010
Muchas personas a veces no pueden recordar su infancia por completo o solo logran recordar los momentos más alegres, los que más les gustan, o los más dolorosos. En mi caso, no hay momento en el que olvide mi infancia; porque está marcada por horribles recuerdos, recuerdos que yo ignoraba a propósito para no dañarme. Mis emociones, mis palabras, mis sensaciones, mis pensamientos todo, todo lo recuerdo. La ira, el rencor, el arrepentimiento y el dolor son los que han perdurado hasta el día de hoy.
Recuerdo, también, a la perfección el día que reaccioné y ese día ya era muy tarde. Las consecuencias ya están ahí, el daño ya está hecho. Para bien o para mal, he cambiado, he madurado y reflexionado, no sé si mis pensamientos son del todo correctos y tampoco me he perdonado. No lo pienso hacer hasta que escuche de sus labios que me perdona. Pero aquello jamás pasaría, porque Taehyung no es consciente de todo lo que siento, porque no sé como explicárselo, y porque no me merezco que me perdone.
Y bueno, la familia Kim, mi familia por desgracia, siempre ha vivido en grandeza; de generación en generación. ¿Lo malo? No tienen sentimientos, pero son respetados. Su mismo poder los ha llevado a la locura, buscando la perfección como si fueran los mismos dioses del Olimpo.
Como toda poderosa familia había costumbres y entre ellas los hijos nacidos debían ser presentados a la edad de los cinco años. Unos meses luego de cumplir dos años, mi hermano menor nació. Y aquello fue motivo para que mis padres desbordaran en felicidad ya que, de paso, eran una familia machista y tenían la creencia de que dos hijos varones significaba fortuna.
No lo niego, cuánta fortuna no ganaron cuando nació Taehyung.
¿Pero sabes qué es más grande que el mundo? La ignorancia, y de paso es una espalda de dos filos que acuchilló a mis padres en lo más profundo. Cegados. Todos estamos ciegos. Como cuando están en un bosque, ¿ves el bosque? No lo ves, porque te concentras en los árboles.
Mamá anunció que deseaba y debían tener otro bebé luego de que yo fuese presentado a la familia, y mi padre aceptó contento. Sin embargo, querían disfrutar de sus dos primeros hijos, así pasaron tres años. Tres años en los que mi hermano actuaba y aprendía como todo bebé normal. Todo parecía estar de maravilla.
Meses antes de que yo cumpliera mis tan añorados cinco años, mis padres dejaron a Taehyung solo con nuestra nana pues deseaban comprarme los mejores atuendos para la fiesta. Así que no supe nada de mi hermano en los seis meses. Al séptimo mes, la familia Kim se reunió en la mansión principal y la fiesta dio su inicio. Muchos me saludaron y otros me bendijeron. Las mujeres de la familia me daban un beso en la frente, uno en cada mejilla, y tres en el dorso de la mano. Los hombres me daban una palmada en la espalda y el hombro, luego se agachaban y susurraban una palabra que me caracterizaría en el futuro. Me sentía en un cuento de hadas y yo convertido en un príncipe.
La fiesta duraba una semana, con festejos, cenas y más, no pienso explicar todo lo que sucedía porque no es importante. Importante es lo que pasó a partir del final de la fiesta, cuando regresamos en la limosina.
"¿Cómo te sientes, Namjoonie?" pregunta mi madre, con una sonrisa.
"Muy contento" respondo, feliz de la vida, aun cuando el frío me estaba congelando, aun cuando me sentía cansado entre tanto festejo, me sentía feliz. "Ya quiero ver a Taehyung y contarle todo lo que hice."
Ambos sonrieron orgullosos y llegamos a casa. Cuando nos bajamos, lo primero que hice fue subir corriendo al segundo piso cuando mi nana apareció interponiéndose, deteniendo mis pasos. Mi padre y madre subieron a paso tranquilo cuando se fijaron en esa escena.
"Señor, señora, tienen que ver a Taehyung. Algo está mal con él" dijo, sin darnos un saludo, sin una sonrisa, solo con una mirada seria.
"¡¿Cómo que está mal?! ¡¿Está enfermo?!" preguntó mi padre, escandalizado.
Oh, tan lejanos esos tiempos en los que mi padre aún se preocupaba por Taehyung. Mi madre hizo a un lado a mi nana con el rostro crispado, pasó a ver a su, en ese entonces, amado hijo.
"Señora, no está enfermo de la forma en que cree..." explica mi nana corriendo detrás de ella "Creo que su bebé es un retrasado."
"¡¿Retrasado?!" gritó mi madre, desde la habitación "¡Yo lo veo normal! ¿Qué es lo que estás diciendo mujer?"
Mi madre estaba que le daba un paro cardíaco, mi padre empujó a mi nana dentro de la habitación de mi hermano, encerrándose los tres. Los sirvientes me llevaron al patio para que no escuchara nada. Y, en la inocencia de un niño de cinco años, creí firmemente que todo estaría bien.
Al día siguiente, ni siquiera pude saludarlos, desayuné solo porque mi madre y padre salieron urgente al hospital junto a mi hermano. Mi madre despidió a mi nana por haberlo tratado mal y luego se retiró con mi padre con los ojos llorando. Yo esperé, esperé, y esperé el regreso de mi familia. Estuve jugando cuando escuché un claxon, llegué a uno de los ventanales de la casa y el auto apareció. Mi madre salió de él llorando histéricamente, y mi padre salió furioso, azotando la puerta de paso. Observé como los sirvientes salían a su encuentro y yo esperaba. Habló con una ama de llaves y vi como ella corría al auto a sacar a mi hermano. Las voces de mis padres no tardaron en resonar por la casa.
"¡Esto es tu culpa, mujer!"
"¡¿Mi culpa?!" mi madre se veía devastada, abrió la boca para decir algo y de pronto, se calló, miró a mi padre un segundo y luego gritó "¡¿Crees que yo formé a ese enfermo?! ¡¿Quién dice que no fuiste tú?!"
"¡Te aseguro que ese hijo ni siquiera es mío!" mi padre le devolvió.
Enfermo. Mis padres discutían sin yo entender. Y esa palabra, enfermo, no dejaba de cruzar por mi mente. Yo era un niño y pensé que no deberían enojarse porque cuando yo me enfermaba, me curaba.
"¡¿Cómo dices?!" protesta ella, y la veo tartamudear un momento, buscando las palabras "¡¿Crees que yo te engañé?!"
"¡Mis hijos son sanos! ¡Mi familia lo es!" argumenta y luego me señaló "¡Namjoon es sano! ¿Por qué de pronto te salió ese error?"
"¡Mi familia también es sana!" se defiende.
Los dos se callaron, el silencio se combinaba con los sollozos de mi madre. Ella se sentó en uno de los sofás con la mano sobre su pecho y negó suavemente antes de mirar a mi padre.
"No podemos mostrar a Taehyung... Será nuestra deshonra" murmura.
"Sí" dijo mi padre, analizando la situación. "Tienes razón, diremos que es hijo de una criada... Que la mujer murió, que tú y yo, como buenos samaritanos, decidimos adoptarlo."
"Por la lealtad de la criada" añadió mi madre, que gran actriz, ella no dejaba su pecho "Y la queríamos mucho."
"¡Sí! Y como no es un hijo de sangre, no habrá que presentarlo."
"Y como está enfermo él nunca dirá nada" mi madre finaliza y luego lo mira seriamente. "Estaremos bien... Podremos estar bien" se acercó a mí. "Namjoon, amor mío, ¿sabes guardar secretos?"
Menudos padres de mierda.
"Sí, mamá" y yo tan idiota.
"Si Namjoon dice que Taehyung es su hermano, es lo menos que nos puede importar, es más será adorable porque verán como lo ha aceptado y los buenos padres que somos."
"¡Sí, sí!" dice mi madre, sosteniendo su pecho y me toma del rostro, sus ojos llenos de lágrimas "¡Namjoonie, guarda el secreto! ¿Cómo se dice?"
"Sí, mamá. Escucho y obedezco."
'Escucho y obedezco', nuestra educación, la educación de los Kim. Y así, mi madre dio a conocer su buena acción: adoptar a un niño 'retrasado' nacido de una criada humilde que murió tras el parto, y así darle lo mejor. Oh, todo el mundo alabó a mis padres como si fueran la perfección, mis padres se regocijaban y se satisfacían.
Lo que pasó con Taehyung fue horrible.
Mi hermano había sido diagnosticado con autismo al principio, ya que detectar el Asperger es sumamente difícil. Los doctores dijeron que no aprendería a leer, escribir o desarrollarse como toda persona normal. Al saber esto, mi madre se quedó helada y mi padre se enfureció aún más, ellos abandonaron a mi hermano a los cuidados de los sirvientes. Sin embargo, hubo más cambios que aquello. Mis padres se transformaron en lo que ahora conozco, mi madre perdió cierta vitalidad, aun si era cruel con Taehyung, parecía apagada y se había vuelto sumamente sumisa.
Mi hermano, a los 6 años aprendió a leer y escribir como si tuviera 14 aprendiendo por sí solo; lo había logrado solo observando como mis padres y los sirvientes escribían.
Por su parte, mi padre se volvió alcohólico y por las noches, cuando llegaba totalmente ebrio, entraba al cuarto de Taehyung. Se escuchaba perfectamente los alaridos de mi hermano resonar en cada pasillo de la casa, junto a las palabras de mi padre. Y mi madre se encerraba en una oficina, y yo solo podía temblar desde mi cuarto.
"¡Es por tu bien, Taehyung! ¡Es la única forma en que serás normal! ¡Tu padre y tu madre te aman! ¡Te amamos! ¡No quiero que Namjoon sufra por tu culpa!"
Claro que sufrí, por ustedes. Por su locura y obsesión. Porque, al día siguiente, mi hermano se levantaba feliz de la vida con un nuevo golpe, peor que el anterior, en su débil cuerpecito. Mi hermano creía que eso era amor, mi padre se lo afirmaba de esa forma. Mi madre, por su parte, ignoraba a Taehyung en su totalidad. Era como si no existiese. Y el corazón me dolía cada que lo dejaba solo en casa.
Taehyung nunca fue presentado cuando cumplió sus cinco años. Él no conoce a nadie de la familia, o al menos, no los conoce como su familia a excepción de mis abuelos.
Mis padres, creyeron que meter a Taehyung a la academia le ayudaría a mejorar. Me obligaron a decir que Taehyung era mi hermano adoptado. Y todos los maestros se lo creyeron, sobre todo por su actitud hasta que alguien llegó a ponerle zancadilla a la mentira de mis padres.
El señor Young se vio interesado en el caso de mi hermano y le tomó demasiado cariño, antes de iniciar sus sesiones se comunicó con mi madre y ella sin querer dejó un cabello en el sofá de la sala de espera, con ello hizo la prueba y descubrió la mentira.
Mis padres no supieron que decir, estaban asustados pues su fama se acabaría una vez la luz saliera a flote. El director de la academia estaba a punto de hablar cuando el señor Young metió sus manos, pidiendo ayuda a mi hermano. Todos aceptaron.
Y mandaron a mi hermano a un psiquiátrico.
El director quiso matarlos al saber que lo habían abandonado en tal lugar, mis padres argumentaron que era lo mejor. Al señor Young la idea le pareció correcta.
Oh, el señor Young. Ese hombre ama a Taehyung con su ser, como si fuera su hijo. Tanto que alteró los datos de sus terapias, metió las manos al fuego por mis padres, pero, en realidad, lo hizo por Tae. Afirmó que Taehyung estaría mejor en un lugar como ese que con su propia familia.
Si es que se le puede llamar familia.
Y alteró muchas cosas, uno de los datos alterados fue que Taehyung se golpeaba a sí mismo para controlar su autismo. Mis padres le deben la vida al señor Young. Y él, a cambio, pide que le den a Taehyung lo que necesite. El señor Young era el que pagaba los platos rotos.
Yo solo observaba y escuchaba todo. Incluso tuve algunas sesiones con el señor Young, solo él podía abrirme los ojos. Darme a entender, que mi hermano solo era una víctima. Una oveja en el matadero de mis padres.
Taehyung pasó desde los diez años hasta los doce en el psiquiátrico. Asistía a la academia, el único lugar en que podía verlo. No tenía amigos, no hablaba con nadie, no se acercaba a nadie. Luego, en la salida, un auto llegaba por él y una mujer de unos 25 años bajaba y se llevaba a Taehyung, quien corría con alegría a tomar su mano.
"¡Tía!" gritaba mi hermano, al verla.
Y la sonrisa de ella era de amor, tranquila, sincera y llena de seguridad. Mi curiosidad era enorme, le pregunté al señor Young por ella.
"Señor Young."
"Dime, Nam."
"¿Quién es tía?" me observa, por encima de sus lentes y enarca las cejas.
"Es la psicóloga principal del psiquiátrico 'Feng Lin';" me explica "ha tomado el caso de Taehyung y está ayudando a tener grandes progresos."
"¿Cómo se llama?" tenía que saber su nombre.
"Nam Ji Hyun."
La psicóloga, a quien solo conocía de vista, se especializaba en trastornos mentales. Mis padres no me permitían visitar a Taehyung en el psiquiátrico. El señor Young ordenó a mis padres que yo estuviera presente en algunas sesiones de Taehyung, porque era bueno para él ver a algún familiar, uno verdadero y ellos obedecían porque si no, toda su honra se iría al caño al saber que tenían un hijo enfermo y lo habían negado. A su hijo imperfecto.
A su hijo Asperger.
Mis padres ignoraban el significado de esa palabra, según ellos "Asperger" era algo peor que el autismo, mas no sabían que ellos son llamados Autistas de Alto Rendimiento, por su elevado alto coeficiente intelectual. Mi hermano no mostraba toda su capacidad por petición del señor Young.
En un principio creí que el señor Young solo le estaba robando oportunidades hasta que comprendí que; ya maltrataban a Taehyung por ser Asperger, por no tener amigos, por no iniciar conversaciones, porque se alteraba al cambiar sus rutinas, por no demostrar sentimientos, "el rarito" y que Taehyung mostrara su superioridad (sin deseo de ofender) iba a crear un mayor odio a su inocente persona.
Por su inocencia, torpeza social e ingenuidad.
Lo estaba protegiendo.
Hacia lo que mis padres o yo no cumplíamos.
Proteger.
Ayudar.
Apoyar.
Y amar.
Asperger va a tener pocos caps jsjsjsjs
Perdón la tardanza, ando haciendo mil cosas a la vez.
Los amo, abejitas.
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