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Capitulo cuatro
❝ Secretos revelados. ❞

Hongjoong negaba riendo mientras bebía de su leche de plátano.

ㅡSon unos malditos pubertos con las hormonas alborotadas ㅡdijo Hongjoong mientras daba un golpe al hombro de Yunho.

ㅡNo es culpa nuestra que tú y Seonghwa no den el siguiente paso ㅡdijo Yunho riendo pero de golpe puso un rostro serioㅡ ahora que lo dices realmente si hay un culpable y es Mingi, él es quien me corrompio.

Mingi hizo un gesto de incredulidad ante su novio que bebía de su café frío como si nada.

ㅡRealmente ni me interesa saber nada de eso, última vez que me abandonan así, de no ser por Seonghwa no se que sería de mí al querer escapar de casa desde que regresaron mis padres ㅡHongjoong apretó con furia su cartón de leche mientras negaba lentamente y daba a la vez un largo bostezo.

ㅡ¿Ya volvieron? ㅡpreguntó Yunho y el rubio asintióㅡ si necesitas estar fuera de tu casa cualquier día, puedes contar conmigo.

ㅡLo sé Yunho y te lo agradezco, pero no puedo estar huyendo de mi propio hogar...

ㅡNo deberías ni considerar hogar al lugar donde no muestran ni una pizca de afecto y preocupación por ti ㅡmencionó Mingi viendo con seriedad al rubio.

Hongjoong no dijo nada, permaneció callado hasta que la campana de inicio de clases sonó, por lo que el trío de amigos fueron a sus respectivas clases, Yunho se fue a su clase de química mientras que Mingi y Hong se fueron a su clase de Deportes. El rubio mostraba un cansancio horrible que no sabía como se mostraba de pie.

Durante la clase de Deportes hacían uso de la una raqueta y un gallito y siendo la actividad en parejas Hongjoong se encontraba tratando de darle al gallito con la raqueta aún a pesar de que Mingi siempre tirara fuerte y lo arrojará demasiado alto. En una de las ocasiones donde el rubio tuvo que correr por el gallito su vista se desvió hacia el edificio que estaba cerca de la cancha de la escuela y a través de las ventanas se veía el pasillo, justo en ese momento el alto pelirrojo iba pasando por ahí con libros en el brazo. Hongjoong no pudo evitar sonreír levemente al verlo, más una pequeña bola de papel cayó a su cabeza distrayendolo, al voltear a Mingi se dio cuenta que él había sido.

ㅡ¿Vas a seguir suspirando por Park o irás por eso? ㅡdijo mientras colocaba las manos en la cintura.

Hongjoong negó, tomó el gallito y volvió a su posición. Sin embargo, su mente seguía vagando en el Seonghwa. Hongjoong fue sacado de sus pensamientos por el sonido de la campana, indicando el final de la clase de deportes. Se despidió de Mingi y se dirigió a su siguiente clase. Mientras caminaba por los pasillos, no pudo evitar buscar a Seonghwa con la mirada.

Después de una mañana intensa y llena de frustración con sus padres, Hongjoong decidió que no podía quedarse en casa esa noche. Sus padres no le prestaban atención y su regreso solo había aumentado su ansiedad. Tomó una decisión impulsiva y creyó que sería buena idea hablar con Seonghwa y preguntarle si podían trabajar hoy por la noche, ya después él vería como solucionar donde dormir. Lo busco y lo busco pero no lo encontraba por ningún lado, hasta que logró divisar a uno de los amigos del pelirrojo, Jung Wooyoung.

No dudo en acercarse hasta él para preguntarle razón de Seonghwa.

—H-hola, ¿eres amigo de Seonghwa, cierto? —Hongjoong se mostraba tímido ante el pelinegro.

—¿Quien eres?

—Soy Kim Hongjoong...

—Ah, eres el novio de hyung, salimos temprano de clases, así que él ya se retiró —Hongjoong iba a negar que era su novio, pero nuevamente fue interrumpido por Wooyoung—, lo siento, tengo que irme, puedes marcarle a su número si necesitas algo.

Y Wooyoung se fue dejando a Hongjoong desconcertado en medio del pasillo. Sacó su teléfono en medio de un bostezo y marcó al número de Seonghwa, el cual le había compartido la última vez que se habían visto.

Después de tres tonos Seonghwa respondió.

—¿Hongjoong?

—Hola Seonghwa, ¿estás ocupado?

Seonghwa suspiró mientras se escuchaban movimientos a través del teléfono—. No, realmente no, estaba solo acomodando unas cosas ¿por que?

—Es que te iba a decir que si.... ¿Puedo ir a tu departamento para seguir trabajando? —preguntó Hongjoong, su voz temblando ligeramente por la tensión.

Seonghwa no dudó en responder afirmativamente, sabiendo que su amigo necesitaba avanzar con el proyecto. Así, Hongjoong se dirigió al pequeño apartamento compartido donde vivía Seonghwa.

