- ¿Qué crees que haces?- le reclamó el menor- estamos frente a la cabaña alguien puede vernos.

- Que vean lo que quieran, me prometiste una cita y ahora vas a cumplir.

- No te prometí nada....

- Entonces sera por las malas- se separó de él a un metro.

Antes de siquiera poder suspirar aliviado vio al triángulo aumentar su tamaño y brillar de una forma peculiar y llamativa.

- ¡Sobrevivientes de la Cabaña del Misterio! Soy su amo y señor Bill Cipher, y me encantaría llegar a un acuerdo con ustedes- habló fuerte y claro, enseguida los Stan salieron con paso firme.

- No aceptaremos nada que tenga que ver contigo- le respondió Ford molesto.

- Ni siquiera si tiene que ver con su queridísimo sobrino?- tomó el hombro del niño mientras veía cómo el viejo gruñía.

- ¡No le hagan caso!- le tapó la boca antes de que dijera algo más.

- ¡Eres un cobarde! Deja a Dipper en paz, sigue siendo muy joven.

- Al menos escuchen mi propuesta, les aseguro que todos saldremos beneficiados.

- Está bien.

- Perfecto, ahora, esta es la idea, ustedes dejan a Pino tener una cita conmigo y a cambio les dare toda la comida que deseen por un mes- soltó al castaño y extendió su mano a la barrera- ¿Es un trato?

- ¿Cómo sabemos que no le harás daño?

- Creo que no me están entendiendo, si no aceptan me llevaré a un lugar donde no puedan volver a verlo, la única razón por la que les ofrezco esto es porque parece que el niño los quiere mucho y está empeñado en obtener su aprobación.

- Si eso fuera cierto no se habría juntado contigo, solo nos decepciona.

El castaño sentía su corazón estrujandose, bajó la mirada intentando contener su llanto, lo cual terminó en simples y lastimeros sollozos, aquello solo hizo enfurecer a Bill.

- ¿¡Cómo se atreven a tratarlo así!? Supongo que si tanto lo desprecian no les importará que me lo lleve, será divertido jugar con él.

- ¡No, espera!- lo detuvo la gemela Pines.

- ¡Estrella Fugaz! Tiempo sin vernos.

- Deja a mi hermano en paz.

- ¿Qué podrías darme cambio?- vio a la niña avanzar hasta salir de la barrera.

- Yo tomaré su lugar.

Un silencio se hizo presente, el menor miraba a su hermana entre preocupado y comovido, pero antes de que pudiera acercarse escuchó al demonio reír con burla en su voz.

- Jajaja, tú no le llegas ni a los talones a Pino, no me sirves y no te quiero- su semblante era serio mientras sujetaba al nombrado por los hombros.

- No dejaré que lo lastimes ¿Qué puede tener de especial para que muestres tanto interés en él?- su pregunta hirió al de gorra más que conmoverlo.

- No es algo fácil de explicar, él es.... Diferente, único, nunca he visto humano como él.

- Eso no te da ningún derecho de....

- Acepto la cita- interrumpió la discusión dejando sorprendidos a todos- solo no les hagas daño, después volveré y ellos decidirán si me aceptan o no.

- Te estás arriesgando mucho, Pino.

- ¿Quieres que cambie de opinion?

- Yo no dije eso.

-Entonces vámonos, ya no importa nada más- le tomó la mano jalandolo lejos.

- ¡Dipper!- escuchó a su tío Stan y se detuvo para voltear a verlo- si te vas con él no podrás regresar.

- De todos modos nada será igual, confío en que me aceptarán como soy.

Ford miro su hermano como si pudieran a leer los pensamientos del otro, ambos asintieron y tomaron de la mano a Mabel, lo miraron con casi lástima.

- Aquí te esperaremos- habló el más listo de los tres- solo promete que regresarás.

- Lo haré- lo vieron marcharse, tomado de la mano del triángulo, el cual miraba la conexion cambiando a un color rosa, cosa que no pasó desapercibido por nadie.

- ¿Y ahora qué?- le preguntó aquel chico que invadía sus pensamientos.

-¿Ahora? Ahora te hare la persona más feliz del multiverso.