Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

27.

Conversación.



Era una situación un poco incomoda, dos peleadores bastante reconocidos y en medio una leyenda viviente espectante de esto. Podía sentir cierta tensión palpitar un poco el ambiente, ¿algo sucedería?, quién sabe, pero la tranquilidad inquietante hacía parecer eso una posibilidad.

Baki, suspiro, miró la pequeña mesa redonda delante suya, habían tres tazas, una para él, otra para Gouki y por supuesto una para Ohma; intentaba no plantar su mirada en él. Le atraía, de cierta forma, tenía esa curiosidad sobre su persona, pero se mantuvo la calma. A pesar de que últimamente a estado un poco aburrido, aún cuando debía de prepararse para la pelea contra su padre, el joven Hanma se sentía de cierta forma insatisfecho luego de los acontecimientos ocurridos en le korakuen hall.

La sensación en su puño derecho al noquear a Ali jr seguía ahí, sin embargo no es algo de lo que sentirse orgulloso. O por lo menos una parte de él deseaba un poco más. Entiende que Ali jr estaba preparado para matar, pero no para morir y eso lo llevó a no ver con sus propios ojos una derrota inminente, tal arrogancia de creer que lograrás matar sin que te maten, o sin necesidad de poner tu vida sobre las fauses de la muerte, es estúpido el tan solo pensar salir ileso.

Debes de estar preparado mental, física y emocionalmente para afrontar ese tipo de peligros. Estamos hablando de violencia extrema, acción real, el tan solo pensar eso da mucho más miedo que una película de terror, que seas llevado a esos límites, no todo el mundo posee el instinto salvaje de darlo todo en ese preciso momento, al contrario las cosas pueden no surgir como imaginas, puedes estar tan confundido que ni siquiera sabrías que hacer o tal vez debas huir, o simplemente te quedas estático por el miedo.

Eso es un peligro real. Una persona que ha vivido sin contacto con esto no puede saber manejarse de esta u otra forma en ese momento.

Baki Hanma sabe eso más que nadie, después de todo, técnicamente se ha criado peleando poniendo su vida cerca de la muerte, derramando sangre y sintiendo dolores incontenibles. Contra Hanayama, contra Retsu, contra Jack, contra una gran cantidad de personas. Y ahora, delante de él se encuentra un hombre que desprende enigmas, un tipo que derrotó a Hanayama, un tipo que derrotó a Jack Hanma, su hermano, una persona con un estilo de pelea misterioso y interesante.

Baki intentaba desviar cada emoción de euforia o pensamiento volátil, sabe que no es el momento y se siente un poco avergonzado de pedirlo directamente:

—¿Quieres pelear conmigo?

Se sorprende de si mismo a veces, dedujo que tal vez era esa parte de él insatisfecha como se había mencionado antes, por esa razón mantenía la calma y no decía algo fuera de lugar. Además de que solo hay una persona que él conoce capaz de dejar su moral de lado para priorizar su propia satisfacción y terminar actuando como un irracional animal salvaje: Yujiro Hanma.

—Baki.

La voz de Gouki lo sobresalto, lo miró.

—Tu té se va a enfriar.

—Oh, s-si.—tartamudeo.—No me había fijado.—Tomo la taza y bebió un poco. Lo saboreo en su boca y lo trago.—¡Esta bueno!

—Muchas gracias.—Sonrió.—¿Y qué tal tú, Ohma?

—Lo mismo puedo decir.

—Bueno...—Gouki bebió un poco más.—¿Qué tal tu día Baki?

—Todo normal. No hay nada nuevo que contar.—respondió.

—Ah, bueno, yo he estado aquí entrenando con Ohma.

—Puedo darme cuenta de eso.—dijo.—Me sorprendí al encontrarlo aquí.

—¿Pensaste que lo retaria?—interrumpió Ohma.

—... De cierta forma, si.

—No estas equivocado.—dijo.—Lo hubiera hecho, pero no hubo razón alguna.—aclaró.—Creo que es imposible odiar a este anciano.

Gouki se sintió un poco orgulloso al oír eso. Baki sonrió un poco.