Al llegar, Seonghwa lo recibió con una sonrisa cálida, notando de inmediato el cansancio y la angustia en los ojos de Hongjoong.

—Vamos a trabajar en el proyecto de música —dijo Seonghwa— ¿te encuentras bien? Te ves cansado.

—Problemas en casa, no es nada.

Seonghwa no volvió a insistir y volvió a tomar asiento en su silla del escritorio, Hongjoong paso por la jaula de Cotton para saludarlo y después ambos se instalaron en el escritorio, con Seonghwa preparando su computadora y sus equipos de música. Hongjoong se relajó lentamente, dejándose llevar por el ambiente tranquilo y la compañía de su amigo.

Horas después, mientras revisaban las pistas de música en la computadora de Seonghwa, el pelirrojo buscaba por otro lado algunas notas que tenía en su cuaderno dejando al rubio en su computadora, pero Hongjoong notó un archivo de video que le resultó familiar. Su curiosidad se despertó y, antes de darse cuenta, hizo clic en el archivo. Al reproducirse, la voz suave y familiar de MARS llenó la habitación.

—Espera, ¿qué es esto? —preguntó Hongjoong, mirando a Seonghwa con sorpresa.

Seonghwa se tensó visiblemente y trató de cerrar el video rápidamente, pero ya era demasiado tarde. Hongjoong lo miró, procesando la revelación.

—¿Tú eres MARS? —preguntó incrédulo.

Seonghwa suspiró, lentamente tomó el mouse de su computador, cerró la pestaña y regresó a su asiento a un lado de Hongjoong, bajando la mirada avergonzado. No quería que nadie supiera de su canal de ASMR, y mucho menos que Hongjoong se enterara de esa manera.

—Sí, soy yo —admitió Seonghwa en voz baja—. No quería que nadie lo supiera. Es algo privado que hago para relajarme y ayudar a otros.

Hongjoong sintió una mezcla de emociones: sorpresa, admiración y una leve culpa por haber invadido la privacidad de Seonghwa.

—No voy a decirle a nadie, Hwa. Te lo prometo —dijo Hongjoong con sinceridad en sus ojos, intentando calmar al mayor.

Seonghwa suspiró aliviado, pero aún había una sombra de duda en su mirada. Hongjoong sintió una punzada de culpa por haber invadido la privacidad de Seonghwa y decidió que sería mejor irse.

—Creo que es mejor que me vaya —dijo Hongjoong, levantándose para recoger sus cosas.

—No, por favor. No te vayas. —Seonghwa se acercó a él con una mezcla de desesperación y preocupación—. Está lloviendo mucho afuera. Podrías enfermarte.

Hongjoong miró por la ventana y vio la tormenta desatada. Suspiró, sabiendo que Seonghwa tenía razón. Decidió quedarse, por la tensión de lo sucedido Hongjoong decidía aislarse lo más posible. Se sentía mal, sentía una gran culpa y creía que había perdido la confianza del pelirrojo, así que decidieron dejar el proyecto hasta ahí y ambos se acomodaron en el pequeño sofá del departamento.

La tensión en el ambiente era palpable. Seonghwa se sentía vulnerable y expuesto, mientras que Hongjoong luchaba con su propia culpa y el deseo de confortar a su amigo. Intentando romper el silencio, Hongjoong habló.

—Hwa, de verdad, no voy a decirle a nadie. Me gustan tus videos, me han ayudado mucho a dormir últimamente.

Seonghwa levantó la mirada, sorprendido.

—¿En serio?

—Sí, en serio. Tu voz es muy relajante —respondió Hongjoong, sonriendo suavemente—. De hecho, ¿podrías hablarme como en tus videos esta noche? Creo que lo necesito, estos días no he podido dormir por los problemas en casa.

Seonghwa se sonrojó ligeramente, pero asintió. Seonghwa se levantó y caminó a su armario donde tomó una cobija.

—Acomódate en el sofá, recuéstate si gustas —habló Seonghwa, el rubio dudoso y con pena se recostó en el sofá y Seonghwa colocó la cobija sobre el menor.

Tomó una silla y se sentó lo más cerca de Hongjoong y comenzó a hablarle en su tono suave y tranquilizador, como en sus videos de ASMR, incluso uso algunos objetos que solía ocupar en sus videos. Hongjoong se acomodó en el sofá, cerrando los ojos y acurrucándose en su lugar mientras la voz de Seonghwa lo envolvía en una sensación de calma y seguridad.

Esa noche, Seonghwa le susurró a Hongjoong hasta que se quedó dormido. Hongjoong nunca había sentido tanta paz y seguridad. Era como si las palabras suaves de Seonghwa limpiaran todas sus preocupaciones. Mientras dormía, Seonghwa lo miró con ternura, aliviado de que su secreto no hubiese destruido su amistad.

Discúlpenme por el capítulo tan corto, es simplemente que no he sabido como seguir la historia y prefiero darles algo bien y no escribir algo solo como relleno, pero espero les haya gustado.