OO7 | CONECTAR
ROSE CARELL
Los días pasaban haciéndome ser consciente de cómo todo había cambiado, seguía haciéndolo, llegando a hacerme pensar que quizás fue lo mejor que Jason terminara con nuestra relación y su grupo acabara por excluirme por completo. Pues, gracias a eso Alex y yo habíamos vuelto a acercarnos y hasta su grupo me incluía de verdad como tanto deseé tiempo atrás que lo hiciera el de mi exnovio. Esta vez no había burlas hacia mí, me sentía en verdad cómoda, tomando confianza de a poco al notar que eran distintos, y aunque Oliver nunca apareció cuando quedamos en vernos en la estación para pasar tiempo juntos, se disculpó conmigo siendo sincero con lo que sucedió, ya que al parecer Jungkook habló con él.
No estaba para nada molesta con eso, además su arrepentimiento se me hizo sincero y no quería tener problemas para nada en este nuevo grupo, menos al notar que era una de las personas que más parecía querer que me sienta incluida. Además de eso, el que no apareciera esa tarde logró que Jungkook y yo tuviéramos más acercamiento, lo que necesitaba que pasara. Y aquella tarde que todos nos juntamos, me sorprendí demasiado de que acabara aceptando mi amistad, pero a la misma vez me emocioné, ya que eso significaba que podría conocerlo mejor y ayudaría con mi inspiración, aunque, claro, él no estuviera nada enterado de que lo usaría como mi musa, pero es que esa última vez que me salvó, al caminar hacia mi departamento y notar cómo se puso con mi beso, terminé por confirmar que lo sería.
Lo malo era que aún no se me ocurría demasiado para la trama de mi novela, pero lo bueno era que para el guion ya había comenzado a escribir. Estaba frustrándome demasiado el no saber qué podría escribir para la novela, solo me quedaba observando la laptop, pensando y pensando, esperando que la inspiración llegara, pues hasta me vi incontables películas románticas, como también traté de leer novelas, pero todo me resultaba tan cliché.
Estaba odiando aún más lo romántico.
Al salir escuché los gritos de Alex, el cual me llamaba para que me acercara al encontrarse con algunos de los del grupo, sentados debajo de un árbol en el que estaba apoyado. Morgan, Rachel y Oliver estaban allí, por lo que al acercarme los saludé y Oliver inició la conversación.
—No se preocupen, ya he comenzado a escribir el guion —confirmé notando cómo se relajaban—. Solo necesito sacar un poco de información de alguien.
—¿De alguien? ¿Por qué? —interrogó Oliver.
—Oh, ustedes tranquilos. Yo me entiendo.
—Pero...
—Lo tendré listo muy pronto.
Había decido interrumpir a mi primo, ya que no quería para nada que supieran a lo que me refería, pues no sentía que fuese tan bueno decirles que era porque se trataba de Jungkook. Algo me decía que muy probablemente no les agradaría, además que tampoco era como si él supiera lo que estaba intentando. De todas maneras, no lo veía como algo malo, siempre había utilizado a una musa, y era algo normal que todos sabían. Las personas que escriben necesitan una para la inspiración, así como Jungkook necesitaba a la hora de pintar, supongo, ya que nunca vi uno de sus cuadros.
Aun así, no sabía cómo podría tomárselo, con él no sabía nunca nada en absoluto. No lo veía como alguien que era fácil de leer, pero esperaba que me comprendiera, o mejor aún, que jamás supiera que estaba utilizándolo como musa. Pues, no quería que cuando dejase de utilizarlo e interesarme todo sobre él pudieran las cosas terminar mal, ya que pertenecíamos al mismo grupo, además que estábamos formando una amistad y se me hacía hasta agradable.
Quería poder conservar su amistad aunque mi interés por él y su vida ya no fuera el mismo.
Como mencioné anteriormente, él debía comprenderme.
—¡JK! —exclamó Alex.
Escuchar eso hizo que levantara la mirada notando cómo se acercaba rápidamente mientras tomaba una de las correas de la mochila, pareciendo hasta algo... ¿Emocionado?
