OO3 | TÍMIDO
ROSE CARELL
Rápidamente lo tomé desbloqueándolo, sorprendiéndome al ver que sí se trataba de él y era un mensaje.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Sé quién eres.
Al leer ese mensaje, abrí mis ojos a la par sintiendo cómo mis latidos se aceleraban, preguntándome cómo eso era posible. Estaba llenándome de temor, mordiendo con fuerza mi labio inferior sin importar si llegaba a lastimarme.
¿Cómo podía conocerme? ¿De dónde? ¿Había visto el video? ¿Ahora me enviaría mensajes desagradables? ¿Qué quería de mí?
¿Por qué seguía siendo tan estúpida cuando de desconocidos se trataba? Parecía que me gustaba ponerme en peligro, pero en realidad tan solo había buscado la forma de no sentirme tan sola, de poder recibir aunque sea un mínimo de apoyo.
Con mis manos temblorosas, me dispuse a intentar responderle.
rosecarell
¿Es en serio?
¿Estás jugándome una broma?
¿Eres un psicópata o algo así?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Sí.
No.
No.
rosecarell
¿Cómo?
¿De dónde me conoces?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Pues, solo te faltó poner a la Universidad que vas.
Tienes tu nombre y apellido como también una fotografía tuya.
En ese momento, volví a respirar, ya que claramente entendía que solo se refería a eso, no que me conocía realmente.
rosecarell
Oh, ¿lo dices solo por eso?
Sí estabas bromeando.
Pensé que me conocías en persona
o algo así
Me asustaste.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿Qué?
¿Cómo llegaste a esa conclusión?
Disculpa, pero es algo tonta.
Claro que me refería a que te conozco en persona.
Mis ojos se abrieron a la par mientras el oxígeno abandonaba por un momento mis pulmones. Estaba paralizada.
Quizás había sido más que tonta, estúpida, pero es que quise ilusionarme con el hecho de que no me conociera.
rosecarell
¿De dónde nos conocemos?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Estudiamos en la misma Universidad.
Un nudo se había formado en mi garganta provocando que se me dificultara tragar.
¿Por qué tenía que sentirme de esta manera porque alguien me conociera? No era capaz de soportarlo. Quería por fin liberarme de la pena de ser yo, olvidarme de la humillación, de ese maldito video y ya no tener que cargar con el peso del dolor.
rosecarell
Por el vídeo, ¿verdad?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
No.
rosecarell
¿Entonces?
¿Hemos hablado?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
No exactamente.
rosecarell
Dime quién eres.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Eso no importa.
rosecarell
CLARO QUE IMPORTA.
Necesito saber cómo te conozco.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
No te lo diré.
Y tampoco es justamente por lo que te escribí.
Solo te diré que no sabes lo que deseas.
No tienes ni una idea de lo que es intentar cualquier cosa. Intentar una y otra y otra vez, pero que no haya diferencia alguna.
No importa lo que hagas, no consigues sentir.
rosecarell
Lo siento.
Debí pensar antes de escribirte eso.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Ya no importa.
¿Volverás a la Universidad?
rosecarell
¿Por qué me preguntas eso?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿Tiene algo de malo?
rosecarell
La verdad es que me asusta el pensar
que tú me conoces y yo no sé quién
carajos eres.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Está bien.
Si regresas, entonces espero que no
sea tan malo para ti.
Ya encontrarán a alguien más a quien
joderle la vida.
rosecarell
Vaya, me sorprendes.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿Por qué?
rosecarell
Entonces, ¿no tienes una mala opinión
de mí?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿Acaso no es obvio que no por lo que
te comenté el otro día?
rosecarell
No lo sé.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿Por qué te importa tanto lo que opinen
las personas de ti?
rosecarell
Lo siento.
No puedo evitarlo.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Mientras siga importándote, no la
pasarás bien si regresas a la Universidad.
rosecarell
Vaya, tú sí que sabes ayudar a que
tenga ánimos de volver.
Me dices algo así, pero ¿qué pasa
contigo?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Solo estoy siendo sincero.
¿Conmigo?
rosecarell
Sí.
El que no quieras decirme quién rayos
eres me hace pensar que es porque
tienes miedo de lo que pueda llegar
a pensar de ti.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Parece que tienes talento para sacar
conclusiones tontas.
rosecarell
¿Qué carajos te pasa?
Dijiste que no tenías mala opinión sobre
mí y me escribes estas cosas.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Y de nuevo.
No sé de dónde sacas que el que
no te diga quién soy es por miedo
a lo que puedas opinar de mí.
Claro que no es por eso.