—Si, tienes razón.

—¡Ah!, maldición.—exclamó Gouki.—Se me olvido ponerle un poco más de azúcar, lo lamento chicos.

—No, esta bien.—dijo Baki.—Sabe muy bien. Quisiera que me enseñes a hacer este té, no encuentro como.

—Pasate otro día y te enseñaré.—dijo.—Es fácil a decir verdad, el truco está en las hojas que uses y la cantidad de azúcar.

—Oh, interesante.—comentó.—Yo sé hacer muchos platos, no son tan buenos pero no hay de que quejarse.

—Mientras sean comestibles estan bien hechos.

—Cierto.—rió.—Creo que uno de los mejores cocineros entre nosotros es Retsu.

—¡Oh, por supuesto!, ¡escuche lo que ocurrió en el torneo raitai!, él me dijo que tuvo que prepárate un montón de comida china.

—¡Y estuvo deliciosa!—exclamó.—Y la agua dulce que me dio fue el toque que colmo el vaso.

—Una vez la probé y con cuerdo contigo. Puedes sentir toda la azúcar bajar junto al agua mezclándose todo en tu estómago y propagándose en el cuerpo.

—Mis músculos volvieron a la normalidad después de eso.—contó.—Volvieron de forma muy esquisita.

Ohma Tokita estaba pendiente a cada palabra, no entendía del todo el contexto de sus relatos pero no comentó nada al respecto. No llamó su atención.

—¿Has probado agua de azúcar, Ohma?—preguntó Gouki.

—No.—negó.—Pero suena delicioso.

—Deberías probarlo.—dijo Baki.—Tal vez te ayude con tu entrenamiento.

—Gracias por la recomendación. La probare un día de estos.

Baki asintió.

—Denme sus tazas, volveré en un momento.

Gouki se marchó con las tres tazas dejandolos. Ahora sólo eran dos hombres, musculosos, apuestos, cada uno con una meta, a solas en el comedor.

—Con que tú eres el tal “cazador de dojos”.—Ohma lo miró.—He oído mucho de ti.

—Si. Han corrido algunos rumores.—dijo.—No es algo muy importante.

—Supongo que no.—observó su persona por un instante.—Pero vencer a Hanayama Kaoru no es para decir “algo no muy importante”.

Ohma sonrió un poco, de cierta manera estaba orgulloso de esa pelea, aún con las lesiones recibidas en su momento.

—Esa es una excepción. Y dime, ¿qué hay de ti?

—No tengo mucho que contar. Soy solo un chico de 18 años.—contestó con cierto sarcasmo.

—Que gracioso.—exclamo.—Veo que no hay necesidad de presentaciones. Hemos escuchado lo suficiente el uno del otro, ¿no?

—Podría decirse que si.—dijo.—Aunuqe todavía hay algunos misterios.

—Como saber cuál de los dos es más fuerte.

La frase fue directa, tanto así que Baki se estremeció por un momento, su cuerpo se paralizó y la sangre dentro de él bombeo con fuerza. Era como si fuese a explotar.

Que oportunista. ¿Acaso intenta provocar una pelea o...?—pensó el joven Hanma.—Si, eso también.—pero contestó con normalidad.

—Veo que eso te incomoda, hijo del ogro.

Una vez más el sentimiento palpito dentro de él.

—No, no, para nada.

Baki estaba ocultando sus intenciones y bordeando la situación; no sabía si era producto de su paranoia o si acaso en realidad Ohma quería lo que él estaba pensando.

—Entiendo.—pronunció.—... Sabés, cuando te vi entrando por esa puerta... Pensé que harías algo encontrá mía. Digo, por lo que paso con tu hermano y yo.

Baki apretó sus puños.

—Pero ahora veo que no.

Ohma lo observó, a pesar de que el contrario tenía sus manos debajo de la mesa, posados en sus piernas cruzadas, el pelinegro noto como sus brazos temblaron un poco. Suspiro, sabía que Baki estaba ocultando sus verdaderos sentimientos hacía él, obvio no era por venganza o resentimiento, lo sabe más que nadie que se trata del deseo de combatir.