—¡Rose, quiero enseñarte algo!
Confirmarlo y más por la emoción de su voz hizo que abriera los ojos a la par mientras él tomaba asiento a mi lado, quitándose la mochila para abrirla.
—¡Hey! ¡¿A nosotros vas a ignorarlos?!
Jungkook rodó los ojos, deteniéndose, para luego inclinarse hacia atrás y girar la cabeza para verlos.
—¿Qué quieres, Alex?
—Hola, Jungkook. ¿Cómo te fue hoy?
—Bien.
Ignorándolo nuevamente por completo mientras Oliver y Morgan se reían de mi primo que parecía indignado, Jungkook volvió a inclinarse hacia adelante para sacar de su mochila un libro.
—Mira lo que tengo, Rose.
Estaba entre confundida y algo sorprendida por cómo cambió su tono de voz volviendo a la emoción hasta con una sonrisa al verme, enseñándome aquel libro en sus manos.
—¡Ah! ¡¿Tienes mi libro?!
—¡Sí! —Asintió repetidamente con la cabeza.
Se lo quité observando aquella tapa negra con detalles blancos con el título "Amnesia", sintiendo que la emoción me envolvía, aunque ya lo había visto muchas veces y hasta conservaba dos en mi departamento. Uno de esos que pensé en regalárselo a Jason, pero no aceptó al no gustarle para nada leer. Y es que a pesar de que era mi segunda novela, la emoción de saber que alguien lo tenía, no desaparecía.
Al levantar la mirada nuevamente, fui consciente de que Jungkook me observaba con atención y conservando la sonrisa.
—Es el segundo libro de "Thriller" que tengo en la estantería, y espero que este sí valga la pena.
Lo observé indignada mientras él volvía a tomar el libro, rozando nuestras manos y soltando una risilla, para luego tomar la mochila y colocarla detrás de él, recostándose, apoyando la cabeza en esta.
—Sí la valdrá.
Estaba algo indignada por su comentario, pero al verlo recostado y abriendo el libro donde anteriormente tenía el marcapáginas que ahora estaba apoyado en su pecho, decidí imitarlo, observando cómo parecía concentrado en retomar la lectura.
—¿Por dónde vas? —pregunté curiosa, queriendo inclinarme más hacia su lado para poder ver.
—Apenas por el capítulo cuatro —respondió observándome por un momento—. Lo compré ayer. No quise decirte por mensaje, prefería verte y mostrártelo.
Observé cómo volvía a sonreír, aunque esta vez sin enseñar los dientes, lo que me hizo sonreír a mí también.
—¿Sabes? Si lo querías podrías haberme dicho y te regalaba uno. Tengo dos.
—Pues, ¿no es mejor que lo compre? —Frunció el ceño, sin apartar la vista de la página—. Además, solo me tardé porque necesitaba otros libros para estudiar y estuve ocupado con otras cosas.
—Está bien. ¿Y te va gustando?
Jungkook giró su cabeza a verme, frunciendo ligeramente los labios como si estuviera pensando, lo cual me hizo sonreír al pensar que eso le daba un aspecto demasiado tierno.
—Te daré toda mi opinión cuando acabe.
Sin más volvió la atención a la lectura mientras yo quedaba sorprendida, ya que pensé que en verdad me respondería la pregunta que le hice. Suspiré mirándolo por otro momento más cómo volvía la concentración a la lectura, hasta que recordé que no estábamos solos pese a que sí un poco apartados a comparación de cómo estaban sentados los demás.
Miré hacia mi lado sorprendiéndome y confundiéndome al notar que Morgan y Rachel ya se habían levantado y estaban alejándose mientras que Oliver estaba levantado y Alex estaba por levantarse. Al conectar nuestras miradas me sonrió con picardía y guiñó el ojo haciéndome desconcertar por completo.