Si no tengo una opinión mala acerca
de ti y no quiero decirte quién soy es
porque solo te he visto algunas veces
y no me interesa en lo absoluto conocerte.
Qué descanses. Adiós.
Solo me quedé con los ojos abiertos a la par, leyendo sus mensajes una y otra vez, sin poder comprender porqué me comentó y escribió luego siendo tan grosero. Por un momento había creído que podríamos tener una buena conversación, quizás ayudarnos mutuamente y comenzar una amistad. Pero, como últimamente pasaba seguido, quedaba como estúpida.
(...)
Las horas pasaron tan rápido para mí, llegando el momento de regresar a la Universidad como en un abrir y cerrar los ojos. Y cuando tuve que entrar, el sentir todas las miradas como también el escuchar algunos murmullos, hizo que tan solo recordara a aquella Rose que solía estar llena de alegría y energía, llegando con una sonrisa al pensar en que vería a su novio, como también intentaría agradarle de una vez por todas a sus amigos.
Aquellos días parecían tan lejanos que sentía a esa Rose una completa desconocida. Ahora solamente conocía el miedo al presentarme otra vez. Aquel se había convertido en mi compañero constante desde que los días se volvieron difíciles. Y mientras más me concentraba en las intensas miradas, escucharlos murmurar, recibir comentarios desagradables, hizo que comenzara a temer el no poder ser lo suficientemente fuerte para superar este primer día.
Y si no podía con solo un día, ¿cómo haría con todos los siguientes? ¿Qué pasaría con mis estudios? ¿Sería capaz de abandonar?
Agradecí cuando la clase acabó, pero el caminar por el pasillo, volver a las miradas y comentarios, hizo que quisiera apresurar el paso, deseando poder llegar de una vez por todas al baño para poder encerrarme en uno de los cubículos antes de que mis lágrimas acabaran traicionándome y escaparan siendo vistas por todos allí. Sabía que si me veían así, entonces tendrían más motivos para seguir usándome como objeto de burla.
—Miren esto —escuché decir una voz masculina, que decidí ignorar por completo, como hacía con las demás.
No podía comprender cómo todavía en la Universidad había personas que podían actuar tan inmaduras como si todavía estuvieran en el colegio. Era como si no tuvieran nada interesante para hacer.
—¿Qué pasa, muñeca? ¿Hoy tienes frío que andas tan tapada? —preguntó burlonamente inclinándose hacia mí, pasando el brazo por mis hombros.
El sentir su respiración chocar contra mi mejilla, me hizo chillar. Al alejarme sobresaltada, lo vi masticar chicle mientras reía y sus amigos soltaban carcajadas como si sus desagradables comentarios y el que me asustara fuera realmente divertido. Observé cómo a mi alrededor todos me miraban, algunos como si también les divirtiera la situación mientras que otros murmuraban al respecto, lo que hizo que mis ojos al igual que mi garganta ardieran.
Apresuré el paso con la cabeza gacha, abrazándome con fuerza mientras mordía mi labio inferior y apresuraba el paso, esforzándome de gran manera para no romper en llanto, pero en eso acabé soltando un jadeo al chocar contra el hombro de alguien.
Mis latidos se aceleraron al pensar que aquella persona podría hacer algo al respecto y las burlas y temor que llevaba por el momento serían algo mínimo.
—L-lo siento...—titubeé pasando rápidamente por su lado.
No había sido capaz de verlo porque con sentir su intensa mirada había sido más que suficiente para temblar del miedo, por lo que casi corriendo comencé a avanzar por el pasillo, queriendo huir lo más rápido posible de la situación.
Estaba tan perdida en mis pensamientos, tan alterada, que al sentir cómo me tomaban de los hombros hizo que empujara bruscamente a la persona.
—¡Déjame en paz!
—¡Hey, Rosie, tranquila! ¡Soy yo!
Al ver a mi primo que parecía algo sorprendido por mi reacción, el alivio llegó a mí, haciéndome suspirar mientras bajaba la cabeza y era consciente de cómo mi corazón latía con fuerza.
—Lo siento...—murmuré agitada.
—¿Estás bien? ¿Sucedió algo?
—No, solo... No fue nada —respondí sonriéndole falsamente.
—Mmm... Está bien. Haré como que te creo —presionó los labios por un momento, girando a ver detrás de él a un lado—. Mira, quiero presentarte a unos amigos. Él es Morgan y ella es Rachel. Ella es mi prima, Rose, ya la conocen por el anterior guion, además de que les he hablado que integraremos en el grupo.
—Hola, Rose —habló la joven de cabello rizado, moviendo la mano en forma de saludo.
