Estás casado con Ho Seok desde hace siete años, en esos siete años, probablemente seis fueron puros golpes de su parte—contó buscando la mirada ajena—Soy enfermero, yo atendí tus heridas hace tres años cuando acudiste al hospital cercano a tu casa. Desde ese momento no pude sacarte de mi mente y el destino nos unió. Te ayudé a sanar, te ayudé a resistir para que pudieras huir conmigo.—las lágrimas caían de sus ojos sin control—Nos iríamos a nuestra nueva casa la semana pasada, pero yo simplemente la cagué con aquel mensaje...¿Realmente no nos recuerdas? ¿No recuerdas nuestro amor?
—Sigue.—pidió al notar que el castaño hablaba completamente en serio
Tosió un poco antes de continuar.
—Casi te mata, Minhyuk. Casi te mata por mi causa.—siguió—Fue inexplicable la desesperación que sentí cuando me enteré que estabas aquí y también el miedo, por supuesto. Pero él no ha tenido intenciones de hacerme daño a mí o a Changkyun, solo a ti.
La respiración de Minhyuk cada vez se hacía más pesada.
—¿Quién es Changkyun?—preguntó finalmente, incrédulo
Los ojos del menor se abrieron a tope.
¡No recordaba a su propio hijo! Ya no sabía qué más pensar, se estaba volviendo completamente loco en cuestión de minutos.
Tenía miedo, sentía un miedo irracional.
Tenía miedo de que Minhyuk se creyera su propia historia inventada y simplemente lo odiara de por vida y ya no quisiera estar con él.
Le aterraba la idea de perder a su tesoro.
—Nuestro hijo, lo adoptamos hace un año.—dijo frotando su cara—Es por eso que nos mudaríamos, ya éramos una familia completa. Solo faltaba el divorcio.
La máquina a la que el mayor estaba conectado indicaba que estaba a punto de tener como mínimo, tres ataques cardíacos.
—¡Esto debe ser el puto colmo, Kihyun! ¿Acaso te escuchas tú?—vociferó con la mirada clavada en el menor—Esto no puede ser verdad, realmente sigo drogado, no he despertado. Solo mientes, mientes porque eres un maldito mentiroso y embustero.
Quería encerrarse en su habitación y llorar para siempre. Estaba tan asustado y desesperado que no lograba contener sus emociones.
—Con esto deberás creerme, y si no es así, me iré y no volveré.—dijo con la voz prácticamente quebrada mientras tomaba su celular y tecleaba un poco. Pero él sabía bien que volvería, no podría irse sin él, no podría superarlo.
Puso aquel aparato frente a él. Se podía visualizar una foto. Eran las fotos que Changkyun les había tomado en sus viajes y en su cumpleaños.
Si él no recordaba con esto, jamás lo recordaría.
Jamás recordaría su amor, sus caricias, no recordaría nada.
El mayor deslizó su dedo en la pantalla y allí apareció otra foto, ellos dos junto con Changkyun y un pastel, la vela de aquel pastel delataba que el pelinegro que los acompañaba había cumplido sus diecisiete años.
—¿Es este el tal Changkyun?—preguntó sin levantar la vista del móvil
—Así es.—afirmó—Es de hace un mes en su cumpleaños.
Volvió a deslizar el dedo hasta llegar al tope de las fotos.
Con cada foto que pasaba y ver la expresión de confusión en el rostro del mayor, lo hacían querer desmayarse y olvidar todo también. Así dolería menos.
En aquel momento la puerta se abrió captando la atención de ambos.
Tragó duro y su prometido simplemente permaneció tranquilo o intentó estarlo.
—Qué sorpresa.—habló Ho Seok con una sonrisa torcida en sus labios—Los dos tortolitos juntos. Asquerosamente ridículos.
Ninguno de los menores respondió a sus provocaciones, como tampoco bajaron la mirada.
—¿Les ha comido la lengua el ratón?—preguntó mientras se acercaba a la camilla con los brazos cruzados
—¿De qué trabajas, Ho Seok?—preguntó Minhyuk en respuesta con la ceja levantada
Lo observó incrédulo.
Después de todo lo que le había dicho y mostrado, ¿En serio se estaba preocupando solo por saber de qué demonios trabajaba el imbécil de Ho Seok? Ese realmente no era su Minhyuk y le dolía como la mismísima mierda.
—Deberías saberlo, ¿Para qué necesitas recordarlo?—preguntó en respuesta también con un tono cansado
—Responde.—insisitió
El mayor apretó sus puños conteniendo su creciente ira y respondió. Mientras tanto, él solo observaba atento la escena, intentando no explotar de rabia.
—Soy dueño de dos empresas de electrodomésticos. ¿Por qué te importa tanto?
Lo mismo se preguntaba él, ¿Por qué le importaba tanto? ¿Acaso lo amaba?