En ese momento la vergüenza me invadía por completo, por lo que sintiendo mi rostro arder volví la concentración a Jungkook, rogando que no haya notado nada de eso, pero claro que no lo hizo. Estaba tan concentrado en la novela, lo que agradecí de alguna manera, aunque también comenzaba a sentirme ignorada como anteriormente mi primo.
(...)
Al acabar la clase estaba algo agotada, deseando poder marcharme a mi departamento de una vez para descansar. Pues, la noche anterior, Jungkook me había escrito por lo que había leído pareciendo bastante sorprendido, haciéndome preguntas al respecto que intenté ignorar, logrando solamente que comenzara a contarme sus teorías y me hiciera reír.
La verdad es que no me había esperado para nada que se atreviera a enviarme un mensaje, pues aunque formáramos una amistad, yo no me atrevía a hacerlo porque no sabía cómo podría tomárselo, además que no se me ocurría alguna excusa para poder acercarme más. Y el hecho de que él fuera el primero en hacerlo y nos quedáramos hasta tarde conversando, me hacía ilusionar con la idea de que esta vez podría gustarle y yo obtener una buena reseña de su parte, aunque tampoco sabía por qué la deseaba tanto, cuando de igual manera con las dos novelas recibí malos comentarios que me esforcé demasiado por ignorar y concentrarme solamente en los buenos. Pero parecía ser que muy probablemente no logré acostumbrarme a los malos, ya que el solo recordar los comentarios de Jungkook sobre mi primera novela me hacía molestar.
—¡¿Ya te vas?!
No pude evitar sobresaltarme ante aquel grito, lo que hizo que luego volteara a ver molesta a mi primo que me sonreía inocente.
—Me asustaste, Alex.
—Lo siento.
Escuché cómo soltaba una risilla por lo bajo mientras retomaba el camino por el pasillo hacia la salida, tranquilamente, algo que llevaba haciendo unos días al saber que Patrick seguía sin regresar a la universidad, aunque su grupo de amigos seguían asistiendo, pero sin él casi no se notaba su presencia, lo que era bueno. Si de algo estaba segura, es de que no era la única que se sentía aliviada.
—Estoy cansada...
No pude terminar de hablar, cuando sentí el celular vibrar en el bolsillo de mi chaqueta, por lo que lo saqué. Al ver que era un mensaje de Jungkook, no dudé ni un segundo en abrirlo.
Jungkook
¿Terminaste con tus clases?
Estoy por marcharme.
Jungkook
Vamos a Art Deco.
Abrí los ojos a la par, ¿acaso esa era su forma de invitar? ¿No le importaba saber si realmente tenía ganas de ir y con él? No era muy agradable, pero si lo pensaba con claridad, se trataba de Jungkook, así que no podía esperar que lo hiciera como la gran mayoría.
Jungkook
Esperame unos minutos que termino algo y vamos juntos.
—¿Qué sucede? ¿Quién es?
Levanté la cabeza encontrándome con la mirada curiosa de mi primo.
—Oh... Es Jungkook.
—¿Jungkook? ¿Jungkook te escribe? —Arrugó el rostro, por lo que asentí algo desconcertada—. ¿Qué te puso?
—Me invitó a Art Deco, o bueno... Más bien me ordenó a que vayamos.
Alex se detuvo, por lo que hice lo mismo notando cómo me observó con los ojos abiertos a la par.
—¿Por qué pones esa cara? ¿Qué sucede?
—Eso es... Raro —explicó pareciendo algo pensativo para retomar el camino y salir de la universidad—. A veces y más ahora me pregunto si Jungkook nos soporta, porque a nosotros jamás nos ha invitado a nada, es más, tenemos que obligarlo a que salga con nosotros.
Estaba algo sorprendida por sus palabras, pero semanas atrás, luego de esa tarde que nos hicimos amigos, fuimos todos a Art Deco, y si lo pensaba bien, Jungkook si parecía algo obligado a convivir con nosotros, pues solo aceptó tomar un batido y se la pasó concentrado en continuar leyendo una novela. Solo había hablado un poco con Anya y conmigo que estaba sentada frente a él, y fue porque me atreví a hacerle algunas preguntas sobre la novela, hasta me respondió algo contento quitando aquella expresión de molestia.