—Hola.
—E-es un gusto conocerlos —mi voz salió temblorosa y algo débil.
En ese momento estaba odiándome porque podía notar cómo sus sonrisas eran falsas y parecían algo incómodos, probablemente gracias a cómo actué anteriormente con mi primo mientras huía. Quizás debían pensar que era rara y no les agradaba mucho la idea de que él decidiera incluirme, lo cual era entendible, al menos para mí.
—Quería presentarte también a Jungkook que estaba con nosotros hace un momento, pero no sé cuándo desapareció —comentó encogiéndose de hombros, Alex.
—¿Jungkook? —fruncí el ceño, ya que aquel nombre se me hacía haberlo escuchado anteriormente, pero no podía recordar cuándo ni mucho menos el porqué.
—Oh, no sé si lo recuerdas, estuvo en el Café el sábado cuando nos vimos.
—¡Ah! Sí, ya recuerdo. Lo vi de lejos.
Asentí con la cabeza recordando a aquel joven que se me había hecho misterioso, pero con ojos tiernos.
—Él es así. Un segundo está contigo y al otro lo pierdes —bromeó Rachel, provocando que yo riera ligeramente, sintiendo cómo el alivio volvía a mí al pensar que quizás no me había tomado como alguien rara y podría incluirme.
—Oh, y muchas veces te asusta porque no sabes en qué momento apareció a tu lado —Morgan comentó inclinándose hacia adelante con el brazo sobre los hombros de su novia, haciéndola reír como también a Alex y a mí—. Es increíblemente silencioso.
—Es bastante... Especial —asintió repetidamente, Alex—. Pero así y todo lo queremos.
El escucharlos lograba calmar mis pensamientos, ya que por la manera en la que hablaban de él como si fuera algo extraño, pero que lo aceptaban de todas maneras, hasta teniéndole cariño, hacía que entonces tuviera esperanzas de que pudieran realmente integrarme por primera vez.
—Oigan, vamos a llegar tarde a la clase de Richard —mencionó observando el reloj en su muñeca, Morgan.
—¡Oh, cierto! Mejor apresurémonos.
—Sí, tú tienes suerte de no conocerlo. Ese viejo es jodidamente gruñón y molesto —explicó haciendo una mueca, Alex—. Te veo luego para presentarte a los demás, Rosie.
Asentí mientras él presionaba mi hombro por un momento, comenzando a caminar junto a la pareja, Rachel moviendo la mano en forma de saludo mientras me sonreía.
—Solo te conocíamos de vista, pero nos alegra esta vez haber hablado contigo. ¡Nos vemos luego, Rosie! —exclamó Morgan.
El ver sus sonrisas, cómo parecían tan agradables a pesar de cómo actué al comienzo, me hizo tener que reprimir una sonrisa.
De cierta manera, lograron que me olvidara lo que había vivido antes, aquellas ganas intensas de esconderme y llorar, por lo que comencé a caminar mientras esperaba que se hiciera la hora para la siguiente clase, pero en eso sentí mi celular vibrar en el bolsillo de chaqueta. Lo tomé rápidamente, ya que podría distraerme usándolo, pero al ver la notificación, arrugué el rostro por el desconcierto.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿Estás bien?
¿Qué rayos le sucedía? ¿Por qué volvía a escribirme? ¿Realmente luego de lo grosero que había sido por la madrugada, se atrevía a escribirme como si le interesara conocerme? No había duda alguna de que su usuario quedaba perfectamente con lo extraño que era él.
(...)
Una vez que las clases acabaron para mí, al revisar el celular, leí el mensaje por parte de Alex donde me informaba que estaban jugando un partido de fútbol y que podía ir para conocer a los demás, lo que hizo que sonriera y decidiera dirigirme hacia allí.
Por momentos no dejaba de pensar en aquel mensaje que me había enviado la persona de usuario extraño, por lo que mientras caminaba tranquilamente, decidí responderle.
rosecarell
¿A qué viene esa pregunta?
¿Por qué me has vuelto a escribir
luego de lo que me pusiste anoche
y hasta me preguntas algo así?
Realmente no lo comprendía para nada, ya que arriba estaba su mensaje acerca de que no tenía interés alguno en conocerme, así que, ¿qué sentido tenía que me preguntara sobre si estaba bien? No debería importarle o sentir curiosidad en lo absoluto.
Tenía la intención de volver a guardar el celular, pero en eso me llevé una sorpresa al recibir una respuesta.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Solo estoy intentando ser empático.
Y no entiendo porqué pareces molesta
si solo fui sincero.
