13. No, por favor

-Pues que Zaraki taichou...va a drogarle...-su compañero reflejaba cierta incredulidad en su rostro-creo que quiere hacerle algo a tu capitán Renji...y no algo bueno- Ikkaku se sentía muy mal,era como si la opinión que tenia de su adorado Kenpachi estuviera cambiando-yo no puedo hacer nada si eso es así...pero tu si puedes...si quieres claro...

Abarai se levantó,parecía indignado-¿y qué se supone que puedo hacer yo?¿pedirle que no vaya?¿quién soy yo para hacer eso?o es que acaso...¿quieres que intervenga?-pensó en el capitán del onceavo escuadrón y tragó saliva,sabia que contra ese tipo no tenia nada que hacer.

-No te digo que intervengas...tú puedes hacer lo que quieras, pero como teniente te debería de importar el bienestar de tu capitán y su seguridad ante todo ¿qué demonios pasa contigo?¿no eras tú el que quería ser su amigo?¿tratas a tus amigos así?-que furioso estaba.

-Yo...no puedo hacer nada...-apartó la vista de su amigo que lo miraba con decepción.

-Ya veo...ahora no me siento tan mal,ya no soy el único cómplice-dicho esto se marchó.

Renji se quedó en silencio,sabia que no podía hacer nada,no contra un capitán,no contra Zaraki Kenpachi,pero en su interior también sabia que no podía permitir que le hiciera daño a Byakuya...miró su mano nuevamente- Kuchiki taichou...

Tras terminar de ordenar el papeleo,el capitán del sexto escuadrón salió del cuartel rumbo a la casa donde había sido invitado esa noche. En el fondo algo le decía que ir a ese lugar le podía traer problemas,pero era un hombre de palabra e iría sin falta,además se suponía que era una especie de ofrenda de paz por parte de Kenpachi,aun así no se fiaba,y sin darse cuenta por el camino sostuvo la empuñadura de su zanpakutô. Cuando llegó, Kenpachi le esperaba en la puerta,apoyado en el marco de esta y con los bazos cruzados,al verle sonrió,como siempre.

-Vaya ya pensé que no venias Byakuya...me estaba disgustando-no lo parecía por su rostro.

-Siento el retraso debía terminar algunas cosas...¿preparó el té?-entró en la casa seguido del capitán más alto.

-Por supuesto,tus palabras son ordenes-ambos se sentaron a los lados de una pequeña mesa,sobre esta había una tetera y una pequeña taza,además de una jarra de sake y un cuenco para beberlo-el sake está caliente...así el cuerpo lo absorbe mas rápido ¿no quieres?-decía en su peculiar tono que escondía siempre un doble sentido.

-No-el capitán Kuchiki comenzó a servirse el té,el aroma que desprendía era agradable y la verdad le apetecía uno después del día que había tenido,dejó que se enfriara ligeramente y comenzó a hablar con el hombre que tenia frente a el-y bien...le escucho-sujetaba la pequeña taza entre sus manos.

Kenpachi parecía muy contento ante la iniciativa de su acompañante-siento las incomodidades que le he podido causar-bebió y se sirvió sake nuevamente-pero no me negará que tenia razón en lo que le dije...su teniente nunca va a sentir lo mismo que usted siente por el...aunque le duela-volvió a beber.

-Le agradecería capitán Zaraki que dejara de repetirme eso,por mas razón que tenga,ahora si me disculpa...-bebió de su taza y la puso sobre la mesa-ya he cumplido lo acordado así que me voy-se levantó.

-¿Se va tan pronto?-Kenpachi se puso en pie también,su sonrisa se acrecentaba y anduvo un poco tras el capitán que se marchaba.

-Si creo que es...-¿qué le pasaba?sentía que sus piernas le fallaban,perdía el equilibrio y cayó...pero unos fuertes brazos le sostuvieron.

-¿Se encuentra bien Kuchiki taichou?-esa voz...parecía más contento aun,ese trasfondo...ese tono...el tenia algo que ver con eso,esperaba su caída y lo sostuvo....no se podía mover...estaba a su merced...

-¿Qué me ha hecho?-sintió pánico,no podía ni mover los brazos solo contemplar lo que ese loco estaba haciéndole y lo que le iba a hacer...

Kenpachi situó delicadamente al conmocionado capitán sobre unos pequeños cojines,le quitó la zanpakutô y la puso sobre la mesa,que después sin esfuerzo apartó hacia un lado de la habitación,contra la pared-no sabes cuánto he esperado este momento Byakuya...-lo miraba desde arriba,con deseo,el capitán del sexto escuadrón sabia lo que iba a hacerle,su cuerpo seguía sin actuar así que cerró los ojos entregándose a el fatal destino que le esperaba. Mientras Zaraki se arrodillaba sobre él,dejando su cuerpo entre sus piernas,comenzó a quitarle la capa blanca de capitán y se carcajeó al sentir como su victima expresaba temor debajo de el-no te pongas así...verás como te gusta...además estás de suerte porque seré muy delicado contigo-tras decir esto y deshacerse de la capa que lanzó tras de si se inclinó sobre Kuchiki que apretó más los ojos...por dios...estaba lamiéndole el cuello...

-No...por favor...-las arcadas que comúnmente sentía con su contacto hacían acto de presencia,pero el hombre que tenia sobre el ni se inmutó,comenzó a desvestirse sin quitarse de encima,también continuaba con sus espantosas carcajadas.

-Nos vamos a divertir los dos Byakuya...-tras deshacerse de su capa de capitán comenzó a quitar la parte de arriba de su vestimenta,dejando al descubierto su torso con cicatrices.

-Déjame Kenpachi...déjame...-Kuchiki empezó a llorar,sabia que en ese estado no podía hacerle frente,que tonto había sido,no sabia que Zaraki podía llegar tan lejos,pero la persona que estaba sobre el pareció enfadarse ante sus suplicas y lo agarró por los brazos tirando de el hacia arriba.

-¿Qué coño te pasa?¿es porque no soy ese enclenque al que llamas teniente?-Byakuya lo miraba fijamente mientras las lágrimas continuaban la travesía por su rostro-te lo vas a pasar tan bien que olvidarás como se llama-tras decir esto lamió una de las mejillas del capitán que lloraba-que dulce sabe el dolor-y como si continuase enfadado por lo que había dicho el capitán del sexto escuadrón,arrancó su ropa arañándole el pecho en el proceso-veamos si eres igual de dulce por dentro...

Continuará...