Masaki Meguro (Kengan) vs Zulu (Baki)
En una esquina de la arena clandestina podemos apreciar a Zulu, quien portaba su respectiva ropa interior amarilla, y mostraba una enorme sonrisa, observando a su oponente, quien entraba por el lado opuesto, con una sonrisa tan sádica como la de su rival y los ojos tan abiertos como platos, además de sangre bajando por sus mejillas, y sus ojos rojos e hinchados por sus globos oculares lastimados. En sus brazos se podía observar uno que otro punto, el cuál denotaba que se encontraba dopado, cosa que estaba permitida en aquella arena.
El árbitro de la asociación Kengan se encontraba algo atemorizado, uno de ellos había dejado medio muerto al que se supone que era el sujeto de la asociación más especializado en el asesinato, y el otro había dejado muy malparado al hijo del ogro, quien obtuvo varias cicatrices en el rostro tras su pelea.
Una vez dar la señal el árbitro se echó para atrás, muy para atrás, yéndose a una pared, buscando refugio al ver cómo estos dos mounstros forcejeaban, causando la risa de Zulu, la cuál fue correspondida por Masaki, quien abrió su mandíbula para soltar una risa, y mordió con fuerza la nariz de su oponente, quien le dió un golpe en las costillas a Meguro, usando el giro de su cuerpo, y tomando impulso para dar otro en su costado izquierdo. Aún así, Meguro no lo soltaba, y Zulu continuo con su ataque, ocasionando que su oponente abriera los ojos cada vez más del placer que estaba sintiendo, hasta que...
Masaki arrancó su nariz, dando paso a un grito de Zulu, quien no se veía tan contento con el dolor, a diferencia de Meguro, que tenía una costilla rota y las otras lastimadas. Aún así, el residente de la asociación Tokugawa no se echaba para atrás, y se lanzó en contra de Meguro, tomándolo y lanzandolo contra la pared de la arena, dándose cuenta de que uno de los dedos de su mano estaba roto, gracias al judo de Masaki, quien después de recibir un enorme golpe contra la pared se abalanzó corriendo en cuatro patas contra Zulu.
Ambos comenzaron a intercambiar golpes erráticos, llenándose los puños de sangre, y ocasionandose heridas brutales, siendo Meguro el más afectado, con un ojo completamente reventado debido a un golpe directo, el cuál recibió. Pero el daño en Zulu no era mucho menor, Meguro lo golpeó varias veces en dónde estaba su nariz, causando una herida aún más horrible, la cuál ocasionó miedo y asco en el público.
-Zulu tiene su nariz destrozada señores, Masaki no dudo en arrancarla, esto es algo horrible.- Exclamó la comentarista, hija de Metsudo.
-What The Fuck, estos tipos están locos.- Dijo Jerry mientras veía como Meguro le conectaba un barrido a Zulu, derribando a su oponente, colocándose encima de el, y repitiendo lo que le hizo a Muteba.
Tras reventar el ojo derecho de su rival, y lastimar su ojo izquierdo, este jalo sus manos para bajarlas de sus ojos a su boca, mordiendolas y probando su propia sangre, pero también la de Meguro, quien no sabía cómo safarse de la mordida de Zulu, la cuál le mutilo dos dedos de la mano izquierda y tres de la derecha.
-JAJA...JJAJAJAJJA.jajaJaJAJAJAJjajajJaJAJAJA.- Carcajeo Meguro mientras se alejaba, soltando un quejido de dolor, ni las drogas ni sus problemas mentales eran lo suficientemente grandes para suprimir el dolor de perder cinco dedos, además de sus tres costillas rotas. Con dificultades Zulu se levantó, respirando agitadamente y observando por su único ojo la situación.
Masaki estaba destrozado, pero aún se veía vigoroso para seguir peleando, y a él ya se le habían acabado las fuerzas, estaba casi ciego, y había perdido su nariz, realmente tenía miedo.
Fue entonces cuando se arrodilló, en señal de piedad, cosa que Masaki ignoro, lanzandose en contra de su oponente y comenzando a golpearlo de forma desesperada, incluso cuando el árbitro lo dió como ganador, causando un shock en los espectadores, viendo como Zulu se encontraba en el suelo, aparentemente muerto, y el árbitro, el cuál no frenaba la pelea debido al miedo que le ocasionaba Meguro.
De esta forma Meguro perdió la pelea, causando el enojo de Hayami.
-¿Quiere que me encargue de el, señor?-Pregunto Julius mientras veía junto con su jefe como Meguro había sido descalificado.
-No será necesario, el torneo solo durará siete días, las drogas en su sistema lo matarán pasado ese tiempo.- Respondió Hayami observando con seriedad la situación -Aun me quedan Saw Paing, y tú, no tengo razones para preocuparme.-
Una vez fue descalificado, Meguro comenzó a caminar por los pasillos, tambaleándose y observando todo borroso. Los médicos no querían tratarlo, y ni Hayami ni sus hombres se habían presentado para recogerlo.
