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OO2 | "YOUTH CONNECTION"

ROSE CARELL

Físicamente me sentía cansada, pero emocionalmente estaba devastada. Ni siquiera era capaz de mirarme al espejo porque el verme me daba asco, estaba decepcionada de mí misma y pensaba en lo estúpida que fui.
Era como si estuviera atrapada en un remolino de autoinflicción donde cada pensamiento solo me hundía más en la tristeza como si ya no tuviera suficiente.

La motivación iba esfumándose cada día más, comenzando a volver mis sueños y aspiraciones inalcanzables, como mi futuro incierto y desalentador.

No quería esto.

Jamás pensé que podría experimentar algo así.

Estaba asustándome por los pensamientos que empezaban a aparecer, haciendo que sintiera la necesidad de escapar lo más pronto posible de esta nube gris que oscurecía mi existencia.

La idea de volver a ser feliz iba alejándose casa vez más, pero no podía permitir que mis ganas de perseguirla se desvanecieran. No podía permitirme acabar actuando impulsivamente por mis pensamientos abrumadores.
Tenía que seguir luchando, encontrar más motivos para poder levantarme de la cama y enfrentar aquel mundo exterior por más hostil que me resultara y pánico que me creara.

Y por más estúpido que pudiera parecer, decidí buscar una manera de poder distraer mi cabeza. Necesitaba ayuda. No importaba cómo pudiera conseguirla.

¿Cómo subir el ánimo?

Jamás creí tener que buscar algo así en Internet, pero realmente no sabía qué hacer si no podía contar ni siquiera con alguien. No tenía a nadie a mi lado que me diera las fuerzas necesarias, ni me obligara a salir, por lo que tenía que buscar una manera de tener el ánimo suficiente para poder hacerlo por mí misma e intentar distraerme para no pasármela en mi cama llorando, siendo consumida por los malos pensamientos.

Estoy teniendo los peores días y no tengo ánimo para absolutamente nada. ¿Pueden darme consejos? No quiero seguir así.

Fruncí el ceño, notando que se trataba de una plataforma llamada "Youth Connection", por lo que decidí entrar, creándome un usuario. No pude evitar sorprenderme al ver la cantidad de usuarios que pedían consejos sobre hasta cosas que no eran nada esperadas para mí y podría llegar a considerarlas tonterías, pero aun así le respondían. Al seguir navegando, descubrí que hasta en mi perfil podía crear un blog, cosa que no haría porque no estaba interesada, pero también pude notar que varios usuarios parecían estar demasiados activos allí. Respondían a varias preguntas que hacían y daban buenos consejos, algunos hasta parecían ser amigos, lo cual se me hizo sorprendente porque suponía que había personas de todas partes de Estados Unidos, así que no podía entender cómo es que podían formar una amistad. De todas maneras eso no quitaba que lo hiciera interesante para mí, a pesar de que sí había ciertas personas que parecían ser malintencionadas con lo que comentaban, pero tampoco parecían ser muchos más que quienes realmente se esforzaban por ayudar.

Quizás encontré la manera de recibir aunque sea un poco de ayuda.

El pensarlo me hizo medio sonreír mientras me atrevía, como algunos usuarios de ahí, a colocar mi nombre y una foto de perfil mía. No le veía nada de malo a hacerlo, además dudaba de que alguien pudiera encontrarme, ya que por todo lo que logré bajar y leer, se me hacían personas completamente desconocidas.

Hola. Soy nueva en esta plataforma. El ver cómo buscan ayudarse me hizo animarme a entrar y desahogarme.

Hace aproximadamente dos semanas era feliz con la vida que tenía. O bueno, no feliz, pero estaba realmente bien, ya que tenía a mi novio y su grupo de amigos en el que me esforzaba por encajar. Él era perfecto para mí, pero fui tan estúpida que al ir a una fiesta bebí de vasos de desconocidos y acabé arruinándolo todo. Lo peor es que lo filmaron y sigue estando en el foro anónimo de la Universidad, recibiendo todos los días comentarios horribles dirigidos hacia mí.