—Pero con Anya es distinto...
—Bueno, ese es otro caso, aunque la cercanía de ellos no es nada a comparación de antes.
—¿A qué te refieres?
—No digas nada, pero... Con el grupo sospechamos que fueron novios —comentó por lo bajo, inclinándose hacia mi lado.
Alex asentía repetidamente con una pequeña sonrisa mientras yo fruncía el ceño, pensando en sus palabras.
—¿Por qué creen eso?
—Por la cercanía que tenían, además a Anya se le escapó algunas cosas —Se encogió de hombros—. Pero bueno, aún no me creo que tú sí hayas logrado acercarte a él y los demás llevemos como dos años intentándolo.
—Pero...
—¡Rose, aquí estás!
Al escuchar esa voz, volteé observando cómo Jungkook apresuraba su paso hacia nosotros, por lo que decidí callarme sintiendo cómo los nervios me invadían al detenerse frente a mí y permitirme sentir su intensa mirada.
—¡Oye! ¡Estoy aquí también! —reprochó Alex.
—Sí, lo sé.
—¿Y cuándo piensas invitarme a mí también a hacer algo?
—Cuando tenga ganas.
—¿Y eso cuando crees que sea?
—Nunca.
Observé con los ojos abiertos a la par cómo Jungkook le contestaba con simpleza, como si no le importara la indignación de mi primo, por lo que tuve que presionar los labios para no reír. Al notar que Jungkook había fijado su mirada en mí, nuevamente, la bajé a sus brazos donde llevaba las mangas de su suéter dobladas, permitiéndome ver sus brazos y manos.
—Oye, ¿qué tienes en el brazo?
Lo tomé algo curiosa, llegando a creer que podría ser una marca, pero al notar que era tan solo pintura celeste, algo en mí se alivió, aunque a la misma vez fue como si sintiera cierta... ¿Decepción? Quizás debía dejar de pensar tanto en el guion.
—Ah, tienes pintura.
—Oh...—Jungkook se observó bajando sus mangas, confundiéndome al notar cómo sus mejillas se sonrosaban—. Es que me apresuré a limpiarme porque quería verte. ¿Vamos?
Intentando procesar con la simpleza con la que confesó eso, miré a mi primo que lo observaba con los ojos a la par y boquiabierto, permitiéndome saber que estaba tan sorprendido como yo. Cerré y abrí la boca queriendo obligarme a hablar, ya que Jungkook seguía esperando que dijera algo.
—S-sí, vamos.
—Perfecto.
Él comenzó a caminar, por lo que intenté reaccionar siguiéndolo torpemente.
—¡Adiós, Alex!
Mi primo solo levantó la mano volviendo su mirada a Jungkook, como si siguiera también intentando procesar lo que había dicho, lo que lograba que me sintiera menos tonta.
Al llegar al lado de Jungkook caminamos las pocas cuadras en completo silencio, yo por momentos observándolo, llegando a preguntarme si acaso se sentía tan cómodo, pues podía notar sus facciones relajadas, lo que tan solo me daba a entender que en verdad no le dio importancia alguna a lo que me dijo minutos atrás, cuando Alex y yo estábamos demasiados confundidos y sorprendidos. Pero quizás tenía que ver con el hecho de que, como me dijo aquel día que me salvó, no sabía mentir.
Ya no quería seguir pensando en eso, y al llegar y que él escogiera una mesa que era donde tiempo atrás lo veía siempre sentado solo, un camarero se acercó a tomar nuestra orden. Con Jungkook había mantenido cierta seriedad, pero noté cómo conmigo habló con más confianza, hasta sonriéndome, pues venía seguido y la mayoría de veces lo veía, así que suponía que por más que Jungkook viniera seguido, su forma de comportarse no permitía que Saul actuara también con confianza.