-Ha... Yami...- Dijo de forma entrecortada en un tono bajo, aunque tuviera una tolerancia inhumana al dolor, no estaba fuera de la realidad, la perdida de sangre le estaba afectando, no era cuestión de voluntad, ni de drogas, era simplemente su humanidad, no podía hacer nada más, y finalmente Masaki comenzó a vomitar sangre debido a las heridas internas que poseía, todo gracias a sus costillas, las cuales probablemente perforaron algún órgano vital.
Recostado en una pared, masacrado y solo, así fue como murió el asesino de las lágrimas de sangre.
Mientras la vida se le escapaba recordaba ciertos momentos.
Flasback.
Durante su ciclo escolar inicial (Preescolar) Masaki se encontraba realizando un dibujo un tanto inquietante, se trataba de un niño llorando, y otro sacándole punta a su lápiz en una de las cuencas oculares de la maestra, esto fue reportado a la dirección y el padre de Masaki tuvo bastantes problemas, teniendo que enviar a su hijo a terapias psicológicas, las cuales aparentaban tener efecto, al menos hasta que Masaki era provocado.
-¿Dónde está tu mamá?-Pregunto un niño.
-Yo... No tengo.- Respondió Masaki con su característica sonrisa, mirando a su compañero, y pensando en sacarle punta a su lápiz.
-¿No tienes mamá? Eso debe ser muy triste, yo quiero mucho a mi mamá, si quieres puedo compartir contigo, y así ambos tendremos mamá.- Dijo el niño.
-Yo... Creo que está bien.- Dijo Masaki contento, dándole un abrazo un poco fuerte al niño, quien correspondio algo asfixiado.
Desde aquel día ambos niños entablaron una amistad, a pesar de la personalidad y naturaleza psicópata de Meguro el trataba bien a aquel niño, quien con el pasar del tiempo fue creciendo, al igual que Masaki, llegando ambos a la adolescencia.
-¿Cómo puedes andar por la vida con ese tono de piel, colega?- Preguntó un chico rubio al amigo de Masaki.
-¿Otra vez? Búscate una vida hombre.- Respondió el joven cansado, todos los días era lo mismo, aquel chico le rompía los cuadernos, le robaba sus cosas, lo molestaba, y humillaba constantemente
-Escuchame bien negro de mierda, que sea la última vez que me respondes.-
-¿Sabes que, Drake? Estoy harto de ti, solo buscas descargar tu frustración en personas que sabes que no se van a defender, solo estás molesto por el fracaso que resultaste ser, y la decepción que eres para tus padres.-
-Vuelve a decir eso.-
-Tus padres no volverán a estar juntos solo porque me molestes.- Dijo el chico antes de recibir un puñetazo del rubio, quien fue separado del moreno por varios profesores, lo cual resultó en su expulsión.
El chico le contó el inconveniente a Masaki, quien al instante pensó en varias soluciones, todas violentas.
-Detesto que te molesten.- Dijo Masaki mientras le daba una palmada en la cabeza a su amigo.
-Puedo cuidarme solo, no hace falta que le rompas el brazo a alguien, no otra vez.- Dijo con un tono de regaño.
-Solo fue una vez.-
-Igualmente, no quiero que tengas problemas por mi.- Dijo mientras le revolvia un poco el cabello a su amigo.
Los días pasaron, y el moreno dejo de asistir al colegio, causándole un gran vacío a Meguro, quien cada vez se sentía más descontrolado. La alerta de desaparición se hizo presente, y pasadas dos semanas se encontró el cuerpo sin vida del moreno.
Fue entonces cuando Masaki dedujo al instante quien había sido, yendo a hacerle una visita.
La casa del rubio parecía el mismo infierno, el cuerpo de su madre se encontraba destrozado, tenía el rostro desfigurado por los golpes que había recibido, y su hermana recién nacida había sido aplastada por un estante que cayó encima de ella, derramando su sangre por el suelo.
-¿Por qué mataste a Wil?- Dijo Masaki mientras sostenía al rubio con una mano, y empuñaba un cuchillo con la otra, atravesando el abdomen del joven y sacándole un grito ahogado por una mordaza.
¿Por qué lo mataste?
¿Por qué?
La misma pregunta, una y otra vez, y su víctima no le respondía.
La luz del sol entro por la ventana, y Masaki se dejó caer en la pared, deslizándose y volviendo a preguntar.
¿Por qué lo mataste?
Fin del flasback
Masaki sonreía, recordando la primera vez que asesino a alguien, pero también sonreía recordando a su amigo, la única persona que no lo vio como un mounstro. Levanto un poco la mirada y lo observó frente a el, estirando una de sus manos hacia Masaki, quien le dió la mano y posteriormente un abrazo, dejando así este mundo.
-El demonio murió de una forma muy humana.- Dijo Metsudo Katahara mientras veía desde una cámara como Masaki dejaba de moverse.
-¿Quienes son los siguientes?- Preguntó Tokugawa.
-Tengo en mente a alguien.- Respondió el anciano mientras veía su pantalla, en la cuál se veía la información de su siguiente peleador.
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