Ya no tengo novio, ni tampoco amigos. No tengo absolutamente a nadie, así que solo me aislé, ni siquiera puedo verme al espejo y me dedico a ver todos los días ese video mío quitándome la ropa, y leer los comentarios desagradables que hacen.
Ya estoy cansada de todo y siento que no puedo salir de esto.

Escribir es algo que amo, de hecho recibí una propuesta sobre escribir un guion y sé que ambos saldríamos beneficiados con buenas calificaciones, pero he llegado al punto de ya no disfrutar de lo que antes amaba hacer. Nada, pero absolutamente nada me hace sentir mejor.

Solo sé que todo el tiempo tengo sueño, hasta que llega la noche y el insomnio me ataca, así que solo me castigo con lo que hice.

No sé cómo volver a la Universidad luego de lo que hice y los comentarios que recibo. Cada vez que pienso en salir, me entra el pánico.
Últimamente no le encuentro sentido a mis días y eso me asusta.

¿Qué puedo hacer?

Bloqueé el celular dejándolo caer en la cama, sintiendo cómo las lágrimas comenzaban a brotar, por lo que me acomodé en posición fetal y cerré los ojos con fuerza, deseando poder dejar llorar para dormir de una buena vez. No había podido hacerlo durante la madrugada como venía pasando seguido, quizás porque mi mente comenzaba a atacarme y me castigaba volviendo a leer los comentarios. Pero ahora podría aprovechar dormir, y eso terminó pasando sin que me diese cuenta.

Desperté a causa de las vibraciones del celular que estaba cerca de mi rostro, por lo que soltando un quejido refregué mis ojos, intentando acostumbrarme a la claridad. Al tomar mi celular y ver que había pasado horas desde que me dormí, me sorprendí, pero más lo hice cuando vi todas las notificaciones que tenía por lo que compartí en la plataforma.

Sin dudar entré, asombrada al ver que tenía más de veinte comentarios como también personas que me habían seguido. Logré reconocer algunos usuarios, ya que como antes había estado navegando, algunos salían en la mayoría de comentarios. Eran demasiados atentos.

jm.lvly

Hola, Rose. Qué bueno que hayas encontrado este espacio para desahogarte como hacemos todos, y esperamos poder ayudarte de alguna manera por más mínima que sea.

No quiero que te lo tomes a mal, pero ¿has pensado en buscar ayuda de un profesional? Es un consejo que puedo darte. Y como un estudiante de psicología puedo decirte que el aislamiento es la antesala de la depresión, y eso hace que aumente el malestar que sientes por ti misma.

Voy a uno que me ayuda bastante, es más, podría darte su número, pero no sé de qué parte eres. Yo soy de Denver, así que si de pura casualidad eres de aquí, dime.

Mordiendo mi labio inferior mientras sentía cómo el nudo volvía a aparecer en mi garganta, decidí darle corazón a su comentario, como también comenzarlo a seguir para continuar leyendo y luego pensar alguna respuesta.

billy_

Y después no quieren que las tachen como zorras, pero se olvidan de que tienen novio y se dejan filmar quién sabe haciendo qué jajajaja

blackbeauty

↪︎ Si no vas a ayudar entonces ni te gastes en comentar. ¿Qué haces en esta plataforma si solo eres un idiota?

blackbeauty

Hola, Rosie. Puedo decirte así, ¿verdad? Puedes llamarme Cindy.

Debes estar pasando por muy mal momento. ¿No tienes a nadie más? Si se alejaron así de ti cuando por lo que cuentas todo fue provocado por lo que te dieron de beber, que seguramente tenía algún tipo de droga, lo que es realmente grave y creo que deberías hacer algo al respecto, son unos malditos idiotas y es mejor que ya no sean parte de tu vida. Necesitas mejores personas.