¿Has visto el foro?
rosecarell
¿Por qué?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
No es nada.
Olvídalo. Continúa con tu enfado e
ignora todo.
Decidí ignorar por completo sus respuestas, entrando rápidamente al foro de la Universidad.
Habían posteado una fotografía algo borrosa, pero donde yo salía junto a aquel castaño que logró asustarme, con una descripción nada agradable, lo que hizo que la rabia me invadiera.
Anónimo
Vaya, hasta que se atrevió a regresar.
Anónimo
¿Es la del vídeo?
Anónimo
¿Jason no se enojará con Patrick por estar así con su exnovia?
Anónimo
¿Además de acosarla tienes que subir esta porquería?
Anónimo
↪︎¿Y qué te hace creer que soy el de la foto, idiota?
Anónimo
↪︎ Por tu obsesión. Apuesto a que también eres el que publicó el video.
Anónimo
↪︎ ¿Qué pasa? ¿Ahora eres defensor de animales?
Anónimo
↪︎ ¿Por qué no mejor te consigues una vida y dejas en paz a los demás?
Anónimo
↪︎ Atrévete a decírmelo en la cara, maldito imbécil.
Anónimo
↪︎ Entonces, ¿sí eres el mismo que sale acosándola en la foto o no?
Leer aquellos comentarios me hizo sorprender demasiado, ya que me esperaba encontrar todos comentarios desagradables dirigidos hacia mí como en el video, pero por primera vez parecía ser que alguien me defendía, lo cual me hizo tener que reprimir una sonrisa.
Rápidamente volví a los mensajes de aquel usuario extraño.
rosecarell
Acabo de ver lo del foro.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿Por qué?
¿A ti te gusta ponerte mal o qué?
rosecarell
Estoy bastante sorprendida.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
???
rosecarell
Por primera vez parece que hubo
alguien que si piensa y fue como si
de cierta manera me defendiera.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Ah, sí.
rosecarell
No fuiste tú, ¿o sí?
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
¿De nuevo sacando conclusiones tontas?
rosecarell
No te entiendo ni un poco.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
No tienes porqué hacerlo tampoco.
rosecarell
Pero si me dijiste en la madrugada
que no te interesaba conocerme, entonces,
¿por qué me preguntas cómo estaba?
Hubieras ignorado lo de ese estúpido
foro y ya.
abcdefghi_lmnopqrstuvwxyz
Porque me chocaste, tal vez.
En ese preciso instante me paralicé, queriendo poder recordar con claridad aquel momento, pero al levantar la mirada toda mi atención se fue a aquel pelirrojo que caminaba tranquilamente hasta su coche. Guardé mi celular, apresurando el paso para llegar a él sin importar en absoluto los nervios.
—¡Jason, espera!
Al escuchar mi voz, se detuvo de manera abrupta, volteando un momento a verme dejándome notar su sorpresa. Sentí mis latidos acelerarse al notar cómo su mirada y aquel semblante tan serio parecían expresar una molestia, como si hubiera cometido un error al buscarlo.
—¿Qué quieres, Rose?
—¿P-por qué actúas así...?
—Porque ya no hay nada que nos mantenga juntos —explicó rápidamente—. Pensé que te había quedado claro mi mensaje.
—¿En verdad te parece bien cómo terminaste conmigo? —pregunté dolida—. ¿Acaso crees que fue mi culpa lo de esa noche...?
—No.
—E-entonces, ¿cómo puedes...?
Jason, suspirando, se acercó más a mí mientras levantaba mi cabeza y mi mirada volvía a recorrer su rostro, la forma en que algunos mechones pelirrojos caían por su frente, las pecas esparcidas por su rostro, sus ojos mieles con cortas pestañas, su nariz respingada, sus labios gruesos de un rosado pálido. Sus facciones estaban endurecidas, como si estuviera agotándole la paciencia al exigirle una explicación.
¿Por qué parecía tan harto tan de mí?
—No terminé contigo por cómo actuaste en la fiesta, eso solo fue la gota que rebasó el vaso.
—¿Qué?
—¿En verdad jamás te diste cuenta? —frunció el ceño—. Solo te interesaba esas estúpidas novelas que escribes y estabas conmigo para usarme como tu musa o una mierda así.
—P-pero eso...
—Yo no era una verdadera prioridad para ti —me interrumpió molesto—. Tan solo quería que... Algún día solo te concentraras verdaderamente en mí, en nosotros. Estaba enamorado de ti y me gustaba que te interesaras tanto en mí, pero claro que no fue por el interés que pensé que tenías, porque solo fue para inspirarte en esas mierdas, así que no iba a acostumbrarme a eso. No iba a dejar que me siguieras utilizando para otra estúpida novela y me desecharas como si nada cuando ya no te sirviera.