—Soy abogado, ¿Verdad?—preguntó suspirando, logrando que la su mirada se centrara única y exclusivamente en él.
—Sí.—respondieron al unisono Ho Seok y él e instantáneamente se miraron
En silencio, su prometido solo observó el techo.
Solo eso.
Aquello no ayudaba a su revoloteo de sentimientos.
—Me retiro, Changkyun sale del instituto en un par de minutos.—pronunció él luego de un gran silencio mientras acomodaba su abrigo con tanta tristeza que hasta pensó que llegaría a ser contagiosa
—Trata de no regresar, no toleraré otra visita.—amenazó Ho Seok mientras apretaba fuertemente la pierna de Minhyuk, la cual estaba bien tapada
Sonaba chistoso pues él lo estuvo cuidando todo este tiempo y como siempre, siempre estaría para su bebé. Aún así él prefiriera a Ho Seok, permanecería allí.
—Regresaré las veces que yo quiera porque es mi novio el que está allí, ¿Te ha quedado claro o necesitas algún dibujo?—respondió en tono desafiante intentando no abalanzarse y molerlo a golpes
—Es mi esposo.—corrigió
Que descaro.
Minhyuk observaba la escena atento.
—Los títulos se pierden cuando uno pierde el amor, y él me ama a mí. Creo que está más que claro qué título vale más en su vida.—tenía unas inmensas ganas de destrozar la cara de Ho Seok
—Él solo se siente obligado contigo porque adoptaron a ese chiquillo, lo de ustedes fue solo de un par de noches.—dijo evidentemente enojado—Lo de nosotros es de años.
¿Cómo se atrevía a hablar de Changkyun?
—Changkyun no es ningún chiquillo, no te quieras pasar de estúpido. No lo metas en esto, aprende a defenderte con argumentos y que sean verdaderos, no sacados de tu imaginación.—vociferó intentando contener su ira, pero ya era una misión imposible. Realmente quería molerlo a golpes
—Pelean por un amor que no les corresponde, realmente ridículos.—dijo cortando su silencio con un tono quizás algo superior, cansado de escuchar a los dos pelear
—¿No me correspondes?—preguntó incrédulo el mayor—¿No me amas?
Soltó una pequeña risilla antes de responderle.
—Respóndete eso a ti mismo, Ho Seok.—dijo frotándose la cara con sus manos en busca de una tranquilidad que jamás encontraría
—¿A quién eliges, Minhyuk?—preguntó esta vez el castaño, observándolo con una mirada sumamente triste. Debían saberlo, debía intentarlo.
Tenía tanto miedo de que no dijera su nombre. Sus lágrimas ya comenzaban a salir, otra vez. El silencio de Minhyuk lo estaba terminando de matar por completo.
—Mi amor...—pronunció el mayor con la voz temblorosa y bañado en lágrimas, lo que hizo que inmediatamente el castaño lo observara—Te amo, te amo muchísimo.
La tranquilidad se había asomado en su pecho por primera vez desde hacía tanto tiempo. Él lo había reconocido, lo había recordado, recordó su amor.
Se abalanzó sobre su prometido y lo abrazó con fuerza como si el mayor se fuera a ir nuevamente.
Jamás permitiría aquello.
—Vete de aquí antes de que llame a la policía, bastardo.—pronunció su amado con un tono tan furioso que lo llegó a desconocer un pequeño instante.
Nunca lo pudo ver enojado, pero había una primera vez para todo.
—Nadie te creerá...siempr—el castaño lo cortó antes de que pudiera terminar de decir sus estupideces
—Vete o yo llamaré a la policía y les mostraré los registros médicos de Minhyuk, no querrías leerlos, mucho menos si los haces estando en la cárcel.—dijo mientras salía de arriba de su prometido y lo observaba con brazos cruzados, completamente desafiante.
Ho Seok se retiró sin decir otra palabra.
—Lo siento mi amor, lo siento, lo siento.—repitió obsesivamente mientras le llenaba la cara de besos a su prometido—Te lo recompensaré, recompensaré mi error pero perdóname por ponerte en esta situación.
Minhyuk lo calló con sus labios, sus suaves labios resecos que Kihyun tanto extrañaba.
Por fin estaba con él y esta vez, no necesitaba aspirinas.
[...]
[5 de octubre, 2017]
Se encontraban saliendo del hospital tomados de la mano. Tal vez en un mes Minhyuk podría estar por completo recuperado, pero estaba seguro que se recuperaría mucho antes al estar en su nuevo hogar, junto con su familia.
Changkyun abrazó al mayor fuertemente una vez se acercaron al auto, la familia por fin estaba completa.
Ellos ya se habían instalado en la bella casa, solo faltaba que Minhyuk se uniera y por fin pudiesen estar en paz.