Puedes hablarme cuando quieras y necesites alguien que te lea y aconseje, Rosie.

Ignorando aquel comentario desagradable por parte de ese tal Billy, no pude evitar sonreír mientras mi visión se volvía nublada a causa de las lágrimas, más que nada por aquel comentario por parte de blackbeauty, la cual tenía una foto de una rosa negra. En eso me preguntaba, ¿realmente podía escribirle si llegaba a necesitarlo? ¿No lo puso solamente por compromiso? Odiaba sentir que era así y yo solo sería una molestia si llegaba a escribirle.

Decidí dejar de pensar en eso y volver a concentrarme en la pantalla del celular, dándome cuenta de que tenía un nuevo comentario de un usuario extraño que tenía la foto de una novela que por los colores rosados parecía ser alguna romántica tal vez, y al entrar a su perfil pude confirmarlo, sorprendiéndome al notar que tenía un blog haciendo reseñas sobre las novelas que leía, por lo que decidí presionar Seguir. Pues, eso había despertado demasiado mi curiosidad, además quizás podría encontrar buenas novelas gracias a esa persona.

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Si ellos te hubieran apreciado como debían por el título que llevaban, no te habrían dejado así como hicieron, siendo que no es tu culpa. Al contrario, debieron cuidarte. Pero como dijo Cindy, al menos ya no estarás rodeada de personas falsas.

¿Realmente te importa tanto lo que dicen los demás? Si es así, entonces tu vida ya era triste desde antes. No debería importarte para nada, porque solo son personas miserables sin vida que no tienen nada interesante que hacer y se dedican a hablar de los demás.

Céntrate solo en ti, vuelve a la Universidad y también a escribir. Enfrenta la situación por ti misma porque nadie más lo hará por ti. Solo déjalos hablar hasta que algo más llame la atención de ellos y se olviden de ti.

Sorbí la nariz mientras limpiaba las lágrimas con la manga de mi suéter, mordiendo mi labio inferior que comenzó a temblar por el llanto reprimido, por lo que al no soportarlo más, dejé el celular y me cubrí los labios dejándolo salir todo.

Quizás aquella persona desconocida tenía demasiada razón.


















(...)
















Alex había vuelto a llamarme, pidiéndome que volviéramos a vernos en la cafetería de antes, por lo que dudé bastante en aceptar, pero recordé aquellos comentarios, todos mencionando la importancia de no seguir aislada. Sabía que tenían toda la razón, notaba cómo el seguir encerrada en mi casa solamente estaba aumentando mis malos pensamientos, por lo que terminé obligándome a aceptar.

Necesitaba volver a arreglarme, pero a medida que buscaba entre la ropa que estaba en mi maleta, mi poco ánimo parecía ir disminuyendo, optando por un suéter holgado, jeans y zapatillas. Al salir, quise informarle a mi madre, pero el verla durmiendo en el sofá, la televisión encendida y dos latas de cerveza en la mesa rectangular, me hizo sentir una presión en el pecho. Sabía lo agotada que debía estar por sus dos trabajos, así que dejé las latas en el bote de basura, apagué la televisión y cubrí a mi madre con la manta que tenía a un lado de sus pies.

Durante el trayecto me había colocado los auriculares, deseando poder ignorar ciertas miradas, aunque sabía que durante el camino en Metro era normal y no significaba que supieran del video, pero es que a mi cabeza parecía haberle comenzado a gustar el pensar en todo momento en eso y torturarme.

Una vez que llegué, entré rápidamente en un intento de ignorar mis pensamientos, buscando con la mirada a mi primo, pero en eso lo encontré inclinado hacia adelante hablándole a un joven que vestía de negro. Rápidamente noté que se trataba del mismo que había visto días atrás, solo que ahora llevaba una gorra también del mismo color. Seguía concentrado en un libro, lo que estúpidamente me hizo preguntarme si se trataba del mismo que estaba leyendo cuando lo vi antes.

