11.
Encuentro.
Tokugawa tomó un sorbo de aquel delicioso té de hierbas, pero no más enriquecedor que la conversación que tenía con su viejo amigo, Orochi Doppo.
—Y dime, ¿cómo te fue con ese tal Ohma?
La leyenda del karate sabía que ahora él se veía más interesado en Ohma que antes, luego de oír sobre la pelea que tuvieron él y Hanayama, no era de esperarse. Doppo solo sonrió.
—Es fuerte el niño, pero necesita aprender más.
—¿Eso significa...?
—Que no ha madurado.—contestó, aclarando la duda.—Eso es lo único que le falta.—dijo.—Digo, cualquiera diría que sólo un tonto se rehusaria a usar el estilo Niko. Y Ohma ese tipo de tonto.—rió por lo bajo.
—Entiendo.—musito.—Aún así es fuerte, ¡venció al yakuza más peligroso y intimidante de este país!, no se puede pedir más. Creo. Si se las arreglo, con o sin ese legendario estilo, es porque le muchacho es fuerte.
—No lo dudo.—suspiro.—Pero pienso que le falta madurar, así será mejor la experiencia a la hora de llevarlo a la arena subterránea, ¿no?
—Hm...—Tokugawa miró de forma despectiva a su amigo, y compañero de té esta agradable tarde.—... Te has encariñado con él.
Doppo se sorprendió por tal declaración.
—¿Disculpa?
Tokugawa rió por la expresión del contrario.
—Es que es la primera vez que te veo defender tanto a alguien.
Doppo dejo dalir un suspiro junto a una sonrisa leve.
—Bueno...—se detuvo por a pensar por un instante.—En realidad, veo potencial en él. Y como el único poseedor del estilo Niko, quiero que madure para tener un enfrentamiento.
—Hm.
—Mi karate contra el estilo Niko, ¿cuál es más fuerte?. Siempre me he hecho esa pregunta, desde la primera vez que vi a Niko Tokita.—contó.—Es solo eso, Tokugawa.
—Con que todo se trata de orgullo.
—Las artes marciales son egoístas, avariciosas, egocéntricas, orgullosas, honorables y arrogantes. Siempre han habido conflictos entre todo tipo de artes marciales.—dijo.—¿Cuál es más fuerte?, ¿cuál es mejor?, esto, aquello y lo otro.—suspiro.—Al final, son como dos tipos obsecionados con la fuerza y poder, discutiendo por ver quién es mejor. Hasta que terminan en una pelea.
—Tienes razón.—pronunció.—Karate, boxeo, muy thai, muay boran, lethwei, taekwondo, todos ellos parecen estar a veces en una competencia por ver cual es mejor.—dijo.—Y luego está el estilo Niko.
—Si.—sonrió.—Espero que Ohma logre dominarlo por completo.
Doppo bebió lo último que quedaba del té, puso con cuidado la taza en el suelo y se incorporó.
—Gracias por el té y la buena charla, ahora tengo que marcharme.
—¡Vuelve cuando quieras!—sonrió mostrando los dientes.
Doppo asintió con una sonrisa y se marchó. Tokugawa observó el suelo por unos instantes.
—El estilo Niko... Me preguntó, si ese hombre ya lo sabe.
Baki salió del mercado, estaba comiendo un helado mientras que en la bolsa que llevaba en mano tenía un par de alimentos para la dieta que siempre sigue. El joven chico miró hacía adelante, sonrió al ver esa vieja cara por esos sitios otra vez.
—Strydum.
—Baki, ¿cómo estás?
—Meh, mejor que antes supongo.—respondió.—¿Y tú?, ¿qué te trae por aquí?
Strydum miró con seriedad a Baki, dejandole en claro al menor cual era la causa de su visita. Baki suspiro, algo cansado.
—Entiendo... Se trata sobre él.
—Vamos a un mejor lugar para conversar.
Baki aceptó y acompañó a Strydum. Los dos se dirigieron a una colina, en una carretera, sentados en el pasto observando el río de haya abajo, miraban el atardecer, una escena un tanto encantadora pero sin dotes románticos.
—Mi padre está aquí...
—Si.—dijo.—Pero no es por lo de tu pelea con él.
Baki sonrió de lado.
—Me lo suponía.—Strydum alzó una ceja.—Hay un chico que está causando muchos problemas por aquí. Pero si mi padre vino por él, supongo que debe de tener algo en especial.
—Hm, no sabía las causas de su regreso o la situación actual. P-
—Es fuerte.—interrumpio.—Venció a Hanayama. Todos están interesados en él.
