Monstruo.

En un lugar muy lejano, a las afueras de Japón, más haya de esos mares, en un sitio con una alta pradera amarillenta, donde el sol golpea con fuerza, las bestias felinas dominan estas tierras, África. Un rinoceronte, enorme de unas 758 lb, estaba haciendo destrozos en los pequeños pueblos de África, nadie sabe que ganaba con causar todo ese desastre, pero, algo si sabían, y es que captó la atención del menos indicado.

Yujiro hanma.

Ohma se terminó de amarrar los cordones, suspiro y salió a correr como parte de su entrenamiento constante. Primero es correr varios kilómetros, luego volver y golpear el costal, hacer flexiones, sentadillas, abdominales, procedía con las pesas, la caminadora y listo. Pero todo esto era solo un calentamiento para su enfrentamiento mental, contra esa persona.

—Tch, otra vez a enfrentarme con él.

En ese instante Ohma abrió sus ojos de repente, sintiendo la presencia de alguien entrar al almacén. No, no era aquel niño de hace unos días, era alguien más grande y su presencia dejaba en claro lo fuerte que era esta persona, podía sentir la presión que ejercía de este, dejando en claro que se trataba de alguien peligroso.

Tokita Ohma, sediento de un combate, sonrió se oreja a oreja, liberando sus intenciones asesinas para terminar en un combate de mismo nivel, hasta la muerte, se levantó de un salto y se giro tomando posición de batalla, pero se encontró con un puño en su cara, esto lo sorprendió.

Una risa burlona se empezó a escuchar por todo el almacén, haciendo eco y molestando al contrario. Se trataba de un hombre viejo, pequeño, calvo, tenía un gorro de golf, pero no venía para eso, para nada. Su risa irritaba al joven Ohma, encendiendo más su sangre de la que estaba.

—¿Qué demonios viejo?—exclamó.

El mencionado dejó de reír y miró al pelinegro. Carraspeo.

—Perdón. Me deje llevar por la emoción.—dijo. Sonrió.—Pero, supongo, que no fui el único.

Miró de pies a cabeza a Tokita, su cuerpo estaba temblando de la adrenalina. Cada célula de su cuerpo sabía que estaba frente a alguien realmente fuerte.

—¿Qué quieres?, ¡no estoy para estupideces!, ¡sería capaz de matarte ahora!

El anciano sonrió.

—Mi nombre es Orochi Doppo.—se presentó.—No necesitas presentarte, Ohma. Ya eres muy famoso en las calles.

—¿Orochi Doppo?—en ese instante recordó, él es el legendario “asesino de tigueres” del que tanto se llegó a hablar en su momento. Ohma sonrió.—Así que, ¿viniste aquí por una pelea?—Orochi alzó una ceja.—¡Ven!—tomó su pose nuevamente.—Estoy listo.

Una vez más la carcajada de Doppo estalló, al punto de que hasta se doblegó y contrajo sobre sí mismo. Esto dejó desconcertado a Ohma.

—Ah... Jóvenes.

—...

—Ohma Tokita.—se acercó.—Verás, yo no vine aquí a-

De repente, el mismo Orochi corto sus palabras, atacando al más joven. Su expresión cambió, volviendose una más demoníaca, y está vez su enorme puño, liso como un suelo de concreto, causa de golpear tanto el makiwara, convirtiendo su puño en una veloz arma letal capaz de romper todos los huesos de tu cara.

Ohma, quien bajo la guardia por un instante, uso una de las técnicas que se le fue inculcada y enseñada hace mucho tiempo atrás, algo que él no quiso hacer pero no tuvo opción, utilizó el estilo Niko de manera instintiva.

El golpe aterrizó, pero Doppo sintió algo raro al impactar su puño en la cara del joven pelinegro. Este solo retrocedió un par de centímetros y su rostro se dobló hacía atrás un poco, pero a pesar de haberlo golpearlo con esos poderoso puños que posee el karateka, la sensación fue totalmente distinta a lo que él esperaba. Sonrió, sabía lo que había hecho en ese momento.

—El estilo Niko.

Ohma miró con una sonrisa de oreja a oreja al legendario karateka, satisfecho por la impresión del viejo, la expresión en su rostro le causaba gracia a Ohma, ahora es él quien reía. Uso “indestructible” una de las ramas de las cuatro katas que usa, adamantium. A pesar de ello, el golpe de Orochi fue suficiente como para sacar un par de gotas de sangre provenientes de las fosas nasales del contrario, esto sólo emocionó más a Ohma, lamiendose la sangre con una sonrisa que fácilmente podría decirse escalofriante.

—Impresionante, con que este es el estilo Niko. Jamás me he enfrentado a el.

Ohma rió.