Al volver mi concentración hacia el frente donde estaba sentado mi acompañante, me sorprendí al notar que estaba abriendo el libro.
¿Acaso había sido tan estúpida como para pensar que hablaríamos como amigos normales, ya que él me había invitado, o más bien, ordenado que lo acompañara?
Sí.
Suspiré apoyando el mentón en mis manos, hasta que él levantó la mirada dejándome ver sus grandes ojos oscuros.
—Esas pesadillas son recuerdos de Callum, ¿verdad?
—¿Qué?
—Anoche no quisiste responderme nada, pero ahora hazlo —Suspiró—. Es mejor que Callum no recuerde nada de su pasado, ¿cierto?
Solo lo observaba intentando procesar todo, encontrándome con su expresión rogante que también demostraba algo de frustración mientras que Saul dejaba nuestra orden en la mesa.
—¡Que lo disfruten!
—Gracias —Asentí devolviéndole la sonrisa.
—¿Rose? —Jungkook habló llamando mi atención otra vez—. Él debería quedarse con la nueva vida que tiene, junto a Kirsten. Se está enamorando de ella.
—¿Tú crees?
Decidí centrarme en probar un bocado del pastel de chocolate, ya que no quería darle información alguna.
—¡Claro! Va seguido a la tienda, a pesar de que solo vaya a la noche y para comprar cigarrillos. Además se menciona que le gustan las conversaciones que tienen, que no puede dejar de mirarla, que despierta su curiosidad y llega a pensarla, ¿acaso eso no es señal de que está despertando sus sentimientos? —cuestionó pareciendo aún más frustrado.
—No lo sé...
—¡Dime, por favor! —pidió algo sobresaltado—. Es decir... En los libros que he leído siempre es una señal, así que no me confundas. Tiene que serlo —Asintió repetidamente—. Esto está estresándome. A pesar de que ya llevo demasiadas páginas, son más las que me quedan y él sigue sin recordar. Kirsten ya no quiere saber más nada sobre volver a conocer a otro hombre e intentarlo, pero él parece ser diferente, así que, ¿qué pasa si no fue un buen hombre en el pasado? ¿Ella no va a aceptarlo? ¡Dime algo, Rose!
Solo solté una risotada porque se me hacía muy gracioso notar su gran desesperación por solamente un libro, y más el hecho de que fuera mío, que había tenido algo de miedo porque no llegara a gustarle.
—¿Por qué te ríes? —Frunció el ceño—. ¿Qué es lo gracioso para ti?
—Nada, nada. Lo siento.
Me cubrí los labios con la mano intentando contener la risa mientras él se inclinaba hacia adelante con el ceño todavía fruncido.
—Todo va a tornarse muy mal en los siguientes capítulos, ¿sí o no?
—Jungkook, no voy a hacerte spoiler.
—¡Pero es para prepararme! Me había ilusionado con que Callum y Kirsten tuvieran una buena relación. Sé que no es de las novelas románticas que leo, pero todo se siente demasiado bien entre ellos y eso me gusta bastante.
Jungkook se encogió de hombros mientras yo reía por lo bajo, negando repetidamente con la cabeza, concentrándome otra vez en el pastel.
—Solo lee y lo sabrás.
Pude verlo rodar los ojos antes de volver su concentración en el libro, apoyando una de las manos en la mesa, rozando el dedo índice con la página mientras en la otra apoyaba el mentón, permitiéndome ver algunos mechones rizados de su flequillo, aunque llevaba un sombrero pesquero.
Bien, ahora era cuando la inspiración empezaba a llegar y me preguntaba, por el momento, ¿qué es lo que sabía de él?
Le gusta pintar.
Siempre que venimos aquí, pide el batido de plátano con miel y canela, por lo cual debe ser su favorito.
Ama leer y sus novelas favoritas son las de romance.
Odia el contacto visual.
Puede llegar a ser demasiado tímido.
No tiene miedo de ser bastante sincero, aunque los demás puedan molestarse.
Le gusta que le pregunten sobre lo que le gusta hacer. Eso hace que hable demasiado.