—Jason, yo no lo veía así...
—Pues, el que no te hayas dado cuenta solo lo hace peor —presionó los labios por un momento—. Solo quiero una maldita relación normal y está claro que contigo no puede ser.
—Pero yo estoy enamorada de ti —aseguré desesperada mientras mis lágrimas comenzaban a brotar.
—No —negó con una sonrisa amarga—. Ya, dejemos todo hasta aquí porque realmente no importa cuánto insistas, nada hará que quiera volver contigo para que sigas utilizándome.
—¡Pero, Jason...!
—Solo busca a otra persona para usar como tu maldita musa y déjame en paz, Rose.
Lo vi marcharse mientras las lágrimas seguían brotando y tuve que cubrir mis labios en un intento de contener los sollozos. Estaba segura de que seguía teniendo sentimientos por él, haciendo todavía más doloroso que no fuera capaz de escucharme.
(...)
Finalmente había decidido ir al campo de fútbol para poder conocer a los demás amigos de Alex. Seguían jugando todavía, y escuché cómo Alex insistía en que le pasaran la pelota mientras que a un lado había un joven de cabello rizado y largo, que parecía estar por marcharse al inclinarse hacia adelante donde estaba la grada para tomar sus cuadernos y mochila, conversando con Oliver que estaba sudado y tenía las manos en las caderas, pero volví a perderme en mis pensamientos.
Deseaba volver a mi vida antes de Jason, recordar lo que era estar dentro de todo sola, pues no podía considerar que en ese tiempo tenía un buen grupo de amigos, pero sí hablaba con ciertos compañeros y eso para mí era suficiente.
El pensar que todo había sido mi culpa, que yo lo empujé inconscientemente a que tomara una decisión así, me hacía reprocharme el porqué no fui más atenta, porqué no di más de mí en esa relación si estaba enamorada de él, porque solo así, tal vez, ahora no estaría pasando por esta mierda. Tal vez no hubiera discutido con él en medio de la fiesta, actuando impulsivamente, ni hubiera bebido de esos vasos. Estaríamos juntos y bien como tanto deseaba. Pero, como siempre, terminé actuando estúpidamente, dejándome llevar por mis emociones.
Mientras con la cabeza gacha bajaba las escaleras que estaban en medio de las gradas prefabricadas, escuchando a lo lejos los gritos de quienes jugaban al fútbol, apretaba con fuerza la libreta, ya que estaba llena de rabia hacia mí misma.
¿Acaso no había nada que pudiera hacer bien?
—¡Rosie, cuidado!
Ante aquel grito masculino proveniente de mi primo, me alerté, pero acabé chillando al sentir cómo un brazo pasaba por mi cintura haciéndome pegar bruscamente parte de mi rostro contra un duro pecho sudoroso, soltando la libreta que llevaba, aunque parecía no ser la única, ya que sentí otros libros caerse por parte de quién me tomaba al recibir un pelotazo en su espalda. Escuché un gruñido de su parte que hizo vibrar su pecho mientras yo observaba entre sorprendida y asustada cómo a unos metros se encontraban un grupo de personas estaban atentos a la situación.
—¡Lo siento, Jungkook! —exclamó Alex.
Al sentir cómo me soltaba, temblorosa levanté la cabeza, encontrándome con su cabello rizado y largo, su flequillo desordenado llegando a pegarse en su frente, su rostro brillando ligeramente por el sudor, sus grandes ojos oscuros, sus mejillas sonrosadas, sus labios entreabiertos al respirar de manera pesada.
Mi corazón latía con fuerza y las palabras no lograban salir de mi garganta por más que quisiera agradecerle, buscando nuevamente su mirada, ya que la desvió pareciendo algo intimidado mientras llevaba un mechón de su cabello detrás de su oreja, aferrándose con la otra mano a la correa de su mochila.
¿Acaso aquel joven de ojos tiernos y el doble de mi tamaño era tan tímido como para que yo lograra intimidarlo?
—De nada —murmuró pasando por mi lado, comenzando a subir las escaleras, dejándome atónita.
¿Qué les pareció el nuevo capítulo? ¿Les va gustando cómo va desarrollándose de a poco la historia? ¿Qué opinan de lo poco que van conociendo de Jungkook?
Espero que les esté gustando esta historia tanto como a mí me está gustando escribirla, si es así no se olviden de votar y comentar así me motivan a traerles actualizaciones más seguidas jujuu
¡Nos leemos pronto!
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