Él negaba con la cabeza, pareciendo algo frustrado de que no lo dejase concentrarse en su lectura mientras que mi primo parecía insistente, hasta que fue capaz de notar mi presencia a pesar de encontrarme a unos pocos metros.

—Oh, ¡Rosie...!

En sí yo no era para nada una persona que pudiera soportar por tanto tiempo las miradas, siempre acababa desviándola, pero al encontrarme con la mirada sorpresa de aquel joven, parecía ser imposible para mí dejar de verla. Quizás se trataba porque me producía cierta ternura el hecho de que tenía ojos oscuros, redondos y grandes, más por la forma en que los estaba abriendo a la par como si realmente le sorprendiera verme.

Por primera vez no era yo la que la desviaba, sino que él bajó la cabeza llevando la mano a su gorra como si quisiera ser capaz de bajarla más, lo que me hizo fruncir el ceño por el desconcierto que me causaba su reacción.

Si se trataba de alguien que había visto mi video, debería haberse mostrado burlón, hasta aprovechado a hacer un comentario al respecto, así que no podía entender porqué parecía hasta avergonzado.

—Ven. Vamos a tomar asiento.

Alex me tomó del brazo, guiándome hasta la barra para tomar asiento en los taburetes. Aquello me puso algo ansiosa, ya que un joven se acercó a tomar nuestra orden, pero al ver cómo nos sonreía y hasta parecía ser algo dulce, pude relajarme y agradecerle cuando dejó el café y trozo de pastel frente a nosotros.

—Sé que no querías venir y créeme que hubiera querido ir a verte para hablar, pero bueno, sabes que nuestras madres ya no tienen la mejor relación —mencionó haciendo una mueca, por lo que asentí.

—Sí, está bien. De todas maneras necesitaba salir.

—¿Estás bien?

Negué con la cabeza mientras bajaba la mirada y medio sonreía sintiendo cómo el dolor volvía.

—Es mejor no hablar de eso. Ya sabes todo, ¿verdad?

—Es difícil no saberlo —murmuró nervioso—. Sé que debí comportarme mejor siendo tu primo, pero con la pelea entre nuestras madres, notar cómo las pocas veces que nos encontrábamos en un mismo lugar tú pasabas de mí y estabas con ellos, creí que también su pelea nos había afectado a nosotros —explicó sorprendiéndome—. No supe cómo acercarme a ti, así que en parte lo del guion lo sentí una buena excusa. Aunque claro, sí te necesitamos.

No pude evitar soltar una risilla, notando cómo él sonreía y parecía relajarse, apoyando ambos brazos en la barra.

—Puedes contar conmigo, ¿sabes?

—Gracias, supongo.

—Sé que no estamos en el mismo departamento, pero eso no significa que tengas que estar sola. De hecho, la mitad del grupo pertenecen a otros departamentos, así que tú puedes estar con nosotros —mencionó mientras me sorprendía, ya que no era algo que esperaba que dijera para nada. Pues, pensaba que solo mencionaba que podía contar con él para que aceptara escribir el guion—. A quienes te conocen les agradas, así que, ya sabes, puedes pertenecer al grupo.

—¿E-en serio?

—¡Por supuesto! Además, estoy seguro de que a Anya y a Rachel les alegraría que se uniera otra chica.

—¿Entre cuatro chicos solo hay dos chicas? —pregunté frunciendo el ceño.

—¡Oye! No somos tan idiotas como crees —aclaró ofendido—. Además, Rachel es novia de Morgan, y Anya es... Anya —se encogió de hombros soltando una risilla—. Es como la mamá del grupo y se encarga de hacernos saber cuando nos comportamos como idiotas. Tiene mucho carácter.

Mmm...

No lo dudes mucho. La pasarás bien con nosotros.

Mordí mi labio inferior mientras pensaba en sus palabras, pues no podía evitar preguntarme si realmente actué tan mal como para ignorarlo cuando estaba con Jason y su grupo de amigos. ¿En verdad desde que empecé a salir con él, llegué a ignorar todo lo que sucedía a mi alrededor?
El pensarlo solo hacía que una presión se instalara en mi pecho y la culpa hiciera su aparición.

Quizás, de cierta manera, merecía haberme quedado sola.

¿Estaría bien querer pertenecer a su grupo cuando lo había ignorado por tanto tiempo? ¿Sería realmente aceptada? ¿Todos serían capaces de ignorar que era la del video y de la que todos hablaban tan mal?

No dejaba de cuestionarme qué hacer, hasta que volví a encontrarme con su mirada y sonrisa, él pareciendo animarme a aceptar como si no le importara lo que hice durante ese tiempo.

—Está bien —murmuré asintiendo.

—¡Genial! Mañana en la Universidad te los presentaré.

Escuchar eso me hizo tensar, no solamente por el hecho de no saber qué podrían pensar de mí, aunque Oliver había actuado como si nada, lo que me relajaba, sino por el hecho de regresar a la Universidad.
No lograba comprender porqué mientras me hundía, cómo cada día todo comenzaba a perder el sentido para mí, convirtiéndose la soledad en mi única amiga y el aislamiento mi refugio, igualmente, el mundo exterior continuaba avanzando.

Solo asentí con una falsa sonrisa.

—¿Y... Tienes una respuesta? —preguntó mirándome esperanzado.

—Alex...

—¡Vamos! ¡Di que sí! ¡Lo harás genial! —aseguró asintiendo repetidamente con la cabeza mientras apoyaba la mano en mi muñeca—. Por favor, prima...

Alex me hacía ojitos mientras me miraba ilusionado, lo que causó que suspirara desviando la mirada.

¿Realmente podría hacerlo? ¿Sería capaz de escribir un buen guion como había escrito hacía meses atrás? ¿Qué elegiría? Me llenaba de preguntas logrando que comenzara a alterarme al no tener respuesta para ninguna.

—Tienes que saber que ni siquiera cuento con ideas para mi próxima novela porque estoy bloqueada luego de todo lo que sucedió...—confesé haciendo una mueca.

—Pues, no te preocupes. Si quieres podemos intentar ayudarte un poco, encontrarás alguna inspiración. Estoy más que seguro —asintió con una sonrisa—. Lo harás bien.

Intenté sonreírle, pero acabé fallando por completo mientras él se levantaba informándome que iría al baño. Solo suspiré observándolo alejarse hasta dirigirse a la puerta con el cartel que indicaba los baños, todavía pensando si había hecho realmente bien en aceptar.
Apoyé el mentón en mi mano, perdida en mis pensamientos, buscando alguna idea, hasta que fui consciente de que mi mirada estaba puesta en aquel joven que vestía de negro. Al igual que yo tenía el mentón apoyado en la mano, pasando la página tranquilamente para continuar con su lectura.

¿Qué rayos estaba leyendo y por qué parecía tan concentrado? Al darme cuenta de que mis pensamientos eran completamente estúpidos y no debía interesarme para nada aquel joven misterioso, decidí concentrarme en el pequeño trozo de pastel de chocolate que me había quedado. Debía ordenar mis pensamientos y concentrarme en aquel maldito guion que acepté escribir.

















(...)
















Era de noche y ya debía dormir para el siguiente día volver a la Universidad, pero la ansiedad estaba ganándome. Solté un pequeño quejido de dolor al sentir un ardor en mi dedo, lo que me hizo darme cuenta de que nuevamente estaba mordiéndome las uñas, y al ver mis dedos noté cómo en el índice alrededor de la uña comenzaba a aparecer lentamente un líquido rojo, por lo que suspiré.

Debía buscar la manera de relajarme.

Al sentir mi celular vibrar cerca de mis pies, lo tomé rápidamente para así lograr distraerme y no seguir mordiendo mis uñas. En cuanto vi la notificación que se trataba de una publicación en la plataforma, entré llena de curiosidad al ver que se trataba de aquella persona con usuario raro.

¿Acaso esa persona sufría de insomnio como yo?

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El tiempo pasa y sigo sintiéndome fuera de lugar en medio de las personas de mi entorno.
Cada vez que estoy con quienes dicen incluirme en su grupo, quiero entenderlos, pero más que nada quiero entenderme a mí.
Constantemente vivo preguntándome porqué soy de esta manera, porqué cargo constantemente con este vacío y no parezco sentir como todos los demás.

He intentado ponerme una máscara, fingir ser alguien que no soy, aunque ni siquiera sé quién soy, pero es extremadamente agobiante el tener la presión de cumplir y no sentir.

Sé que nadie vive igual. Sé que todos somos diferentes, pero hay veces, como en esta madrugada, que me gustaría poder vivir como las personas que me rodean.
Pero que mañana cuando despierte lo primero en que voy a pensar será:
¿En verdad tengo que hacer esto otro día más?

Realmente no entiendo cómo las personas que se sienten como yo no quieren gritar y llorar de aburrimiento.

Odio cargar con este vacío.
Estoy tan terriblemente aburrido.


No pude evitar sorprenderme al terminar de leer, no podía comprenderlo ni siquiera un poco, pues desde niña mi mamá siempre me reprochaba por el hecho de ser tan intensa en cuenta a mis emociones. Todo llegaba a emocionarme y también a afectarme demasiado. Pero, de todas maneras, el pensar en que él me había contestado a mí días atrás y que podía encontrarse sufriendo de insomnio como yo por sentirse de esa manera como decía, decidí responder.

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Lamentablemente no puedo entender tu situación, así que tampoco podría darte algún consejo que te pueda funcionar.
Y siendo sincera, ahora mismo, me gustaría estar en tu lugar y no sentir absolutamente nada. Poder arrancarme toda esta tristeza y miedo por lo que tengo que enfrentar en unas horas.

De todas formas, si quieres escribirme para desahogarte un poco, yo te leeré con gusto.

Le comenté dejando el celular en la mesa de noche, ya que probablemente no me contestaría. Me cubrí con la manta, pensando si había hecho bien en comentarle eso, pues cuando navegaba por la plataforma noté que varios ponían lo de escribirse con confianza si lo necesitaban, así como hizo Cindy conmigo, aunque yo creyera que fue solamente por obligación. Pero la diferencia estaba en que yo era nueva en "Youth Connection", aunque quizás estaba sobrepensándolo mucho. No tenía nada de malo, solo estaba intentando ser amable.

Suspiré disponiéndome a intentar descansar, pero la vibración del celular me hizo abrir rápidamente los ojos.

¿Se trataba de aquel usuario raro?

Rápidamente lo tomé desbloqueándolo, sorprendiéndome al ver que sí se trataba de él, que me había seguido y hasta enviado un mensaje.

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Sé quién eres.

¡Hola!

¿Qué les pareció el capítulo? No es necesario para nada que pregunte quién creen que sea el de ese usuario del abecedario, ¿no? Al fin hay interacción entre ellos aunque es más que nada por YC porque en persona solo hay miradas, ¿les gustó? ¿Creen que ahora que se atrevió a escribirle y decirle que sabe quién es, también diga su identidad?

Sé que estos dos primeros capítulos han sido algo "deprimentes", pero les prometo que eso va a ir cambiando en el siguiente y se va a poner más interesante

Por cierto, quiero darle los créditos correspondientes a la hermosa personita a la que justamente está dedicada esta historia, Nanyel26, por haberme dado un buen nombre que me gustó para la plataforma, ya que no se me había ocurrido uno que me gustara

Espero que esté gustándoles esta nueva historia, si es así no se olviden de votar y comentar

¡Nos leemos el sábado!

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