Analizó al menor, y se impresionó, desde que pasó por esa puerta lo ha estado observando cuidadosamente. Se dio cuenta que Baki es totalmente lo contrario a sus familiares, mientras que Jack es brutal, dominante, serio, despiadado hasta cierto grado y con una violencia y agresividad implacables, al igual que su padre que sin duda alguna se puede considerar una fuerza tan destructiva como un desastre natural o peor, Baki Hanma es como la pequeña oveja del rebaño que no se hace notar y brilla más por su amabilidad. Mientras los otros son fuerzas del caos, él es la representación de la bondad. Se podría considerar de esta manera.

Impresionado porque no sentía una sed de sangre incontrolable, pero a la vez curioso y atento a lo que sea por la calma tan inquietante que transmitía a la vez, Ohma no pudo poseer grandes expectativas al principio. Sin embargo algo que aprendió es lo juzgar un libro por su portada.

Baki por su parte sabía el tipo de conversación en el que se estaba tornando esto, así que dejó de mostrar una faceta tan hipócrita y dejó salir sus verdaderos pensamientos.

—Ohma, ¿quieres pelear conmigo?

Así como sucedió antes, pero esta vez con el nombrado, las pregunta lo tomó por sorpresa.

—Te mentiría si digo que no. Así que si.—contestó.—No me caes mal, eres un buen tipo, se nota. Pe-

—“Quiero saber cual es más fuerte”, no hay necesidad de repetirlo de nuevo.—interrumpió. Lo miro a los ojos, Ohma se estremeció.—Sabía que tarde o temprano esto pasaría.

—Es mejor tarde que nunca. En este caso, temprano.

—Si...

—¿Qué hay de ti?—Baki frunció el ceño.—¿Qué vas a hacer ahora, Baki Hanma?.

—¿A qué te refieres exactamente?

—Bueno, eres el campeón. Yo, seré, tu retador, pero me creo que tenías otros planes. ¿O no?

Suspiro el muchacho.

—Yo rete a mi padre a una pelea.—Ohma se sobresalto por tal cosa.—Lo rete después de derrotar a Ali jr.

—¿Ali jr?, Hmm...—murmuró.—He escuchado sobre él, planeaba ir tras él, porque decían que él tipo era mejor que su padre. O que había mejorado su estilo al máximo.

—Se podría decir que si.—sonrió.

—Pero ahora que sé que tú lo venciste, eso hace más emocionante la pelea.—dijo.

—También derrote a Jack.—confesó.—¡Fue una pelea difícil!, pude haber muerto.

—Jack es una bestia.—exclamó. Sonrió de lado a lado.

—... Oye Ohma, como estamos siendo tan sinceros, quisiera saber: ¿porqué quieres ser fuerte?

—¿Porqué...?

—Si; ambición, codicia, poder, ¿qué?

Ohma rió por lo bajo.

—Al principio solo quería darle una paliza a todos esos fanfarrones que se autoproclamaban como los más fuertes. Eso me llevó a meterme en muchos problemas. Hasta que lo conocí a él, a tu padre.

—¿Peleaste con mi padre?—exclamó sorprendido.—No sé cómo sigues vivo.

—Yo tampoco.—dijo.—Pero desde ese momento supe que él era el más fuerte, entonces quería venganza. La única manera de saber si estaba haciéndome más fuerte era peleando contra los más fuertes, tuve que ir tras Jack Hanma para comprobar si tenía lo suficiente para por lo menos hacerle frente en un futuro. Entrené, lo encontré, peleamos y al final gané.—contó.—Pero me di cuenta que no era por venganza. La derrota que sufrí a manos de Yujiro Hanma no es una razón para sentir rencor o buscar venganza, sino más bien me hizo darme cuenta de lo débil que era. Creí que era fuerte hasta que me dieron una paliza.

—...

—Baki Hanma, quiero pelear contigo porque eres el campeón y nada más por eso. Te pido aquí y ahora, que luches contra mí.

Esa declaración le puso la piel de gallina, esa sensación, la necesidad de lastimar, el violento instinto carcomiendo su ser por dentro estaba saliendo, como un animal encerrado en una jaula, loco por salir de ahí. Fue en ese entonces que Ohma sintió esa tan reclamada sed de sangre de Baki, los ojos del castaño se abrieron en par mirando fijamente al pelinegro mientras su cabello levitaba poco a poco. Instintivamente el cuerpo de Ohma reaccionó de forma similar, dejó salir ese instinto asesino también.

Los espíritus de ambos guerreros estaban en un duelo de ver cual de los dominaba más, Ohma podía sentir el acalorado momento, Baki también, cualquier movimiento que hagan, por más pequeño que fuese, sería el considerado un intento de agredir al otro. Ya no había razón aparente para seguir comportándose tan formalmente, mandaron al diablo eso y mostraron sus verdaderas intenciones; dos animales salvajes, depredadores, un león y un tigre se encontraron en un campo abierto, más que hambrientos, se reconocieron como enemigos al instante.

El primer en hacer un movimiento fue Ohma, en un milisegundo Baki reaccionó. Mucho antes de que Ohma pudiera siquiera culminar su acción, apenas empezandola, el joven Hanma contestó dispuesto a contratacar sea lo que sea; Ohma había usado su predicción, cuya antes logró funcionarle un poco contra Jack, este era una de las técnicas del estilo Niko, Ohma había usado esto mucho antes de cualquier movimiento, sabía que Baki iba a contraatacar, estaba preparado para eso. En un instante, en esa fracción de segundo donde se iba a decidir quién daría el primer golpe, apareció Gouki interrumpiendo lo que pudo haber sido una gran pelea.

—¡Pues si, ¿en qué estábamos?!—exclamó alegre el anciano.

Baki y Ohma se detuvieron de inmediato, estaba en seco, Gouki los miró a ambos.

—¿Qué sucede?, ¿de qué me perdí?

El más pequeño estaba sudando, nervioso, sentía escalofríos en su espalda, sus manos temblaban de la emoción, trató de ocultarlo, sabiendo que estando ahí no lograría contener la necesidad de pelear, se paró de repente antes de cualquier excusa que pudiera decir Ohma.

—Señor Gouki, fue un gusto a ver venido aquí.—tomo su mano, estrechandola con delicadeza.—Muchas gracias por el té.

—¿Uh?, ¿te vas tan pronto?

—¡S-si, recordé que tengo que hacer algo!—mintió.—Nos vemos.

—Esta bien. ¡Que te vaya bien muchacho!—se despidió. Miro a Ohma.—... Es tarde, debería preparar la cena.

Ohma lo miró.

—Oh, no, está bien. Si quiere solo hágase algo para usted.

—¡¿Eh?!, ¡¿También te iras?!

—L-lo lamento. Tengo que madrugar.

—Agh, ok. Buenas noches, Ohma.

—B-buenas noches, maestro shibukawa.

El nombrado solo le sonrió.

Shibukawa entró a la cocina una vez más, para preparar la cena. Dejó salir un largo suspiro.

Sabía que algo estaba pasando. De repente sentí una sed de sangre enorme. ¡Si no hubiera entrado en ese momento tal vez ellos...!

Pensó en eso por un momento, resoplo.

–Ah, maldición.—rasco su nuca.—Creo que acabo de ser testigo de un presagio.














Al día siguiente, Retsu fue convocado por su maestro, Kaku kaioh, por fin iba a conocer a ese viejo amigo del que hablaron ayer. Estaba ansioso, no pudo dormir anoche por culpa de eso. El chino entró a la habitación y se llevó una gran sorpresa.

—Hola, Retsu.—saludo Kaku, a un Retsu con la boca abierta.

—M-maestro, ¿e-ese es?

—¡Si, el mismo!—exclamó exaltado.—Este es el amigo del que te hablé, el líder del Clan Kure, Kure Erioh.

—Buenos días.

Retsu simplemente no podía creer que tenía a tal hombre delante suya. Y lo peor de todo es que no fue solo, había uno de sus nietos, cruzado de brazos en una esquina apoyado contra la pared estaba ese desquiciado hombre.

—Y su nieto, Kure Raian.













Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro