6. Un alma en pena
6. Un alma en pena
Cuando Byakuya salió de su despacho dejando atrás al furioso pelirrojo se dio cuenta de que se había pasado de la raya. Sabía que su teniente no debía meterse en sus asuntos,pero aun así,pensaba que a Renji el le importaba,aunque fuera muy poco. Anduvo por los pasillos del cuartel mientras se sujetaba la muñeca donde llevaba marcados los dedos de Kenpachi para que nadie más se diera cuenta de su existencia. Por fin llegó fuera del edificio y tomó aire. Permanecía con los ojos cerrados,recordaba la cara de Abarai,parecía furioso por lo que le había hecho Zaraki,eso le produjo alegría,demasiada,el no debía permitirse sentir eso,no por su teniente,estaba mal y eso le entristecía.
También estaba bastante molesto,últimamente las visitas de Kenpachi y sus insinuaciones eran demasiado frecuentes. Comúnmente en cualquier lugar,el capitán del onceavo escuadrón lo trataba con desprecio y con reticentes amenazas de muerte,Byakuya claro está, no se las tomaba en cuenta ya que estaba seguro de sus habilidades y si tenía que pelear con el impulsivo capitán,lo haría sin dudar siquiera. Pero todo cambió cierto día que los capitanes fueron convocados frente a Yamamoto-sama,el tema no era importante,pero tuvieron que acudir todos sin excepción. Una vez hubo acabado la reunión,se retiraron,algunos se quedaban hablando entre ellos,pero como el no tenía que hablar con nadie, claramente se marcharía. Cuando estaba a punto de llegar hacia la puerta vio como Kenpachi se apoyaba sonriente a un lado de esta,''que fastidio''pensó para sus adentros,estaba cansado de sus provocaciones para discutir,así que pasaría de largo ignorándole. Por sorpresa para él,esta vez no fue así.
Byakuya salió sorprendido de allí,había pasado junto al frenético capitán de la onceava división y no le había dicho ni una palabra,eso tenía que significar por fuerza que se había dado por vencido,sonrió aliviado y continuó su marcha. Pero una voz le hizo detenerse.
-Oe Byakuya Kuchiki- que desagradable le parecía esa voz,siempre tenía un fondo de superioridad que lo ponía enfermo,prefirió girarse porque tampoco se fiaba de que lo fuera a atacar por la espalda,había que andarse con ojo frente a ese hombre.
-No estoy de humor capitán Zaraki,por favor diga lo que sea para que pueda irme de aquí-el otro sonrió,parecía complacido....jamás iba a entenderlo por más que quisiera. Kenpachi comenzó a andar a una zona más apartada y parecía indicar que lo siguiese así que fue tras él,que podía perder....la vida no desde luego. Tal vez ese sería el principio del fin de sus molestias...cuan equivocado estaba. Apenas hubo llegado al lugar exacto cuando el moreno de los cascabeles volvió a hablar con su insoportable tonito.
-He descubierto algo acerca de ti Byakuya Kuchiki que me ha gustado bastante y no intentes negarlo porque sé que es cierto-sonreía victorioso,¿pero a qué se refería?¿descubierto?¿sobre él? bobadas,claramente le estaba provocando para una lucha,no iba a caer en su juego.
-Déjese de tonterías capitán ya somos mayorcitos,no dé tantos rodeos y vaya al grano-esto último pareció complacerle,porque amplió más su sonrisa y pegó su cuerpo contra un sorprendido Kuchiki,que cuando se dio cuenta estaba acorralado y contra una pared. Kenpachi por su parte contemplaba al capitán más bajito,parecía que lo examinaba muy excitado por cierto,volvió a hablar.
-Sé que está usted enamorado de su teniente-esto último lo dijo en tono divertido,que se acrecentó al ver que efectivamente sus palabras eran recibidas con impacto por la persona que tenia frente a él, no obstante, continuó-y muy al contrario de lo que pueda pensar,no me disgusta en absoluto....pues para mí...-se acercaba poco a poco al capitán del sexto escuadrón,tanto lo hizo que puso su boca junto a la oreja de este-usted es el éxtasis-cuando pronunció las ultimas palabras rozo su lengua con el oído de Byakuya que sintió un escalofrío por todo su cuerpo de desagrado. El más alto notó esto complacido y siguió hablando en el mismo lugar sin separarse lo más mínimo-sepa que su sola presencia me excita capitán Kuchiki....y no pararé hasta que lo haga mio-el noble notó como efectivamente el que le hablaba estaba excitado y sintió náuseas,quiso empujarlo,pero no necesitó hacerlo,éste se apartó de él.
Sin mediar ni una sola palabra más,Zaraki Kenpachi se fue de allí dejando a Byakuya consternado,¿cómo se había dado cuenta el de sus sentimientos por Renji?¿por qué estaba interesado en él ahora?¿lo había estado siempre?....nadie podía negar que le atraía al capitán de la onceava división,porque cuando estaban tan pegados había notado su miembro erecto claramente bajo su ropa y rozando la suya. Volvió a sufrir un vuelco en su estomago....
A partir de ahí comenzó su martirio,cada vez que estaban en público Zaraki lo seguía tratando como su enemigo vital,pero cuando estaban solos....la cosa cambiaba,Kenpachi parecía un lobo en celo,no dejaba de decirle lo mucho que le excitaba,lo tocaba,le decía cosas salidas de tono,y lo que más dolía a Byakuya,siempre le estaba diciendo lo poco hombre que era Renji para alguien como él,''tú necesitas un hombre de verdad''decía sin cesar. Lo que no sabia el impulsivo capitán,es que Kuchiki ya lo había encontrado,para él su único hombre podía ser Abarai.
Después de haber estado con Hisana,no había vuelto a sentir amor,llegó a pensar que para el eso ya se había acabado,hasta que un rojizo rayo de luz entró en su vida,no podría asegurar si se enamoró de Renji nada más verle,probablemente no,porque al principio le parecía muy torpe y descuidado,pero a medida que lo iba conociendo,esa actitud suya ante los contratiempos le hizo creer que el amor para el no se había acabado,que tenía una nueva oportunidad de ser feliz y que a pesar de que Abarai nunca lo supiera ni le correspondiera,el volver a amar le llenaba de una satisfacción dichosa.
Tantos pensamientos lo aturdían,volvió a mirarse la muñeca y fue a su casa....solo.
Al día siguiente hizo hasta lo imposible para que Renji no le viera,no le hablara,no se le acercara. Más de una vez quiso salir,solo para verle el sin que el pelirrojo se enterara,pero no se atrevía,con el paso del tiempo había aprendido a controlar las ganas que tenia de estar junto a su teniente,actuaba fríamente con el sólo para que nada pudiera delatar lo que sentía....hasta la fatídica noche en que lo vio acecharle en los muros de su mansión. Un atisbo de esperanza,debido a la sorpresa que le causó que Abarai estuviera ahí mirándolo durante tanto rato,y la fantasía de creer que había dicho que era hermoso,le hicieron perder su coraza tanto tiempo labrada y decirle que pensaba en el.....cuan avergonzado se sintió por eso. Apenas adelantó nada de papeleo y ya era muy tarde,demasiado tarde. Abrió ligeramente la puerta comprobando que ya nadie rondaba el lugar y sintió una pequeña pena por no haber visto a su pelirrojo en todo el día...aunque la pena se multiplicó.
Cuando se acercaba a la salida del cuartel oyó risas y voces que provenían de la calle,reconocía a Matsumoto,pero la voz masculina del que la acompañaba era bastante inaudible,le pudo la curiosidad y salió....ni la zanpakutô de Gin al atravesarle el pecho le dolió tanto....Renji se estaba besando con esa fogosa mujer,cerró la puerta tras de sí y cayó al suelo con las manos en los ojos....iba a ser una larga noche de llanto,parecía un alma en pena.
Pasó un rato,ya apenas sollozaba,el pecho le dolía mucho,era mejor parar de llorar,ya no oía a su teniente ni a la señorita Matsumoto afuera,una punzada en lo más profundo de su corazón le indicaba que tal vez estarían ocupados haciendo otras cosas. Decidió levantarse e irse a su casa,allí podría desahogarse mejor. Abrió la puerta y se sorprendió. Abarai estaba tendido en el suelo,roncando tranquilamente y ni rastro de la teniente del décimo escuadrón,no pudo evitar acercarse y mirarlo amorosamente,se agachó para verle más de cerca,y le tocó la cara,estaba congelado. Lo levantó del suelo y se lo llevó a su mansión....Kenpachi no se equivocaba,estaba enamorado de su teniente...y haría lo que fuera porque este fuese feliz...si su amor era Rangiku Matsumoto....tendría que conformarse. Llevó a Renji al cuarto de invitados y lo metió en el futón,no se atrevía a desvestirlo,por lo que solo le dejó una bata cerca de donde descansaba para la ducha del día siguiente,antes de salir por la puerta lo contempló una última vez antes de irse a dormir,mientras una lágrima volvía a recorrer su mejilla y musitó-que seas feliz Renji.....
Continuará...
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