—Ven, te daré el privilegio.–dijo.—Si es que lográs hacer que lo use de nuevo.

—Me encantaría aceptar tu oferta.—sonrió.—Pero, lastimosamente solo vine de paso, no tengo intención de hacerte daño. Oh, bueno, seguir.

La expresión de Ohma cambió.

—¿Estas bromeando?—apretó sus dientes, otra sonrisa pero forzada se dibujo en sus labios.—¡Me importa un carajo cuales sean tus intenciones!, ¡tengo al asesino de tigueres delante de mí!—jadeo.—No voy a dejar pasar ésta oportunidad.

—Hm...—Doppo en ese momento recordó lo que Tokugawa le había dicho sobre lo sediento que estaba Ohma por un oponente fuerte.—... Te dije que me gustaría pero no puedo.—repitió.

—¿Uh?

—¡Nos vemos, sigue haciéndote más fuerte, Ohma!

—¡Espera!—vocifero, Doppo se detuvo y lo miró.—Ahora que estas aquí, quiero que me digas sobre la arena clandestina.

Doppo sonrío de oreja a oreja, una vez más el viejo amigo suyo tenía razón.

—Habló del korakuen hall. Quiero saber todo sobre eso.

Estaba en el hospital, acostado en la cama mientras observaba la ventana a su lado, podía por las aves silbar, la fresca brisca entrar la sentía chocar contra su rostro, las luces tan cálidas del sol, todo eso le hacía pensar en lo bueno que es la vida y que es mejor dejar de buscarse problemas en las calles.

—Tsugi, dime, ¿quién te hizo esto?—volvió a preguntar Chiharu Shiba por endécima vez.—¡Responde de una vez, maldición, no podré ayudarte si no me dices nada!

Aquel que tenía sus rodillas rotas, uno de sus codos dislocado, su muñeca hecha pedazos, haciéndole falta una que otra par de muelas, con un brazo roto y una fractura en su mandíbula, miró a su superior, aquel yakuza al cual ha estado junto con él al punto de tomarse un par de copa en bares distintos. La pandilla de la que Ohma se encargó tenía contactos con un grupo de yakuzas, y no cualquier grupo de yakuza, eran los del grupo Kaoru, tenían una relación muy cercana ambos.

Esta banda de Yakuzas es conocida más bien por su integrante más fuerte, y jefe también, Kaoru Hanayama, un chico joven, enorme, sereno y tranquilo, pero lo que más resalta sobre él serían sus cicatrices, las de su rostro y ni hablar sobre las de su cuerpo fuerte y corpulento, con un enorme tatuaje bañado en cicatrices que representan la hazaña más grande, o una de ellas, sobre este hombre conocido por tener unas manos lo suficientemente fuertes como para hacer pedazos un par de cartas naipes, o peor, destruir tu cráneo por completo.

—S-Señor, Shiba...

—Con que por fin vas a hablar.—bufo.—Dí lo que tienes que decir.

—E-ese hombre...

—¿Uh?—se acercó más para oír mejor.—Continúa.

—... Tokita...

—¿Tokita?

—Ohma Tokita...—susurro.—... Él fue. Fue Ohma Tokita.

La expresión de Shiba se volvió sombría, no sólo sabía la identidad de aquel que dejó incapacitado a uno de sus amigos sino que hasta sabe quien es ese tal “cazador de pandillas” o “peleador nocturno” que ha estado deshaciendose de todas las bandas de la zona.

—No te preocupes, yo me haré cargo.

Con voz severa y consumido por la ira se puso en marcha a encontrar al nombrado. Pero el mismo Tsugi lo detuvo.

—¡E-e-esperá!

Shiba lo miró.

—¡D-deja que él jefe se ocupé!—lágrimas llenaron sus ojos y comenzó a agitarse de manera desesperada y angustiada.—¡Ohma Tokita es un monstruo!, ¡un monstruo!

Los gritos del paciente llamaron la atención de las enfermeras y el doctor quienes irrumpieron de inmediato en la habitación para socorrer a Tsugi.

Chiharu Shiba, un tanto desconcertado por la actitud y palabras de su amigo, a pesar de ello comprendió a que se refería. Sabía lo que tenía que hacer.

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Espero les haya gustado.

Dejen su opinión a ver que tal y espero que pasen un buen día.

Esperen los próximos capítulos xd

Mientras déjenme decirles que tengo otro fanfic de Baki the grappler en mi cuenta, pero en este combinó el universo de HunterXHunter, se llama Hanma, si quieren pueden ir y echarle un vistazo. Lo digo para que se entregan y no tengan que esperar tanto por lo capítulos de este.

Muchas gracias por prevalecer aquí y ser perseverantes.

Adiós. 💖