—¿Cómo va el instituto Changkyunnie?—preguntó el mayor una vez todos estaban dentro del auto
—Muy bien, me convertí en el mejor de la clase y el director dijo que tal vez, si mantenía mi promedio alto todo el año, una buena beca en una de las mejores universidades me estaría esperando.—comentó emocionado, a lo que Kihyun solo pudo sonreír.
Llegaron a la casa pero no dejaron que Minhyuk la viera hasta que estuviera dentro, por lo que le taparon los ojos.
Todo estaba elegido por él. Los muebles, el tapiz, todo. Lamentablemente, Minhyuk solo pudo verlo una vez antes de lo sucedido y todo estaba en desorden. Ahora todo era otra cosa. Todo bien acomodado y limpio, con un rico olor a vainilla.
La mirada del mayor paró justo en el sofá morado oscuro y se movió levemente hacia la alfombra púrpura con puntos blancos.
No, no quería pensar más en ello. Su cabeza le había dado una mala jugada desde el principio y ya no quería hacerle caso. Además, aquella alfombra quedaba mucho mejor en su sala que en la de Lee Ho Seok.
No quería recordar lo vivido en el sueño, quería olvidarlo para siempre.
—Realmente no puedo creer que aquella alfombra horrorosa te guste.—habló Changkyun interrumpiendo el trance del mayor
—Es solo una leve obsesión por el color morado.—habló su prometido mientras soltaba una risilla
Tal vez era solo una obsesión por el color morado.
[15 de diciembre, 2017]
—¿Sabes? Nunca imaginé poder encontrar el amor nuevamente.—confesó mientras acariciaba los cabellos castaños de su ahora esposo—Tengo tanta suerte de tenerte en mi vida.
El menor no respondió, solo acarició su mano y cerró los ojos queriendo volver a dormir.
Ambos tenían el día libre hoy y Changkyun estaba tomando una siesta. Todo estaba en silencio.
Comenzó a besuquear a su esposo solo para molestarlo, pues él no tenía sueño y si Kihyun se dormía, ya estaría completamente solo.
El castaño parecía disfrutar en vez de si quiera enfadarse con él.
Frustrado se volvió a acomodar y siguió con sus caricias un largo rato.
Debía decirle lo que había sucedido de una vez por todas, ambos podrían superarlo.
—Ho Seok murió.—susurró parando sus caricias rezando para que estuviese dormido y no tuviera que guardar ese secreto nunca más—No quería que supieras porque no es algo importante, pero era momento de que te enteraras. Viviremos más tranquilos.
El menor suspiró.
—Lo sé.—dijo sin más
La mirada extrañada de Minhyuk no tardó en aparecer.
—¿Cómo es que lo sabes?—preguntó intentando pensar todas las variantes posibles
—Yo lo he matado.—confesó—Prometí cuidarte y eso es lo que estoy haciendo. No podrá lastimarte en donde está.
Toda su sangre se heló y por un segundo su respiración se freno. Estaba en completo estado de congelamiento, pero sabía que el castaño podía sentir su pulso desenfrenado, pues su cabeza permanecía en su pecho.
—No temas.—rogó—Solo hice lo que creí correcto, él ni siquiera sufrió cuando lo hice porque estaba dormido por la morfina.
Pero él no tenía miedo. Muy al contrario, estaba tan sorprendido y asquerosamente enamorado, porque sí, aquel asesinato había sido una muestra de amor.
Subió la cabeza del menor y lo besó con tanto amor que ya ambos se habían olvidado de aquel tonto nombre que ya no tenía dueño.
Finalmente eran felices.
—Te amo, mi amor. Eres la más afectiva y efectiva aspirina que he consumido.
N/A: Bueno, otra vez yo, despidiéndome de ustedes porque esta historia llegó a su fin.
Si aún leyendo esta historia, no entendieron por qué en el capítulo final Love me, mon amour Minhyuk se despierta diciendo su nombre y no el de Kihyun o Ho Seok, es porque lo último que escuchó antes de desvanecerse y quedar en coma inducido fue un "Debes aprender a ser un niño bueno, Minhyuk. No te librarás de mí" de la boca de Ho Seok. Cosa que se repite en el capítulo 13 o 14 de Love me, mon amour pero esta vez, dicho por Kihyun. ¿Qué quiere decir esto? Que fue una de las frases que más le pegó por el simple hecho de ser la única que escuchó antes de que el golpe en su cabeza sucediera, en resumen, fue su último recuerdo antes de entrar en coma y es por eso que es el primero que recuerda al despertar. Aquella frase incompleta, donde solo pudo pronunciar su nombre porque es algo que tenía más familiarizado en su cabeza que la frase entera.
Cualquier otra duda que tengan sobre Love me, mon amour o esta historia, comenten este fragmento y yo responderé todos los comentarios.
Muchas gracias por leer estas cosas tan raras que escribo, realmente disfruto mucho más de crearlas si sé que a ustedes les gusta.
SweetBeatle vas a seguir siendo mi lectora favorita toda mi existencia porque te adoro sis 😣💖
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