Era de madrugada y yo aún seguía despierto, en pocas horas iría a casa de Tae para hablar con su madre sobre nuestra relación, la sensación de nervios era lo que me impedía dormir ya que esta seria una platica un poco anormal para mi .

No tenía ni idea que iba a decir o como actuar, en la vida de deminio jamás se usaba este tipo de tonterías, si te querias follar a alguien simplemente lo hacías y ya pero al parecer para Tae esto era algo muy importante ya que me habia pedido que me vistiera casual pero que se viera desente.

Jimin y Yoongi ya sabían de mi cita asi que se ofrecieron a prestarme ropa para dichoso evento.

A las siete de la mañana me encontraba de pie mirando el atuendo que mi amigo me había prestado, no era algo que fuera de mi gusto, usar traje de oficina era algo que estaba fuera de mis cabales, a Belfergor se le veían perfectos pero para mi creo que era mejor solo usar el pantalón negro de vestir y la camisa blanca de botones.
No era lo que esperaba pero no se veía tan formal como un oficinista.

Faltando una hora para medio día ya estaba listo para ir a la casa de mi pareja, me iría en taxi para no arruinar mi atuendo.
Al llegar a su casa un repentino escalofrío recorrió mi cuerpo al caer en cuenta de lo que estaba por hacer, acaso Tae era tan valiosos para mi para prestarme hacer estas babosadas de humanos? Esa pregunta vagaba por mi mente provocando que la confusión llegara más a mi.
De pronto la puerta se abrió repentinamente dejando ver a Jay el estúpido y fastidioso humano que me sacaba de mis cabales.

– Ya vez, si te bañas y te areglas puedes dejar de verte como un vagabundo...

Su comentario me empezaba irritar pero esta vez no iba a a ser tan débil para dejarme caer en sus provocaciones.

– Si me disculpas vengo a ver a MI NOVIO y estas obstruyendo la entrada.

Recalque las palabras para que se diera cuenta quien era el que mandaba en esa ocasión.

– No jodas....

– Jay? Deja de molestar a Jungkook.

La tranquila y serena voz de Tae había sonado tras de él borrandole su sinica y burlona sonrisa. – Entra porfavor mi mamá y hermano nos esperan en la sala.

Mis ojos casi se salen  de mi cara al escuchar que Nam estaba en casa, el había confiado en mi desde el inicio solo esperaba que esta noticia no lo hiciera odiarme.

Entré a la casa como si un montón de deminios me estuvieran esperando para despedazarme.

– Bienvenido Jungkook que bueno que llegaste a tiempo.

Como siempre la señora Kim me recibia con amabilidad y una grata sonrisa mientras Nam me mataba con su intensa mirada, no decía nada solo me miraba con seriedad como si me estuviera estudiando de pies a cabeza, esa actitud me hacia sentir miserable,  aún no lograba entender que tanto había bajado mi poder para hacerme sentir menos que un humano.

– Gracias señora un gusto volver a verla.

– Vallamos al grano – Nam había interrumpido el saludo con sus toscas palabras, podria jurar que de esta casa no iba a salir vivo si el me seguía mirando y desafiando de esa manera – Dime cuales son tus intenciones con mi hermano...

– Nam relájate o haré que te vallas de la casa, mi mamá solo quiere hablar con Jungkook sobre nuestra relación no que lo asustes con tus agresivas palabras.

Se suponía que íbamos a comer y charlar tranquilamente pero por la actitud fría y agresiva que reflejaba su hermano eso no iba a pasar.

– Tengo las mejores intenciones con Tae, me gusta y quiero que me permitan tener una relación con él....

Mi voz se quería quebrar no estaba seguro de lo que estaba diciendo pero me sentía un poco tranquilo como iban fluyendo las cosas, mis sentimientos iban brotando desde mi interior sin la intención de ser rechazado y eso me gustaba, era algo que me gustaba como se sentía.
Jay miraba toda la escena con diversión desde la puerta principal, su presencia siempre era una pesima molestia.

– Que pasa si me opongo a su relación?

Tae y su mamá no decían nada solo nos miraban con atención, al parecer estaba en una prueba donde debía convencer al padre aunque en esta ocasión era el hermano.
Con paciencia me tranquilicé para que él ambiente no fuera tan pensado y así Nam se relajara un poco.

– No me queda de otra más que tratar de convencerte que soy un buen partido para tu hermano y que realmente me intersa, no me conoces bien pero el tiempo que viví aquí tu mamá se pudo dar cuenta que soy un chico tranquilo además mis sentimientos son aceptados por Tae que eso es lo que más me importa. No es un niño al cual debes estar cuidando, créeme que ya sabe muy bien que es lo que quiere para su vida.

El ambiente se empezaba a sentir pensado y tenso Nam no baja su postura retadora, solo me seguía mirando fijamente.

– Ya se que no es un niño pero apenas está experimentando su primer amor y no quiero que salga herido.

– Debe aprender de la vida no crees? No siempre será color de rosa.

– Ya lo se, pero.....

– Nam..  confía en mi no jugare con los sentimientos de Tae.

– Hijo – interrumpió la señora Kim – No seas tan duro con él, estoy segura que tu padre estaría encantado de conocer y saber que Jungkook cuidara bien de nuestro Tae, a mi me gusta que sea él quien esté cerca de mi niño y no un muchacho que sea un vago rebelde sin que hacer.

– Esta bien, te daré la bienvenida pero si me entero que Tae esta sufriendo por tu culpa de arrancaré el miembro.

Un suspiro de tranquilidad salió de mi pecho, me sentía tranquilo al ver que toda esta tortura había acabado. Mi vista se posó en la de Tae el cual sonreía con una toque de tranquilidad y felicidad. Ahora si eramos una pareja formalmente aceptada por la familia y amigos.

– Pasemos a la mesa que la comida se va a enfriar.

La tarde siguió tranquilamente entre plática y comida, a pesar que los alimentos se veían deliciosos para mi seguían siendo una tortura comerlos.

– No haz probado bocado, acaso no te gustó la comida.

– Esta deliciosa señora Kim, lo que pasa es que tengo un poco de indigestión...

– Estás seguro de eso? – Habló en sarcasmo Jay, se veía que quería molestarme y lo iba a lograr – o será que se te antoja más el cuello de Tae.

Su absurdo comentario nos había dejado a todos serios, para el era gracioso disfrutar de la vergüenza agena pero para nosotros era molesto e incómodo.

– No cruces la línea Jay podrás ser mi mejor amigo pero no voy a permitir que te burles de nuestra intimidad..

Tae lo veía directo a los ojos con un semblante serio, la sonrisa de su amigo se había borrado al verlo tan molesto y a decir verdad me encantaba la maravillosa escena.

– Lo que Jungkook y yo hagamos no es asunto tuyo, así que te pido de la manera más amable que respetes nuestra relación.

Una vez dicho esas fabulosas palabras, Jay no volvió  hablar el resto de la tarde. La comida conluyo en éxito, Tae había puesto en su lugar al idota de Jay mientras su madre nos daba la bendición para ser una pareja, más perfecto no podía pasar el día.