Accidentes
— ¿Dónde está Baek?—
Jin soltó un largo suspiro y se encogió de hombros, no es como si lo hubiese visto ayer, no estaba mintiendo del todo, además el lo había prometido, él no diría nada a nadie, era un secreto de pasivas.
— Apartate estoy cocinando—
— ¿Por qué regresaste?—
— Park, esa es mi cacerola, te apartas o te la tiro por la cabeza—
Park Chanyeol se alejó refunfuñando mientras observaba el anillo que brillaba en su mano, Jin le miró durante milésima de segundo y sonrió, Baekhyun también usaba ese anillo a menudo.
Quizás solo necesitaban un empujoncito para que vuelvan a estar juntos.
— ¿Está bien?—
— Perfectamente— respondió mientras se aseguraba de que la cocina funcionase como debería— Es un chico fuerte ¿Tu lo estás?
— Estoy atrapado aquí, Princesa— refunfuño encogiendose de hombros— ¿Te parece que estoy bien?
— Me parece que eres un idiota—
Chanyeol asintió de acuerdo y se marchó a su oficina enojado, no tenía caso discutir con Jin, el chico nunca había sido un metomentodo, así que no era de extrañar que no quisiera soltar la verdad, él no entiende mucho de lo que pasó, un día estaba comprando su traje de bodas y al otro amaneció sin nadie al lado, sin una carta, sin un beso de buenos días y sin su hermoso prometido.
Él recuerda que hace años Jin hizo lo mismo, se marchó con su madre y se hizo humo, en ese entonces el lo había encontrado gracioso, ahora estaba desesperado por encontrar a su prometido que había desaparecido de la misma forma hace cinco años.
— ¿Jin oppa?— murmuró Gidae acercandose con desconfianza— ¿Puedo ayudarle en algo?
El chico le regaló una brillabte sonrisa mientras asentía, al parecer ninguno en esa cocina sabía cocinar, todos eran practicantes con currículums falsos, tendría que entrenarlos a todos sin fallecer en el intento, al parecer Park tenía una extraña obsesión por contratar chicos bajitos con cara de niña, no le sorprendía que incluso Luhan, su amigo de infancia que ni siquiera sabía hervir agua, fuera cocinero ahí.
— ¿Alguien sabe cocinar aquí?—
Los chicos se vieron entre ellos negando varias veces con las mejillas avergonzadas, bueno, quizás Park si que era un idiota.
¿Como esperaba mantener un restaurante de élite sin cocineros especializados?
— Bueno, al menos no tienen clientes— suspiro Jin mirando sus uñas— Porque si los tuvieran sería una completa vergüenza
— Eso no es del todo cierto— murmuró Gidae avergonzado— Hay unos chicos que siempre vienen por nuestra sopa de caracoles
— ¿S-sopa de caracoles?— se escandalizó dejando caer su cuchara de palo— ¿Han convertido el restaurante de mi madre en uno de quinta categoría?
Los pequeños cocineros se miraron entre ellos asustados, retrocedieron y suplicaron para que el jefe Park regresara.
— D-disculpe...— murmuró uno de los chicos avergonzado— Pero ¿Q-quién es u-usted?
— Chef Kim Seok Jin— se presentó con una sonrisa coqueta— Hijo de Kim Taeyeon y Park Jung Min
Los presentes dejaron que varios gritillos de asombro se escaparan de sus labios, habían escuchado de ese chico hace un tiempo, era muy conocido por ser uno de los mejores chefs de Corea a la edad de catorce años, luego nadie sabe que sucedió con él, simplemente desapareció y la noticia de que la familia Park se había roto fue conocida en casi todo el país. Los periodistas mencionaban el tema de vez en cuando, la búsqueda del heredero al que llamaban princesa se había hecho habitual después de que Park enfermara.
— Ahorrense la sorpresa— les corto girando los ojos— Necesitamos poner en marcha este lugar
El chef salió de la cocina con los demás chicos siguiebdoles el paso, Jin se acercó a la entrada y tiro de la puerta estrellandosela prácticamente con el chico que entraba usando un tapabocas.
Un ligero sonrojo cubrió las mejillas de Jin y cuando se agachó a ayudar al herido el tapabocas que le cubria cayó en sus manos.
— ¡Tú! — chillo el herido— ¡Tú de nuevo! ¡Voy a matarte!
Y abtes de que pudiese decir algo Jin empezó a correr con Namjoon detrás de él y un confundido Chanyeol recogiendo todo lo que tiraban.
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