Con la mayoria de personas parece mantener cierta distancia física como emocional, incluso de su grupo de amigos.
Y hay algo que se esfuerza por ocultar.
Ah, ¿qué podía escribir utilizando el género romance y con Jungkook de musa?
¿Una historia donde estuviera enamorado de su mejor amiga, pero ella no lo sabe y está enamorada de alguien que no le conviene?
El solo hecho de estarlo imaginando con el corazón roto, sus ojos llenos de lágrimas y rogando poder ser amado por la protagonista, hacía que sintiera una presión en mi pecho.
No.
No podía ser capaz de inspirarme imaginando cómo llegaba a sufrir en incontables ocasiones.
Además, esa trama es tan cliché.
Al salir de mis pensamientos pude notar cómo sus mejillas estaban sonrosadas y ahora la mano con la que anteriormente su dedo índice rozaba la página, estaba cubriendo parte de una de sus mejillas y sus labios.
Algo más que tenía sobre él, es que se sonroja demasiado.
—¿Puedes dejar de mirarme? —preguntó sorprendiéndome.
—Oh, ¿por eso estás tan sonrojado?
Intentaba no reír mientras él levantaba la cabeza y se cubría las mejillas con sus manos, abriendo los ojos a la par.
—N-no lo estoy.
—Estoy viéndote —respondí antes de tomar un sorbo de mi batido.
—¿Sabes qué? Iré al baño.
—Bien.
Lo observé alejarse, por lo que suspirando tomé mi celular que estaba en la chaqueta, frunciendo el ceño al recordar que ayer había olvidado contestar los mensajes que el usuario extraño me envió a la mañana.
rosecarell
Hey, lo siento por no contestar.
He estado ocupada.
¿Cómo estás?
La verdad es que no era tan cierto lo de estar ocupada, además no es que tomara mucho tiempo responder un mensaje, por lo que sentía algo de culpa, más por el hecho de que habíamos comenzado a enviarnos mensajes bastante seguidos. Ya me había acostumbrado a eso.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Vaya, pensé que no me contestarías más.
rosecarell
Oh, ¿querías que te hablara?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Vuelve a leer el mensaje.
No dije eso.
rosecarell
Bueno, ya.
Lo siento por no haberte respondido.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
No tienes que disculparte tampoco.
rosecarell
Genial.
Necesito tu ayuda.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿Para qué?
rosecarell
¿Cómo le sacas conversación a
un hombre?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿Qué?
¿Por qué me preguntas eso?
rosecarell
YA DEJA DE PREGUNTAR Y AYÚDAME.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Yo qué sé.
Tampoco es que me interese
socializar con alguien.
Al leer eso, suspiré frustrada, ya que sentía que era la persona que más confianza me daba para pedirle ayuda en algo como eso, pero podía ser que tuviera una personalidad parecida a Jungkook, por lo que era imposible que pudiera servirme de algo.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿A quién quieres hablarle?
rosecarell
Olvídalo.
Tendré que pensarlo yo.
No me sirves.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Oye, tratame bien.
—¿Qué les pareció el pastel de chocolate?
Al escuchar esa voz, bloqueé el celular mientras levantaba la cabeza, encontrándome con Saul mientras el celular me vibraba en las piernas.
—Oh, es delicioso —respondí con sinceridad y una media sonrisa nerviosa, ya que no me esperé para nada que pudiera acercarse a conversar.
—¿En verdad?
El notar su emoción, me confundió.
—Sí, ¿por qué...?
—Pues, es que yo lo he preparado —mencionó algo avergonzado.
—¡¿En serio?!
—Sí, amo la pastelería, hasta estoy pagándome un curso, por eso trabajo aquí y decidí también hacer algunos pasteles para...
Al sentir una presencia, Saul tanto como yo observamos a Jungkook que se acercaba con el semblante serio mientras nuestras miradas se conectaban.
—Bueno, los dejo que sigan disfrutando —Saul habló algo nervioso, pasando por el lado de Jungkook que ni siquiera se inmutó ante su presencia.
—Gracias, Saul —Mi voz salió casi por lo bajo, observando cómo se dirigía a la barra para rodearla, regalándome una última sonrisa—. ¿Estás bien, Jungkook?
Él tan solo asintió, desconcertándome al cerrar el libro para guardarlo.
—Oye, no has tocado el batido ni el pastel. Prueba el pastel, lo hizo Saul, ¿puedes creerlo?
—Sí, ¿qué podría tener de especial?
Abrí mis ojos a la par ante su respuesta, sin saber cómo más intentar conversar con él que comenzó a tomar su batido.
(...)
Así el tiempo pasó, sintiéndome demasiado incómoda al no saber cómo intentar conversar con él, ya que sus respuestas no ayudaban para nada, además que su humor parecía haber cambiado, aunque tampoco era que lo entendiera y supiera qué esperar de él. Pero una vez que salimos de Art Deco y nos dirigimos hacia la estación, Jungkook parecía más relajado. Se me hacía tan difícil de leer que me hacía preguntarme si estaba realmente segura de usarlo como musa porque veía imposible poder acercarme más a él y averiguar lo que seguía intentando ocultar.
Una vez que estábamos en el metro, me frustré por completo por el hecho de lo lleno que estaba, siendo imposible conseguir un lugar para sentarme. Jungkook había tomado la barra, pero observé al hombre que estaba a su lado que no dejaba lugar alguno para que pudiera colocarme también allí, además que estaba concentrado en su celular, mientras que del otro estaba una mujer. Solo me quedé frente a él, tomándome del asiento en el que iba una mujer junto a su hijo pequeño.
En un momento, al detenerse, fue como si fuese empujada hacia adelante, lo cual me hizo perder el equilibrio, pero rápidamente sentí un brazo rodearme. Al levantar la cabeza encontrándome con la mirada de Jungkook, sentí mi rostro arder por la vergüenza.
—Ven.
Ejerció algo de fuerza al rodearme la cintura con el brazo libre, haciendo que acabara más cerca de su cuerpo y observando su pecho, por lo que cerré los ojos con fuerza sintiéndome todavía arder por la vergüenza.
—Lo siento. Sé que debes odiar el contacto físico...—mencioné todavía intentando controlar la vergüenza y los nervios que me invadían, más al sentir cómo el aroma a su colonia inundaba mis fosas nasales, pero eso era también en parte un gran alivio.
—¿Por qué lo dices?
Eso me hizo fruncir el ceño, pues había notado que siempre mantenía cierta distancia de las personas, aunque la persona de las fotografías y Anya eran la excepción, a pesar de que ella era la que buscaba la cercanía, pero eso tampoco parecía incomodarle mucho a Jungkook.
—N-no lo sé, lo supuse porque siempre pareces mantener la distancia.
—Pues, en parte es cierto, pero no me molesta el contacto físico con las personas que conecto.
—¿Y tú crees que conectas conmigo? —Me atreví a preguntar, levantando la cabeza para encontrarme con sus ojos oscuros que me observaban con curiosidad.
El metro volvió a detenerse, por lo que Jungkook me tomó con más fuerza y jadeé por la sorpresa, empuñando uno de los costados de su suéter mientras las personas bajaban y otras subían. Tenía mi frente apoyada en su pecho, pero en eso acabé sorprendiéndome al sentir cómo me apegaba todavía más y apoyaba su mentón en mi cabeza, abrazándome.
—Sí.
—¿Qué...?
—Siento que estoy logrando conectar contigo, Rose.
¡Hola!
¿Qué les pareció este nuevo capítulo? ¿Les gusta la cercanía que están teniendo Rose y Jungkook? Sé que puede parecer algo extraño el cambio de él, ¿así que les gustaría que el siguiente estuviera narrado por él así lo comprenden?
Ahora quiero informarles que seguramente ya queden unos cuatro capítulos para el final, de igual manera la historia contará también con un Epílogo jujuu
Espero que les haya gustado, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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