—... ¿Qué hay de ti, Baki?
—¿Uh?
—Digo, eres el campeón, ¡y no me malinterpretes!, pero eres hijo de Yujiro, sabes como es él.
Baki al oír aquello rió en una fuerte carcajada, cosa que tomó por sorpresa a Strydum.
—Ah... No, no estoy interesado en él.—dijo.—Y ya no soy el campeón, mi última pelea fue con Ali jr, luego de eso me retire y dije que iba a pelear contra mi padre.
—C-cierto, ¡claro, se me había olvidado!—rió nervioso.
—Supongo que no eres el único que se pregunta eso.—expresó.—Y, tal vez, por eso los demás están apresurados por luchar con él.
—Me imagino...
Strydum miró el atardecer, observó los colores naranja opacando el amarillo y dejando a la vista un cielo oscurecido que se aproximaba con el pasar de los segundos.
—¿Has pensado en ir a verlo?—Baki lo miró.—A tu padre, me refiero.
Baki miró cabizbajo un punto fijo en el suelo, pensativo, suspiro y miró el casi anochecer.
—Tú sabes que él y yo no tenemos ese tipo de relación.—contestó.—Pero...
—¿Uh?
—... Nada.—sonrió, avergonzado.—Solo estaba pensando una tontería.
Ohma caminaba por las calles de Tokyo, bebía una botella de agua mientras pasaba entre toda esa multitud de personas. Era de noche, las calles de Tokyo eran bastante hermosas y luminosas, cada sitio llamaba la atención de cualquier extranjero o ageno a ese lugar, aunque Ohma no estaba interesado en meros sitios como esos.
El pelinegro pensaba que Tokyo era un buen lugar, un bonito y agradable sitio donde estar. No sólo era una bonita ciudad, sino que también tenía una variedad de fuertes oponentes. Recordó por un instante la pelea que tuvo con Hanayama, eso le devolvía la sensación de dolor a sus heridas, pero también una sonrisa, estaba orgulloso de haber ganado, aunque se sentía un tanto amargo esa victoria, ganar de tal forma, con un truco sucio y con su fuerza como tal, además de tomar la ventaja de advance.
—Soy débil...
En el fondo lo sabe, que no es nadie, que todavía sigue siendo el mismo debilucho salvaje de antes, pero una parte suya solo decía que una victoria es una victoria, además de que aquello fue una pelea sin reglas así que no importa la forma de la victoria. Al final, él ganó.
Ohma recordó que una vez Niko le habló de Tokyo, que era un buen sitio donde estar, una bonita ciudad, con buena comida, buenos sitios y etc; una vez también le menciono que irían ahí, pero nunca fue así. Acordándose de eso, la imagen de Orochi Doppo apareció en su mente, recordando los pequeños momentos que tuvieron juntos, algo se regocijo dentro de él. ¿Acaso era afecto?, ¿el cariño de la compañía de otro?, nunca había experimentado eso antes, después de todo, siempre fue un perro callejero en una ciudad perdida.
Alguien detuvo el paso del protagonista, ese alguien podría decirse que era un algo tambien. Alto, musculoso, piel morena, bronceada, un largo cabello rojo, como el vino, sus ropas negras que parecía iban a hacerse pedazos por lo ancho que eran esos musculos. Los ojos de Ohma se abrieron de par en par, impresionado por la presencia delante suya, pensar que exista alguien así en este mundo era increíble.
La criatura más fuerte del mundo, Yujiro hanma, están frente a Ohma Tokita, con una sonrisa de extremo a extremo mirándolo como si fuera una presa. El cuerpo de Ohma se estremeció un poco al hacer contacto visual.
—Ohma Tokita.—pronunció.—Es un gusto, supongo. Al único heredero del estilo Niko.
El menor no supo que decir, estaba demasiado impactado como para decirle algo a ese hombre. Monstruo. Hasta que por fin armo algo de valor y coraje.
—¿Quién eres?
—Soy Yujiro Hanma.—respondió.—Algunos me dicen: la criatura más fuerte de este mundo, o el ogro.—agregó.—Ahora, ven, sígueme.
—¿Uh?
—Esta será una buena noche.
______________________--____--____-_____
Muy bien, me he tardado mucho en actualizar, pero mi razón es que me tome unas vacaciones y estoy teniendo algunos asuntos que resolver aquí en casa.
Pero eso a ustedes no les importa solo quieren leer esto.
Veré si puedo actualizar más seguido, creo que me siento lo suficientemente bien mentalmente como para continuar aunque sea este fic.
Adiós.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro